Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

17

Yoongi siguió a Namjoon hasta la azotea del edificio. Al salir al exterior se lo encontró mirando a través de unos prismáticos. El mayor ojeó la zona detenidamente. A su derecha se alzaba la ciudad y a su izquierda el puerto. Con el estómago revuelto comenzó a dar unos pasos hasta posicionarse al lado de su amigo.

—¿Cómo lo ves?— preguntó inquieto.

—Muy jodido— Namjoon le pasó los prismáticos —Hay unos quinientos o seiscientos infectados por todo el puerto. La fila alcanza hasta la zona pesquera. Es una locura...

Yoongi echó un vistazo y tragó saliva; era espeluznante presenciar la cantidad de seres que se amontonaban en aquel espacio.

—No entiendo por qué no se van a otro lado— prosiguió el menor —Quizá tenga algo que ver con las sirenas del grupo de Bogum, no lo sé. Lo único que puedo decirte con claridad, es que no hay forma de llegar hasta el yate sin perder la vida.

—¿El yate?

—Ese— Namjoon tiró un poco del prismático para ayudarle a encontrarlo —Desde aquí parece estar en buenas condiciones. Los otros barcos en cambio no pintan nada bien— resopló frustrado —Tenemos que dirigirnos hacia allí. Es nuestra única opción.

—El problema es el cómo...

—Eso me temo— se cruzó de brazos —Una fuerte explosión podría dispersarlos pero no tenemos los medios necesarios para volar un edificio.

—¿Y si los atropellamos con un camión?— sugirió Yoongi pensativo —Con un coche no llegaríamos lejos pero con un camión grande sería diferente, ¿no?

—Lo he pensado pero ¿has visto alguno durante el trayecto?— se alejó unos pasos —La mayoría de vehículos están volcados, quemados o destrozados. No podemos recorrer Busan con los hombres de Bogum buscándonos.

—Debemos pasar desapercibidos— concluyó el mayor desanimado.

Namjoon se sentó en el suelo y alzó la vista hacia el horizonte; su mirada se perdió por un instante entre el cielo azul.

—Tienes algo en mente, ¿verdad?— Yoongi le observó detenidamente —¿De qué se trata?

—Podría ser un suicidio...

—Cuéntamelo de todas formas— se sentó a su lado.

—¿Y si nos hacemos pasar por infectados?— Namjoon no vaciló, su tono de voz denotaba una profunda seriedad —¿Y si nos llenamos de sangre y nos mezclamos entre ellos?

Yoongi frunció el ceño sorprendido pero también asombrado. El chico quiso decir algo y sin embargo aguardó hasta que sus pensamientos lograron formarse.

—¿Eso no es típico de la ciencia ficción?— carraspeó —¿En serio crees que podría funcionar?

—No lo sé, hyung... No veo otra forma de llegar hasta el yate.

—Ya pero... Habría que meterse entre esa multitud— Yoongi se mordió el dedo preocupado —Un gemido de Mellie, un error de cualquiera de nosotros...

—Y nos costaría la vida— respondió en su lugar —Por eso te dije que podría ser un suicidio.

Los jóvenes contemplaron el cielo sumergidos en una profunda inquietud. La idea no le agradaba a ninguno de los dos pero lo cierto era, que aquella idea disparatada era la única que tenían. Ambos se quedaron en silencio, escuchando los sonidos que llegaban desde el puerto.

—Me alegra que hayas dejado de ser un espíritu libre— comentó Yoongi de la nada —Estar con Hoseok te pega mucho más.

Namjoon le miró extrañado por el repentino cambio de conversación, pero su rostro no tardó en esbozar una media sonrisa.

—Alguien me dijo que es mejor vivir con tu alma gemela.

—No le falta razón— se encogió de hombros —Ese alguien es un genio.

Namjoon se rió pero su sonrisa se desvaneció al bajar la mirada hacia el puerto.

—Tenemos que llegar a esa isla, hyung— apretó el puño —No importa lo que cueste, tenemos que lograrlo.

—Lo sé— Yoongi tomó su mano y le miró fijamente a los ojos —Tenemos que salvarlos a todos. Y eso es justo lo que vamos a hacer.

