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68

Hoseok se despertó sobresaltado; había tenido una pesadilla que no lograba recordar. Agitado miró hacia su izquierda, pero Changwook no estaba en la cama. El joven salió inmediatamente del dormitorio temiéndose lo peor.

Con el corazón en un puño buscó a su amigo en el salón, pero no fue hasta llegar a la cocina cuando lo encontró. El director estaba mirando por la ventana, lo que calmó rápidamente su agitación.

—¿Creías que me había suicidado?— comentó al ver lo pálido que estaba —¿Para qué tomarme la molestia si me vas a matar en unas horas?

—Gracias por la confianza que tienes en mí— Hoseok puso los brazos en jarra —Lo siento, pero no pienso dejar que ganes ni tú ni tu puñetero cáncer.

Hoseok no recibió una respuesta, pero tuvo la sensación de verle esbozar una media sonrisa. El menor le miró detenidamente mientras su vista se volvía a centrar en el exterior. Changwook se había vestido y aseado como si ya estuviera listo para salir por la puerta. ¿Cuánto tiempo llevaría allí? ¿Acaso había dormido algo?

—Antes de someterte a la cirugía necesito que sigas varias indicaciones. Es importante que...

—Haré todo lo que me digas, doctor— le cortó sin apartar la vista del exterior —Ahora mismo me gustaría estar solo.

Changwook no lo dijo de mala manera y Hoseok no se lo tomó como algo personal. El menor le concedió lo que quería y regresó al dormitorio para cambiarse de ropa. ¿En qué estaría pensando? ¿En que ese podría ser su último día? ¿O en todo lo ocurrido con Taehyung?

Hoseok resopló. La situación era incómoda para todos los implicados y no era de extrañar si Changwook decidía no volver a ver a Taehyung, pero a Hoseok también le preocupaba la estabilidad emocional de su amigo. ¿Cómo se sentiría si Changwook moría en quirófano después de haberle sido infiel? ¿Qué consecuencias podría generar su muerte en Taehyung?

Hoseok dejó el pijama sobre la cama y resopló otra vez. Como médico tenía ciertas obligaciones con su paciente, pero como amigo de ambos creía que debían hablar antes de la intervención.

—Dejar las cosas como están es contraproducente para los dos... Si solo pudiera aplazar la operación unos días más— murmuró para sí mismo aunque pronto descartó la idea. Era consciente de que Changwook no lo permitiría.

El joven se peinó en el cuarto de baño sin dejar de darle vueltas al asunto. Antes de volver al salón pasó por la cocina para ver si Changwook estaba bien y para su alivio, seguía mirando por la ventana.

El sonido de una llave llamó la atención de Hoseok. Taehyung entró por la puerta con los nervios a flor de piel. Cuando el menor lo vio allí parado se temió lo peor, detalle que pudo percibir su amigo solo con verle la cara.

—Changwook hyung está bien— le dijo en voz baja —Me he quedado con él por precaución.

—Menos mal— Taehyung contuvo el aliento por un instante —Hyung, sé que la he cagado y no he venido a defender lo que he hecho. Solo quiero hablar con él.

—Anoche te lo impedí porque estabais muy alterados y me preocupaba cómo podría afectar una conversación contigo a su salud— explicó en un tono mucho más amable —Ahora se encuentra más tranquilo, pero trata de no alterarlo, ¿de acuerdo?

Taehyung le dio un abrazo. Se sentía muy avergonzado por lo que había hecho y temía que Hoseok le odiara por ello, pero incluso él estaba siendo comprensivo.

Cuando se apartó de su amigo notó que Changwook estaba junto a la puerta de la cocina. La intensidad de su mirada le hizo bajar la suya, quizá por miedo o por vergüenza, pero le costó unos segundos tomar valor y corresponderla con firmeza.

—Me alegro de que hayas venido.

Taehyung se tensó al escuchar esas palabras. A pesar de que implicaban algo bueno, el tono de su voz distaba mucho de ser positivo. Hoseok hizo ademán de salir del cuarto, pero Changwook le pidió que se quedara.

—No hace falta que te vayas, no vamos a tardar— aseguró y luego se dirigió a Taehyung —Encima de la mesa tienes el divorcio. Puedes firmarlo o no, depende de ti si quieres ser divorciado o viudo.

