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—Os habéis llevado a nuestra gente— les acusó un hombre de acento japonés —¿Dónde están nuestras hijas?
—Eso no es cierto— negó Yoongi inmediatamente —Nos estáis confundiendo con otras personas.
Yeonjun contuvo la respiración mientras veía cómo se repetía la misma escena ante sus ojos. Los desconocidos seguían insistiendo en su versión, ignorando las palabras de Yoongi, que intentaba hacerles entrar en razón. A pesar de su elocuencia, los hombres se mostraron hostiles ante cualquier explicación.
Yeonjun tuvo que taparse la boca por culpa de los nervios que lo atosigaban. La tensión era máxima y el recuerdo de sus amigos siendo decapitados por aquellos extraños, no ayudaba a mitigar las náuseas.
El menor percibió una leve proximidad entre Yoongi y Jungkook, que terminó tras intercambiar unas breves palabras. Yeonjun quiso dar un paso hacia ellos pero no se atrevió; estaba aterrado y temía que un movimiento, por pequeño que fuera, iniciase un baño de sangre entre ellos.
Su miedo era tan atroz, que apenas entendió las palabras que salieron de la boca de un joven taiwanés, o quizá era tailandés, el temor no le permitió diferenciar entre los acentos.
—Vais a pagar por esto— exclamó alguien entre la multitud y varias personas apoyaron la amenaza.
Yeonjun apretó el puño en un desesperado intento por dejar de temblar. El ambiente se estaba caldeando tanto que Yoongi dejó de dialogar con ellos y volvió a dirigirse a Jungkook, quien asintió una vez más a sus palabras.
El siguiente movimiento sucedió tan rápido que el menor apenas logró procesarlo. Un tipo con un machete se abalanzó sobre ellos y Jungkook sacó un arma de fuego del interior de su ropa y le voló la tapa de los sesos.
El disparo dejó a todos atónitos menos a Yoongi, que se giró hacia Yeonjun y le entregó un cuchillo.
—Ve por la orilla y encontrarás un bote— le aseguró en voz baja —Date prisa.
El menor tomó el cuchillo viendo a Jungkook desenvainar el sable y alzar la pistola hacia su izquierda, desde donde un hombre corpulento intentó alcanzarlo con un bate de clavos. El disparo estremeció a Yeonjun casi tanto como la sangre que vio salpicar del cuello de un joven al que Yoongi atravesó con la katana.
—¡Vienen los muertos!— gritó alguien —¡Vienen los muertos!
Jungkook evitó por centímetros que un infectado enterrase la boca en el cuerpo de Yeonjun. El menor se quedó paralizado al ver cómo lo decapitaba en el acto.
—¿No has oído a Yoongi hyung?— le miró enfurecido —¡Lárgate de aquí!
Yeonjun retrocedió impactado. Los gritos comenzaron a oírse desde varios puntos de la playa. La niebla seguía siendo muy densa, por lo que no podía ver lo que estaba sucediendo, aunque era fácil de imaginarlo.
El joven echó a correr hacia la orilla del mar. No quería abandonar a sus amigos pero también era consciente de que en esas condiciones no les sería de mucha ayuda.
La ansiedad por encontrar el bote fue creciendo con cada paso. Yeonjun sujetó el cuchillo aterrorizado mientras se giraba una y otra vez para comprobar si alguien le seguía. El joven se tropezó con algo y cayó al suelo. Lejos de detenerse a ver de qué se trataba, se alzó rápidamente y continuó su camino.
En cuanto visualizó el bote sintió un vuelco en el corazón. Yeonjun corrió hacia él y se escondió en el interior, mirando hacia la playa. La niebla impedía que pudiera ver con claridad pero los gritos seguían sucediendo esporádicamente.
—Por favor, Yoongi hyung, Jungkook hyung— murmuró en voz baja —Por favor, venid rápido.
Los minutos pasaron lentamente. Yeonjun apenas podía mantenerse quieto de la tensión. Un grito muy agudo le estremeció hasta el llanto. El chico se mordió el brazo intentando aplacar el miedo.
La aparición de dos siluetas acabó con su sufrimiento.