Hoseok despertó empapado en sudor. El chico había soñado con la muerte de Jackson, con su cuerpo tirado en el suelo y sus manos teñidas de sangre. Su respiración estaba tan agitada que parecía estar a punto de sufrir un ataque de ansiedad.

—Tranquilo, hyung— Jimin le tocó el hombro levemente, lo justo para hacerle alzar el rostro —Estás con nosotros. Estás a salvo.

Hoseok no supo qué responder, tampoco le hizo falta a Jimin para entender que lo que necesitaba era un fuerte abrazo. Mientras el pelirrojo trataba de calmarse, arropado por su amigo, desvió la vista hacia los demás.

Taehyung y Jungkook seguían acurrucados sobre la cama. El rostro del castaño tenía más color, lo que alegró a Hoseok profundamente. Eunha también estaba durmiendo. La muchacha mantenía a la perrita abrazada y Mellie parecía estar cómoda con el cariño que estaba recibiendo.

—¿Qué haces despierto?— preguntó algo menos agitado —¿Y donde están Joonie y Yoongi hyung?

—Yoongi me despertó hace un rato para decirme que tenían que salir un momento— le acercó un vaso de agua —No te preocupes, seguro que han ido a mover el coche.

—Eso no me tranquiliza— Hoseok bebió un poco y luego se apoyó contra la pared, intentando deshacer los malos recuerdos que habían surgido en su mente.

Jimin dedujo inmediatamente a qué se debía su estado.

—¿Se lo diste tú o te lo dio él?— se sentó enfrente del pelirrojo con la intención de distraerle —Anda, dímelo.

Hoseok no le siguió hasta que vio que estaba señalando el anillo.

—Me lo dio él— su mirada se suavizó un poco —Dijo que me daría esperanza en los momentos más difíciles y que...

—¿Y qué?— Jimin notó cómo se sonrojaba —Venga, hyung, no te lo calles. ¿Qué?

—Q-Quiere casarse conmigo— respondió sin mirarle a los ojos.

—¡No!— Jimin y Taehyung se alzaron impactados —¿Namjoon hyung te ha pedido que te cases con él?— preguntaron al unísono.

El castaño se apartó de Jungkook, se levantó de la cama y se sentó al lado de su mejor amigo.

—¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Cómo?— quiso saber el rubio.

—Escúpelo ahora mismo o te ato a una silla— le amenazó el hermano de Yoongi.

Hoseok parpadeó incrédulo; Jimin y Taehyung estaban mirándole a los ojos como dos cachorritos esperando su preciada golosina.

—En el apartamento... Cuando nos quedamos solos— confesó con el corazón agitado —Me desperté y tenía el anillo en el dedo.

—Hala, nunca imaginé que Namjoon hyung sería de esos— Taehyung se tapó la boca pícaramente —Qué cabrón. Me encanta.

—¿Y qué le dijiste, hyung?— Jimin se sintió impaciente —¿Quieres casarte con él?

—Claro que quiero. Es lo que siempre he deseado— sonrió genuinamente —Lo haremos en la isla— las miradas de los menores le pusieron nervioso —N-No ahora, claro, pero sí algún día.

Los jóvenes hicieron el gesto de aplaudir efusivamente sin llegar a juntar las palmas. No querían hacer ruido, por lo que tuvieron que contener su emoción.

—No te preocupes hyung, yo os casaré— Taehyung se señaló a sí mismo con el pulgar —Soy la persona idónea para ese trabajo.

—Eh, que Namjoon hyung es mi primo— se molestó Jimin —Lo haré yo.

—¿Perdona? Hobi hyung y yo somos colegas de toda la vida— contraatacó —Es natural que sea yo el elegido.

—No me vaciles, Taehyung, que es la boda de mi primo.

—¿Tienes un primo-kink o por qué te repites como un loro?

Hoseok se rascó la cabeza desconcertado. El pelirrojo desvió la vista distraído y vio a Jungkook acercándose hacia ellos. El chico tomó asiento a poca distancia de Taehyung, que seguía peleándose con Jimin como un niño pequeño.

—¿Es cierto, hyung?— le miró muy sorprendido —No sabía que estabais saliendo.

—Bueno... Es que...

—Seamos los siguientes— saltó Taehyung de repente —Casémonos, Kook.

El maknae puso mala cara, lo que hizo soltar una leve carcajada a Jimin.

—Oye, no te rías— se sonrojó el castaño —Serás mal bicho.

Jungkook aprovechó esa pequeña distracción para gatear lejos de Taehyung y apoyarse contra el sofá.

—Serás cagueta— se giró hacia él boquiabierto —Esto es indignante.

—Tranquilo, TaeTae— Jimin lo agarró del brazo —Nos vamos a una isla.

—Cierto— respondió sonriente —No tiene escapatoria.

Jungkook observó cómo se reían por lo bajo. El chico torció la boca ante semejante complicidad.

—Esos dos son malévolos— farfulló acariciando a Mellie.

—Un poco— apoyó Eunha adormecida —Pero te quieren.

Jungkook se desentendió de la perrita y tocó el rostro de su amiga.

—¿Te encuentras mal?— preguntó preocupado —Estás muy pálida.

—Solo me duele la cabeza— Eunha se forzó a sonreír —No es nada serio.

—Espera, buscaré algo para el dolor— Jungkook se alzó y le dio un beso en la frente —Quédate tumbada.

Hoseok los observó con sentimientos encontrados. Era bonito ver lo cercanos que se habían vuelto, pero las circunstancias que los rodeaban no le permitían disfrutar del momento.

La puerta se abrió justo cuando la muchacha se estaba tomando una pastilla. El grupo se levantó sobresaltado al ver cómo Yoongi y Namjoon arrastraban el cadáver de un infectado con ellos.

—¿Pero qué mierda estáis haciendo?— se asustó Hoseok —¿Se os ha ido la pinza?

—Tranquilo— Namjoon lo dejó junto a la cocina —Tenemos un plan.

—¿Un plan?— Jungkook apretó a Mellie contra su pecho —¿Qué clase de plan?

—Uno peculiar— Yoongi notó la gran incertidumbre que había en cada uno de ellos —Creemos que podamos alcanzar el barco si nos disfrazamos de infectado.

Jimin y Eunha soltaron una risa nerviosa. Hoseok ni siquiera pudo expresar las palabras que se formaron en su mente; el chico se había quedado petrificado.

—Espera, espera, espera. ¿Dices como en las películas?— se interesó Taehyung. Su hermano asintió con la cabeza —Buah, si hubiera propuesto yo eso, me habrías mandado a freír espárragos.

—¿De verdad puede funcionar?— Jungkook bajó la vista hacia el infectado —¿Es realmente posible?

—Eso vamos a averiguar ahora mismo— Namjoon cogió un cuchillo del mueble de la cocina —Uno de nosotros tendrá que salir y comprobarlo.

—Iré yo— se ofreció el maknae inmediatamente.

—Tú no— Yoongi lo rechazó sin titubear —Eres el único que sabe navegar. Tu presencia aquí es vital.

—Hobi y Eunha también estáis descartados— añadió Namjoon inmediatamente, cortando cualquier posible protesta por parte de Jungkook —Los dos sabéis de medicina. Por el bien del grupo, es mejor que os quedéis aquí.

—Y Tae todavía no está al 100%— continuó el mayor, desviando la vista hacia su hermano —Debes recuperarte. Esa es tu prioridad.

Jungkook advirtió el malestar de su novio y rodeó su cintura con el brazo, atrayéndole suavemente hacia él. Ambos intercambiaron una mirada de frustración pero también de comprensión y sosiego.

—Así que está entre nosotros tres— Jimin contempló los rostros de Yoongi y Namjoon —De acuerdo, iré yo.

—¿Qué?— se sobresaltó su novio —No, iré yo.

—No seas bobo— el rubio se quitó la parte superior de la ropa —Sigo siendo inmune al virus, o eso creo— Jimin notó cierta indecisión en sus miradas —No pongáis esas caras. Sabéis que soy la mejor opción.

—Ya, pero...

—Jimin hyung sabe lo que hace— Jungkook no dejó hablar al mayor y se posicionó al lado de su hermano —Estaremos vigilando y si algo sale mal, regresará de inmediato. ¿Verdad, hyung?