Cada una de sus palabras las sintió como cortes en la piel. Changwook siempre había sido amable con él y ahora estaba viendo una faceta completamente distinta, una que él mismo había provocado.

—Lo siento mucho— Taehyung se arrodilló en el suelo y le hizo una profunda reverencia —Lamento mucho lo que te he hecho.

—¿Lo sientes? ¿Y crees que eso va a cambiar en algo la humillación por la que me hiciste pasar anoche?— Changwook lo preguntó con mucho sosiego, aunque su tono era afilado —Solo te pedí una cosa, Taehyung. Solo te pedí sinceridad y ni siquiera eso pudiste darme.

Hoseok pudo sentir honestidad en las palabras de ambos, tanto en la disculpa de Taehyung como en los reproches de Changwook. Sin embargo, también se sintió muy incómodo al presenciar dicha escena.

—Recoge tus cosas. Quiero que te largues de mi casa.

Taehyung apretó el puño tratando de contener las lágrimas; no quería llorar, no tenía derecho a llorar delante de él y menos cuando el que más estaba sufriendo era Changwook.

—No deberías dejar las cosas así— le dijo Hoseok a Changwook —Entiendo tu disgusto, pero esta podría ser vuestra última conversación.

—¿Última?— Taehyung alzó la cabeza impactado —¿Por qué la última?

—Hoseok me va a operar esta tarde.

—¿Eh?— el menor se quedó muy desconcertado por la noticia —Pero hyung, dijiste que no podías hacerlo...

—Es una operación muy compleja para alguien que no la ha hecho nunca— Hoseok le ayudó a levantarse del suelo —Me he estado preparando a conciencia y aunque no todos estén a favor de mi decisión— apuntó pensando en sus compañeros de trabajo —Changwook hyung va a morir. Intervenga o no, esa es la realidad. Si me arriesgo, puede que tenga una posibilidad de seguir con vida.

Taehyung tuvo la sensación de que el mundo se le venía encima. No quería que Changwook se sometiera a una operación tan arriesgada estando las cosas como estaban. No quería que, si moría, creyera que nunca le había querido porque eso no era verdad.

—Sé que lo que te he hecho es imperdonable y que merezco tu rencor— Taehyung trató de mantener la compostura, a pesar de la ansiedad que le comía por dentro —Puedes odiarme, insultarme y despreciarme si deseas, pero déjame estar a tu lado. Solo déjame apoyarte y estar contigo en el hospital.

—Taehyung, nuestros caminos se separan aquí.

—Por favor, no lo hagas— el menor rompió a llorar, incapaz de seguir conteniendo sus emociones —Te quiero, aunque no lo haya demostrado, te juro que te quiero y no quiero que te vayas así... Por favor, no quiero que mueras...

—Sé que no quieres que muera, pero eso no está en tus manos y tampoco en las mías.

—Déjame ir contigo— insistió desolado —Por favor, solo déjame apoyarte...

—Recoge tus cosas.

—No, por favor... No pases por esto tú solo. Te lo suplico, déjame hacer esto por ti...

Changwook se acercó al menor; Taehyung sintió que le temblaban las piernas de la ansiedad que tenía. El director se inclinó levemente y le susurró algo al oído que Hoseok no pudo oír.

—¿Puedes morir por mí? ¿Puedes hacer eso?— preguntó en un tono frío —Si no puedes, entonces lárgate de mi vista. Para mí estás muerto, Taehyung.

Hoseok notó que la expresión de Taehyung cambió bruscamente. Parecía muy impactado, lo que le hizo preguntarse qué le habría dicho Changwook. El director miró a Hoseok de reojo y luego se dirigió a la salida.

—¿Estás bien? ¿Taehyung? ¿Estás bien?

Taehyung tardó en reaccionar; solo cuando escuchó su nombre giró el rostro hacia su amigo.

—Sálvalo, por favor...

—Te prometo que haré todo lo posible— Hoseok le tocó el brazo levemente —Vuelve a casa y descansa. Pareces agotado.

Taehyung se quedó en el salón mirando hacia la nada. Se había cargado un año y medio de relación en una noche y ahora estaba recogiendo los frutos que había sembrado.

