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71

Taehyung alzó la manta en cuanto vio a su hermano asomar la cabeza desde la puerta. Yoongi no dudó en acomodarse en la cama junto al menor. Quería hablar con él y hacerle compañía mientras Jungkook estaba pescando.

—¿Cómo te sientes, Tae?

—Cansado y dolorido pero feliz— Taehyung se acurrucó sobre su torso —Te he echado mucho de menos, hyung.

—Ahora estoy aquí contigo— Yoongi sabía que no lo decía únicamente por su estancia en el hospital —¿De qué quieres que hablemos?

—¿Cómo te va con Junggi?

—Me estoy ganando su cariño, pero me preocupa no estar a la altura.

—No vas a tener ningún problema con él. Es un niño muy bueno— Taehyung hizo una breve pausa antes de alzar la cabeza para mirarlo —Me has criado a mí y yo he sido bastante problemático. En realidad no tienes de qué preocuparte. Ya tienes bastante experiencia gracias al trasto de tu hermano.

—¿Experiencia?— repitió frunciendo el ceño —No has sido tan problemático, solo un poco travieso.

—Eso solo lo dices porque estoy malito— le acusó entre risas y luego se volvió a acomodar sobre su pecho —Si alguien puede criar a Junggi, ese eres tú. Además, tener dudas es normal. Cualquier padre las tendría, pero ya has hecho lo más difícil. Has conectado con él y es evidente que le caes bien. No te agobies y sigue cuidando de tus chicos. Lo demás irá surgiendo de forma natural.

Sus palabras le hicieron sentir mucho más tranquilo.

—A veces dices cosas muy coherentes, hermanito.

—¿Has visto? A veces no soy lo peor...

—No eres lo peor, no hables así— Yoongi comenzó a acariciarle el cabello —Lo que ha pasado con tu matrimonio no te define.

—Puede, pero...— Taehyung se calló abruptamente y luego resopló —Quiero seguir pendiente de su estado de salud y sé que no debo, pero quiero saber cómo sigue...

—Mañana iré a visitarlo y te diré cómo está.

—¿De verdad?— el menor alzó la cabeza —Quiero decir... ¿Crees que está mal que lo sepa?

—Creo que es natural que quieras saber cómo está tu exmarido. No hay nada de malo en eso, Tae. No tienes que disculparte por querer saber cómo evoluciona.

Taehyung contempló la mirada de su hermano detenidamente. Había mucha comprensión en ella, aunque también algo de pesar.

—Hyung, ¿puedo hacerte una pregunta?

—Depende de la pregunta— respondió burlón. Taehyung le mostró los dientes, lo que hizo reír a Yoongi —Venga, hazme tu pregunta.

—¿Por qué vas a terapia?— Taehyung volvió a acomodar la cabeza sobre su torso —Es decir, sé que es por lo que pasaste en la península, pero Kook no va a terapia y eso me hace preguntarme qué te pasó allí.

—Solo voy para hablar.

—¿Para hablar de qué?

—De lo difícil que fue vivir allí— explicó con la mayor templanza que pudo —Del hambre, del miedo y de la soledad... De muchas emociones que me tragué para poder sobrevivir.

Taehyung lo abrazó con mucho mimo. No se podía ni imaginar lo difícil que había sido para él pasar cuatro años lejos de casa.

—JK no va a terapia porque no quiere ir— añadió con mucho tacto —Quizá porque no es el momento para él o porque no siente la necesidad de hablar con un profesional. Yo he decidido ir porque necesito sacar todo lo que llevo dentro.

—Sabes que puedes contarme lo que sea, ¿verdad?— Taehyung comenzó a jugar con el botón de la camisa de su hermano —Si quieres compartir conmigo una de esas vivencias te escucharé. Si no quieres que hable en absoluto, entonces me quedaré callado. Estoy orgulloso de ti por buscar ayuda profesional, hyung. Solo quiero que sepas que puedes contar conmigo para lo que sea.

—Lo sé, hermanito— Yoongi le dio una palmadita en la cabeza —No te preocupes tanto, estoy bien.