—Por supuesto— Jimin sonrió al sentir el apoyo del maknae —Es lo más razonable.

—De acuerdo— aceptó Yoongi a regañadientes —Pero ten cuidado. Esto solo es una teoría, si notas que estás en peligro, sal corriendo.

Su novio asintió y continuó desvistiéndose hasta quedar en ropa interior. Hoseok y Jungkook se encargaron de taparle todas las heridas que tenía en el cuerpo con gasas; luego aseguraron la zona con plástico y esparadrapo.

Yoongi y Namjoon se pusieron guantes y mascarillas antes de comenzar a destripar al infectado. Taehyung, Eunha y Mellie se mantuvieron alejados de la escena. El olor ya era de por sí desagradable, pero verles separando costillas y arrancando tripas, resultaba nauseabundo.

El rubio se volvió a vestir con la misma ropa pero añadió unos guantes negros, una cazadora marrón y una doble mascarilla a su atuendo.

—¿Estás preparado?— le preguntó su novio.

—Preferiría que me cubrieras de barro— sonrió pícaramente —Pero no siempre se tiene lo que se quiere.

Yoongi pensó en Seokjin al oír esa frase. El chico intentó sonreír y no sucumbir ante la tristeza.

—Después de esto no volverás a decir que hueles a mofeta muerta— le aplicó la primera capa de sangre —Es más, creo que te gustará el olor a mofeta muerta.

—Qué puto asco— Jimin cerró los ojos repugnado —Hazlo rápido, por favor.

Los demás observaron asqueados cómo lo iban cubriendo de pies a cabeza. El rubio tuvo que luchar contra las arcadas de lo intenso que era el olor. Para su novio y su primo tampoco fue una tarea agradable. Debían tener mucho cuidado de no infectarse con la sangre y a la vez combatir las náuseas.

Cuando finalizaron, el aspecto de Jimin había cambiado notablemente.

—Los infectados son lentos, rígidos y decaídos, algunos se tambalean, caminan en círculos o se quedan parados como idiotas— le recordó Yoongi —Actúa como ellos y no te olvides de hacer los mismos sonidos.

—Si sientes que se te van a echar encima, sal corriendo a toda hostia— Namjoon se quitó los guantes con cuidado —No bajes la guardia en ningún momento.

—De acuerdo— Jimin comenzó a respirar por la boca, el olor le daba mucho asco.

—Te estaremos vigilando, hyung— aseguró Jungkook —Si la cosa se tuerce saldré inmediatamente en tu ayuda.

El rubio asintió, luego desvió la vista hacia Hoseok, Taehyung y Eunha. Los tres parecían estar al borde de un ataque de pánico.

—Será mejor que os vayáis mentalizando porque este plan va a funcionar— soltó Jimin en un tono divertido, tratando de quitarle hierro al asunto —Y vosotros seréis los siguientes en cubriros de esta mierda.

—Qué emoción— mintió Taehyung, forzándose a sonreír —Siempre he querido disfrazarme de zombie.

El rubio los miró a todos con cariño antes de dirigirse hacia la puerta. Yoongi, Namjoon y Jungkook le siguieron mientras los demás se quedaban atrás, siendo presos de una terrible preocupación.

Jimin se asomó al exterior y vio a varios infectados al final de la calle.

—Ten cuidado— le pidió su primo desde el portal.

—Si es necesario utiliza el cuchillo que llevas dentro de la cazadora— señaló Jungkook, justo al lado de Namjoon.

—Recuerda lo que te hemos dicho— Yoongi alzó la mano hacia él pero la retiró antes de tocarle —No te arriesgues, siempre podemos buscar otra forma.

—No os preocupéis— respondió con voz melosa —Esto funcionará.

El rubio comenzó a caminar por la carretera. Yoongi murmuró algo que Namjoon no entendió y Jungkook ni siquiera percibió.

Jimin se esforzó por dar pasos pequeños e imprecisos. Moverse como un infectado no era tan fácil como parecía. Quizá por la tensión que suponía jugarse la vida de aquella forma o por el olor, al que no lograba acostumbrarse ni a golpes.

