12
Hoseok le colocó un vendaje para enlentecer la acción del veneno. El chico deslizó un dedo por debajo y murmuró algo para sí mismo al comprobar que no estaba demasiado prieto.
—¿No deberíamos succionar el veneno?— preguntó Jackson angustiado.
—Eso no funciona— el pelirrojo agarró una botella de agua y se la dio a Jungkook —Taehyung tiene que mantenerse tranquilo e hidratado. Es importante que no se altere. ¿Lo entiendes?
El maknae asintió nervioso antes de correr hacia su lado. Mientras le ayudaba a tomar el líquido, su novio le regaló una mirada llena de afecto.
—No puedo hacer más por él— Hoseok se acercó a los demás —Necesita el suero antiofídico cuanto antes.
—¿Pero dónde podemos encontrarlo?— Eunha se llevó el dedo a la boca.
—Bogum tendrá el antídoto pero no lo entregará por las buenas— comentó Namjoon —¿Hay algún hospital cerca de aquí?
—No podemos ir a un hospital, Jungkook les dijo que nos dirigíamos a uno— explicó Yoongi alterado —¿Hay otra alternativa?
Un breve silencio se adueñó del salón.
—Un compañero de la academia solía llevar a sus reptiles a un lugar especializado— apuntó Jimin pensativo —Una vez lo acompañé y el veterinario me comentó que la clínica disponía de antídotos porque trataban con animales muy peligrosos.
—¿Ese lugar queda lejos?— preguntó Namjoon.
—A pie sí, en coche no tanto— respondió su primo —¿Cuánto tiempo tiene TaeTae?
—Depende del tamaño y de la especie de la serpiente. También de la cantidad de veneno que haya absorbido y de cómo responda su cuerpo— aclaró Hoseok —Taehyung es joven y fuerte, eso juega a su favor.
—¿Deberíamos dividirnos en dos grupos?— le preguntó Jackson a Namjoon.
—No— respondió tras meditarlo —Es más seguro si vamos juntos.
Los jóvenes desviaron la mirada hacia Taehyung. El castaño se había tumbado en el sofá y mantenía los ojos cerrados. Jungkook estaba arrodillado a su lado, acariciándole la mejilla y susurrándole palabras de aliento al oído.
—Lo primero que tenemos que hacer es ir a por un vehículo— Jimin se colgó la escopeta al hombro y agarró su katana —Jungkook y yo nos encargaremos de eso.
—¿Qué? ¿Por qué?— el mayor le miró disgustado —No pienso quedarme esperando mientras mi hermano...
—Yoongi— le cortó inmediatamente —Yo soy un Serendipia y mi hermano es portador de la vacuna. Tenemos más posibilidades de sobrevivir que ninguno de vosotros— le apretó el brazo —Además, TaeTae necesita que estés con él.
—No sabemos si eres completamente inmune al virus. El Doctor Gong no dijo nada sobre si tu cuerpo podría resistirlo otra vez— el chico apenas podía mantener la compostura —Y Jungkook...
—Mi hermano estará bien— le dio un beso en la mejilla —Ten fe en nosotros.
Yoongi se quedó sin palabras. Jimin vio lo afectado que estaba y le abrazó estrechamente.
—No es que no tenga fe en vosotros, es solo que...— su voz se quebró ligeramente —Jimin, por favor... Tenéis que volver.
—Volveremos— el menor se obligó a mantenerse firme, a pesar del dolor que sentía en su corazón —Cuida de tu hermano.
Yoongi le besó conmovido pero también agradecido. El chico conocía el miedo que sufría su novio y sin embargo, no había dudado ni un solo segundo en llevarse a su hermano para salvar a Taehyung.
El mayor respiró profundamente, buscando algo de serenidad. Jimin le dio un poco de espacio y se acercó al sofá. Taehyung le miró a los ojos, sonriendo levemente.
—¿Te puedo robar a tu novio?— le dijo el rubio en un tono animado —¿Te importa?