Taehyung sintió un fuerte nudo en el estómago. Había algo en su tono de voz que le preocupaba. No sabía qué era ni a qué se debía, pero tenía la sensación de que le estaba ocultando algo.

Yoongi se apoyó sobre el respaldo de la cama con el corazón en un puño. No era capaz de decirle la verdad; no se veía capaz de compartir con él todo lo que había sucedido en la península.

—¿Por qué no te has enfadado conmigo?— preguntó el menor de repente, atrayendo de nuevo su atención —Changwook hyung es tu amigo... Y el que ha hecho mal en todo esto he sido yo. ¿Por qué no me has recriminado nada?

—He estado cuatro años ausente. Sería bastante hipócrita por mi parte ponerme moralista cuando parte de tu sufrimiento lo he causado yo— Taehyung iba a responder, pero Yoongi le tapó la boca con la mano —Además, no me has necesitado para darte cuenta de que has metido la pata. Eres adulto. No necesitas que tu hermano mayor te recrimine algo que has reconocido por ti mismo.

Taehyung balbuceó algo que Yoongi no pudo entender. El joven no le destapó la boca hasta que el menor le pellizcó en un costado. Entonces comenzó a reír sin dejarse notar la angustia que le carcomía por dentro.

¿Cómo podía enfadarse por una infidelidad cuando él había hecho cosas peores?

—¿Es que no me vas a dejar hablar?— se quejó Taehyung.

—Es que no callas nunca— Yoongi sonrió a pesar de su malestar. Le asustaba lo que pudiera llegar a pensar si descubría su historia con Park Hyungsik. Le aterraba que su hermano pudiera llegar a rechazarlo.

Jungkook se puso a hacer la comida en cuanto cruzó la puerta de la casa. Taehyung se había quedado dormido entre los brazos de su hermano, pero para Yoongi no pasó desapercibido el ruido del piso de abajo.

El mayor pensó en bajar a la cocina y echarle una mano, pero Taehyung lo había rodeado con sus brazos como un koala y no quería despertarlo, por lo que aguardó hasta que Jungkook apareció por la puerta.

—Ya está la comida— anunció de muy buen humor. Cuando se percató de que Taehyung estaba dormido, dejó la bandeja que traía sobre la cómoda —¿Lo despertamos?

Taehyung se despertó por el sonido de su voz y lo miró algo amodorrado.

—Has tardado. Ni que hubieras ido a buscarlo al mar.

Yoongi tuvo que contener la risa por la expresión que puso Jungkook. Era como un libro abierto, también para Taehyung.

—Estás de broma, ¿verdad?

—No quedaba pescado, así que fui a pescar.

—Pues habría tomado un caldo— respondió desconcertado —¿Sabes el frío que hace cerca del mar? Te podrías haber resfriado. Además, ¿cómo narices has ido a pescar?

—Tengo mis métodos— aseguró el menor encogiéndose de hombros —Hyung, voy a traer nuestras bandejas para comer todos juntos.

—¿Quieres que te ayude, JK?

Jungkook negó con la cabeza y salió del dormitorio perseguido por Neysa. La gatita se había pegado a él desde que entró por la puerta con el pescado fresco. Mellie en cambio lo había ignorado y seguía durmiendo plácidamente en la sala de música.

—¿Por qué se toma tantas molestias?— murmuró Taehyung mordisqueándose el pulgar —No quiero que se sobreesfuerce.

—¿Entonces por qué estás feliz?

—¿Yo?

—No trates de disimular— Yoongi le tiró de la oreja —Sois los dos insoportables.

—Hyung, ¿por qué me maltratas?— se quejó, armando un tremendo escándalo —¡Suéltame la oreja! ¡No quiero ser Dumbo!

—Te pareces más a Mushu.

—¡Desde que lo llamas JK te has vuelto más insolente!

—Exclamó el inventor del MinMin.

Cuando Jungkook apareció con las bandejas cesó la discusión. Yoongi ayudó a su hermano a sentarse, apoyándolo contra el respaldo de la cama y el maknae puso la comida de Taehyung sobre una mesa plegable.

—Te he cortado el pescado y le he quitado las espinas para que puedas comerlo mejor— comentó orgulloso de su trabajo —Espero que te guste. Lo he hecho con mucho... Con mucha dedicación.