El chico hizo su mayor esfuerzo por mostrarse poco humano mientras proseguía su trayecto. Los intestinos que colgaban desde su hombro le asqueaban pero también daban cierto realismo a su disfraz.

Jimin intentó centrarse en los infectados e ignorar las náuseas. Yoongi en cambio no lograba mantenerse quieto. Con cada paso que daba su novio, crecía su ansiedad.

—Estará bien— le insistió Namjoon, que parecía el más sosegado de los tres —Esto saldrá bien.

Jungkook apretó la mano de Yoongi, tratando de transmitirle algo de calma. El mayor le devolvió el apretón sin apartar la vista de su pareja.

Dos de los cuatro infectados de la calle comenzaron a caminar hacia Jimin. El rubio sintió ganas de echar a correr pero resistió al impulso y continuó tambaleándose en su dirección.

El infectado más cercano era un extranjero de piel morena. El hombre de mediana edad llevaba una cruz colgando del cuello. Jimin notó cómo sus ojos ensangrentados se desviaban hacia él.

«Tranquilo... Tranquilo... Tranquilo...»

El hombre se acercó arrastrando la pierna izquierda. Jimin se percató de que tenía la pantorrilla rajada por varias partes y un cuchillo atravesándole el muslo.

«Sigue caminando... Vamos... ¡Sigue caminando!»

Jimin pasó a centímetros del infectado sin crear ninguna reacción en él. Su corazón se agitó muy fuerte, al igual que el de sus familiares, que veían la escena atemorizados.

—Ha funcionado, ¿no?— se emocionó Jungkook —Lo ha hecho, ¿verdad?

—Lo ha hecho— Yoongi lo agarró del hombro, estrechándolo en un medio abrazo —Lo ha hecho.

—Pero todavía faltan tres— advirtió Namjoon, moderando su alegría —Todavía no podemos cantar victoria.

Jimin siguió avanzando y tratando de contener su júbilo. El joven pasó al lado del segundo infectado, un adolescente extremadamente delgado al que le faltaba medio brazo.

Namjoon sonrió aliviado al presenciar cómo lo dejaba atrás.

Los dos últimos estaban parados, como dos estatuas en mitad de una plaza. Jimin se obligó a pasar por el centro, justo entre ambos. La infectada de su derecha giró la cabeza bruscamente, pero no se movió de su sitio. El otro, un barrendero, ni siquiera se inmutó con su presencia.

Jimin tuvo que tragarse las ganas de gritar. El rubio se dio la vuelta lentamente y sonrió en cuanto los vio corriendo en su dirección. Jungkook se encargó del infectado de piel morena, Namjoon mató al adolescente y Yoongi eliminó a la pareja del final de la calle.

—¡Funciona!— Jimin alzó los puños —¡Sois unos putos genios!

—Dime algo que no sepa— Yoongi le sonrió con descaro, lo que provocó una carcajada en el menor —Me encantaría darte un abrazo pero das un poco de asco.

—¿Solo un poco?— cuestionó inmediatamente —Estoy deseando tirarme al mar y frotarme con muchas algas.

—¿Podéis dejar de coquetear?— Namjoon le dio un leve golpe a Yoongi en la espalda —Hay que llevarlos al apartamento— señaló hacia los infectados —Primero la obligación y luego la devoción.

—Ahora nos toca a nosotros hacer Cosplay— añadió Jungkook con cierta ironía.

Hoseok, Taehyung y Eunha no aguantaron la incertidumbre y se asomaron por la puerta del edificio. Los tres resoplaron aliviados al ver que sus amigos se dirigían hacia ellos.

—Id preparándoos— pidió el pelirrojo —Solo nos queda un último paso que dar. 

Jimin ha comprobado que la idea de Namjoon se puede ejecutar. Aun así, meterse entre tantos infectados es algo muy arriesgado. ¿Qué pasará ahora? ¿Lograrán engañarlos y llegar hasta el yate? 👀

El próximo capítulo tendrá más de 4000 palabras y será el capítulo más largo de Evanescente/Retrouvailles hasta la fecha. Por favor, no lo leáis corriendo y deprisa. Tomaros vuestro tiempo. Que paséis una feliz semana. Os quiero~ 💜

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro