39
—No quiero que vayas.
Taehyung resopló por quinta vez. El castaño se tapó con la manta, cansado de la misma letanía.
—Sé que quieres ir con tu hermano pero déjame que vaya yo en tu lugar.
—¿Por qué sigues con eso?— se destapó el rostro mirando hacia el lado derecho de la cama —¿Por qué no puedes respetar mi decisión?
—Porque sabes cómo es el mundo allá afuera y no quiero que te pongas en peligro— Jungkook se apoyó sobre el cojín —¿Tan malo te parece que quiera protegerte?
—¿Te lo he pedido?— soltó frustrado por su insistencia —¿Por qué tienes que ser tan cabezota? No soy un niño al que tengas que llevar de la mano.
—Sé que no lo eres, no pretendo ofenderte...
—Pues eso es justo lo que estás haciendo— le interrumpió —Ya sé que piensas que soy el más débil de los cuatro. A Yoongi hyung y a MinMin nunca les insistes tanto. Siempre soy yo el que debe quedarse al margen de todo.
—No te considero el más débil de nosotros— respondió con templanza, a pesar de que sus palabras le habían molestado —Soy yo el que no sabe cómo soportar que estés lejos de mí, Tae. Soy yo el que no sabe qué hacer si te vas a un rescate tan peligroso.
—Solo serán unas horas. No tienes que preocuparte por mí, estaré con mi hermano y no nos pasará nada.
—Sabes de sobra que puede pasar de todo— se enfurruñó —Con un Park en Inyeon debería de ser suficiente. No me parece justo que tenga que quedarme aquí. Al menos déjame ir contigo.
—A mí tampoco me pareció justo quedarme en la casa de la montaña mientras vosotros ibais al centro comercial, pero lo hice porque sabía que era lo mejor para el grupo. Quedarte es lo mejor para el grupo. ¿Lo entiendes?
—No.
—¡Jungkook!— Taehyung le miró disgustado —¡Deja de ser tan obstinado!
—¿Por qué?— insistió para pesar del mayor —Sabes que soy muy bueno matando infectados. Sabes que puedo ser más útil si voy con vosotros.
Taehyung le dio la espalda. Ya no sabía cómo plantearle su decisión sin que le entraran ganas de romper algún objeto de la habitación.
—Tae, te estoy hablando.
—Te vas a quedar aquí con tu hermano, te pongas como te pongas.
—Eres muy terco— le acusó Jungkook, lo que provocó que su novio se alzase inmediatamente y lo fulminase con la mirada —Vale, como quieras. Me quedaré. ¿Contento?
—¿De verdad?— Taehyung le miró dubitativo —¿Te quedarás?
—Sí, me quedaré— refunfuñó descontento —Pero me parece una mierda que te vayas sin mi.
—Gracias— la voz del mayor sonó mucho más tranquila.
El maknae decidió asentir y zanjar el asunto, dado que Taehyung no iba a cambiar de opinión.
—Sé que no estás de acuerdo conmigo pero significa mucho para mí que lo aceptes— se inclinó y comenzó a besarle la mejilla —Te quiero mucho, Kookoo.
Jungkook cortó el contacto y se acomodó a un costado de la cama.
—¿Por qué te apartas?— esa reacción tan brusca sorprendió a Taehyung —¿Sigues enfadado?
—Ahora no me apetece.
La actitud del menor le sentó como un jarro de agua fría.
—Si prefieres que duerma en el sofá dímelo directamente.
—No quiero que duermas en el sofá, es solo que no quiero tener sexo.
El tono de su novio no le convenció del todo. Por un instante no supo si quedarse o irse de la habitación. Taehyung decidió acurrucarse en su parte de la cama pero lo más lejos posible de Jungkook.
El silencio que se instaló en el dormitorio creó un ambiente aún más pesado. Taehyung no conseguía calmar su corazón, que latía agitado por culpa de la incómoda situación que había surgido entre ellos.
