38
Jimin estaba tan feliz como no lo había estado en mucho tiempo. Era domingo y hacía una mañana espléndida. El rubio miró hacia su izquierda con la mayor adoración del mundo; Yoongi se encontraba a pocos metros de él y aunque parecía algo tenso, su expresión también denotaba bienestar.
—¿Te gusta?— el menor no pudo ocultar su entusiasmo —He acertado, ¿verdad?
—Me gusta— respondió cegado por su ternura —No es tan difícil como creía.
—Estaba convencido de que se te daría bien— se emocionó como un niño pequeño —Gracias por hacer esto conmigo.
La mirada de Yoongi brilló al contemplar su inmensa sonrisa. Aunque al principio tenía ciertas dudas por si acababa tirado en el suelo, la pequeña instrucción que le dio Jimin terminó por mitigar su inquietud.
—Nunca pensé que llegaría a montar a caballo— comentó Yoongi pensativo —Y mucho menos en una isla secreta, en mitad de la nada y en pleno apocalipsis.
—Te sienta bien— aseguró en un tono coqueto —Te ves muy sexy.
—Señor Park, ¿está Usted ligando conmigo?
—En efecto, Señor Min— le guiñó un ojo seductor —Eso es justo lo que estoy haciendo.
Yoongi sonrió al oír su risa risueña. Jimin estaba de un humor excelente y al mayor le encantaba verlo tan animado. Esa mañana, su personalidad brillaba con otra luz, como si se hubiese desprendido de todo el peso que llevaba sobre sus hombros.
—Este sitio es fantástico— el rubio observó el paisaje dichoso. El camino era ancho por lo que podían pasear el uno al lado del otro —Huele a naturaleza.
So Seungheon, un hombre cerca de los cuarenta, les había aconsejado hacia dónde debían ir. Yeonjun era su aprendiz y la pareja había esperado encontrárselo en las caballerizas, pero el muchacho tenía el día libre, razón por la que no pudieron coincidir.
A pesar de su ausencia no tuvieron ningún problema con el desconocido. Seungheon se mostró simpático aunque algo reacio a dejarles los caballos, detalle que no les disgustó por el amor que profesaba hacia los animales.
El rubio se tomó su tiempo en elegir. En una zona tenían a los caballos de carga, en otra a los de crianza y en la más alejada estaban los pura sangre. A Jimin no le sorprendió encontrarse con caballos árabes, mustang o frisón. A los ricos les gustaba lo exclusivo y teniendo en cuenta cómo era Inyeon, no habían reparado en gastos.
El mayor de los Park se decantó por dos ejemplares de fuerte constitución. Ambos desprendían una enorme elegancia, una crin muy cuidada y un pelaje de un brillo espectacular. Uno era blanco como la nieve y el otro negro como la noche.
Cuando Yoongi le preguntó por qué se había decantado por dos caballos andaluces, Jimin le respondió con una única palabra; «nobleza». Eso era justo lo que había visto en la mirada de los animales.
El camino bajo la sombra de los árboles estaba siendo agradable para ambos. Aun así, Yoongi no sentía la misma calma que su novio, dado que no tenía la misma práctica que él y cada vez que el caballo rechinaba o se movía bruscamente, le daba un vuelco el corazón.
A pesar de esos pequeños sobresaltos debía admitir que lo estaba disfrutando. Sobre todo cuando Jimin le daba la mano y podía estrecharla con firmeza. Esa sensación de estar sobre un caballo, justo a su lado y sujetándole fuertemente, lo colmaba de una inmensa felicidad.
La colina de la que les habló Seungheon no tardó en aparecer ante sus ojos. Era el lugar más alto de Inyeon y estaba cubierto de hierba y rodeado de árboles. Jimin se bajó del caballo sin dificultad y lo ató a un abedul mientras Yoongi permanecía observando el paisaje.
—Es precioso— murmuró ensimismado —Desde aquí arriba la isla parece enorme.
—Señor Min— Jimin alzó el brazo, ofreciéndole su ayuda para bajar del caballo.
Yoongi arqueó una ceja al notar su pícara sonrisa. El mayor aceptó y siguió los pasos que le indicó para desmontar, encontrándose en un abrir y cerrar de ojos entre los brazos de su chico.
—Esto ha sido intencionado, ¿no?— asumió al notar las manos de Jimin tocando su trasero.
El rubio no contestó, solo le sonrió con cierto aire travieso antes de besarle. Una suave brisa los rodeó mientras se dejaban llevar por sus sentimientos.