—Muchas gracias. 

Yoongi se sentó en una silla para dejarle su espacio en la cama a Jungkook. Neysa se tumbó a sus pies esperando recibir un trocito de pescado.

—Está buenísimo— Taehyung sonrió ampliamente —¿Dónde has aprendido a prepararlo así?

—En la península nos solíamos encontrar con toda clase de libros— respondió avergonzado por el halago —Como no había mucho que hacer, he memorizado unas cuantas recetas.

A Taehyung le parecía adorable cuando se cohibía de esa manera.

—Ya no podemos decir que solo sabes hacer ramen.

—Y eso os va a doler en el alma, ¿verdad?— aseguró entre risas —Come y no te olvides de tomar los medicamentos.

Yoongi notó cómo se hablaban, miraban y sonreían. Había tanto amor entre ellos que era difícil ignorarlo. Neysa logró desviar su atención maullando varias veces y restregándose contra su pierna. El joven se aseguró de quitarle todas las espinas antes de darle un trozo de pescado.

—¿Te gusta?— susurró contemplando sus ojos verdes —Este pescado sabe muy rico porque se ha pescado y cocinado con mucho amor.

Neysa volvió a maullar, dibujando una dulce sonrisa sobre su rostro. Yoongi volvió a dirigir su atención hacia los menores. Saltaba a la vista que no importaba el tiempo que habían estado separados, entre Taehyung y Jungkook existía una conexión que era infinita. 

Durante los próximos días, Yoongi visitó a Changwook a diario. Incluso le llevó algunos pasatiempos para que pudiera distraerse en el hospital. También se encargó de acompañar a su hermano a la consulta de Hoseok, a pesar del disgusto del maknae.

A Jungkook no le gustó ser reemplazado, pero su ex no quería que siguiera faltando al trabajo y las clases de supervivencia que daba Yoongi siempre eran por la tarde, mientras que el turno de Jungkook coincidía con sus citas en el hospital. Así que, aunque quería seguir cuidando de Taehyung, también sabía que no podía ser terco, sobre todo cuando tenía otras responsabilidades.

Taehyung seguía dependiendo de una silla de ruedas. Las lesiones en las piernas le impedían caminar y además necesitaba de alguien para impulsarla, dado que no podía propulsar la silla a causa de las fracturas en las costillas.

Taehyung solo salía de casa cuando iba al hospital. Al igual que ese día, en el que la hierba olía a recién cortada, el joven deseó que el trayecto se hubiera prolongado un poco más, pero Yoongi no se detuvo en ningún sitio y lo llevó directo al hospital.

El menor notó que en lugar de tomar el pasillo hacia la consulta de Hoseok, su hermano tomó un camino completamente distinto.

—La consulta no está por aquí.

—Lo sé. Vas a visitar a Changwook hyung.

Taehyung se puso tan nervioso que se giró bruscamente hacia él.

—No quiere verme, me lo dejó muy claro. ¡Da la vuelta, hyung!

—Cálmate— Yoongi detuvo la silla de ruedas —Changwook hyung me ha pedido que te traiga.

Taehyung le miró muy desconcertado. Yoongi notó que su rostro iba perdiendo color, por lo que se sentó en cuclillas delante de él y le apretó el muslo.

—Sé que esto no es fácil, pero también sé que quieres hablar con él. Ahora tienes la oportunidad de hacerlo.

—¿Por qué no me lo has dicho antes?

—¿Tú qué crees?

Taehyung no respondió. Si lo hubiera sabido con antelación, ¿habría sido mejor o peor? Conociéndose a sí mismo le habría dado tantas vueltas, que al final se habría agobiado más de la cuenta.

—¿Quieres ir a verle o no?

—Llévame con él.

Aunque Yoongi entendía lo incómoda que era la situación para ambos, también creía que eran muy valientes por aclarar las cosas y no hacerse el vacío de por vida.

Tras llamar a la puerta de la habitación de Changwook, Yoongi entró empujando la silla de ruedas de su hermano. A Taehyung le costó un instante alzar la mirada, pero en cuanto lo hizo sintió mucha más seguridad de lo esperado.