El paso de los minutos se le hizo insostenible, por lo que se dispuso a dar un paseo. Justo cuando pretendía levantarse de la cama sintió cómo Jungkook lo abrazaba fuertemente por la espalda.
—Lo siento— susurró el menor en un tono mucho más suave —Es que estoy muy asustado... No quiero que te pase nada, ¿entiendes? No sabría qué hacer sin ti. Lo eres todo para mí, Tae.
Taehyung cerró los ojos de puro alivio.
—Te entiendo, pero esta vez debes dejarme ir.
—Me cuesta hacerlo... Siento ser tan pesado...
—Confía en mí, por favor— pidió con el corazón en un puño —Solo te pido que confíes en mí.
—Confío en ti— le besó la mejilla suavemente —Siempre lo hago.
El rostro de Taehyung se iluminó de pura felicidad. Tener su confianza era muy importante para él, pero sobre todo apreciaba que respetara su decisión y lo apoyara, a pesar de no estar de acuerdo.
—¿Podemos quedarnos así toda la noche?— Jungkook lo apretó con más intensidad —Solo quiero dormir abrazados.
—No me sueltes.
—Te amo— le giró el rostro para darle un cariñoso beso en la boca —Eres el amor de mi vida.
—Y tú el mío— afirmó Taehyung sobre sus labios —Te amo.
—Buenas noches, bebé.
—Buenas noches, cachorrito.
Yoongi apretó el dedo índice ligeramente contra la mejilla de su novio. El rubio le miró atentamente mientras bajaba por su rostro e iba haciendo lo mismo en distintas zonas de su cara.
—¿En qué piensas?
—En lo hermoso que te ves después de hacer el amor— respondió inmerso en su belleza —Tu rostro se ilumina de una forma diferente y solo yo tengo el placer de verlo.
—Cuando te pones romántico me debilitas— Jimin hizo un puchero —No lo hagas, necesito convencerte para que me dejes ir contigo.
—Sabes que no puedes venir conmigo, Jiminie.
—Venga— el rubio alargó la palabra en un tono infantil —No seas así, déjame ir contigo.
Yoongi se rió por el teatrillo que estaba armando.
—Te comeré el culo si me dejas acompañarte.
—Aunque la propuesta es muy pero que muy tentadora— le alzó la barbilla —Sabes que no puede ser.
—Te odio mucho, Min Yoongi— Jimin apretó los labios del mayor creando una boquita de pollito —Estaré todo el día preocupado por ti. Perderé peso de la ansiedad. Me saldrán canas— dramatizó —Más te vale recompensarme cuando vuelvas porque lo pasaré fatal y no lo merezco.
—Te compensaré— aseguró como pudo, dado que el menor seguía sin soltarle —Te comeré el culo a la vuelta.
—Durante una hora.
—Se me caerá la lengua.
—Pues la recoges del suelo y te la vuelves a pegar con pegamento.
Yoongi asintió entre risas para satisfacción del menor. El rubio soltó su rostro y se acurrucó sobre su torso desnudo.
—Espero que el grupo de expedición aparezca a primera hora de la mañana— comentó preocupado —Pero si no es así, no quiero que os arriesguéis. TaeTae y tú sois mi familia, Yoon. Por favor, tened muchísimo cuidado.
—Lo tendremos— le besó la cabeza —Iremos hasta el almacén que iban a visitar y si no están por la zona volveremos inmediatamente. No nos expondremos más de lo estrictamente necesario.
—Confío en tu criterio y también en el de TaeTae— Jimin alzó el rostro —Solo volved de una pieza.
Yoongi era consciente de que, aunque su chico apoyaba su decisión, estaba tan angustiado como él. La pareja se quedó en silencio, escuchando únicamente el latido de sus corazones. A pesar del intento por conciliar el sueño, la ansiedad evitó que pudieran pegar ojo en toda la noche.
A las seis y media de la mañana, Yoongi y Jimin ya estaban saliendo por la puerta para ir a comprobar si el equipo de expedición había vuelto. Ambos se dirigieron al este de la isla, donde se hallaba un embarcadero oculto en el interior de una cueva.
Múltiples barcos de distintos tamaños estaban anclados en fila, incluso el yate que los trajo desde Busan se encontraba entre ellos. Solo había un único espacio libre, lo que indicaba que el grupo de expedición seguía fuera.
—Iré a avisar al navegante, tú vete a por provisiones. Necesitaréis suministros para el viaje. Nos vemos aquí en treinta minutos.
Yoongi le dio un cálido beso, al que Jimin respondió con una sonrisa. Los nervios no se disiparon a pesar del intento del mayor por suavizar su malestar.
Choi Minho estaba saliendo de su domicilio cuando el rubio llegó a su casa. El hombre tenía las ojeras muy marcadas, lo que indicaba que tampoco había logrado conciliar el sueño.
—Asumo por tu expresión que todavía no han vuelto.
—No— respondió observando su vestimenta; parecía listo para el campo de batalla —Yoongi ha ido a por provisiones.
—Pronto amanecerá— se colgó una mochila al hombro —Iré poniendo el velero a toque.
—¿Necesitas ayuda?
—Toda ayuda es buena.
Jimin regresó con Minho al embarcadero mientras Yoongi cargaba su mochila de víveres. El grupo de su amigo podría estar hambriento y sediento, razón por la que no dudó en saquear la cocina de su casa y llevarse lo más necesario.
—¿Quieres que te acompañe?— Hoseok lo encontró en medio de su tarea —Un futuro médico os podría venir bien.
—Es mejor que te quedes— Yoongi cerró la mochila —Si alguien está herido nos las arreglaremos con el kit de primeros auxilios.
—De acuerdo— el pelirrojo desvió la vista hacia la katana que estaba encima de la mesa —Hacía tiempo que no la veía.
—Ya— el mayor se quedó mirando la empuñadura —Espero no tener que usarla.
—Ten cuidado. Han pasado unos meses... La península podría estar incluso peor que antes.
—Lo sé y créeme, no voy a subestimar nada— Yoongi notó lo angustiado que estaba su amigo —En unas horas nos volveremos a ver. Trata de no darle demasiadas vueltas.
A Hoseok le parecía más fácil decirlo que hacerlo.
—Oye, hyung— el menor torció la boca —No, nada.
—¿Qué pasa?
—Quería comentarte algo pero no es el momento más adecuado...
—Es tan buen momento como cualquier otro— Yoongi se detuvo un instante para prestarle atención —¿Qué sucede?
—Joonie no me contesta— desveló nervioso —Es decir, cuando hablo con él siempre dejo una vela encendida, que él se encarga de apagar cuando termina nuestra conversación, pero lleva dos días sin hacerlo... No sé qué pasa, hyung.
A Yoongi se le retorció el estómago al pensar en Seokjin.
—Hoseok— el mayor tomó su mano con mucha delicadeza y le miró fijamente a los ojos —Puede que algo le haya impedido estar presente. No sabemos mucho de su mundo, ¿verdad? Que no haya aparecido en dos días no tiene que significar algo malo. Sigue intentándolo, hazlo a distintas horas del día e incluso enciende varias velas si es necesario. Es probable que vuelva pronto pero si tarda un poco en comunicarse contigo, no te agobies.
—Gracias, hyung— el pelirrojo asintió más calmado; aunque se había puesto en lo peor, Yoongi tenía razón. Quizá era algo provisional o Namjoon simplemente estaba impedido, por la razón mística que fuera —¿Quieres que te acompañe al embarcadero?
—No, ve a trabajar. Sé que hoy tienes otro examen. Cuéntame luego cómo te ha ido.
—Entendido— Hoseok intuyó que no quería tratar el rescate como una despedida definitiva sino como un viaje puntual —Nos vemos esta noche.