—Ata a mi caballo— suspiró Yoongi contra su boca —No quiero que se escape.
—¿Por qué iba a escaparse? ¿No ves lo mucho que le gustas?— apuntó divertido —¿Verdad, Balder? ¿A que te gusta Yoongi hyung?— el caballo negro relinchó para satisfacción del rubio —¿Ves?— le entregó la mochila antes de llevarlo con Tyr —Los animales te adoran.
—Parece que soy popular— Yoongi sacó una manta de cuadritos azules y blancos de la mochila y la extendió bajo un roble. Al desviar la vista hacia Jimin vio cómo le hacía mimos a Balder y luego a Tyr, para que no se celara de su compañero. Esa actitud le causó cierta ternura —Es monísimo— murmuró embobado.
Jimin continuó con los caballos mientras Yoongi se descalzaba y se acomodaba sobre la tela. El aire de la colina era el más puro que había respirado en toda su vida. El mayor inspiró profundamente sin dejar de contemplar el paisaje. La paz que lo invadió le resultó casi irreal.
—¿En qué piensas, amor?— Jimin depositó su calzado cerca del de su novio y se dejó caer sobre la manta.
—Este lugar es maravilloso— el mayor bajó la vista hacia su chico, que se había tumbado a su lado y lo miraba con una expresión entrañable —Has organizado esto por una razón, ¿no?
—Quiero que te relajes y que desconectes de todo. Llevas unos días muy estresado, por eso pensé que una cita al aire libre te vendría bien.
—La naturaleza, el silencio y tú— Yoongi se acurrucó a su lado —Es perfecto— le besó suavemente la mejilla —No podría pedir nada mejor.
Jimin le dio la vuelta y lo abrazó por la espalda. Yoongi sonrió al sentir su cuerpo pegarse contra el suyo. El mayor adoraba dormir en esa posición pero también podía pasarse horas acurrucado de esa forma.
En otra parte de la isla, Jungkook estaba colocando una toalla sobre la arena mientras Taehyung echaba un vistazo por la playa. Beomgyu les había recomendado un lugar poco frecuentado por la gente del pueblo. El castaño tomó una bocanada de aire y sonrió dichoso. El lugar estaba completamente vacío, justo como había deseado.
Jungkook comenzó a extender otra toalla cuando Taehyung se subió encima de él.
—¡¿No es una pasada?! ¡Tenemos una playa privada para nosotros!— se emocionó —¡Playa privada Min-Park! ¿Qué te parece?
—¿Min-Park?— Jungkook lo alzó un poco más, acomodándolo sobre su espalda —En todo caso sería Park-Min.
—Es Min-Park porque yo soy mayor que tú.
—Mi familia puso el dinero para crear este lugar, así que técnicamente me pertenece.
—Pero la familia Park es diabólica— refunfuñó —¿De verdad te vas a respaldar en ese argumento?
—Dice el que se quiere casar con un Park— cuestionó inmediatamente —¿En qué te convierte eso?
—Kookoo— le susurró al oído —Vamos a pasarlo bien, ¿vale?
—Eres experto en cambiar de tema cuando no te interesa.
—Es una cualidad Min.
—Ajá— el maknae lo dejó en el suelo y le miró fijamente a los ojos —Tengo muchas ganas de hacer algo contigo, Tae.
—¿El qué?— sus ojos se agrandaron por pura expectación —Dime.
Jungkook lo volvió a alzar, solo que esta vez en brazos. Taehyung se agarró de su cuello y gritó extasiado mientras el menor corría hacia el océano. El maknae irrumpió en el mar enérgicamente, vociferando junto a su novio. Cuando su cuerpo quedó cubierto hasta la cintura, lo lanzó con todas sus fuerzas al agua.
La risa diabólica del menor quedó literalmente aguada en cuanto Taehyung apareció en la superficie y comenzó a salpicarle bruscamente. Jungkook se protegió con los brazos pero pasó pronto a la ofensiva. La pareja se siguió atacando sin dejar de armar un tremendo escándalo.
Taehyung fue el primero en sentir los brazos pesados. Jungkook aprovechó la ventaja para saltar encima de él y sumergirlo bajo el agua. Durante unos minutos se hicieron ahogadillas, insultándose y riéndose a carcajadas cada vez que uno terminaba con la cabeza bajo el agua.
Taehyung se sirvió de un despiste de su chico para atacarlo por la espalda y morderle en un hombro.