—Le conoces desde que llevaba pañales— respondió sonriente —Jungkook es tuyo, lo dice la ley del hermano mayor.
—Yoongi estaría de acuerdo con esa ley— Jimin se obligó a devolverle la sonrisa —De hecho no me extrañaría si la hubiese inventado él.
—¿Cómo lo sabes?— Taehyung hizo su mayor esfuerzo por mostrarse despreocupado —Vaya, sí que conoces bien a mi hyung.
Jungkook no quiso separarse de su pareja pero la mirada que le dedicó Jimin le hizo comprender que se trataba de un tema importante. Ambos se alejaron mientras Yoongi tomaba el lugar del maknae junto a Taehyung.
—Coge tus cosas, vamos a ir a por un coche.
—N-No quiero dejar a Tae— tartamudeó inseguro —Hyung, yo...
—Lo sé, créeme que lo sé— aseguró tajante —Pero la única manera de salvarle la vida es llevándole a la clínica Meraki y para eso necesitamos un coche.
Jungkook desvió la vista hacia su novio. El castaño estaba apoyando la cabeza sobre el regazo de Yoongi.
—Necesito que seas implacable— Jimin le giró el rostro —No importa quién se nos cruce por el camino, las únicas vidas que importan son las de nuestra familia. Tenemos que preocuparnos por ellos y únicamente por ellos. Si para ponerlos a salvo tenemos que quemar la puta ciudad, entonces quemaremos la puta ciudad.
Las palabras del rubio lograron una reacción en Jungkook.
—Vamos a salvar a TaeTae— Jimin le apretó la mejilla —¿Me has oído? Se va a recuperar.
—Sí— la voz del menor sonó más fuerte y confiada —Gracias, hyung.
Jackson se acercó a la ventana para comprobar el exterior. Algunos infectados humanos habían vuelto a invadir la carretera.
Jungkook tomó la katana con el único pensamiento de salvar a su novio. El chico no se despidió de Taehyung, ni siquiera le dijo a dónde iba. No quería que pareciese una despedida.
Yoongi sintió una fuerte presión en el pecho cuando Jimin caminó hacia la salida del apartamento. La mirada que le dedicó su pareja estaba llena de seguridad y sin embargo, no rebajó la tensión que sufría por dentro.
«Tenéis que volver. Jimin, Jungkook... Tenéis que volver con nosotros»
Taehyung no presenció aquel momento porque se había tumbado de costado.
—Vas a ponerte bien— Yoongi le acarició la cabeza —Confía en tu hyung, yo nunca miento.
—¿En serio?— bufó —Te comiste tres trozos de tarta y le dijiste a papá que fui yo. Si eso no es mentir...
—¿Pero cómo te acuerdas de eso? Eras muy pequeño— se sorprendió —Me habían prohibido los dulces, no tuve otra opción.
—Es que te los comías todos, hyung— le regañó —Eras un niño adicto al azúcar.
—Pues sí— admitió a regañadientes —Mamá hasta me puso a dieta. Tenía miedo de que sufriera diabetes, por eso me obligó a comer alcachofas. Mi infancia fue horrible...
—Pero si la dieta solo duró un fin de semana— se rió, asombrado por su exageración —¿Cómo puedes ser tan dramático?
Yoongi contempló la sonrisa del menor convencido de que no solo estaba sintiendo dolor, sino que debía estar muy asustado.
«No te quejas, no gritas, ni lloras... Solo intentas mostrar tu mejor versión para tranquilizarnos, ¿verdad?»
—Te quiero, Tae— le besó en la frente —Te quiero muchísimo.
Taehyung asintió con el corazón en un puño. La angustia que padecía era difícil de disimular, pero el castaño sabía que poniéndose histérico solo empeoraría las cosas. Debía mantener la calma para así proyectarla en los demás.
—Yo te quiero mucho más— respondió con una sonrisa en los labios —Gracias por quedarte conmigo, hyung— sus ojos se humedecieron —Y perdóname por lo que te dije antes... Yo... No estuvo bien... Lo siento mucho...
—No hay nada que perdonar— Yoongi tuvo que luchar contra las lágrimas —Eres mi hermano. No hay nada que perdonar, Tae.
A Hoseok se le encogió el corazón al ver cómo Yoongi abrazaba a su hermano con tanto sentimiento. El castaño rodeó la espalda del chico, incapaz de contener las lágrimas por más tiempo.
—Estás muy pálido— Namjoon lo agarró de la muñeca —¿Te encuentras mal?
—No— contestó con sinceridad —Es solo que... Todo esto...
—Vamos a superarlo— aseguró el menor —Jimin y Jungkook van a conseguir un coche y juntos salvaremos a Taehyung.
—Lo sé— Hoseok sintió cómo la mano de su novio iba bajando hasta entrelazar varios dedos con los suyos —Es solo que... Ojalá pudiera hacer más por Taehyung.
Jackson se quedó observándoles desde la cocina. Eunha pasó a su lado con Mellie en brazos.
—Tenemos que estar listos para cuando vuelvan Jimin oppa y Jungkook— le dijo la muchacha. Al ver que no recibía una respuesta, se asomó para averiguar qué le tenía tan distraído —No hagas ninguna estupidez.
—¿Como qué?— se cruzó de brazos, mostrando una sonrisa burlona —¿Empujar a Hoseok contra un infectado?— la mirada severa de Eunha le llevó a alzar las manos —Tranquila, solo estaba bromeando.
—Esa clase de bromas están fuera de lugar— Mellie le gruñó y la joven acarició a la perrita —No es momento para ataques de celos.
—¿Celos? Qué tontería— Jackson se encogió de hombros, tratando de parecer indiferente, pero la complicidad entre Namjoon y Hoseok le había alarmado —Voy a recoger mis cosas.
Eunha resopló preocupada, consciente de la situación que había entre los tres.
Jungkook abrió la puerta del portal y Jimin salió al exterior con mucho cuidado. El rubio se asomó protegiéndose contra la pared del edificio. No parecía haber humanos a la vista pero sí unos cuantos infectados. El chico hizo una señal con la mano para que el maknae avanzase hasta él.
Justo cuando comenzaron a correr hacia la próxima calle, el menor se detuvo abruptamente al ver los cuerpos de Sooyoung y Jihyo ante él.
—Jungkook— Jimin lo agarró del brazo —Tenemos que irnos. Los hombres de Bogum podrían estar cerca— el chico notó cómo se soltaba —Jungkook.
El maknae se mordió el labio inferior con rabia. El cuerpo de Sooyoung yacía sobre el techo de un coche blanco. La sangre en su cara y las heridas en su cuerpo provocaron distintas emociones en él, pero lo que más le impresionó, fue la expresión en su rostro.
Jungkook sacó el cuchillo del cinturón y le hizo una incisión para evitar que pudiera convertirse en una infectada.
—Nos volveremos a ver— le cerró los ojos y le besó la sien.
El menor rodeó el coche de dos plazas para llegar hasta Jihyo. La joven se había roto el cuello contra el bordillo de la acera. Su aspecto era aún más impactante que el de su compañera. Jungkook se arrodilló a su lado y acarició el rostro de la muchacha.
—Nos volveremos a ver— repitió afligido, justo antes de hacerle lo mismo que a su ex pareja.
Jimin decapitó a cinco infectados, dándole espacio a su hermano para despedirse de ellas. Jungkook regresó con el rostro desencajado y sin ganas de pronunciar palabra. El rubio respetó su silencio y señaló hacia la siguiente calle.
Al doblar la esquina vieron un BMW de color gris. Justo cuando pretendían acercarse para comprobar el estado del vehículo, notaron un reflejo de luz contra sus rostros. Jimin alzó la mirada y detectó a un hombre en el edificio de enfrente. El desconocido les estaba apuntando con un arma.
Los Park corrieron hacia el coche entre una lluvia de proyectiles. Ambos lograron deslizarse a tiempo y resguardarse detrás del BMW, evitando a duras penas el impacto de las balas.
—¡Hijo de puta!— gruñó Jungkook —¿Te ha dado?
—No— Jimin dejó la katana en el suelo y tomó la escopeta —Necesito unos segundos. ¿Puedes distraerlo?
El maknae miró hacia su izquierda. Algunos infectados se estaban aproximando peligrosamente en su dirección. Jungkook se quitó la parte superior de la ropa, la colocó sobre la katana y la acercó a la zona frontal de la carrocería, dejándola sobresalir varios centímetros.
Jimin aguardó hasta oír el sonido del arma. El chico se alzó ágilmente y le pegó un tiro en la garganta. El hombre cayó desde el tercer piso, atrayendo a los infectados hacia él.
—Uno menos— el rubio se volvió a esconder detrás del coche.
—¿Hay más?— Jungkook se vistió rápidamente.
—No creo— Jimin se fijó en las ruedas traseras —Le ha dado... Este coche ya no sirve.
—Entonces sigamos.
Los infectados de la calle se ensañaron con la carne del desconocido, al que devoraron sin piedad.
Mientras el maknae se centraba en los edificios, Jimin vigilaba la retaguardia y el cielo por si aparecía algún cuervo.
En una bocacalle cercana encontraron un microbús de color azul. Parecía en buenas condiciones, a pesar de las abolladuras que mostraba la carrocería. Un infectado estaba atrapado debajo de una de las llantas, otros se tambaleaba al lado del capó. El maknae se deshizo de ellos mientras su hermano observaba las ventanas.
—Rápido, Jungkook.
La tensión en el ambiente se podía cortar con un cuchillo; y el hecho de que hubiera gente intentando matarlos, provocaba aún más presión y ansiedad en ellos.
En uno de los asientos se encontraron a un dóberman comiendo una pierna humana. El perro estaba tan centrado en devorar la carne, que no se percató de la presencia de los Park. Jungkook se fue acercando sigilosamente mientras Jimin apuntaba al animal con la escopeta.
El perro se giró al oír un crujido, provocado por algún objeto que había pisado el maknae. Los ojos inyectados en sangre se posaron inmediatamente sobre Jungkook, mostrándole también sus poderosos colmillos.
El dóberman hizo ademán de atacarle pero el chico reaccionó con mayor agilidad y decapitó al can de un tajo.
—Joder— juró Jimin, asqueado por la escena.
Jungkook agarró el cuerpo del animal y lo lanzó fuera del microbús. El rubio trató de hacer lo mismo con la cabeza pero no se vio capaz de tocarla.
—¿Qué pasa?— el menor vio el amago que hizo —¿Te asusta?
—Me da cosa— Jimin sintió un escalofrío —Ese bicho me está mirando mal...
—Hyung, ¿no dijiste que debíamos ser implacables?
—Sí— el mayor se dio la vuelta —Así que saca esa cabeza implacablemente de mi vista.
—Tienes una jeta...
Jimin se dispuso a localizar las llaves del vehículo mientras Jungkook lanzaba la cabeza al exterior. El rubio las encontró dentro del contacto.
—¿Conduces tú?— preguntó el menor al oír el sonido del motor.
—No, hazlo tú— Jimin se apartó y sacó el walkie talkie del cinturón —¿Hyung? ¿Namjoon hyung? ¿Me recibes?
—Sí, sí— la voz de Namjoon sonó agitada —¿Estáis bien?
—Vamos para allá.
La conversación fue breve. Jungkook puso el vehículo en marcha y su hermano se posicionó a su lado, con la vista pegada en la carretera.
En el apartamento, Namjoon le hizo una señal a Yoongi. El mayor sintió un profundo alivio al comprender que estaban de camino.
Jackson ayudó a Taehyung a subirse encima de la espalda de su hermano, mientras los demás cargaban sus pertenencias y bajaban a la planta baja del edificio.
—Todo irá bien, Tae— le prometió Yoongi —Esto es algo que vas a superar, ya verás.
Eunha se paró a su lado, alzando a Mellie para que pudiera verla. La perrita tenía un bozal negro rodeando su hocico y le miraba con cara de pena.
—Lo he encontrado en el piso— comentó la muchacha —Y le he hecho unos arreglos. Así no hay necesidad de medicarla.
—Muchas gracias— a Taehyung le gustó esa alternativa. El chico acarició a Mellie con mimo.
Yoongi miró con impaciencia hacia Namjoon y Hoseok; la pareja estaba hablando por lo bajo, lo que le puso aún más nervioso. Jackson se mantenía junto a la entrada y Eunha intentaba distraer a Taehyung.
—Jin— susurró —¿Dónde coño estás? ¿Por qué no me hablas?— Yoongi no lograba controlar su ansiedad —¿Qué está pasando? Hyung, contesta.
Taehyung oyó sus palabras, haciéndole sentir un vuelco en el corazón. El castaño quiso explicarle lo que había sucedido en la azotea, pero el sonido de varios golpes contra la puerta y la aparición de Jungkook, se lo impidió.
—El transporte ha llegado— sonrió el maknae pícaramente —Próxima parada; clínica Meraki.
—Kook— la mirada de Taehyung se iluminó al verle —Kook, ¿estás bien?
Todos sintieron un tremendo alivio al ver el rostro del menor.
—Estoy genial— el maknae besó a su novio en la boca y sonrió a Yoongi —Vámonos de aquí.
Mientras Jungkook y Jackson escoltaban a los Min hacia el vehículo, el rubio vigilaba la zona con la escopeta en mano. Las miradas de Yoongi y Jimin se encontraron fugazmente, transmitiéndose afecto y serenidad.
El menor acomodó a Taehyung sobre varios asientos. El microbús tenía once plazas y el castaño ocupó las tres del fondo. Jackson se situó en la parte del medio, junto a Eunha, mientras Hoseok se sentaba justo delante de Yoongi.
Namjoon fue el encargado de poner el vehículo en marcha y su primo se colocó a su lado, indicándole hacia dónde debía conducir.
—¿Me has echado de menos, bebé?— Jungkook le sonrió ampliamente.
—¿Por qué debería?— bufó con cierto desdén —Estaba con mi hermano.
—Qué injusto— el maknae puso una mueca graciosa que hizo sonreír a Taehyung —¿Acaso le quieres a él más que a mi?
Yoongi sonrió al presenciar la falsa indignación de Jungkook. El chico desvió la vista hacia Hoseok y notó una profunda seriedad en su rostro. El mayor bajó la mirada en la dirección que estaba mirando y vio cómo la mano de su hermano estaba temblando.
—¿Te encuentras mal?— preguntó Yoongi preocupado.
—No— Taehyung no quería decirle que sentía escalofríos, náuseas y dolor torácico —Hyung... Tengo que contarte algo— el castaño tomó aire antes de proseguir —Jin hyung me salvó pero... Él me dijo que... Me dijo que te dijera que lo sentía. No sé por qué pero el tono que empleó sonó a despedida.
Yoongi no mostró sorpresa; el mayor trató de contener sus emociones por el bien de su hermano. A pesar del esfuerzo, no pudo reprimir su profundo malestar. Las palabras del castaño le habían herido profundamente.
Jungkook sí quedó algo desconcertado por la noticia, Hoseok en cambio no logró entender nada.
—No te preocupes por eso, ahora lo que importante es que te pongas bien— Yoongi le acarició la cabeza —Vamos a resolver los problemas de uno en uno, ¿de acuerdo?
Taehyung asintió dolido.