Yoongi observó entre gran pesar cómo su amigo salía de la cocina. La ausencia de Namjoon solo se podía deber a una razón, pero el mayor no quería decírsela en ese instante. La estabilidad emocional de Hoseok era bastante frágil y Yoongi sabía que le urgía ayuda profesional.
El problema residía en que no contaban con ningún psiquiatra o psicólogo titulado y las personas que habían estudiado psicología educativa no parecían aptas para afrontar las necesidades de un joven con tendencias suicidas.
«Cuando vuelva tengo que encontrar una manera de ayudarle»
Yoongi se dirigió a la salida de la vivienda pero se detuvo un instante en el pasillo. El chico miró hacia el piso de arriba con sentimientos encontrados. Taehyung, Jungkook, Eunha y Mellie debían estar durmiendo todavía.
«Nos vemos en unas horas, chicos. Sed buenos»
El joven abandonó el hogar consciente de que su hermano se iba a enfadar con él. Justo cuando pretendía bajar los escalones se abrió la puerta. Jungkook salió al exterior con una expresión indescifrable. El maknae llevaba ropa negra, una mascarilla y botas militares; en su mano derecha sujetaba su katana y al hombro cargaba una mochila.
—¿Mi hermano lo sabe?— cuestionó inmediatamente.
—¿Qué exactamente?— el menor pasó a su lado —¿Qué pretendías irte sin él?
—Touché— Yoongi le siguió hacia el follaje —Eres consciente de que te va a matar, ¿verdad? Me refiero a que te va a joder vivo— insistió —Yo que tu me iría preparando para pasar el resto del año en el sofá.
—Taehyung tiene muy buen corazón, hyung. Su labor está aquí, educando a las próximas generaciones, no poniéndose en peligro al otro lado del país. Sabes que a mí no me tiembla el pulso a la hora de matar, por eso soy más apto para este trabajo. No tiene sentido que él se arriesgue por esas personas cuando me tienen a mí.
—No te lo voy a discutir, a mí tampoco me gustaba la idea de que viniera conmigo— admitió muy a su pesar —Tae ha demostrado ser un gran superviviente pero su presencia hace más bien aquí que allí. Y como hermano mayor que soy, tampoco quiero que se ponga en peligro innecesariamente.
—Puede que yo tenga que pasar el resto del año en el sofá pero tú tampoco te irás de rositas.
—No importa si eso le mantiene a salvo.
—Estoy de acuerdo— apoyó Jungkook —Démonos prisa. No tardará en despertarse.
Jimin estaba dándole vueltas a la situación mientras Minho buscaba algo en cubierta. El rubio deseaba ir con ellos pero también entendía que no podía tomarse su puesto en el concejo tan a la ligera. Al desviar la vista hacia la entrada de la cueva vio a Yoongi acompañado de Jungkook.
—Antes de que pongas el grito en el cielo, Tae y yo hemos decidido que vaya yo en su lugar. Yoongi hyung también está de acuerdo.
—¿Eso es cierto?— Jimin bajó inmediatamente del velero y observó cómo su novio asentía —Si todos estáis de acuerdo, entonces yo también lo estoy.
—Hyung, ¿el barco está listo?
—Sí, el navegante os está esperando— el rubio notó una fuerte presión en el pecho —Entonces... ¿Ya os vais?
—Cuanto antes salgamos, mejor— Jungkook le dio un abrazo muy fuerte —No te preocupes por nosotros. Volveremos pronto.
—Cuídate mucho y cuida de Yoongi por mí— le pidió al oído —Sé responsable y no hagas ninguna locura. ¿Me oyes? Ninguna, Jungkook. Ninguna.
El menor sonrió consciente de que daba igual el tiempo que pasara, para Jimin siempre sería su hermano menor y por ende el niño al que debía proteger.
El rubio lo soltó a regañadientes y a continuación estrechó a Yoongi entre sus brazos.
—En la península solo os tenéis el uno al otro. Tened muchísimo cuidado y nada de haceros los héroes, ¿entendido? Quiero que volváis sanos y salvos.
—Entendido.
—TaeTae y yo os estaremos esperando.
—Cuida de mi hermano— Yoongi contempló sus ojos oscuros; aunque el menor intentaba mostrarse fuerte, el temor se veía claramente reflejado en su mirada —Te amo.
El roce de los labios de Jimin fue vacilante al principio pero se tornó muy profundo en cuanto Yoongi tomó el control. Los sentidos del menor se sobrecargaron por culpa del intenso deseo y de la asfixiante preocupación.
—Te amo— murmuró Jimin, recorriendo sus mejillas con sus dedos —Te veo esta noche.
Yoongi asintió con una sonrisa entrañable y el menor observó inquieto cómo embarcaba junto a su hermano.
«Namjoon hyung, Seokjin hyung. Os lo suplico. Por favor, cuidad de ellos»
Taehyung se despertó algo amodorrado. Al mirar hacia su derecha notó que la cama estaba vacía.
—¿Kookoo?— susurró adormecido. El castaño no le dio demasiada importancia; probablemente estaba en el baño o buscando algo para desayunar.
Taehyung se levantó pensando en su chico. Jungkook lo había despertado en mitad de la noche entre besos y caricias, implorándole al oído que le hiciera el amor. Aunque la iniciativa le había sorprendido, recordar su forma de pedírselo todavía le erizaba la piel.
En el exterior estaba a punto de amanecer y los pájaros entonaban sus cánticos favoritos. Taehyung se vistió con la ropa del día anterior y luego decidió bajar a la cocina, pero cuando tiró de la manilla no se abrió la puerta.
—¿Eh?— el muchacho insistió anonadado hasta que comprendió que estaba cerrada con llave —No puede ser— Taehyung desvió la mirada hacia la mesita de noche; allí encontró un papel sobre la superficie.
Lo siento, Tae. Sé que ahora mismo no vas a comprender mis motivos, pero esta es la mejor solución para todos. No espero que me perdones de inmediato, solo trata de entenderlo, por favor. Te amo.
Jungkook.
—¡Hijo de puta!— Taehyung tiró la carta al suelo —¡Eres un hijo de puta, Jungkook!
La ira que surgió en él fue tan desmedida que comenzó a aporrear la puerta con ambos puños. Por desgracia para él, la única que oyó su desesperación fue Mellie. Los continuos ladridos de la perrita le indicaron que Hoseok y Eunha ya no estaban en casa.
—¡Te odio!— la impotencia que sintió desató aún más la cólera que lo invadía —¿Cómo has podido hacerme esto? ¿Cómo has podido? ¡No pienso perdonarte en la puta vida!
Taehyung salió al balcón echo una furia. No había ni un alma por la zona y aunque la hubiera habido, le habría dado exactamente igual. El joven no se dejó asustar por la altura y pasó la valla de seguridad sin pensárselo dos veces.
Descender por la fachada no era sencillo, algunos huecos le permitieron sujetarse con las manos y otros apoyarse con los pies, pero cada movimiento era peligroso. Cuando Taehyung iba por la mitad de la estructura, no logró posicionar el pie derecho en la abertura más cercana y cayó al suelo.
El golpe que se dio fue contundente, pero ni siquiera el dolor evitó que comenzara a correr hacia el bosque.
«¡Por favor, que no se hayan ido todavía! ¡Por favor, que no se hayan ido todavía!»
Taehyung no dejó de repetir las mismas palabras mientras corría desesperado hacia la playa. El chico ni siquiera reparó en sus pies descalzos, ni en el daño que le causaban las piedras y ramas que pisaba por el camino.
Algunas imágenes de la noche anterior se cruzaron por su mente, reviviendo las palabras que Jungkook le dijo en la cama.
«Confío en ti. Siempre lo hago»
Taehyung pisó la arena fuera de aliento. A lo lejos visualizó un velero, lo que le empujó a seguir corriendo hacia la orilla. El castaño comenzó a gritar a pulmón abierto, llamando la atención de Jimin, que se encontraba a escasos metros del mar.
—¡Te odio, Jungkook! ¡Te odio maldito hijo de puta!— soltó fuera de sí —¡No vuelvas a hablarme en tu puta vida! ¿Me oíste? ¡Vete a la mierda, maldito traidor egoísta!
Jimin se quedó estático ante el ataque de ira de su mejor amigo. El rubio no logró reaccionar hasta que Taehyung cayó al suelo y comenzó a llorar desesperado.
—¡TaeTae!— el chico se arrodilló a su lado, sorprendido por la sangre que tenía en la planta de los pies —¿Qué te ha pasado?
—¿Lo sabías?— preguntó entre lágrimas —¿Sabías que Jungkook me había encerrado para que no pudiera ir con mi hermano?
Jimin le miró patidifuso. La expresión de su rostro le confirmó que no estaba al tanto.
—No tenía ni idea— respondió sin dar crédito —Me dijo que estabas de acuerdo... Yo...
—¡Mentira!— chilló enfurecido —¡Ha hecho lo que ha querido! ¡No le ha importado mi decisión!— Taehyung apretó el rostro contra el pecho de Jimin —¡Le odio! ¡Solo le pedí que me apoyara! ¡Le odio por hacerme esto!
El mayor no supo qué decir. En el estado en el que se encontraba tampoco creía que fuera capaz de razonar, no hasta que soltase toda la rabia.
—Cree que soy un inútil, cree que soy débil, que necesito su protección— se agarró de su espalda —No soporto que me vea así... No soporto que no me respete...
—Eres muy fuerte, TaeTae. Y Jungkook lo sabe. Es solo que...
—¡No le defiendas!— le miró colérico —¡Sabes que lo que ha hecho está mal! ¡Mis sentimientos le han importado una puta mierda, así que no le defiendas!
Jimin lo arropó con más fuerza. Aunque no quería verle sufrir, lo cierto era que si Yoongi hubiera hecho lo mismo que Jungkook, él también se habría sentido traicionado.
—No confía en mí... Mi novio no confía en mí...
El rubio se mordió el labio inferior; en lo más profundo de su ser deseaba decirle que no era cierto, pero Taehyung no necesitaba al hermano de Jungkook mediando entre ellos, en ese instante necesitaba el apoyo de su mejor amigo.
El castaño se quedó mirando la arena sin verla realmente. No podía dejar de pensar en las palabras que le dijo la noche anterior y en cómo habían hecho el amor.
«Todo es mentira... Su confianza... Solo quería que lo follara porque sabía que me quedaría dormido... Solo me despertó para cansarme... Todo es una maldita mentira»
Taehyung se levantó agotado, no solo por la tremenda carrera que se había pegado, también por lo drenado que estaba mentalmente. La rabia se había desvanecido y ahora lo único que quedaba era una profunda decepción.
—¿A dónde vas?
—Necesito tiempo...
—¿Qué quieres decir con eso, TaeTae?
—Quiero decir que me voy a vivir a otro lado— Taehyung le miró destrozado —No quiero volver a ver a tu hermano.
Jungkook ha ido en contra de los deseos de Taehyung y ahora su novio se siente traicionado. ¿Qué significa esto para su relación? ¿Podrán arreglar las cosas? ¿Y qué os ha parecido la decisión de Jungkook? ¿Creéis que ha hecho bien o mal? 👀
El equipo de rescate se dirige a la península. ¿Qué les esperará allí a Yoongi, Jungkook y Minho? ¿Lograrán encontrar a Joongki, Yeonjun y a los demás con vida? 🤔
Parece que vuelve la tensión, ¿no? Por suerte tenéis tiempo para ir preparándoos. Os quiero mucho. Hasta la próxima. Besos~ 💜💜💜
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