Yeonjun iba a levantarse justo cuando escuchó unas voces poco familiares. El muchacho se quedó paralizado al comprender que no pertenecían a su grupo.
—¡Que hijos de puta!— bramó alguien de acento japonés —Menuda nos han liado.
Yeonjun se volvió a encoger todo lo que pudo.
—Podría haber acabado mucho peor— respondió un hombre de acento vietnamita —Menos mal que los hemos matado.
El menor abrió los ojos impactado.
—Putos coreanos. Son todos unos putos cerdos.
Yeonjun se quedó de piedra, incapaz de procesar lo que había oído.
—¿Qué es eso?
El menor apretó el cuchillo aterrado. ¿Lo habían encontrado? ¿Lo iban a matar como habían hecho con Yoongi y Jungkook?
—¡Son pájaros!— advirtió el japonés —¡Corre!
El chico alzó la cabeza y vio a los desconocidos desaparecer entre la niebla. Yeonjun miró hacia el cielo y se percató de varias siluetas moviéndose ágilmente de un lado a otro.
Sin pensárselo dos veces bajó del bote y se adentró en el mar con la intención de esconderse de las aves. Las lágrimas de Yeonjun se mezclaron con el océano y una vez sumergió del todo, comenzó a gritar de rabia e impotencia.
Jimin entró en casa con el rostro desencajado. Apenas había podido concentrarse en el trabajo y eso no se debía únicamente a la situación de Yoongi y Jungkook; al rubio también le preocupaba Taehyung. El arranque de ira que presenció por la mañana le tenía muy angustiado.
Jimin se descalzó y caminó hacia el salón.
—¿Mellie?— el silencio que se encontró en el domicilio le incomodó un poco —¿Mellie, dónde estás?
—Está con Beomgyu— respondió Taehyung desde la puerta del cuarto del piano —Le he pedido que la lleve a dar un paseo.
—Me alegra verte en casa— Jimin se sintió aliviado —Creía que estarías... Bueno... Pensé que no ibas a volver.
—No quería pero tú no tienes la culpa de lo que ha pasado.
Jimin se apresuró hacia él y lo estrechó entre sus brazos. Taehyung no se resistió al contacto, a pesar del pequeño sobresalto que le causó al inicio, se dejó querer sin rechistar.
—¿Cómo te encuentras?
—No estoy bien— respondió con la voz entrecortada —Estoy molesto, triste y decepcionado, pero también estoy preocupado.
—¿Quieres que esperemos en la playa? Podemos hablar por el camino.
Taehyung asintió agradecido. Quedarse en casa le estaba resultando muy duro, sobre todo porque no dejaba de darle vueltas a las mismas cosas.
Jimin le ofreció comer antes de irse pero ninguno de los dos tenía apetito. El mayor agarró una cantimplora y la llenó de agua, después dejaron la vivienda y se adentraron en el bosque.
—¿Todavía quieres irte a vivir a otra parte?
—Necesito reflexionar. Creo que es mejor que me aleje un tiempo— Taehyung le miró de reojo —¿Te puedo hacer una pregunta?
—Por supuesto.
—Tu relación con mi hermano... La forma en la que os tratáis y entendéis— el castaño se detuvo un instante —¿Cómo lo hacéis? Yo no tengo esa complicidad con Jungkook...
—No estoy de acuerdo. Ahora mismo estás dolido y por eso sientes que todo falla, pero dentro de tu corazón sabes que entre vosotros hay mucha complicidad.
—No sé— Taehyung continuó por el sendero —Siento que algo no funciona...
—Las relaciones no son de color de rosa. A veces hay discusiones, problemas y obstáculos, pero si tu pareja merece la pena, si le amas de verdad, entonces luchas por él— afirmó convencido —Y luchar requiere de paciencia, empatía, constancia, cariño, comprensión y sobre todo de diálogo. La comunicación es lo más importante para que funcione una relación.