«Si Jin hyung ha desaparecido por salvarme, no me lo perdonaré jamás»
Namjoon siguió la indicación de Jimin y giró hacia la derecha. Los jóvenes se quedaron de piedra al cruzar por una avenida repleta de infectados. Había más de doscientos a lo largo de la carretera.
El mayor pisó a fondo y se metió en una bocacalle. Aquel estrecho callejón los llevó a otro punto de la ciudad.
—Vamos a evitar las avenidas— propuso Jimin con el corazón tan agitado, que amenazaba con salirle del pecho —No podemos perder el tiempo— se giró hacia Taehyung y lo vio hablando con Yoongi, Hoseok y Jungkook —Tenemos que llegar rápido, hyung.
—Lo más probable es que haya infectados en la clínica— su mirada se desvió hacia un podrido golpeándose contra un edificio —Tendremos que limpiar la zona.
—Esperemos que no nos lleve demasiado...
—¿Estás bien?— Namjoon alzó la mirada hacia su primo —Te ves cansado.
—En unos pocos días me he enterado que mi padre es un genocida, que Jungkook no es mi hermano, que mi familia paterna arruinó la vida de mi madre biológica, que el hombre que me crió ordenó violarme— se colgó la escopeta al hombro —El lugar que nos mantenía a salvo ha volado por los aires y hemos perdido a gente muy importantes por el camino, personas que merecían estar aquí con nosotros— apretó el puño —Y ahora mi mejor amigo ha sido envenenado... ¿Sinceramente?— le miró a los ojos —No estoy bien, hyung. En absoluto.
—Y aún así sigues al pie del cañón.
—Porque mi familia me necesita— respondió —Ya tendré tiempo de sanar mis heridas cuando lleguemos a la isla.
—Estoy de acuerdo— Namjoon rodeó un contenedor de basura que estaba tirado en mitad de la carretera —Cuando lleguemos a la isla seré tu psiquiatra particular y lo haré gratis.
Jimin sonrió por la ocurrencia.
—Hecho, pero no podrás echarte atrás— le advirtió —O te juro que haré un tremendo escándalo cuando te cases con Hoseok hyung.
—¿Qué...?— Namjoon vio cómo el rubio señalaba el anillo —Ya veo...
—Me he dado cuenta, aunque no he tenido la ocasión de decir nada— le apretó el hombro —¿Es algo simbólico o...?
—¿Por qué no nos centramos en la carretera?— le cortó inmediatamente.
Jimin le revolvió el pelo sonriente.
Jackson le llevó una botella de agua a Taehyung. Eunha y Mellie también se habían reunido a su alrededor para darle ánimos.
El castaño se sintió muy arropado por todos, aunque le estaba comenzando a costar seguir las conversaciones de sus amigos. Un dolor de cabeza, acompañado de un leve mareo y cierto hormigueó en las manos, le tenían un poco distraído.
Yoongi dejó a Jungkook al cuidado de su hermano y se acercó a Jimin. El chico agarró a su novio de la cintura y se apretó a él por detrás.
—¿Falta mucho?— le preguntó al oído.
—No— Jimin señaló hacia delante —Está justo detrás de eso...
A pesar del peligro, el grupo está haciendo todo lo posible por salvar a Taehyung. De momento han logrado emprender el viaje hacia la clínica Meraki, pero ¿qué habrán visto Yoongi y Jimin al final del capítulo? ¿Conseguirán llegar hasta la clínica? ¿Habrá allí un antídoto? 👀
Cuando estaba redactando la parte de Jimin y Jungkook no podía dejar de pensar en los Park del inicio de Evanescente y en lo mucho que han crecido. Ay, me da nostalgia. 😭 Adoro escribir esta historia. 💜
Lxs que seguís los capítulos cada semana merecéis un fin de semana gratis en un Spa de lujo para deshaceros de toda la tensión. 💖 Gracias por acompañarme otro día más. Que tengáis una feliz semana. Os quiero mucho. 😘
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