Inmerso en su dolor se acercó a la mesa y tomó los documentos del divorcio. La firma de Changwook ya estaba en su lugar, solo faltaba la suya. Entre lágrimas cogió un bolígrafo y depositó su firma en el lugar correspondiente. No quería que su relación terminase así, no quería un final tan amargo para ambos, pero ese desenlace era justo el que se merecía por haber traicionado la confianza de su marido.

«Si solo hubiera...» Taehyung dejó el papel sobre la mesa y se dirigió al dormitorio. Ya no importaban esa clase de pensamientos, ahora solo le quedaba vivir con la culpa.

El hermano de Yoongi agarró una mochila del armario y comenzó a recoger su ropa. Nunca había visto tanto desprecio en la mirada de Changwook. Cada vez que pensaba en cómo le había mirado se le hacía difícil respirar.

Taehyung sacó varias camisetas de la cómoda y vio de reojo que algo caía al suelo. El joven tomó el papel para ver de qué se trataba. Su corazón se agitó al notar que era la letra de Changwook.

Querido Taehyung.

Si estás leyendo esta carta, entonces significa que me he ido de tu lado. Espero que no sientas demasiada tristeza, aunque conociéndote como te conozco, seguro que ahora mismo estás llorando a moco tendido. Está bien. Tienes tres días para llorar. Después quiero que sigas adelante. Quiero que me recuerdes con afecto, que sonrías cuando pienses en mí y que continúes con tu vida.

Taehyung tuvo que apartar la mirada de la carta porque las lágrimas no le dejaban leer.

El amor no se mide por el tiempo que pasas con una persona, Taehyung. Se mide por su intensidad. Y para mí, haber estado contigo, lo ha sido todo. Por eso te doy las gracias y por eso deseo que encuentres a otra persona que te llene de intensidad. No elijas el camino de la soledad. Para algunas personas es el adecuado, pero para ti no. No te mientas a ti mismo, no lo hagas por honrar mi memoria, porque yo no quiero que estés solo. Eres una persona que necesita ser amada y sé que encontrarás a alguien que sepa darte ese calor.

Gracias por quererme. Gracias por cuidarme. Espero haber estado a la altura de una persona tan maravillosa como tú. Te dejo con una sonrisa. Sigue viviendo por mí con otra. Sé que puedes. No hay nadie más fuerte que tú.

Con amor, Ji Changwook.

Jimin notó que Yoongi estaba muy pensativo. Junggi iba por delante de la pareja y al pendiente de Mellie, mientras la perrita hacía sus necesidades en la playa. El joven tomó la mano de su novio para llamar su atención. Yoongi le sonrió aunque no pudo disimular su angustia.

—Él estará bien.

—No puedo dejar de preocuparme... Sé que es su matrimonio y que debo mantenerme al margen, pero... Ojalá pudiera hacer algo por mi hermano.

—TaeTae está asumiendo la responsabilidad, que es lo que corresponde. No podemos meternos en eso, mi amor, pero lo que sí podemos hacer, es estar pendientes de él.

—He estado cuatro años ausente. Me he perdido tantas cosas de su vida que... Solo quiero que Tae sea feliz— comentó un poco angustiado —Desde que he vuelto siento que mi hermano no es el mismo de siempre.

—Tú tampoco lo eres, ¿no? Las experiencias nos marcan, para bien o para mal— Jimin le dio un beso en la mejilla y Yoongi apretó su mano —Todos pasamos por dificultades y TaeTae no es la excepción. Cariño, tienes un hermano que sabe reconocer sus errores y afrontar las consecuencias de sus actos. No todo el mundo es capaz de pedir perdón.

Yoongi sabía que Jimin tenía razón. Taehyung podía tener muchos defectos, pero huir de sus responsabilidades no era uno de ellos. A diferencia de su abuelo, que siempre le echaba la culpa de sus errores a todo el mundo, Taehyung sabía aceptar los suyos y aprender de ellos. Eso era algo que realmente admiraba de su hermano.

—Independientemente de lo que suceda entre él y Changwook hyung, no dejaremos que vuelva a caer en la adicción. Tú, yo y Jungkookie estaremos ahí para él, ¿de acuerdo?

—De acuerdo— las palabras de su novio calmaron su inquietud —Desde que eres padre te has vuelto muy sabio.

—¿Qué dices?— Jimin hizo un puchero —Si yo nací dotado de sabiduría— aseguró, y a continuación le susurró al oído —Pero no es de lo único que me han dotado.

Yoongi se rió por lo descarado que era. Al apartar la mirada vio la silueta de un hombre a lo lejos. Desde la distancia no se le podía reconocer, por lo que llamó inmediatamente a Junggi y Mellie para que se acercaran. Jimin no se inmutó por su reacción, era normal en él ser tan cauto.

El niño hizo caso y se agarró de la mano de su tío Gigi mientras la perrita se sentaba junto a Jimin. Yoongi se relajó cuando visualizó que el que corría hacia ellos era Sungjae.

—Buenos días.

—Buenos días— le saludó Jimin sonriente —¿Haciendo ejercicio tan temprano?

—Hay que mantenerse en forma— Sungjae trató de recuperar el aliento. Había salido como cada domingo a correr por la playa —Ya tengo lo que querías— le dijo a Yoongi —Luego me paso por tu casa.

—Gracias— respondió el mayor —Disfruta del ejercicio.

—Y vosotros del paseo.

Jimin esperó a que Sungjae se alejara para interrogar a su novio.

—¿Qué tiene el marido de Eunha que quieras?

—Si lo dices así suena un poco raro— apuntó Yoongi entre risas —Le he pedido un poco de madera. Quiero hacerle un regalo de cumpleaños a Junggi.

—¿Le vas a hacer un regalo de cumpleaños?— Jimin se quedó muy sorprendido —Pero si su cumple es dentro de tres meses— su sonrisa se agrandó inmediatamente —¿Qué le vas a hacer? Cuéntame, porfi.

—¿Quieres saberlo?— Yoongi vio como asentía; su expresión era tan tierna que le agitó el corazón —Pues...— el mayor se acercó y le susurró al oído —En febrero lo sabrás.

Jimin le dio un golpe en el pecho y se alejó ofendido. Yoongi lo alcanzó y lo abrazó por la espalda entre risas.

—Eres idiota, Min Yoongi.

—Y tú el novio de un idiota, idiota.

—Somos un par de idiotas— Jimin se echó a reír —Gracias por ser tan bueno con Junggi.

—Es tu hijo— respondió mirando hacia el niño, que estaba jugando con Mellie en la arena —Siempre voy a querer lo mejor para él.

Jimin sonrió de pura felicidad. Esos gestos que tenía con Junggi le demostraban que poco a poco se iba sintiendo más cómodo en su relación con ellos. Todavía era pronto para formalizar nada, pero era imposible que no se emocionara cuando le veía siendo el padre que tanto deseaba para su hijo.

—Bésame.

Yoongi lo tomó del rostro para besarlo cálidamente. Jimin se agarró de su espalda y cerró los ojos, disfrutando de su cercanía. Junggi miró hacia ellos y se quedó un rato observándolos. No entendía por qué el tío Gigi le daba más abrazos que el tío Tete ni por qué era el único que le besaba en la boca; tampoco comprendía por qué dormía siempre con su papá.

—¿El tío Gigi no tiene cama?— le preguntó a Mellie. La perrita ladeó la cabeza, esperando a que le lanzara la pelota —¿La cama está en el cielo?

Mellie ladró y Junggi tiró la pelota lo más lejos que pudo. El niño no encontraba respuestas a sus preguntas, pero lo que sí comprendía y bien además, era que su papá sonreía mucho más desde que Yoongi estaba con ellos.

Jungkook pensó en la conversación que había mantenido con Wooshik mientras observaba la casa de Changwook. El maknae había ido a disculparse a primera hora de la mañana por lo que había sucedido en la fiesta.

—No te preocupes, creo que ha sido lo mejor— le había dicho Wooshik en el salón de su casa —Trabajo con tu hermano y su amistad es muy importante para mí. Ayer nos pasamos bebiendo, probablemente porque estábamos bastante despechados... Siento que a la larga solo habría traído problemas.

Jungkook estaba de acuerdo con él, sobre todo después de la conversación con Taehyung. Si se hubiera acostado con Wooshik en su dormitorio lo habría lamentado, de eso estaba seguro.

El maknae se escondió detrás de un árbol cuando vio a alguien salir de la casa. Changwook bajó dos escalones y se limpió las lágrimas con las manos. Jungkook sabía que también le debía una disculpa a él, pero no creía que fuera un buen momento.

A los pocos minutos apareció Hoseok y tras mantener una breve conversación, se alejaron juntos de la vivienda.

