—¡No!— Hoseok extendió el brazo —¡No te vayas!

Yoongi se sentó inmediatamente sobre la cama, rozando su pierna con la suya.

—Tranquilo— le apretó el hombro —Cálmate, Hoseok.

El pelirrojo giró el rostro desorientado. Por un instante creyó que todavía seguía a las afueras de Seúl, en aquel lugar de su infancia.

—¿Has soñado con él?— preguntó el mayor sin tapujos.

—Joonie— susurró en un tono débil, casi imperceptible.

—¿Le has visto?— insistió Yoongi —¿Has hablado con Namjoon?

—Sí— Hoseok tenía la boca seca y la garganta algo irritada —Estábamos en el bosque, junto al río. Él estaba bien, incluso me sonreía— sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas —Pero ahora ya no está... Joonie se ha ido...

—Hoseok— le tomó de la mano —Has mencionado El Umbral. ¿Namjoon está allí?

—Solo ha sido un sueño— sollozó, tapándose la boca —Joonie está muerto...

—No ha sido solo un sueño— el mayor sintió cómo su respiración se volvía más pesada —Escúchame, por favor— le pidió, logrando crear contacto visual con él —Mi mejor amigo también murió y después se comunicó conmigo a través de un sueño.

Hoseok frunció el ceño; Yoongi notó su escepticismo.

—Sé que suena de locos, yo tampoco lo habría creído si no fuera porque Jin me habló— Yoongi trató de mostrarse sereno pero su agitación era difícil de disimular —Jin me dijo que está en El Umbral y mientras dormías, has mencionado ese sitio. Esto no puede ser una coincidencia. ¿Entiendes?— le apretó el brazo —¿Qué te ha dicho Namjoon exactamente?

El pelirrojo le miró dubitativo hasta que Yoongi repitió la pregunta con más contundencia.

—M-Me dijo que estaba en El Umbral— recordó desconcertado —Que estaría conmigo cada día, aunque no pudiera verle y que me esperaría...

—¿Te comentó algo más?— insistió —¿Te habló de Jin?

—Dijo que estaba con un amigo tuyo— Hoseok se limpió las lágrimas —Creía que era un sueño— alzó la vista —¿De verdad ha sido real?

—Todo lo que has visto ha sido muy real— le aseguró —Namjoon está en El Umbral con Jin— el corazón de Yoongi dio un vuelco tras pronunciar esas palabras —Sé que esto no es ningún consuelo para ti, pero...

—Te equivocas— Hoseok trató de controlar el llanto —Me duele muchísimo, hyung, pero es un alivio saber que Joonie está bien. Es un alivio saber que sigue conmigo, aunque no estemos juntos— su voz se quebró —Y es un alivio saber que me estará esperando.

Yoongi no pudo contenerse y lo estrechó entre sus brazos.

La pena que padecía Hoseok era infinita y sin embargo, saber que aquel momento entre ellos no había sido fruto de su imaginación y que Namjoon estaría esperando para pasar la eternidad a su lado, esa realidad daba algo de luz a su oscuridad.

—Hoseok— Yoongi le habló suavemente al oído —¿Te ha dicho Namjoon algo más sobre Jin?

—No, lo siento.

—No te preocupes— sonrió, ocultando su malestar —Lo importante es que Namjoon se ha comunicado contigo.

Hoseok se apartó de su amigo al sentir algo golpeando contra su espalda. Mellie estaba intentando llamar su atención, finalidad que cumplió al ser alzada por el muchacho.

La mente de Yoongi se ausentó por un instante. El mayor no comprendía por qué Seokjin no le había enviado un mensaje.

«Quizá no esté permitido enviar mensajes a través de otras personas o quizá ya no pueda hacerlo conmigo»

—Hyung... ¿Has vuelto a soñar con tu amigo?— preguntó un poco más calmado —¿Crees que podré ver a Joonie en otro sueño?

—No— su tono de voz se tornó triste —Parece que lo de los sueños solo funciona una vez.

—Entiendo— Hoseok bajó la mirada decepcionado —Al menos hemos podido verles otra vez...

Yoongi se fijó en el esfuerzo que estaba haciendo por no romper a llorar. El hermano de Taehyung le volvió a abrazar, tratando de suavizar su carga.

—Y al menos están juntos— le acarició la cabeza cariñosamente —Así se harán compañía hasta que nos volvamos a reunir con ellos.

—Quiero que ese momento llegue ahora— clamó dolido —Quiero morirme, hyung...

Aquellas palabras hirieron el corazón de Yoongi profundamente. El chico aguardó unos segundos antes de retomar la conversación.

—Namjoon no quiere eso— respondió pensando en Seokjin —Él quiere que vivas, que sigas adelante y que tengas una vida.

—No puedo tener una vida sin él...

—Comprendo cómo te sientes— Yoongi alzó su rostro levemente —Pero Namjoon luchó como un león para proteger tu vida, Hoseok. Nunca se rindió contigo, independientemente de lo difícil que fuera la situación. ¿Y tú?— hizo una pausa significativa —¿Vas a rendirte tan rápido? ¿Vas a desperdiciar la vida que tanto protegió?

Hoseok se quedó estático. El dolor era tan fuerte que lo único que deseaba era dejar de sufrir. ¿Pero cómo podía mirarle a los ojos si se rendía de esa manera? ¿Cómo podía aparecer ante él si le ponía fin a su vida? A esa vida por la que tanto había luchado Namjoon.

—Es injusto— exhaló un suspiró —Es muy injusto, hyung.

—Lo es— le acarició la mejilla —Y aun así debemos seguir adelante. Tenemos que lograr que se sienta orgulloso de nosotros.

—Le voy a echar mucho de menos— Hoseok apoyó la frente contra su pecho —He crecido con él, Joonie siempre ha estado a mi lado... Durante toda mi vida ha sido mi apoyo...

—Ahora lo seré yo— prometió, incapaz de contener las lágrimas por más tiempo —Seré tu apoyo hasta que vuelvas con él. Yo cuidaré de ti, ¿lo entiendes?— lo apretó con más fuerza —Pero tienes que prometerme que vivirás, tienes que jurarme que vivirás, Hoseok.

El pelirrojo asintió levemente con la cabeza.

Yoongi se quedó con él sobre la cama del pequeño camarote, arropándole y consolándole mientras Hoseok dejaba salir todo el dolor que albergaba dentro de su corazón.

—¡Hobi!— Namjoon abrió los ojos de sopetón. El joven trató de levantarse de la cama pero no pudo. Al girar la cabeza vio a Seokjin a su lado, abrazándole por la espalda —¿Qué coño haces?

Namjoon se intentó soltar bruscamente; Seokjin le dejó ir sin oponer resistencia.

—Lo siento, no quería incomodarte— el mayor se apoyó contra el respaldo —Solo te estaba dando mi energía.

—¿Tu energía?— repitió confuso.

—Cuando me despedí de Yoongi no pude darle un abrazo. No sé si fue porque no sabía controlar el sueño, no tenía suficiente energía o por ambos motivos— se sentó sobre el colchón —La cuestión es que no quería que te sucediera lo mismo. Has podido tocarle, ¿no?

—Sí— Namjoon se relajó tras oír su explicación —Perdona... Es que... Estoy un poco alterado con todo esto.

—Es lógico— aceptó con una sonrisa —¿Cómo te encuentras?

—No lo sé— el menor se quedó en silencio, tratando de organizar sus sentimientos —He intentado darle ánimos... He intentado ser positivo pero...

—Estás asustado.

—Estoy aterrado— Namjoon desvió la vista por la habitación —Este lugar no parece real... Es como si todo esto fuese una ilusión.

—Ya, a mí también me costó acostumbrarme— Seokjin se levantó de la cama —Pero todo lo que ves es muy real.

El menor dio unos pasos por el cuarto, contemplando el paisaje del exterior.

—Dime una cosa— murmuró —¿Aquí cómo transcurre el tiempo?

—No sé cómo será al otro lado pero aquí es igual que en la tierra. Si decides quedarte por Hoseok, tendrás que vivir los mismos días que él.

—¿Quieres decir que si Hobi vive treinta años, yo también tendré que vivir treinta años? ¿Te estoy entendiendo bien?

—Eso es— Seokjin notó cómo su rostro perdía color —Estar aquí no es fácil, Namjoon. Si lo fuera todo el mundo se quedaría y como ves solo estamos tú y yo.

—¿Eh?— frunció el ceño —¿Estás diciendo que no hay otras personas?— Namjoon caminó hacia él —¿Cómo es eso? ¿Acaso solo existe tu orbit?

—Cada persona tiene su propia orbit— aclaró con calma —Lo que pasa es que la gente decide cruzar al otro lado porque la mayoría ya no tiene a nadie por quien velar.

—Entonces estamos solos— Namjoon tuvo que sentarse de la impresión —¿Puedo al menos mostrarme ante él?— su voz perdió fuerza —¿Puedo hablar con Hobi o tener contacto con él?

—Es mejor que no...

—¿Por qué?— apretó los puños —Acabo de hacerlo, ¿por qué no puedo hacerlo otra vez?

Seokjin no contestó.

—¿Por qué te quedas callado?— se mosqueó —¿Por qué no me das una explicación?

—¡Porque hay consecuencias!— gritó —¡Porque empiezas creyendo que puedes controlar la situación, que sabes hasta dónde puedes llegar pero no, no lo sabes y se te termina yendo de las manos! ¡Porque por muy listo que te creas darás un paso en falso y sucederá algo con lo que tendrás que cargar para siempre!

Namjoon no replicó, no tras verle estallar de esa forma. El joven que lo había recibido con cordialidad se había mostrado sereno, amable y simpático en todo momento, pero ahora esa apariencia había desaparecido por completo.

—Lo siento— Seokjin se pellizcó el brazo, arrepentido por su ida de tono —Yo no...

—¿Qué te ha pasado?— preguntó sin sonar demasiado brusco —Puedes contármelo.

Seokjin dudó; si se lo decía se iría, de eso estaba seguro, pero tampoco podía ocultárselo eternamente. Mantener a Namjoon en El Umbral no era justo y mucho menos ético.

El mayor comenzó a moverse por la habitación, tratando de buscar la mejor manera de explicárselo.

—Yoongi es mi mejor amigo— dijo tras encontrar algo de valor —Nos conocimos hace varios años en Daegu y nuestra relación se volvió muy estrecha, hasta tal punto que lo considero a él y a Taehyung mi familia.

La mirada de Namjoon se desvió hacia una de las fotografías del cuarto.

—Morí protegiendo a Yoongi y no me arrepiento de la decisión que tomé— aseguró —Nunca me he arrepentido. Ni en todos estos meses de soledad me he arrepentido una sola vez— Seokjin posó la vista sobre él —Por eso lo volví a hacer... Porque los quiero más que a nada en el mundo.

—¿Hacer qué?

—Cuando Taehyung me llamó, no pude quedarme mirando...

—Fuiste tú el del pasillo del búnker, ¿no?— asumió inmediatamente —El que nos avisó del peligro que corrían Jimin y Taehyung.

—Y también fui yo el que evitó que Taehyung y Jungkook acabasen sepultados bajo tierra— dio unos pasos hacia la ventana —Y también intervine cuando los hombres de Bogum empujaron a Taehyung desde el edificio.

—¿Qué?— se levantó bruscamente de la cama —¿Lo empujaron?

—Sí— Seokjin sintió cómo se le secaba la boca y le comenzaban a temblar las manos —Por eso estás tú aquí.

El menor no reaccionó; solo se le quedó mirando.

—He intervenido tantas veces que...— se mordió el labio inferior —Por eso has muerto, Namjoon.

—Lo que dices no tiene sentido— aseguró perplejo —Sí, has intervenido unas cuantas veces pero entonces tendrían que haber muerto Taehyung y Jungkook, ¿no? Los has salvado a ellos, no a mí.

Seokjin negó con la cabeza.

—¿Por qué iban a matarme a mí en su lugar?

—No lo entiendes— su voz perdió estabilidad —He soñado con el futuro. Me han mostrado lo que he cambiado.

—¿Quién? ¿Dios?— Namjoon soltó una carcajada, incapaz de asumir lo que estaba diciendo —Esto no tiene sentido.

Seokjin apenas podía respirar por la fuerte presión que sentía en el pecho. Le aterraba la reacción del menor y sin embargo no se detuvo ahí.

—He visto morir a Taehyung y Jungkook sepultados bajo tierra— comenzó a contar con voz temblorosa —He visto a Jimin encerrarse en la habitación de su hermano y a Yoongi quedarse junto a él, acurrucados sobre la cama mientras las llamas devoraban la casa de la montaña— pronunció con profundo dolor —He visto a Sooyoung, Yerim y Jihyo separándose del grupo y fallecer de deshidratación en una cabaña... Y a Jackson y Jihoon ser asesinados por los hombres de Park Bogum.

Un breve silencio se interpuso entre ellos, cargado por una profunda tensión.

—Te he visto a ti en una casa, comiendo en la mesa de la cocina junto a Hoseok mientras Eunha le servía alimentos a Mellie— sus ojos se tornaron vidriosos —A tu izquierda había una niña sentada en una trona. Hoseok intentaba darle de comer pero ella no quería... En cambio cuando tú lo intentabas, sí comía. Eso ofendía a Hoseok y divertía a Eunha.

—No— Namjoon no pudo mantener la compostura —No es cierto.

—Esa niña te llamaba papá...

—¡No!— gritó alterado —¡Eso no es posible!

—Vosotros tres habríais sido los únicos supervivientes— Seokjin se forzó a mirarle a los ojos —Vosotros tres habríais llegado a la isla.

—¡Cállate! ¡No quiero oírte más!— le amenazó —¡No quiero que vuelvas a abrir esa puta boca!

Seokjin se mordió la carne de la boca, tratando de contener las lágrimas en vano.

—¡Me has quitado mi futuro! ¡Me has quitado a Hobi! ¡Me has arrebatado la vida!— Namjoon estaba tan furioso que por un instante contempló la idea de estamparlo contra la pared. Si no lo hizo fue por la expresión que vio en su rostro; una expresión de sufrimiento que evitó que descargase su ira sobre él.

Seokjin dio un respingo al ver cómo tomaba la silla de la esquina y la lanzaba contra el ventanal. El vidrio se rompió en mil pedazos y sin embargo, aquella acción no alivió la rabia de Namjoon en lo más mínimo.

El menor salió al exterior dando un tremendo portazo, lo que terminó por romper toda la cristalera. 

Seokjin no supo qué hacer; si le seguía se arriesgaba a recibir una paliza pero si no lo hacía, sería mucho peor. El mejor amigo de Yoongi decidió ir tras él. Ser golpeado no era nada en comparación con el dolor que le había causado.

El joven lo encontró en la playa, gritando y lanzando patadas contra la arena. Namjoon cayó de rodillas y siguió golpeando la superficie con los puños, cargando con una rabia desmedida.

Seokjin aguardó durante media hora, hasta que Namjoon halló algo de serenidad. El castaño se fue acercando lentamente, indeciso y asustado pero sin detenerse.

El menor no reaccionó a pesar de percibirle a su derecha. Tras un breve e incómodo silencio, Seokjin tomó la palabra.

—Lo siento profundamente... Solo intentaba proteger a mi familia... Si hubiera sabido todo esto, yo...

—Lo habrías hecho igual— Namjoon no alzó la vista hacia él, solo siguió contemplando el mar —No creo que alguien que dice amar a su familia sea capaz de verles morir de una forma tan horrible.

Seokjin se quedó estático al recibir esa respuesta.

—Yo no habría podido— continuó —Así que entiendo que hayas salvado a Taehyung.

El mayor cerró los ojos tratando de combatir sus emociones.

—Estoy enfadado... Y disgustado... Dolido, resentido y enfurecido— Namjoon apretó los dientes con fuerza —No importa el camino que hubiéramos tomado, alguien habría acabado muerto.

Seokjin no pudo contradecirle en eso.

—¿Cuándo te mostraron el futuro que habías cambiado?

—Tras salvar a Taehyung de la caída...

—No tiene ningún sentido— negó con la cabeza —¿Cómo coño podría haber abandonado a mi primo?

—La muerte de Jungkook y Taehyung rompió a Jimin— respondió Seokjin en un susurro —No podía seguir adelante y Yoongi no podía seguir sin ellos tres.

—Aún así— insistió —Yo nunca le habría abandonado.

—Lo hiciste por Hoseok y Eunha. Lo hiciste porque de lo contrario habrían muerto entre las llamas.

Namjoon golpeó el suelo rabioso. Seokjin le dio unos minutos para recomponerse.

—¿Siguen los demás en peligro o están a salvo con mi muerte?

—No lo sé— confesó angustiado —Tres personas tendrían que haber llegado a la isla pero ahora llegarán seis.

—Así que tres van a morir...

—No tiene que ser así— Seokjin se sentó a su lado —Es posible que su destino también haya cambiado.

—O puede que no— su mirada se perdió en el horizonte —Puede que incluso mueran más de tres.

—O ninguno— el mayor apretó el puño —No lo sabemos.

Una leve brisa sopló entre ellos. La marea seguía en calma, al igual que el cielo, que desprendía una sensación de profunda paz.

—Ahora que lo pienso...— la ira de Namjoon se había desvanecido —Verte entre la multitud fue un aviso, ¿no?

—Tu muerte era inminente... Por eso fuiste el único que pudo verme. 

—¿Y ahora qué?— resopló —¿Qué es lo que tengo que hacer?

—Tienes tres opciones— respondió inquieto —Puedes quedarte en tu propia orbit hasta que Hoseok muera o puedes quedarte conmigo hasta que eso suceda. También...

—Puedo cruzar al otro lado.

—Sí— la mirada de Seokjin se entristeció —También puedes elegir una de las puertas a tu disposición.

El mayor esperó una respuesta pero Namjoon no se la concedió. El primo de Jimin se levantó del suelo y caminó hacia el muelle, sin reparar más en él. Seokjin hundió las manos en la arena, dolido y frustrado consigo mismo por la decisión que había tomado.

«¿Por qué iba a quedarse con la persona que le ha arruinado la vida?»

Seokjin se levantó resignado. El aislamiento al que estaba expuesto era insoportable. No podía hablar con nadie, ni tocar a otra persona, ni compartir una simple comida. Y ahora tampoco le estaba permitido comunicarse con Yoongi. A pesar de haberlo intentado todo, la conexión entre ellos había cesado.

«Esto es lo que has elegido, Seokjin»

El mayor le siguió por el muelle. Su soledad era tan profunda que había albergado la leve esperanza de que Namjoon se quedase con él.

«A veces la esperanza no es más que una triste ilusión»

Seokjin se detuvo a poca distancia de las puertas, con la cabeza gacha y la mirada perdida. Namjoon no dijo nada al sentir su presencia, tampoco se giró hacia él.

—¿Cuál vas a elegir?

—¿Qué puerta lleva al más allá?

—La del centro— respondió tratando de ocultar su dolor —¿No quieres saber hacia dónde llevan las otras?

Namjoon ignoró la pregunta; Seokjin observó resignado cómo tiraba de la manilla.

Una luz brillante escapó del otro lado, cegándoles de inmediato. El menor notó un calor muy suave extendiéndose por su interior. La sensación era única, casi etérea. Esa calidez lo envolvió, borrando todas las emociones negativas que estaba sintiendo.

—Namjoon, espera— Seokjin quiso dar un paso al frente pero algo se lo impidió; el chico no pudo moverse —¡Namjoon, por favor, no te vayas!

El menor no oyó su voz; Namjoon estaba mirando a través de la luz, algo que Seokjin no podía. Aquella claridad dio paso a un silencio, que a continuación mostró un escenario muy diferente.

Yerim estaba sentada sobre una manta de cuadros, justo debajo de un cerezo en flor. A su lado se encontraba Sooyoung, concentrada en cortar un trozo de tarta de fresas con nata. Los dos pedazos quedaron distintos y esa desigualdad provocó un ataque de risa en Yerim. Sooyoung tomó el trozo más grande y se lo metió a la muchacha en la boca. Yerim se sobresaltó tanto, que ahora era la joven de cabello largo la que se retorcía divertida en el suelo. Su júbilo sin embargo duró poco, lo justo como para recibir un tartazo en la cara. Sooyoung se abalanzó sobre ella entre gritos, risas y amenazas. Yerim respondió con besos y caricias, una combinación que calmó el mal genio de su novia rápidamente.

El escenario se alejó y otro apareció delante de Namjoon.

Una pequeña piscina de colores alegres y llamativos, resguardada por árboles de tilo se mostró ante él. En el agua se encontraban tres personas, entre ellas Jihyo. La bebé que tenía en brazos no podía parar de reír por culpa de las muecas graciosas que hacía una joven a la que Jihyo llamaba Dahyun. Namjoon no sabía quiénes eran esas dos personas pero tampoco necesitó saberlo; la alegría que vio en el rostro de Jihyo era suficiente para entender que aquellas muchachas eran la razón de su inmensa felicidad.

La escena volvió a alejarse para mostrar otra completamente distinta.

En la plaza de un pueblo, rodeado por ciruelos, Namjoon vio a Jihoon bailando con Yuqi al compás de la música. La sintonía que sonaba era alegre, al igual que los movimientos divertidos y enérgicos que compartía la pareja. Cerca de la pista halló a otra persona cuya presencia le aceleró el corazón. Jackson estaba sentado en una de las mesas de piedra, tomando una copa con un muchacho que Namjoon conocía. Mark Tuan, el compañero de trabajo de Hoseok le estaba contando una historia que parecía muy divertida. Las expresiones de Jackson denotaban bienestar, lo que provocó una enorme calidez en el corazón de Namjoon.

Cuando el chico quiso acercarse, la imagen volvió a cambiar. Namjoon no pudo contener las lágrimas en cuanto visualizó el último escenario.

Su madre estaba llevando varios refrescos a la mesa mientras su padre atendía la parrilla en el jardín de su casa de Seúl. Minyoung se acercó a su marido por la espalda y lo abrazó cariñosamente, susurrándole algo que dibujó una sonrisa en el rostro de Namkyu. A pocos metros de allí, bajo un árbol de haya, se encontraba Minjun. El chico le estaba mostrando a su tía Minah los libros de escarabajos que tanto le gustaban. La mujer le hacía preguntas interesantes que el menor respondía con mucho entusiasmo.

Namjoon se tapó la boca con la mano, viéndose incapaz de controlar el llanto. La emoción de volver a ver a su familia era indescriptible; en especial a su hermano Minjun, cuya sonrisa deslumbrante le llevó a sollozar como un niño pequeño.

Todos parecían en paz, reunidos con sus seres queridos, pasando la eternidad con las personas que amaban. Namjoon sintió la necesidad de cruzar la puerta por completo pero el recuerdo de Hoseok le detuvo.

—Lo siento— el joven se limpió las lágrimas mientras contemplaba a cada miembro de su familia —Todavía no puedo ir con vosotros... Pero algún día nos volveremos a ver.

Nadie reaccionó ante sus palabras; nadie excepto Minjun. El menor giró la cabeza hacia su hermano y le sonrió genuinamente. Namjoon lo vio y le dedicó su sonrisa más entrañable.

Seokjin todavía permanecía en el mismo lugar, tapándose los ojos con el brazo. El mayor solo los abrió cuando percibió que la luz comenzaba a desvanecerse.

—¿H-Has vuelto...?— tartamudeó al verlo pasar a su lado —¿N-No has cruzado?

Namjoon guardó silencio. 

—¿Por qué?— preguntó desconcertado —¿Por qué no te has ido?

—Porque ese lugar estaría incompleto— se detuvo —No puedo cruzar sin él— se giró y le miró a los ojos —No lo haré sin Hobi. 

Namjoon tendría que haber tenido un futuro muy diferente, pero la intervención de Seokjin lo ha cambiado todo. Ahora ya no podrá ser padre ni tener una vida con Hoseok... 💔 ¿Os ha sorprendido lo que habría pasado si Seokjin no hubiese intervenido? 🤔

A pesar de todo, Namjoon ha decidido quedarse en El Umbral y no cruzar al otro lado. ¿Pero ahora qué hará? ¿Se quedará con Seokjin o se irá a su propia orbit? ¿Qué haríais vosotrxs? 

Minjun, Jackson y los demás parecen haber encontrado la paz, ¿no? 💜 A mí me ha encantado incluir esta parte en la historia. ¿Os ha gustado volver a verles? ✨

Tres personas tendrían que haber llegado a la isla pero ahora llegarán seis. ¿Qué pensáis de esto? ¿Morirán más o protegerá la muerte de Namjoon a sus amigos? 👀

Gracias por seguir mi historia cada semana. Os espero el próximo lunes como siempre. Que tengáis una feliz semana. Cuidad mucho de vuestra salud. Besos~ 😘🌹🌹🌹