—Y la comunicación es justo lo que nos falla— respondió dolido —Jungkook prefirió encerrarme en lugar de hablar conmigo, ¿entiendes? Es cierto que ambos diferíamos pero debió discutirlo conmigo, no engañarme como si fuera un crío— se giró hacia él —El mundo ha cambiado, siempre vamos a estar expuestos al peligro. ¿Qué va a hacer? ¿Encerrarme cada vez que surja un problema? ¿Es así como piensa tratarme?
—No voy a justificar lo que ha hecho. Si me pongo en tu lugar me sentiría igual de traicionado— admitió para sorpresa del menor —No pienso decirte que lo dejes pasar porque no debes dejarlo pasar. Jungkook es joven, impulsivo y muy sobreprotector. Se ha equivocado antes y se va a seguir equivocando, como todos nosotros— le miró a los ojos —TaeTae, eres la persona con la que desea pasar el resto de su vida y sé que tu también deseas estar con él. Sois un equipo. Debes ayudarle a corregir sus errores y a potenciar sus virtudes, al igual que él debe hacer contigo.
Taehyung meditó sus palabras detenidamente.
—No tienes que perdonarle si no quieres, pero debes decirle cómo te sientes. Necesita saber qué ha hecho mal, lo que no se debe repetir y cómo deseas que sea vuestra relación— le apretó el brazo —Sé sincero y no te precipites. Pasa unos días fuera si eso te ayuda a reflexionar, no hay nada de malo en que te alejes un poco, pero sé transparente. Ninguna relación mejorará jamás si se ignoran los problemas.
—Gracias por entenderme— Taehyung le dio un abrazo —Gracias por no decirme que estoy exagerando.
—Que sea mi hermano no significa que vaya a respaldar todas sus cagadas. Quiero mucho a Jungkookie, bien lo sabes, pero debe aprender a soltar tu mano.
—¿Te costó mucho soltar la suya?
—Cuando pienso en el incidente de las cabezas de infectados, se me revuelve el estómago— Jimin resopló al recordarlo —Te juro que pensé en encerrarlo de por vida, pero ¿de qué habría servido? ¿Habría crecido como persona? ¿Se habría adaptado a este mundo? No es fácil soltar la mano de un hermano menor, pero hay que hacerlo.
—Mi hermano debería aprender de ti— afirmó con cierto resentimiento —No sé si estaba al tanto de lo que iba a hacer, si se unió a Jungkook espontáneamente o si su idea era dejarme desde el principio, pero su actitud también me ha decepcionado.
—Creo que ambos están muy sensibles por lo que te pasó en Busan— Jimin observó a unos pajaritos revoloteando por los árboles —Siento que esa experiencia les ha empujado a tomar esta decisión.
—O puede que crean que soy demasiado débil para ir a una misión de rescate.
—¿Debo recordarte que les salvaste el culo a ambos?— Jimin sonrió ante la inocente mirada de Taehyung —Cuando Jackson hyung salió a matar a Jihoon y Yerim, lanzaste unas cazuelas desde la ventana, evitando que los infectados se echasen sobre ellos.
—Y tú disparaste a los pájaros— recordó inmediatamente —Estuviste increíble.
—No, lo increíble fue verte reaccionar así en un momento de alta tensión— le tomó de la mano —Te podrías haber bloqueado pero no, fuiste muy ingenioso y actuaste de inmediato. Tienes muchos puntos fuertes, por eso me pareció buena idea que fueras con Yoongi.
—Gracias por tu confianza— el menor se sintió arropado —Ahora me siento mejor.
Taehyung sonrió para satisfacción de Jimin. Aunque su mirada seguía siendo triste, al menos había logrado soltar un poco de tensión.
La pareja llegó a la playa y se sentó cerca de la orilla. Unas niñas estaban jugando con una pelota, riéndose a carcajadas e ignorando a su padre, que les pedía que tuvieran más cuidado.
—¿Crees que estarán bien?— Taehyung saludó a la muchacha de pelo negro. Era una de sus alumnas más aplicadas —¿Los habrán encontrado?
—Seguro que sí— respondió en un tono sosegado —Llegarán pronto, así que no te preocupes.
—Estoy nervioso— resopló incómodo —No sé qué me pasa... Pero estoy angustiado.
—Es normal que lo estés— Jimin pasó el brazo por sus hombros y lo apoyó suavemente contra su cuerpo —Pronto regresarán y toda esta angustia habrá terminado.
—Eso espero... Solo quiero que vuelvan...
—Yo también, TaeTae— el mayor fijó la vista sobre el mar —Yo también.
Las horas pasaron a cuentagotas. Taehyung dio varios paseos por la zona mientras Jimin se quedaba contemplando las nubes. Cuando se cansaba deambulaba por la playa hasta que volvía a acomodarse sobre la arena.
Después de lo que para ellos pareció una eternidad, apareció un barco en el horizonte.
—¿Los ves, MinMin?— preguntó el castaño exaltado.
—Sí, sí, claro que los veo— aseguró entre gran agitación —¡Vamos, vamos, muévete!— soltó precipitadamente, justo antes de echar a correr —¡Rápido!
Taehyung le siguió de inmediato; tenía tantos sentimientos revoloteando en su interior como Jimin. Ninguno de los dos se detuvo a compartir la emoción e inquietud que los dominaba, solo querían ver a Yoongi y Jungkook cuanto antes.
Cuando alcanzaron el embarcadero el velero todavía no había llegado, lo que frustró especialmente al mayor. Jimin se había mostrado más paciente y calmado que Taehyung, pero ahora ya no podía controlar los nervios.
Ambos tuvieron que esperar media hora más hasta que el barco apareció en la cueva. Jimin y Taehyung se miraron aliviados, sobre todo cuando detectaron a Yeonjun en cubierta.
—¡Yeonjun!— gritó el rubio —¡Yeonjun!— la expresión del menor cortó la euforia de Jimin de cuajo.
Taehyung no se percató del rostro desencajado del chico porque estaba demasiado nervioso. No sabía cómo comportarse ni cómo recibirlos, estaba desbordado por sus sentimientos.
Jimin contuvo el aliento. En su fuero interno trató de buscar una explicación lógica para aquella expresión desolada, pero cada idea que se le ocurría terminaba en tragedia.
Taehyung fue el primero en acercarse cuando Yeonjun y Minho desembarcaron.
—¿Y los demás?— dijo extrañado —¿Dónde están?
Yeonjun rompió a llorar en cuanto oyó la pregunta. Esa reacción estremeció al castaño, que se giró inmediatamente hacia Jimin, cuyo rostro había alcanzado un tono extremadamente blanco.
—Solo hemos vuelto nosotros dos— Minho tomó la palabra, dado que el muchacho no podía dejar de llorar —Un grupo de personas los atacaron y Yeonjun fue el único que logró ponerse a salvo.
—No, espera— Taehyung negó con la cabeza, incapaz de procesar sus palabras —¿Cómo que un grupo de personas? ¿Qué estás diciendo?
—Nos atacaron en la playa— sollozó Yeonjun —Eran muchos... Todo se volvió tan confuso cuando Jungkook hyung disparó el arma... Yoongi hyung me dijo que corriera hacia el bote— el chico no pudo sostenerse de pie y cayó de rodillas —Yo solo... Yo no sabía qué hacer... Me escondí y los oí hablando... Dijeron que los habían matado... Dijeron que los habían matado...
—No es cierto— Taehyung no pudo mantener la compostura y lo agarró del cuello —¿Estás diciendo que los han asesinado? ¡Eso no es posible! ¿Por qué mientes?
—¡Oye!— Minho intervino rápidamente y lo apartó bruscamente del menor —Tranquilízate.
—¡No me toques!— el castaño retrocedió unos pasos —¡Os habéis largado de allí sin ellos! ¡Los habéis abandonado! ¡No han muerto! ¡Ellos no han muerto!
Yeonjun se tapó los oídos con ambas manos en un desesperado intento por olvidar lo que había sucedido. La rabia de Taehyung le atormentaba tanto como la expresión desolada de Jimin, que seguía de pie ante ellos sin dar crédito.
—Lo lamento pero están muertos, cómo Joongki hyung y todos los demás— afirmó Minho muy a su pesar —Cuanto antes lo aceptes, mejor.
—Lo siento— suplicó Yeonjun entre lágrimas —Lo siento muchísimo...
—¿Has visto...?— Jimin trató de sonar firme pero su voz entrecortada delató su estado emocional —¿Has visto sus cuerpos?
—Había mucha niebla... Solo oí cómo se jactaban de que los habían matado...
—¡No es cierto!— Taehyung se negó a aceptarlo —¿Cómo sabes que hablaban de ellos? ¿Y si estaban hablando de otras personas?
—¿Y por qué no han regresado al barco? Estuvimos esperando por si Yeonjun se había confundido pero no aparecieron— Minho ayudó al menor a ponerse en pie —Solo estaban ellos tres en la playa, no había otras personas. Sé que es difícil de aceptar pero Yoongi y Jungkook no han muerto en vano. Han salvado a este muchacho y deberíais sentiros orgullosos de ellos.
—Si no hay cadáver, no hay muerto— murmuró Taehyung para sí mismo, ignorando las palabras del hombre —Necesito que me lleves a la península.
—No pienso volver a ese lugar.
—¡Los has dejado a su suerte! ¡Los has dejado tirados! ¡Tienes que llevarme!
—¡No tengo que hacer nada! ¡Tú eres el que tiene que aceptar que han muerto! ¡Y si no quieres entenderlo pues toma un barco y ve a morir por tu cuenta, pero no cuentes conmigo! ¡No pienso arriesgar mi vida porque seas incapaz de aceptar la puta realidad! ¡No eres el único que ha perdido a alguien, yo he perdido a cinco amigos, así que deja de montar un espectáculo y compórtate de una vez!
Las lágrimas se precipitaron por las mejillas de Taehyung, sintiendo cómo sus palabras le habían traspasado la piel sin piedad. Jimin estaba algo más apartado de ellos y a diferencia de su mejor amigo, que había explotado emocionalmente, el rubio permanecía en un estado casi catatónico.
—Vámonos— Minho se giró hacia Yeonjun, todavía algo irritado por la insistencia del castaño —Tu familia te está esperando.
—No puedo... Y-Yo... Me quedo con ellos...
—Como quieras— respondió sin acritud —Cuídate.
Taehyung observó desolado cómo el navegante desaparecía ante sus ojos.
—Deberías haberme apoyado— le reprochó a Jimin —Si lo hubiéramos obligado entre los dos... Si lo hubiéramos obligado a llevarnos... Entonces... Entonces...
Taehyung rompió en llanto en cuanto su mejor amigo lo estrechó entre sus brazos. Ambos sabían que no habría servido de nada enfrentarse a alguien que iba armado.
—Encontraré una solución. Encontraré la manera de ir a la península— le susurró al oído —Iremos a buscarles tú y yo, TaeTae. Iremos a buscarles tú y yo.
—¿Crees que ya se habrán ido?— Jungkook frunció el ceño al sentir algo duro golpeando contra su muslo —¿Crees que ya podemos salir de aquí?
—No estoy seguro— respondió Yoongi en voz baja —Es mejor que nos ocultemos un poco más.
—Vaya mierda— bufó el menor —Parecía que estaban dispuestos a matarnos, dijéramos lo que dijéramos. Te juro que no entiendo a los humanos.
—No sé si lo de sus hijas era una excusa para ejecutarnos o de verdad existe un grupo que se está llevando a muchachas jóvenes para sabe Dios qué— Yoongi resopló contra su nuca —Solo espero que Yeonjun haya llegado al bote y esté a salvo.
Jungkook repasó todo lo que había sucedido en la playa. Ejecutar el disparo había sido una jugada arriesgada pero con la niebla tan densa y sin saber cuántas personas había en su contra, el mejor movimiento pasaba por atraer a los infectados. Y gracias a ellos habían logrado escabullirse del embrollo y encontrar refugio en un coche del aparcamiento del almacén.
—En una hora salimos de aquí y nos disfrazamos de infectados— comentó el mayor mientras trataba de acomodarse en el maletero —Es mejor pasar desapercibidos hasta que lleguemos al velero.
—Es lo más inteligente— Jungkook trató de alcanzar la cosa que lo estaba molestando pero no pudo —Oye, hyung. Hay algo duro presionando contra mi muslo.
—Ah, espera— el mayor apartó la katana —¿Mejor?
—Sí, gracias.
El silencio volvió a surgir entre ellos hasta que Yoongi soltó una risa.
—¿Qué te hace tanta gracia?
—Tae habría soltado algún comentario obsceno si hubiera estado aquí.
—Segurísimo— Jungkook sonrió al pensar en su novio —Quiero volver a casa cuanto antes. Necesito aclarar las cosas con él.
—Seguro que está preocupado por ti— Yoongi le abrazó por la espalda —Quizá hasta te libres de dormir en el sofá.
La mirada de Jungkook se suavizó.
—No importa si tengo que dormir en el sofá, solo quiero verle.
Una hora después salieron del maletero y comprobaron que la zona estaba libre de humanos. Sin más demora se adentraron en el bosque en busca de infectados. Yoongi mató a un muchacho entrado en carnes y luego lo abrió en canal para proceder con el camuflaje.
—Esto sigue siendo asqueroso— comentó el mayor repugnado por el olor —¿Soy yo o cada vez huelen peor?
—Huelen muy fuerte— Jungkook arrugó la nariz —Creo que nos hemos acostumbrado demasiado a la buena vida de Inyeon.
—Puede ser— le arrancó las tripas —Démonos prisa. Yeonjun nos estará esperando.
La pareja se empapó de sangre antes de iniciar el trayecto hacia la playa. Los infectados que se encontraron por el camino pasaron de largo, lo que les dio mucha calma. Con el paso de las horas la niebla se había disipado. El sol estaba a punto de intercambiar su lugar con la luna cuando llegaron al sitio indicado.
—Oye, hyung— el maknae le miró dubitativo —¿No era aquí?
—Eso creo...
Yoongi y Jungkook decidieron proseguir un poco más por la orilla, por si lo habían dejado en otra zona.
—¿Nos hemos equivocado de lugar?— preguntó el menor al no encontrar nada —Creía que era aquí pero...
—No hay ningún barco a la vista— Yoongi le miró fijamente a los ojos —No es solo el bote, el velero tampoco está.
—¿Se han ido sin nosotros?— Jungkook no daba crédito —Pero... ¿Nos han dejado aquí sin más?
—Es posible que Yeonjun se haya visto obligado a volver al barco. Quizá se han alejado un poco de la costa para ocultarse de esos locos.
—Entonces están esperando a que la cosa se calme, ¿no?
—Es una opción— Yoongi se tomó un momento para reflexionar —Pero también puede ser que nos den por muertos...
—¿Qué? Pero si nos dan por muertos habrán vuelto a Inyeon. Y si se han ido, ¿cómo vamos a volver nosotros?
—No lo sé, Jungkook— respondió con el corazón en un puño —No lo sé.
¿Y ahora qué? ¿Hallarán Jimin y Taehyung una forma de ir a la península? ¿Podrán Yoongi y Jungkook aguantar en unas condiciones tan difíciles? ¿Cómo se presentarán las cosas para todos? La situación se complica... 👀
¿Habéis visto la actuación de BTS en los VMAs? ¡Han estado increíbles! No puedo estar más orgullosa de Bangtan. Nunca me cansaré de decir que se merecen todo el éxito del mundo. Estoy tan feliz por ellos. 🥺🥺🥺🥺
Dentro de poco es el cumple de nuestro Jungkook en Corea. El niño se nos hace mayor. 💜 Que tengáis una feliz semana. Disfrutad del día. 🐇💜
ESE MOMENTO EN EL QUE EDITAS EL CAPÍTULO PARA AÑADIR QUE LO HEMOS LOGRADO. GRACIAS ARMY POR TODO EL ESFUERZO. ENTRE TODXS HEMOS CONSEGUIDO CUMPLIR EL SUEÑO DE LOS CHICOS Y ENCIMA EN EL CUMPLE DE JUNGKOOK. BTS1onHot100!!!!
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