Jungkook desvió la vista hacia la fachada. No quería vigilar a Taehyung, pero tenía un mal presentimiento desde que Jimin le había contado lo que le había sucedido. ¿Justificaba eso su comportamiento? Probablemente no, pero ¿le importaba? Tampoco. Jimin les había pedido estar pendientes de Taehyung y eso iba a hacer. Jungkook prefería llevarse una bronca de su ex a quedarse con los brazos cruzados.

El maknae esperó más de veinte minutos, pero Taehyung no abandonó la vivienda. Inquieto se acercó hasta una de las ventanas. La primera daba a la cocina y tras echar un breve vistazo no halló a nadie. Jungkook no se detuvo y continuó hacia la segunda ventana. Lo que descubrió allí le heló la sangre.

Taehyung estaba tirado en el suelo del dormitorio y no se movía.

—¿Tae?— Jungkook golpeó el cristal, pero no hubo ninguna reacción —¡Taehyung!— el joven buscó inmediatamente algo con lo que romper el vidrio. A pocos metros de él encontró una piedra que arrojó contra el cristal.

El ruido del impacto no provocó ninguna reacción en Taehyung. Jungkook se quitó la chaqueta rápidamente y envolvió su puño derecho con la tela. Como se trataba de una planta baja no le costó mucho esfuerzo apartar los cristales restantes y tomar impulso para saltar hacia dentro.

En cuanto pisó la vivienda tiró la chaqueta a un lado y corrió hacia el mayor. Jungkook se arrodilló a su lado y lo alzó un poco mientras repetía su nombre. Pronto notó que, a pesar de que estaba inconsciente, Taehyung seguía respirando. 

—Tae, no me hagas esto— suplicó con un nudo en la garganta —Por favor, por favor, despierta— Jungkook le abofeteó la cara por puro pánico —¡Tae, despierta!

Los ojos del mayor se abrieron abruptamente.

—¿Kook?— murmuró desorientado —¿Eres tú?— preguntó sin entender qué sucedía. Jungkook lo abrazó entre lágrimas y Taehyung notó que su llanto se volvía cada vez más violento —¿Por qué lloras? ¿Qué sucede?

El maknae no pudo responder, se había llevado un susto de muerte y estaba muy afectado. Taehyung se despejó lentamente entre sus brazos. Al desviar la mirada vio que el cristal de la ventana estaba roto.

—MinMin te lo ha contado, ¿verdad?

—¿Cuántas te has tomado?— le preguntó lloroso —Y no me mientas. Dime, ¿cuántas han sido?

—Ninguna— Taehyung le tomó el rostro con las manos —No he tomado ni una sola pastilla. Solo me he desmayado.

—¿Te has desmayado?— repitió mostrando cierta incredulidad —¿De verdad?

—Te lo juro— el mayor lo estrechó entre sus brazos —Lo siento mucho. No quería asustarte.

Jungkook se agarró de su espalda. Taehyung le acarició el cabello tratando de hacerle sentir seguro. No recordaba qué había pasado tras leer la carta de Changwook. Probablemente se había desmayado por el estrés o porque llevaba desde ayer sin comer.

—¿Qué haces aquí, Kook?

Jungkook se limpió las lágrimas con la manga de la sudadera. La mirada de Taehyung albergaba una gran tristeza, pero también un enorme cansancio.

—Estaba preocupado por ti. No te enfades conmigo...

—No me enfado contigo— Taehyung se percató de que tenía sangre en la mano —¿Te duele?

Jungkook negó con la cabeza. Con toda la tensión no se había dado cuenta.

—Es un corte muy leve— Taehyung se levantó del suelo —Voy a por una tirita.

El maknae no reparó en la herida. Era un corte insignificante comparado con todos los que había sufrido en la península, pero no quería llevarle la contraria, no cuando se preocupaba por él.

Jungkook desvió la mirada de la puerta y notó que había una carta tirada en el suelo.

Taehyung abrió el botiquín para coger la cajita de los apósitos. Su mirada se detuvo por un instante en los medicamentos de Changwook, entre los que había tranquilizantes. El joven alzó la mano pero no tomó los medicamentos, sino los apósitos para Jungkook.

Taehyung regresó al dormitorio con un nudo en el estómago. Tomarse una pastilla era cuestión de segundos, salir de una adicción en cambio costaba muchísimo tiempo y esfuerzo. Por muy tentador que fuera olvidarse del mundo, no quería volver a caer en eso.

Cuando entró por la puerta vio que su ex estaba leyendo la carta de Changwook.

—Ah... Yo...— Jungkook la dobló avergonzado —Lo siento... No pensé que era...

—No importa— Taehyung sacó una tirita de la caja —Déjame ponerte esto.

El maknae se sorprendió por su impasibilidad, sin embargo guardó silencio y se dejó cubrir el dedo índice con el producto sanitario.

—Debió escribirla hace unas semanas, ahora el contenido sería muy diferente— Taehyung sonrió, pero Jungkook notó que solo lo hacía para ocultar su tristeza —No te preocupes por la ventana, me encargaré de que sustituyan el cristal lo antes posible.

—¿Cómo ha ido la conversación con tu marido?

—Ya no es mi marido. Hemos firmado el divorcio.

Jungkook no supo qué decir y menos aún cómo sentirse. Que su matrimonio hubiera terminado así no era solo culpa de Taehyung, él también había contribuido a ese desenlace.

—Lo siento, Tae...

Taehyung sabía que sus palabras eran sinceras.

—Hobi hyung lo va a operar esta tarde y lo más probable es que no supere la intervención...

Su tono de voz sonó tan débil que Jungkook deseó darle un abrazo y no soltarlo nunca más.

—Va a morir hoy— murmuró Taehyung como si estuviera tratando de procesar sus propias palabras —Y va a morir con todos estos sentimientos negativos que le he provocado yo...

—Hoseok hyung es un buen médico— Jungkook le alzó la barbilla buscando con ese gesto que le mirase a los ojos —Siempre has tenido fe en la gente y ahora también debes tenerla.

—Quiero ir al hospital y estar con él, pero él no quiere verme...

—Aun así debes ir. Changwook hyung está dolido, pero en el fondo seguro que no quiere estar solo.

Taehyung le miró fijamente a los ojos. Jungkook tenía razón. Independientemente de lo que hubiera pasado entre ellos, él quería a Changwook y deseaba acompañarlo. Aunque fuera desde la sala de espera o desde el exterior del hospital, Taehyung deseaba estar presente.

—¿Podrías venir conmigo?

—No tienes que preguntarlo— Jungkook le tiró de la mejilla —Voy a estar a tu lado en todo momento.

Taehyung quiso agradecerle su apoyo, pero no pudo porque las fuerzas le fallaron súbitamente. Jungkook lo agarró rápidamente de la cintura evitando una caída muy brusca.

—¿Te has mareado?— preguntó muy preocupado —¿Estás bien?

—Estoy bien...

—Anoche no cenaste y hoy te has ido antes de desayunar— Jungkook lo alzó en brazos —Voy a prepararte algo y después iremos al hospital.

—No tengo hambre, Kook— contestó en voz baja —No me entra nada...

—Lo sé, pero tienes que comer algo— insistió mientras lo llevaba hacia el sofá —¿Cómo vas a aguantar todo el día en el hospital si no comes nada?

Jungkook lo dejó sobre el sofá del salón, pero antes de que pudiera ir a la cocina a por un vaso de agua, Taehyung lo agarró de la capucha de la sudadera y lo obligó a sentarse a su lado.

—Por favor— el mayor acomodó la cabeza sobre su hombro y cerró los ojos —Solo un par de minutos...

—¿Y después comerás lo que te prepare?

—Te lo prometo.

Jungkook se quedó quieto mientras Taehyung descansaba sobre su hombro. El menor quiso cogerle de la mano pero no cedió al impulso. Sabía que no era el momento adecuado para dejarse llevar por sus sentimientos. Taehyung necesitaba un amigo y quizá ese sería el único puesto que ocuparía de aquí en adelante.

Si Changwook fallecía en esas circunstancias, Taehyung jamás le daría la oportunidad de volver juntos. Si Changwook moría, ese iba a ser el recuerdo que tendría el resto de su vida y ese resentimiento hacia sí mismo, nunca cesaría.

—Siento mucha ansiedad, pero no puedo tomar nada para remediarlo— comentó de repente, sacando a Jungkook de sus pensamientos —Tenerte cerca me tranquiliza... Haces que me sienta menos nervioso, agitado y tenso...