Changwook, que se encontraba leyendo un libro, no reaccionó al verlo en silla de ruedas. Estaba al tanto de su accidente y eso evitó el impacto.

—Estaré en el pasillo.

Changwook y Taehyung escucharon sus palabras pero ninguno contestó. La tensión se disparó en cuanto Yoongi abandonó la habitación.

—Le pedí ese libro a mi hermano, pero en la biblioteca le dijeron que alguien se lo había llevado— comentó Taehyung tratando de romper el hielo —¿Es bueno?

—Me lo trajo Hoseok— respondió con la misma tranquilidad que él —Te lo recomiendo. Es bastante interesante.

Taehyung sintió que se le caía un peso de encima al recibir una respuesta tan cordial. Entendía si Changwook lo odiaba, pero agradecía que quisiera hablar con él, aunque fuera una última vez.

—Yoongi me contó lo que te pasó. ¿Cómo te encuentras?

—Estoy bien, solo ha sido un susto— respondió amigable —¿Y tú? ¿Cómo estás?

—Tendré que quedarme unos días más en el hospital, pero me estoy recuperando favorablemente.

—Eso es bueno— Taehyung no pudo contener su alegría y le sonrió —Pronto te habrás recuperado del todo.

—Eso espero— Changwook dejó el libro sobre la cama —Parece que ninguno de los dos estaba destinado a morir ese día.

Taehyung asintió pensativo. Los dos habían tenido mucha suerte.

—Hyung, te agradezco que me hayas dejado venir a verte. Aunque mi hermano me ha mantenido al corriente de tu estado de salud... Realmente quería verte.

Changwook desvió la mirada y su reacción no pasó desapercibida para Taehyung.

—Sé que te he hecho mucho daño. Fui egoísta e inmaduro y no te traté con el respeto que te mereces. No pensé en las consecuencias y te herí. Mi comportamiento no tiene justificación. Lo hice todo mal y lo lamento profundamente.

Changwook continuó callado, lo que le generó un poco de ansiedad. Taehyung deseó levantarse de la silla de ruedas para hacerle una reverencia, pero las lesiones en las piernas le impedían mantenerse en pie y no quería caerse delante de él.

—Todos estos días que llevo ingresado me han servido para pensar en nosotros— Changwook le miró a los ojos y Taehyung no apartó la mirada —No fuiste el único que cometió errores. Yo tampoco estuve a la altura de nuestra relación.

—Siempre has sido muy bueno conmigo— respondió con el ceño fruncido —Tú nunca has hecho nada malo, hyung.

—Sabía que Jungkook era el amor de tu vida. Fui testigo de los años en los que le buscaste y lloraste por él... Nunca has negado su amor, siempre has sido honesto conmigo. Y cuando apareció de repente, te vi completamente desbordado, confuso y asustado... Sabía que era demasiado para ti y en lugar de ayudarte, cargué toda la responsabilidad sobre tus hombros. Te hice elegir, como si la relación fuese solo cosa tuya y no de los dos.

—Hyung...

—Taehyung, no estoy justificando tu infidelidad. Lo que hiciste ese día es responsabilidad tuya. Lo que estoy señalando son mis errores. Mi responsabilidad. No puedo hacer la vista gorda y actuar como si no hubiera tenido parte de culpa. Sabía de tus sentimientos por él, pero no quise aceptarlo. No quise afrontarlo. Quise mantenerte a mi lado, seguir siendo tu pareja y querer nadar a contracorriente fue mi gran error.

Taehyung no supo qué decir. Sus sentimientos tan honestos le habían tomado por sorpresa.

—Has aceptado tu responsabilidad y yo debo aceptar la mía— Changwook sonrió con pena —Ahora lo veo tan claro como el agua, pero en ese momento... Si lo hubiera visto con la misma claridad, nos habríamos ahorrado mucho dolor.

—Yo no te hago responsable de nada, hyung.

—Lo sé— el director respiró profundamente antes de continuar —No soy la clase de hombre que huye de la autocrítica. ¿Cómo vamos a crecer como personas si no reflexionamos sobre nuestras propias decisiones?