—¡Ay!— gritó Jungkook —¡Serás bruto!
—Soy una piraña— se alejó riéndose de él —Tata, la piraña— canturreó.
—¡Las pirañas son de agua dulce!— Jungkook comenzó a perseguirle —¡Te voy a cocinar al vapor!
—¡Pero si solo sabes hacer Ramen!
—¿Qué dijiste, cabronazo?
El mayor volvió a iniciar otra pelea de agua. Jungkook se cubrió el rostro pero siguió avanzando hasta alcanzarlo y alzarlo sobre sus hombros. Taehyung se quejó entre risas pero se dejó hacer sin resistencia.
El maknae comenzó a caminar hacia la arena mientras su novio se quedaba observando la belleza de la isla. El menor lo dejó sobre la toalla colorida que había extendido bajo una roca que les proporcionaba cierta sombra. Luego se tumbó a su lado, agotado por el ejercicio físico.
—Me siento como un niño pequeño— comentó Taehyung jovial —Hacía tiempo que no me divertía tanto.
—Ni yo— Jungkook apoyó la cabeza sobre su brazo y le miró ensimismado —¿Seguro que esto es real?
—Parece un sueño, ¿verdad?— se acurrucó a su lado —Por suerte es real.
Jungkook depositó un suave beso sobre sus labios. La genuina sonrisa del castaño le contagió de tal manera, que arrugó la nariz mientras sonreía alegremente. Los dos se fundieron en un profundo abrazo, dichosos de poder pasar el día juntos y sin preocupación alguna.
En lo más alto de la isla, Yoongi y Jimin se habían quedado dormidos bajo la sombra de un roble. El silencio que envolvía el lugar solo era perpetrado por los cánticos de los pájaros.
El menor se despertó primero y atraído por la expresión de su novio, comenzó a besarle la mejilla presionando sus labios levemente. Yoongi abrió un ojo cuando su chico iba por el cuello. El joven ronroneó suavemente, sacándole una sonrisa a Jimin. Sin compartir ni media palabra, el mayor lo besó íntimamente, embriagando al rubio con el intenso placer de su lengua.
✦✦✦
Sus cuerpos dieron varias vueltas sobre la manta buscando prolongar el juego, hasta que Jimin se sentó encima de él y Yoongi quedó observando cómo se quitaba la camiseta. Las manos del mayor invadieron su torso, explorando y adueñándose de sus pectorales.
En la playa, el abrazo entre Taehyung y Jungkook había abierto el camino a las caricias y a los besos, a los susurros cálidos y a las palabras ardientes. El castaño se encontraba tumbado de costado, saboreando los besos de su chico y sintiendo cómo su mano iba trazando un camino hacia su bañador. El mayor se mordió el labio inferior al sentirlo juguetear alrededor de su entrepierna, marcando con los dedos la zona cercana a sus genitales.
La camiseta de Yoongi cayó sobre sus pantalones; Jimin lo despojó hábilmente de la ropa y se desnudó frente a él, seduciéndole con cada mirada. El mayor lo agarró de la nuca y con un diestro movimiento lo tumbó sobre la manta. Jimin sonrió tan enamorado que Yoongi notó cómo su amor traspasaba cada parte de su piel. Envuelto por aquella magia comenzó a quitarle el bóxer, la última prenda que lo alejaba de una total desnudez.
El romper de las olas ocultó los suaves gemidos que escaparon de la boca de Taehyung mientras su novio lo masturbaba. El maknae no pudo resistirse al dulce sonido de su voz y golpeó ansioso su pelvis contra su trasero, haciéndole notar la intensa necesidad que lo dominaba. El mayor se giró y le susurró algo al oído, encendiendo aún más el deseo en su mirada. Jungkook respondió con un beso largo e íntimo, uno tan apasionado que dejó a ambos sin respiración.
Las nubes desaparecieron por completo, dejando a la vista un cielo celeste que Jimin contempló fascinado mientras se movía intensamente sobre Yoongi. El mayor lo sujetó con firmeza, arrebatado y embriagado por la imagen de su novio cabalgando sobre él.
Jungkook tomó a su chico a cuatro como había deseado desde que pisaron la arena. El menor aprisionó sus caderas sin contenerse en cada embestida. Taehyung se mordió el labio tratando de ocultar sus gemidos pero fue en vano; estaba tan excitado como su pareja y aunque quería reprimirse por temor a que alguien los viera y eso pudiera causar malestar en Jungkook, no pudo frenarse ante la oleada de placer que lo invadió.