El maknae rodeó la cintura de Taehyung y lo alzó lo justo para acomodarlo sobre su regazo. Esa reacción descolocó al mayor, pero pronto entendió que lo que quería era ofrecerle una posición más cómoda.

Taehyung escondió el rostro en su cuello y cerró los ojos. Jungkook comenzó a acariciarle la espalda tratando de darle un poco de consuelo. El menor sabía que no solo estaba disgustado consigo mismo, también estaba muerto de miedo.

Taehyung no se veía capaz de afrontar la operación de Changwook él solo. Quizá no era muy ético pedirle a Jungkook que fuera con él, pero Yoongi ya tenía bastante con las sesiones de terapia a las que asistía. Nadie le había dicho la razón por la que iba a consulta, pero el problema debía ser profundo si su hermano había decidido ir voluntariamente.

Taehyung creía que la estancia en la península había sido muy dura para él y por eso no quería implicarlo en sus problemas. Y tampoco a Jimin, cuyas responsabilidades eran tantas, que no se sentía cómodo acudiendo a él.

—Lo siento, Kook...

—Deja de disculparte conmigo, sé que lo sientes.

—¿Podemos seguir así cinco minutos más?

«Podemos seguir así para siempre, mi amor» pensó, sin embargo no respondió, concediéndole así todo el tiempo del mundo.

Changwook contó varias veces las manchas que había en el techo. Una enfermera le había preparado para la operación y ahora estaba esperando en la sala preoperatoria. El próximo paso sería la anestesia y luego iniciaría una cirugía de la que probablemente nunca despertaría.

—Es mejor así— murmuró cansado. Changwook estaba agotado de vivir con tanto dolor. Era desesperante despertar cada mañana y no saber si ese sería su último día —Si debo vivir o morir... Eso es algo que por fin sabré hoy...

Hoseok entró en la sala vistiendo un conjunto verde. Changwook sintió cierto alivio al toparse con una cara amiga.

—¿Me vas a llevar hasta la sala de operaciones?— preguntó con cierta burla —Nunca pensé que vería a un médico haciendo esta clase de trabajos.

—Cosas que pasan cuando la población se reduce por culpa de un virus mutante— se encogió de hombros — Los médicos post apocalipsis nos encargamos incluso de limpiar el hospital.

Changwook no creía que eso lo hicieran todos los médicos. Desde su punto de vista, Jung Hoseok era un fuera de serie.

—¿Cómo te encuentras, hyung? ¿Estás nervioso?

—Solo un poco. No me gustan los hospitales.

—A mí tampoco— mintió, y esa respuesta le sacó una sonrisa a Changwook —Tengo un equipo muy bueno que va a cuidar de ti. Quiero que confíes en nosotros y te relajes.

Changwook extendió la mano y Hoseok se acercó a la cama para tomarla.

—Gracias, Hoseok. Independientemente de cuál sea el resultado, gracias.

—No tienes que dármelas...

—Eres el único que se ha atrevido a dar este paso. Quiero que sepas que el resultado es lo de menos. Me has dado esperanza cuando ya no me quedaba. Gracias. 

Hoseok le apretó la mano y sonrió para hacerle sentir tranquilo. Sus palabras le habían calado hondo, pero en un momento como ese no podía dejarse llevar por las emociones.

«No importa cómo, voy a salvarte la vida, hyung. Tengo que hacerlo... Y voy a hacerlo»

¿Cómo os habéis sentido con este capítulo? Imagino que tendréis sentimientos encontrados. 👀 ¿Creéis que, como teme Jungkook, Taehyung no volverá con él si muere Changwook? ¿Podrá Taehyung controlar sus impulsos y no recaer en la adicción? ¿Salvará Hoseok a su amigo? Y lo que es más importante... ¿Averiguará Junggi dónde está la cama de Yoongi? Todo eso y mucho más en los próximos capítulos de Retrouvailles. 🤭

¿Estáis disfrutando de Butter? 🥺 ¿Qué os ha parecido el MV y la actuación en los Billboard? ¡Yo amo todo! 😍 Estoy deseando ver más actuaciones para disfrutar de la coreografía desde todos los ángulos posibles. ARMY, sigamos trabajando por y para BTS. Stream Butter!! Good vibes only!! 💜

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