—Lo siento mucho— Taehyung quiso tomarle de la mano pero no lo hizo —Siento haber roto nuestro matrimonio. Siento haberte traicionado. Siento haberte hecho daño.

—Yo también lo siento. Especialmente lo que te dije en mi casa— lamentó profundamente —Ningún dolor justifica ir tan lejos. Perdóname, Taehyung.

El menor bajó la cabeza tratando de contener las lágrimas. En ese momento había creído que realmente merecía morir. La disculpa de su exmarido le hizo sentir mejor, sobre todo porque era sincera.

Changwook había asumido en un principio que el accidente de Taehyung había sido culpa suya. Incluso cuando Yoongi le aseguró que no tenía nada que ver con él, sintió la necesidad de hablar con Hoseok para corroborar su versión. Desde entonces había reflexionado mucho sobre su relación y quería disculparse con él.

—Como te he dicho antes, he tenido mucho tiempo para pensar— Changwook tomó el libro con ambas manos y contempló la portada —He tenido muchas conversaciones con Hoseok y con Yoongi que me han ayudado a entender que necesito cerrar este capítulo de mi vida. No quiero vivir con rencor, quiero aprovechar esta oportunidad que me han dado para ser feliz.

—¿Qué necesitas que haga para que puedas estar mejor?— Taehyung se secó las lágrimas con la manga de la chaqueta —¿Quieres que deje mi trabajo? ¿Quieres que me vaya a vivir a otra parte de la isla? ¿Cómo puedo ayudarte a reparar lo que he hecho?

Changwook fijó la vista sobre él. A diferencia de la última vez que hablaron, no le temblaba la voz y había mucha más determinación en su mirada.

—Eso no ayudaría a nadie, Taehyung. Además, no quiero que seas infeliz. Tienes que seguir con tu vida. Los dos tenemos que mirar hacia adelante.

Taehyung bajó la mirada frustrado. No había nada que pudiera hacer o decir para compensarlo y aceptarlo era desesperante.

—Es mejor que a partir de ahora solo mantengamos una relación estrictamente profesional.

—Eso es más de lo que podría haber soñado— confesó aliviado —Gracias por dejarme trabajar contigo, hyung.

—Vuelve con tu hermano, Taehyung. Y céntrate en tu recuperación.

—Tú también. Tienes que salir de aquí cuanto antes.

Changwook contempló su rostro detenidamente. El dolor que sentía no había cesado, pero tampoco quería seguir aferrándose a él. Quería superarlo. Y para eso debía ponerle punto y final a su historia con Min Taehyung.

—Quiero que sepas que no te odio— Changwook cogió el libro que estaba leyendo y se lo entregó —Te deseo lo mejor, Taehyung.

—Y yo espero que sepas que siempre serás importante para mí— el menor tomó el libro y lo dejó sobre su regazo —Te deseo lo mejor, hyung.

Changwook aceptó sus palabras con una sonrisa y Taehyung se despidió con otra. Yoongi entró en el cuarto en cuanto oyó su nombre y lo abandonó con su hermano después de despedirse del director.

Los Min avanzaron unos metros en absoluto silencio. Yoongi quería preguntarle cómo le había ido y de qué habían hablado, pero se limitó a interesarse por su bienestar.

—¿Estás bien?

No hubo respuesta.

—Tae, ¿estás bien?

—Lo estaré, hyung— contestó mirando la portada de Los Miserables —Algún día lo estaré.

La salud de Taehyung fue mejorando con el paso del tiempo. Tener a su familia cerca le ayudó a sanar más rápido, especialmente la compañía de Yoongi y Jungkook fueron clave para su pronta recuperación. La ausencia de ambos había supuesto un enorme vacío en su corazón y ahora ese vacío había desaparecido por completo.

Taehyung se sintió eufórico cuando Hoseok le permitió salir por su cuenta. La silla de ruedas lo había acompañado por varias semanas y para él había sido como una década. El joven comenzó a dar paseos cortos, acompañado por Yoongi, Hoseok, Jimin, Jungkook, Eunha o Sungjae. Esos paseos fueron aumentando de duración, hasta que un día pudo escaparse solo a la playa.

Taehyung había añorado el mar; había echado de menos su olor, color y sonido. Atrapado por sus encantos se sentó en la arena a observar el paisaje sin pensar en nada. Su mente se vació por completo, quizá por primera vez en muchos años.

Jungkook no quiso perpetrar la paz que había a su alrededor y se apoyó sobre un árbol. Durante unos minutos se limitó a observar la espalda de Taehyung, su cabello oscuro y las manos que asomaban ligeramente por debajo del abrigo.

Si su ex no se hubiera percatado de su presencia, probablemente se habría quedado horas mirándolo en silencio.

—¿Qué haces aquí?

—Cuando volvía del trabajo te he visto correr hacia el bosque. Parecías sospechoso, así que me he visto en la obligación de seguirte.

—¿Sospechoso?— repitió entre risas —¿Y por qué parecía sospechoso?

—Sonreías de una manera muy extraña. Eso me ha llevado a pensar que estarías tramando algo.

—Mierda, me has pillado— se disgustó con cierto teatrillo —Iba a ordeñar una vaca y a quedarme con su leche.

—¿Ves?— Jungkook se sentó a su lado —Como policía soy imbatible.

Taehyung se rió antes de volver a fijar la vista sobre el océano. Aunque estaban en diciembre y hacía mucho frío, se sentía realmente a gusto a orillas del mar.

Jungkook contempló el mismo escenario con otra clase de sentimientos. Existía un asunto del que tenía que hablar con Taehyung, pero no se atrevía a hacerlo.

—Este paisaje es mágico, ¿no crees?— le miró sonriente y notó que había cierta inquietud en la mirada de Jungkook —¿Te pasa algo?

—Es un sitio precioso.

Taehyung tuvo la sensación de que detrás de esa sonrisa se escondía algo más y sin embargo, no insistió y aceptó el silencio de Jungkook. 

El maknae volvió a fijar la mirada sobre el mar con sentimientos encontrados. Estaba tan ensimismado en sus pensamientos que no notó cuando el mayor se levantó.

—¿Nos vamos?

Jungkook lo acompañó de buena gana. Los días en invierno eran más cortos y no le apetecía mucho estar en el exterior, especialmente cuando oscurecía. Taehyung le habló de diversos temas mientras caminaban por el bosque y el menor escuchó todo lo que tenía que decir.

Cuando se acercaron a su domicilio, Jungkook comenzó a sentirse mucho más incómodo. Taehyung lo notó y le volvió a preguntar qué sucedía, pero en lugar de negar lo evidente, se detuvo a escasos metros de su casa.

—Tae...

—¿Qué pasa?— preguntó preocupado —Me estás asustando.

—Me quedo aquí.

—¿Aquí?

Jungkook señaló la casa de enfrente del domicilio de los Park-Min-Jung. Taehyung se quedó mirando la fachada bastante desconcertado. Había estado vacía desde que se construyó Inyeon.

—Le he pedido a mi hermano que me entregue las llaves— explicó con mucha calma —Ahora que estás mejor de salud, viviré ahí.

—No lo entiendo— Taehyung habría esperado cualquier respuesta menos esa —¿He hecho algo mal?

—No, claro que no— Jungkook le tocó el rostro suavemente —No has hecho nada.

—¿Entonces? ¿Por qué te quieres ir?— preguntó en un tono tan débil que apenas se pudo oír —¿No estás a gusto conmigo?

El maknae trató de decir lo que había ensayado muchas veces, pero al ver tanto dolor en su mirada no fue capaz de recordar ni una sola palabra.

—Me encantaría seguir viviendo contigo, pero no podemos seguir juntos, Tae.

—¿Por qué?

—Has pasado por mucho y necesitas tiempo para ti mismo. Necesitas tiempo para sanar y cerrar tus heridas. No puedes hacer eso conmigo cerca.

—Entonces me iré yo— protestó dolido —No es justo que te vayas a vivir a otro sitio por mí. Acabas de volver con tu hermano... Acabas de conocer a tu sobrino...

—Tae, seremos vecinos. Me pasaré todos los días a verlos— Jungkook sonrió tratando de aliviar su disgusto —Solo intento darte espacio para que puedas cerrar este capítulo de tu vida, porque en el próximo, deseo estar yo.

Taehyung no pudo contener las lágrimas. No quería que se mudara a otro sitio, aunque fueran a ser vecinos, no quería separarse de él.

—Si queremos que lo nuestro funcione, debemos darnos espacio— Jungkook lo estrechó entre sus brazos —No puedes meterte de lleno en una relación cuando la última te ha dejado tan marcado. Sana tu corazón y aprende a perdonarte a ti mismo.

—Kook... Lo siento mucho... Lo siento de verdad...

Jungkook notó que una anciana que pasaba por allí les dedicó una mala mirada. El maknae respondió a esa provocación apretando a Taehyung con más fuerza contra su pecho.

—Aunque seamos vecinos, seguiré a tu lado— Jungkook le acarició el cabello con mucho mimo —Puedes contar conmigo para lo que necesites.

Taehyung intentó recobrar la compostura sin éxito. Le dolía en el alma que hubiera tomado esa decisión, pero también sabía que era la mejor decisión posible. Ser amigos resultaba difícil para ambos y Jungkook tenía razón; no podía meterse tan pronto en una relación con él. Aunque lo amaba, primero tenía que cerrar su capítulo con Ji Changwook.

Taehyung no quería ofrecerle una relación tormentosa ni estar a medias con él. Quería entregarle su corazón de por vida. Quería darle lo mejor de sí mismo, pero para eso debía hallar la paz consigo mismo.

—Gracias por cuidar de mí— Taehyung se apartó de él y le miró con ojos llorosos —Te amo mucho.

—Lo sé, mi amor— Jungkook arrugó la nariz sonriente —Lo sé muy bien.

Taehyung le dio un beso en la mejilla y se apresuró hacia la puerta de su casa. Jungkook lo observó con cierta tristeza. Lo había pillado tan desprevenido que era evidente que no podía ni hablar.

«Debí decírtelo hace días, pero no quería verte llorar»

Taehyung se giró hacia él antes de entrar. Jungkook aguardó impaciente por si decidía decirle algo y aunque el mayor hizo un amago, al final entró sin compartir nada más.

El maknae se quedó mirando la puerta durante unos minutos. No iba a renunciar a Taehyung, pero necesitaba darle margen para superar su situación.

Jungkook caminó hasta la entrada de su nuevo domicilio con la certeza de que había hecho lo mejor para ambos. Cuando giró la llave y entró en su nuevo hogar, se sorprendió al ver a Hoseok en el pasillo.

—¿Qué haces aquí, hyung?

—¿No te lo ha dicho Jimin?

—¿Decirme qué?

—Que soy tu nuevo compi— Hoseok se señaló a sí mismo con el pulgar —A partir de hoy compartimos choza.

Esa noticia descolocó tanto a Jungkook que se quedó con la boca abierta.

—¿Qué pasa? ¿No te alegras?

—Por supuesto que me alegro— contestó inmediatamente. No le importaba vivir solo, de hecho ya se había mentalizado, pero si le daban a elegir prefería contar con la compañía de su amigo —Es solo que... Me sabe mal que te mudes aquí por mí.

—No digas tonterías— Hoseok pasó a su lado dándole varios golpecitos en el pecho —Tú y yo lo vamos a pasar requetebién.

¿Creéis que Yoongi encontrará algún día el valor de contarle a su hermano lo que pasó con Hyungsik? Y si es así, ¿cómo pensáis que reaccionará Taehyung? 👀

Changwook y Taehyung han podido mantener una conversación más tranquila. ¿Cómo lo habéis visto? 

Jungkook ha decidido darle espacio a Taehyung para que pueda sanar sus heridas. ¿Creéis que ha hecho lo correcto en irse? ¿Y qué os parece que Hoseok se haya mudado con él? 🤔

Espero que estéis disfrutando de My Universe SUGA's Remix y de You de ØMI (Prod. SUGA). Como ARMY me siento muy consentida. Que tengáis un buen fin de semana. Nos leemos~ 💜

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