20
La vista del maknae se perdió en el horizonte.
Después de ver cómo el cuerpo de Namjoon desaparecía bajo las olas, Jungkook trató de mantener la compostura y alcanzar el yate. Taehyung le ayudó a subir a Hoseok a bordo pero en el momento de reparar en su amigo, el castaño se vio desbordado por sus emociones, derrumbándose inevitablemente ante la desgracia.
Lo primero que presenció Jungkook en cubierta fue a Jimin teniendo un violento ataque de pánico. Yoongi intentaba calmarle sin fortuna mientras Eunha lloraba a lágrima viva, apartada de los demás. De Mellie no había ni rastro, no hasta que Taehyung la encontró escondida en el camarote, gimiendo asustada encima de la cama.
El caos en el yate fue descomunal. Jungkook tomó el control de la situación y navegó mar adentro, alejándose todo lo posible de la costa. Taehyung se encargó de dejar a Hoseok sobre la cama del camarote y también de tranquilizar a Eunha, que estaba en un estado de absoluta devastación.
A Yoongi le costó mucho esfuerzo calmar la ansiedad de su novio, ni siquiera logró moverlo de cubierta. Los gritos de Jimin todavía retumbaban en los oídos de su hermano, a pesar de haber transcurrido más de una hora desde la tragedia.
Jungkook exhaló un suspiro observando las coordenadas. Taehyung entró en la cabina sin hacer ruido. El mayor aguardó un instante antes de caminar hacia el puesto de mando. El silencio le resultó extraño, incluso abrumador.
—¿Es la dirección correcta?
—Eso creo— respondió Jungkook en un tono lánguido.
Taehyung se posicionó a su izquierda y el menor le tomó de la mano, apretándola ligeramente.
—¿Cómo están?— se obligó a preguntar, a pesar de temer la respuesta.
—Hobi hyung no se ha despertado todavía— dijo tras un profundo silencio —Eunha está con él pero no puede evitar llorar a cada segundo— el nudo en su garganta se intensificó —MinMin sigue en shock... No quiere moverse de cubierta y Yoongi hyung... Él trata de ser fuerte...
—¿Y tú?— Jungkook le alzó la barbilla —¿Cómo estás tú?
—No puedo creer que Namjoon hyung se haya ido— sus ojos se llenaron de lágrimas —No puedo creer que se haya ido de verdad...
—Yo tampoco— lo estrechó entre sus brazos —Yo tampoco puedo creerlo... Siento que en cualquier momento entrará por la puerta...
—Le hemos perdido— sollozó —No sé cómo vamos a superar esto...
El llanto de Taehyung destruyó el esfuerzo del menor por mantenerse sereno y centrado. Jungkook deseó decirle que lo harían, que juntos podrían con todo pero su dolor era tan desgarrador, que ni él se lo creía.
—Tae... Yo...— dijo entre lágrimas —Yo...
Un sonido contundente, acompañado de varios gritos separó a la pareja.
Taehyung y Jungkook corrieron inmediatamente hacia el exterior. Allí se encontraron a Jimin tirado sobre el suelo de la cubierta, con Hoseok encima de él, agarrándole de la ropa y chillándole enfurecido mientras Eunha trataba de separarlo del menor.
—¿Por qué le has matado?— lo zarandeó con ímpetu —¡No tenías ningún derecho a tomar esa decisión!
Jimin no le miró a los ojos, las lágrimas apenas le dejaban ver. El rubio había recibido dos puñetazos en la cara y no tenía intenciones de defenderse.
—¡Oppa, detente!— Eunha tiró del brazo del pelirrojo con todas sus fuerzas —¡Por favor, suéltalo!
—¡No le defiendas, Eunha!— vociferó fuera de sí, apartándola de un manotazo —¡Ha matado a Joonie!
Eunha cayó al suelo ante la atónita mirada de Taehyung y Jungkook. El castaño acudió inmediatamente en su ayuda mientras su novio alejaba a Hoseok de Jimin. El pelirrojo se defendió a puñetazos pero los golpes no detuvieron al maknae, que lo levantó por la fuerza, separándolo bruscamente de su hermano.
—¡Suéltame, Jungkook!— gritó completamente desquiciado —¡Suéltame ahora mismo!
El menor perdió el equilibrio por el balanceo del yate y cayó con él al suelo. Yoongi apareció en ese preciso instante, siendo testigo de una más que desconcertante escena.
—¿Qué es esto?— el joven desvió la vista hacia Jimin, que estaba siendo arropado por Taehyung y Eunha —¿Qué coño está pasando aquí?
Hoseok hizo ademán de levantarse con la intención de volver a por Jimin, pero Jungkook se lanzó sobre él, apretándole la cabeza contra el suelo y el brazo contra la espalda.
—¡Suéltame de una puta vez!
—Tienes que calmarte, hyung— le pidió fuera de aliento —Por favor, no quiero hacerte daño.
—¡Rómpeme el puto brazo si quieres!— intentó zafarse violentamente —¡No me importa! ¡Ya no me importa nada!
Yoongi comprendió que Hoseok estaba demasiado alterado para entrar en razón. El mayor desapareció de la cubierta y regresó a los pocos minutos con una mochila y el botiquín del barco. Mientras Jungkook lo mantenía a raya, Eunha observó cómo sacaba todos los medicamentos del interior.
La muchacha dejó a Jimin a cargo de Taehyung y se dispuso a ayudar a Yoongi. El rubio escondió el rostro entre el pecho de su mejor amigo, evitando presenciar cómo le inyectaban un calmante por la fuerza.
Los gritos de Hoseok cesaron poco a poco. Jungkook se apartó de él en cuanto dejó de resistirse.
Durante unos segundos regresó el silencio a bordo, oyéndose únicamente el sonido de las olas.
—Ya pasó, MinMin— Taehyung le habló al oído, sin dejar de abrazarle —No se lo tengas en cuenta. Hobi hyung no sabe que su alma hubiera quedado atrapada. Has hecho lo correcto.
Jimin no respondió, no tenía fuerzas para hacerlo.
Yoongi notó la profunda desolación que habitaba en su novio pero también la desesperación que sentía Eunha y el cansancio físico y mental que acumulaban Taehyung y Jungkook. El joven apretó el puño abrumado; si no recuperaban la calma, la situación se podría poner incluso peor.
—Jungkook, vuelve adentro— le pidió con la máxima serenidad que pudo hallar —Yo llevaré a Hoseok al camarote. Los demás intentad descansar.
Taehyung señaló la espalda de Jimin, indicándole con ese gesto que se encargaría de él.
«Gracias, Tae»
Yoongi alzó a Hoseok con sumo cuidado y lo cargó hasta el pequeño pero acogedor cuarto. Allí lo tumbó sobre la cama, junto a Mellie y tomó asiento a su lado. El rostro del pelirrojo lucía extremadamente pálido.
—No hay palabras que puedan darte consuelo— le apretó el brazo suavemente —Pero no puedo permitir que te rindas, Hoseok. Namjoon no lo querría— hizo una pausa, tratando de controlar sus sentimientos —Voy a cuidar de ti. Todos nosotros vamos a cuidar de ti. Te lo juro, amigo.
Una lágrima se deslizó por la mejilla del menor mientras se sumergía en un profundo sueño.
Hoseok se encontró a sí mismo sentado a orillas de un río, en lo más profundo de un bosque. La temperatura era cálida aunque el ambiente se notaba algo cargado. El chico, que vestía una camiseta blanca y unos pantalones anchos, tomó una de las piedras que había a su alrededor y la lanzó sobre el agua. Su boca se torció ligeramente al presenciar cómo se hundía en lugar de rebotar.
—Sigues siendo muy malo.
La voz de Namjoon, acompañada de una pequeña risa traviesa, le hizo girarse. Hoseok se levantó inmediatamente, tropezando con su propio pie. El menor lo agarró antes de que pudiera precipitarse hacia el suelo.
—¡Joonie!— lo abrazó con todas sus fuerzas —¡Joonie!
Namjoon se sorprendió por el contacto; su cuerpo se sentía muy real. El chico hundió el rostro en el cuello del mayor, emocionado y conmovido por tener la oportunidad de volver a sentirlo entre sus brazos.
—¿Por qué te has ido sin mí?— clamó —¿Por qué me has dejado solo?
La pregunta le desgarró el alma. Namjoon se apartó lentamente y se encontró con sus ojos cubiertos de lágrimas.
—No quería irme de tu lado— respondió tomándole de la nuca —Nunca he querido alejarme de ti. Te lo juro.
La mirada del mayor albergaba una profunda aflicción. Namjoon tuvo que contenerse para no romper a llorar en ese mismo instante.
—Estoy aquí para decirte algo— se aclaró la voz, tratando de reprimir sus emociones —Esto no es un sueño común, Hobi. He venido desde El Umbral para verte.
—¿El Umbral?— repitió sin comprender —¿Qué es eso?
—Es un lugar que existe entre la vida y la muerte— Namjoon le transmitió las palabras de Seokjin, sintiéndose todavía algo perplejo por la situación —Ahora me encuentro allí.
—¿Has venido a llevarme contigo?— sus ojos se abrieron ampliamente —¿Puedo irme contigo?
La emoción que vio en su mirada y escuchó a través de su voz, le hizo sentir un fuerte dolor en el corazón.
—No, cariño... No puedes venir conmigo...
—¿Por qué? ¿Por qué no puedo?— le cortó precipitadamente —No quiero estar sin ti, Joonie. No quiero seguir sin ti. Por favor, déjame ir contigo.
—Los demás te necesitan— Namjoon posó ambas manos sobre sus mejillas —Eunha te necesita, Jimin...
—¡Jimin te mató!— Hoseok se apartó bruscamente de él —¡Te disparó!— gritó devastado —¡No pude llegar hasta ti por su culpa!
—No, amor. El virus me mató— explicó con mucha calma —Me convertí en un infectado y Jimin me salvó de quedar atrapado en ese cuerpo. Gracias a él, estoy en El Umbral.
El pelirrojo le miró confundido. Namjoon notó lo desorientado que estaba y no era para menos. Hasta a él le resultaba difícil comprender todo lo que estaba pasando.
—No quiero que te enfades con él— le acarició la mejilla —Necesitáis estar unidos. Sois una familia.
—¿Cómo podemos ser una familia si tú ya no estás?— bajó la cabeza disgustado —Para mí ya nada tiene sentido...
—No digas eso, yo siempre voy a estar contigo— le alzó la barbilla —Estaré ahí cada día, aunque no puedas verme, me tendrás siempre a tu lado.
—Quería casarme contigo— Hoseok comenzó a llorar, frustrado y dolido —De verdad quería ser tu marido— hipeó desconsolado —Lo deseaba con todo el corazón.
Namjoon lo abrazó, ahora incapaz de controlar sus propias lágrimas.
—Y lo serás— aseguró afligido —No puedo pasar mi vida contigo pero te juro que pasaré la eternidad a tu lado.
Los pájaros de los alrededores se alzaron al vuelo mientras la pareja se arropaba entre llantos. Cuando lograron recuperar la calma, se sentaron bajo un árbol.
Hoseok miró hacia el río sin dejar de abrazar el pecho de su novio. Namjoon notó cómo temblaba y le pasó la mano suavemente por el cabello, procurando aliviar su desconsuelo.
—¿Sabes cómo se llama este árbol?— preguntó con voz suave —Su nombre científico es cercis siliquastrum pero comúnmente se le conoce como el árbol del amor, porque sus hojas tienen forma de corazón y las flores brotan en colores rosáceos.
El pelirrojo alzó la vista para comprobar si era cierto.
—Oh— se sorprendió —Tiene forma de corazón. No me había fijado.
Namjoon esbozó una media sonrisa al contemplar su expresión genuina. El menor adoraba cuando Hoseok ponía esa cara.
—¿Y qué leyenda se le atribuye?— preguntó interesado —Las cosas bonitas siempre tienen una leyenda trágica.
—No siempre es así, pero...
—Pero hay un pero— acomodó el rostro contra su torso —Cuéntamelo.
—También se le conoce como el árbol de Judas— explicó —Porque según la leyenda, Judas Iscariote se ahorcó en uno.
—Oh, qué triste— el pelirrojo le miró un poco avergonzado —¿Quién era ese?
—Uno de los apóstoles de Jesús de Nazaret. Según los textos, Jesús murió en la cruz después de que Judas lo traicionara.
—Oh, qué cabrón— se cruzó de brazos —Retiro lo dicho.
Namjoon se rió; aquel sonido alegre aumentó las pulsaciones de Hoseok.
—¿De verdad me vas a esperar?— murmuró en voz baja —¿Y si vivo varios años? ¿Qué harás durante todo ese tiempo?
—No me importa esperar por ti.
—Ya... P-Pero... ¿Y si pasa mucho tiempo y te olvidas de mí?— soltó preocupado, casi agobiado —¿Y si lo nuestro no es tan fuerte? ¿Y si dejas de quererme?
—No existe nada ni nadie que pueda hacerme olvidarte, Hobi— Namjoon se sentó justo enfrente de él —Nuestro amor es fuerte, no dudes de nosotros— le tocó la mejilla —Te amo y te amaré siempre.
—Tengo mucho miedo, Joonie— se mordió el labio inferior —No quiero perderte.
—No lo harás.
—¿De verdad estarás ahí cuando me muera?
—No solo estaré ahí, seré la primera persona que veas— dijo sin vacilación —Confía en mí, cariño. Confía en nosotros como has hecho todos estos años. Sabes que jamás te fallaré.
—Lo sé— Hoseok se dejó caer entre sus brazos —Nunca lo has hecho.
El menor le besó la cabeza, intentando hacerle sentir seguro.
—¿Estarás bien en El Umbral?— se inquietó —¿No te sentirás solo?
—No estoy solo. Un amigo de Yoongi hyung y Taehyung está conmigo— le trató de calmar —Él me ha ayudado a venir a verte.
—¿De verdad?— ladeó la cabeza —Si es amigo suyo, entonces será buena persona.
—Lo es— el menor le besó la mejilla cariñosamente —Parece un buen tipo.
—¿Y hay más?— Hoseok cerró los ojos, saboreando su cercanía —¿Hay más gente a tu alrededor?
—No lo sé, supongo que sí— respondió dudoso. Seokjin había visto a una persona en El Umbral, pero Namjoon no estaba seguro de si existía gente en otros orbits, ocultos a ellos o si los consilium se paseaban con frecuencia por allí.
«Todavía no entiendo nada de ese sitio»
—Jesús confiaba en Judas— murmuró Hoseok —Seguro que Judas pensó que Jesús le había dejado por otro hombre y cómo se sintió despechado, le traicionó. Luego Judas se enteró que no había sido así y se suicidó.
—¿Qué?— parpadeó extrañado justo antes de soltar una sonora carcajada —Los culebrones no te hacen ningún bien, mi amor.
—Son geniales— protestó —Y me encantan.
—Nunca has leído la biblia, ¿verdad?
—No me interesa la religión— Hoseok echó la cabeza hacia atrás y le miró a los ojos —Lo siento.
—No importa, pero si te cruzas con un creyente, no le sueltes esa historia— le tiró de la mejilla —¿De acuerdo?
—De acuerdo.
Namjoon contempló sus ojos oscuros larga y tendidamente.
—Yo también tengo miedo de que te olvides de mí— confesó —Tengo miedo de que exista alguien en esa isla que se gane tu corazón y te aleje de mi para siempre... Y sí, estoy siendo egoísta— lamentó —Estoy siendo muy egoísta y probablemente hasta injusto al pedirte que me ames en estas condiciones, pero no puedo dejarte ir. No quiero dejarte ir todavía.
—Te odiaría si lo hicieras— Hoseok sonrió un poco —He estado toda mi vida enamorado de ti, Joonie, toda mi vida. Y ahora que eres mi novio no pienso rendirme y dejarte ir. Sé que todo esto da miedo y que no tiene sentido... ¿Pero sabes lo que sí tiene mucho sentido? Lo que siento por ti.
—Hobi...
—Tendré esperanza— afirmó —Aunque sea duro, aunque me duela... No perderé la esperanza de volver a encontrarme contigo.
Namjoon se inclinó poco a poco, hasta alcanzar sus labios y tomarlos con los suyos. El contacto fue tan intenso y real que estremeció a la pareja. Lejos de separarse por la sorpresa inicial, se dejaron llevar por el anhelo.
Hoseok se alzó en mitad del beso con lengua y lo empujó suavemente contra el suelo. Namjoon notó cómo se sentaba sobre sus muslos mientras se dejaban devorar por la pasión.
Algunos pétalos del árbol del amor cayeron sobre ellos, envolviéndolos bajo su manto.
—Te amo— Hoseok le besó la mejilla, trazando un camino hacia su oreja —No importa cuánto tiempo pase, Kim Namjoon, tú siempre serás el amor de mi vida.
—Y tú el mío— lo apretó contra sus labios, ejerciendo presión desde su nuca —No importa cuánto tenga que esperar por ti. Al final del camino, Jung Hoseok, serás mío.
Los dos se contemplaron con lágrimas en los ojos, pero también con una afable sonrisa.
De repente, el cuerpo de Namjoon comenzó a desvanecerse ante la mirada de Hoseok. El mayor intentó retenerle, estrechándolo entre sus brazos pero fue en vano.
Hoseok se quedó solo, bajo el árbol del amor, llorando desconsoladamente y deseando desde el fondo de su corazón que el día de su reencuentro, no demorase.
Los caminos de Namjoon y Hoseok se han separado y aun así, ninguno de los dos contempla la opción de ponerle fin a su relación. A pesar de la situación desean permanecer juntos y esperar al día de su reencuentro. ¿Pero será eso posible? ¿Logrará su amor sobrevivir a esto? 🤔
Por otro lado, las cosas en el yate tampoco pintan nada bien. ¿Cómo conseguirá el grupo sobreponerse a la pérdida de Namjoon? ¿Podrán encontrar la isla? 👀
Seokjin todavía tiene mucho que contar. Quizá en el próximo capítulo obtengáis algunas respuestas. 🧐 Feliz semana~ Nos vemos el lunes que viene, como siempre. 💖✨
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