Su hermano en cambio no sentía preocupación por ser descubiertos. En la colina solo había caballos, pájaros e insectos y ninguno parecía estar interesado en lo que estaban haciendo. Lo único que le preocupaba era el deleite de su pareja y Jimin parecía estar repleto de él.
Yoongi se agarró de la hierba por la intensidad de los movimientos justo cuando Taehyung hundió las manos en la arena al sentir otra estocada. Jimin se inclinó reclamando su boca, al igual que Jungkook, quien succionó su piel sin mesura.
El clímax los atrapó en un flujo de intensas palpitaciones. Cuando las pulsaciones se calmaron, iniciaron los besos y las caricias, que buscaban saborear el momento y extenderlo lo máximo posible.
✦✦✦
—Creo que he tragado arena— jadeó Taehyung contra el rostro de su amado —Aunque también siento que me ha entrado en otras partes del cuerpo.
Jungkook soltó una sonora carcajada debido a sus palabras, pero también por su entrañable expresión.
—¿Te ha gustado la experiencia?
—Sí— aseguró Taehyung fascinado —¿Te gustaría repetirla otro día?
—Me encantaría— Jungkook le besó el rostro dulcemente —La próxima vez me toca a mí tragar arena.
Ambos se acomodaron sobre la toalla mucho más relajados. El maknae iba a coger el bañador pero Taehyung se lo impidió.
—Quedémonos desnudos— susurró con voz profunda —Como en una playa nudista.
—Nunca he estado en una playa nudista— el menor acarició su rostro —Contigo estoy teniendo muchas primeras veces.
—Y las que te quedan, cachorrito— le mordisqueó la oreja —Te voy a llevar por el camino de la perdición.
—¿Y cuál sería ese?
—Sexo en lugares públicos, juegos de rol picantes, disfraces eróticos e incluso algún trío— le lamió la mejilla descaradamente —Las sendas del placer son infinitas, al igual que mis ganas por ti.
—No vamos a follar con otro tipo.
—Los caminos del Señor son inescrutables, Jungkook.
—¿Desde cuándo eres religioso?
—Desde hace tres segundos, pero oye, si te van las fantasías religiosas me hago cura en los próximos cuatro.
—Eres insoportable— Jungkook se dejó besar sin poder contener su sonrisa —Quién me mandaría a mí enamorarme de ti.
—El Señor es sabio.
—Cállate ya.
Taehyung se echó a reír entre sus brazos. Jungkook lo contempló encandilado; la sensación de sentir la brisa del mar sobre su piel desnuda le pareció fascinante, sobre todo compartiendo ese momento tan íntimo con él.
Los pájaros revoloteaban emitiendo cánticos muy alegres mientras Balder y Tyr se daban un festín con las hierbas de la colina.
—Se te da muy bien montar— aseguró Yoongi pícaramente —Y no hablo de los caballos.
—Lo sé— respondió Jimin seguro de sí mismo —Soy el mejor jinete que tendrás en tu vida.
—Me encanta cuando te pones así.
La pareja se acurrucó bajo la sombra, sintiendo el agradable olor de la naturaleza. Yoongi comenzó a pasar los dedos por el cabello del menor, gesto que agradó mucho a Jimin.
—Me gusta este sitio, Yoon. Deberíamos venir más a menudo.
—A mí también— lo agarró de la nuca para inclinar su rostro hacia él y besarlo —Este será nuestro lugar.
—Nuestro lugar— su sonrió se agrandó tanto que contagió a Yoongi —Te amo muchísimo.
—Lo sé— soltó con cierta arrogancia —Se nota por cómo babeas por mí.
El rubio agarró la prenda más cercana y le pegó con ella en la cara. Yoongi se rió al comprobar que se trataba del bóxer de Jimin. Lejos de molestarse por su atrevimiento, tomó la pieza de ropa y se la puso.
—Idiota— el menor observó indignado cómo comenzaba a bailar —¡Para!— gritó avergonzado —¡Deja de imitarme!
—Tus calzoncillos me acaban de otorgar habilidades de baile increíbles— Yoongi continuó moviéndose de forma divertida —Soy el mejor bailarín del planeta.
—Recuérdame que compruebe si el divorcio en Inyeon está vigente.
—No te oigo— el mayor hizo una pirueta —Mi maestría me deslumbra.
El rubio le miró con cara de asco pero al final terminó cediendo y rompió a reír.
Yoongi y Jimin se quedaron hasta el atardecer, al igual que sus hermanos. Ambas parejas habían llevado comida para pasar la tarde y poder contemplar la puesta de sol, que desde la playa fue igual de espectacular que desde la colina.
El cielo mostró tonalidades rojizas, indicando que el día de mañana podría ser igual de cálido, lo que era inusual para aquella época del año.
Taehyung y Jungkook fueron los primeros en volver a casa. Hoseok y Eunha se encontraban en el salón cuando Mellie los recibió en la entrada. La muchacha estaba leyendo otra recomendación de Sungjae mientras el pelirrojo tomaba apuntes de varios libros de medicina, a cada cual más grueso.
Yoongi y Jimin regresaron después de dejar a Balder y Tyr con Seungheon. La pareja les recomendó a los demás dar un paseo a caballo y también subir a la colina, donde las vistas eran magníficas. Taehyung y Jungkook les indicaron donde quedaba la playa que habían visitado y desvelaron, para interés de sus hermanos, que se podían bañar desnudos.
Alrededor de las diez de la noche, un fuerte golpe contra la puerta cesó la tranquilidad del hogar de los Park-Min-Jung. Yoongi se acercó extrañado por la insistencia de la persona que llamaba.
—Beomgyu, Soobin— se sorprendió al ver sus rostros desencajados —¿Qué pasa?
—¡Hyung! ¡Hyung, necesitamos tu ayuda!— los muchachos comenzaron a hablar a la vez, mezclando sus voces entre gran angustia —¡Por favor! ¡No sabemos qué hacer!
—Chicos, no os estoy entendiendo— Yoongi se apartó para que pudieran acceder a la vivienda —Pasad y contadme lo que sucede.
Los demás, que todavía seguían en el salón, los vieron entrar con cara de espanto.
—¿Qué ocurre?— Taehyung se levantó del asiento en cuanto notó que Beomgyu tenía los ojos llorosos —¿Ha pasado algo?
—No han vuelto— desveló Soobin con voz entrecortada —El equipo de expedición no ha vuelto.
La confusión generó un bullicio de voces que comenzaron a extenderse por toda la casa. Yoongi alzó la suya sobre todas las demás para hacerles callar y crear un poco de orden.
—¿Esto había pasado antes?— preguntó Jungkook en cuanto volvió la calma.
—Siempre han regresado antes del atardecer— Soobin no lograba contener los nervios —Y-Ya es de noche y siguen sin aparecer...
—Yeonjun hyung— sollozó Beomgyu —Yeonjun hyung está con ellos.
Todos se sorprendieron ante esa revelación.
—¿Yeonjun?— Yoongi dio un paso al frente —Joongki hyung no me dijo que fuera a ir con ellos.
—Tranquilo, seguro que está bien— Taehyung le dio un abrazo a Beomgyu —Probablemente solo se han retrasado un poco.
—Iré a hablar con el concejo— Jimin apretó el brazo de su novio, al que veía especialmente afectado —Imagino que habrá un protocolo de emergencia para un caso como este.
Yoongi se quedó muy pensativo mientras veía cómo su chico salía de la vivienda. Taehyung y Eunha trataron de tranquilizar a los Choi, logrando que tomaran asiento en el sofá. Hoseok se dispuso a hacer un té para calmar los nervios.
—Puede que hayan tenido un contratiempo— comentó la muchacha —No os pongáis en lo peor.
—No entiendo por qué ha ido Yeonjun— Yoongi apretó el puño —Es un crío, joder. No debería participar en algo tan peligroso.
—Desde que llegamos ha querido ser parte del equipo de expedición— a Soobin le temblaban las manos de la ansiedad —El Señor Song no le permitía unirse. Le dijo que era demasiado joven... Pero...
—Hyung nos dejó una carta... Ponía que se iba a colar en el barco— Beomgyu se disgustó al pensar en sus palabras —Le hemos buscado por toda la isla pero no está...
—¿Vuestros padres están al tanto de esto?— se interesó el castaño —¿Saben que se ha ido con ellos?
—No. Mis padres creen que está con los caballos— respondió Soobin intranquilo —A veces se queda hasta tarde, en ocasiones incluso duerme allí. Le gusta estar con los animales.
Taehyung se sentó a su lado y trató de calmar su ansiedad con palabras de ánimo. Yoongi y Jungkook no sintieron el mismo optimismo. A ambos les había invadido un profundo malestar con la noticia.
Jimin regresó a media noche. Las preguntas de sus amigos comenzaron a amontonarse en cuanto pisó el salón.
—Vamos a esperar hasta mañana— expresó el rubio extremadamente serio —Si no han vuelto al amanecer, buscaremos una solución entre nosotros.
—¿Entre nosotros?— repitió Hoseok asombrado —¿El concejo no les va a ayudar?
—No se ha decidido aún.
Yoongi notó que su novio estaba mintiendo.
—¿Cómo que no se ha decidido aún?— Beomgyu le miró espantado —¿Es que no van a hacer nada?
—Nadie quiere ir, ¿verdad?— a Soobin se le saltaron las lágrimas —Los van a dejar morir... Los van a dejar a su suerte...
Hoseok lo estrechó entre sus brazos antes de que el chico rompiera en llanto. Ser testigo de la desesperación de Soobin aumentó la ansiedad de Beomgyu.
Jimin salió del salón y Yoongi le siguió hacia la entrada de la casa.
—El protocolo es no hacer nada— desveló el rubio en cuanto Taehyung y Jungkook se unieron a ellos —Si un equipo no regresa, por la razón que sea, el próximo equipo debe buscar provisiones en otra parte.
—Así que los van a dejar tirados— el maknae se apoyó contra la pared —Que hijos de puta.
—He insistido en enviar un grupo de rescate pero menos Wooshik, todos han votado en contra— Jimin se cruzó de brazos —Además, he hablado con los compañeros de Joongki hyung y solo un navegante está dispuesto a ir la península.
—Le acompañaré— aseguró Yoongi sin vacilar —Joongki hyung y Yeonjun son buenos amigos. No puedo quedarme sin hacer nada.
—Lo sé— el rubio le miró fijamente a los ojos —Por eso iré contigo.
—No puedes, Jimin— negó el mayor inmediatamente —Eres parte de un concejo que está deseando librarse de ti. Tienes que quedarte.
—Te necesitamos aquí, MinMin— Taehyung estaba de acuerdo con su hermano —Por eso iré yo en tu lugar.
—¿Qué dices? ¿Por qué quieres ir?— Jungkook se mostró en completo desacuerdo —Iré yo con Yoongi hyung. Tú te quedas aquí.
—No, Kook, sois vosotros los que debéis quedaros— respondió ante la penetrante mirada de su chico —Os pertenece media isla, tú mismo lo dijiste esta mañana. El peso que tenéis en el concejo y en la policía es fundamental para todos nosotros.
—Tae lleva razón— apoyó Yoongi a regañadientes —Sin embargo, no hace falta que me acompañéis. Puedo ir solo.
—No pienso dejar que vayas solo— intervino Jimin —Es demasiado peligroso.
—Iré con él— respondió Taehyung tajante —He tomado una decisión— el castaño miró a Yoongi y luego a Jungkook —Si me queréis tendréis que respetar mi postura.
—No me parece justo que lo decidas por tu cuenta— el maknae no pudo disimular su frustración —¿Mi opinión no cuenta?
—Cuenta— aseguró sin perder la calma —Pero es mi hermano y tú deberías entenderlo mejor que nadie.
La tensión que surgió entre ellos incomodó a Yoongi, que no supo qué decir para aliviar el malestar de ambos.
—Vamos a esperar hasta mañana— dijo Jimin tratando de apaciguar los ánimos —Es posible que solo hayan tenido un problema con el barco y eso les haya retrasado.
—Esperemos que solo sea eso— farfulló Jungkook malhumorado.
—Y si no es así, saldremos a primera hora de la mañana— concluyó Taehyung.
Parece que la calma se tambalea cuando mejor se lo estaban pasando ambas parejas. ¿Qué habrá pasado con el grupo de expedición? ¿Les habrá sucedido algo en la península o solo se han retrasado?
¿Qué pensáis de la decisión de Taehyung? ¿Creéis que debería ir con Yoongi? 🤔
¡Se nos viene DYNAMITE! 🧨 Sé que todavía falta un poco para disfrutarla, pero estoy muy emocionada. 🥺 Dadle mucho amor a los chicos, ¿si? Se merecen todo el éxito del mundo. 💜 Feliz semana. ✨
Últimamente veo a muchas personas preguntándome cuándo actualizo. Lo hago cada 9/10 días y seguiré actualizando a este ritmo hasta que me haya recuperado de mi enfermedad, que probablemente no sea hasta el año que viene. En la descripción de Retrouvailles también lo pone. Si cambia algo os avisaré por aquí. 🌹
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro