100
Las últimas semanas habían transcurrido con mayor normalidad. La recuperación de Jimin y Sungjae, la vuelta a terapia de Yoongi, la mejora en el comportamiento de Junggi, el bienestar de Eunha y la vida familiar que llevaban Taehyung, Jungkook y Sohee, rebajó la tensión en El Umbral.
La forma en la que los habitantes de la isla se habían unido ante la adversidad, había alegrado enormemente el corazón de Hoseok, pero conocer al pequeño Hoseokie, fue lo que más lo conmovió. El día en que Changwook lo presentó en casa de los Min, no pudo dejar de llorar de lo feliz que estaba.
Changwook había pasado por muchas dificultades, no obstante, había logrado superarlas todas y ahora estaba mirando hacia el futuro con optimismo. A pesar de los malos momentos, seguía caminando con paso firme y para Hoseok, era todo un ejemplo de superación.
Incluso a Seokjin se le humedecieron los ojos cuando vio al pequeño Hoseokie con Jungkook. No sabía qué clase de amor sentía Changwook por el pelirrojo y en realidad tampoco importaba; Hoseok había dejado un impacto lo suficientemente grande en él, como para desear ponerle su nombre, y ese, le parecía el más bello de los detalles.
A Namjoon también le agradó la decisión de Changwook. Era alguien importante para Hoseok y por ende, también lo era para él. Aunque no se conocían, le deseaba un futuro próspero, lleno de felicidad y amor junto a su hijo.
Mientras las cosas en la isla volvían a la normalidad, el ambiente en El Umbral también había mejorado.
Seokjin y Namjoon pusieron a Hoseok al corriente de como era su nuevo hogar, aunque omitieron las intervenciones de Seokjin y el resultado de ellas, y cómo habría sido su vida en las otras dos líneas temporales que conocían.
Era algo que debían contarle, pero Hoseok todavía se estaba adaptando y después de la tragedia en Inyeon, no era el momento adecuado para mantener esa conversación.
Tampoco le habían hablado de la relación que tenían, no porque Namjoon no quisiera, Seokjin seguía reacio a dar ese paso, hasta que Hoseok comenzó a organizar actividades para ellos y entonces la perspectiva del mayor cambió.
—No es solo por ti, es que Seokjin hyung y yo también somos amigos— le había dicho una tarde a Namjoon frente al lago —No como vosotros dos, claro, nuestra relación ha sido más bien fantasmal en comparación con la vuestra, pero me siento muy cómodo con él. Es como... Como si hubiera una conexión entre nosotros y por eso quiero conocerlo mejor. Me gustaría que los tres pudiéramos llevarnos bien.
Y Hoseok no reculó, se organizó de maravilla para estar con Seokjin a solas, para hacer cosas con Namjoon o para tener actividades entre los tres. Al principio fue extraño, sobre todo para Seokjin, pero esa sensación de incomodidad se fue desvaneciendo por el gran entendimiento y la buena compatibilidad que había entre ellos.
A raíz de pasar más tiempo juntos, surgió otra clase de sentimiento en Seokjin. ¿Cómo podía decirle lo que sentía por su novio si Hoseok era tan encantador con él? ¿Cómo podía contarle la verdad si se estaban haciendo buenos amigos?
Namjoon le había advertido varias veces de que si dejaban pasar más tiempo, al final sería mucho peor y a la larga, Seokjin comprendió que no podían insistir en una mentira. Ver como habían resuelto las cosas en Inyeon, como sus amigos estaban luchando por un futuro mejor y desde la honestidad, hizo que se planteara muchas cosas.
—Se lo diremos esta semana— aceptó Seokjin al fin —Solo dame unos días más para prepararme mentalmente.
Y Namjoon se lo concedió, sobre todo porque quería hacer las cosas junto a Seokjin y no en contra de él. Prefería que ambos estuvieran de acuerdo para que, pasara lo que pasara, no hubiera reproches entre ellos.
Seokjin le dio una vuelta a la lubina. Había ido a pescar muy temprano para preparar un buen pescado para la cena. Quería hacer una comida especial y pasar una buena velada juntos, dado que mañana, era el día que habían elegido para contarle la verdad.
A Hoseok no le gustaba tener la cabeza de un pescado en el plato, los ojos le daban bastante repelús, por eso había limpiado la lubina cuidadosamente. Las patatas asadas, los pimientos y la cebolla se veían deliciosas junto a las hierbas que le había agregado. En la nevera guardaba una ensalada mixta que les serviría de acompañamiento.
Seokjin pensó en acompañarlo con un vino blanco y servir de postre un sorbete de limón con helado. No les había dicho nada de la cena, pero esperaba que la sorpresa les agradara.
Impaciente, miró por la ventana de la cocina. Hoseok y Namjoon habían salido a nadar y estaban por regresar, aunque esperaba que no tardasen demasiado. No quería que se enfriase la cena, deseaba que pudieran disfrutar cuanto antes de su delicioso sabor.
Los minutos pasaron y Seokjin comenzó a impacientarse. ¿Y si se habían quedado un poco más de tiempo? ¿Debería haberles avisado de que él haría la cena?
—¿Tú qué opinas?— Seokjin miró a Mellie, que estaba sentada junto al horno, esperando pillar algo de pescado —¿Debería ir a buscarlos?
Mellie ladró, pero era evidente que no le importaba si iba a buscarlos o no, ella solo quería comer.
—Tú tienes tus prioridades, ¿verdad?— Seokjin sonrió —Voy a ver si los encuentro.
Seokjin decidió salir al exterior para ver si los veía, pero desafortunadamente, no parecían estar en el lago. Entonces pensó en dar una vuelta alrededor de la casa, por si estaban en el jardín o cerca de la pergola.
Cuando pasó al lado de la habitación de Hoseok, Seokjin se detuvo bruscamente. A través del ventanal, que era enorme y no tenía ni cortina ni persiana, encontró a la pareja durmiendo sobre la cama. Sus cuerpos estaban entrelazados y la ropa tirada en distintas partes de la habitación.
Seokjin no supo qué sentir. Fue como si por un par de segundos se quedara en blanco. Solo podía mirar a Hoseok, que estaba acurrucado entre los brazos de Namjoon, y a Namjoon, cuya expresión de serenidad le contrajo el corazón.
Seokjin regresó a la cocina a paso lento y como en trance, apagó el horno y caminó hacia su habitación. Mellie ladró varias veces, incluso lo siguió pegada a sus pies, pero el joven se encerró en su cuarto dejando a la perrita en el pasillo.
Sabía que iba a suceder, sabía que, tarde o temprano, iban a tener relaciones sexuales. Y quizá estaba siendo ingenuo porque lo más probable era que ya lo hubieran hecho antes. Al fin y al cabo, se habían añorado durante años y era normal que una pareja que se amaba, también se deseara.
Y aun así, lo sintió como una traición. Como una puñalada en la espalda por parte de Namjoon.
Seokjin corrió las cortinas y se metió en la cama. ¿Por qué dolía tanto si ya sabía que iba a suceder? ¿Por qué no se había preparado emocionalmente si era cuestión de tiempo que follaran?
Lo que más le mortificaba no era ni siquiera que hubieran tenido sexo. Lo que más le carcomía era la imagen que había visto de Namjoon; cómo estaba sujetando a Hoseok, con ese amor tan profundo que le tenía, eso era lo que realmente lo había destrozado.
Namjoon se despertó a la mañana siguiente a causa de una extraña sensación en los pies. Al incorporarse y bajar la mirada, se encontró con la carita inocente de Mellie.
—Creo que quiere salir— comentó Hoseok a su lado, que se había despertado por el movimiento de su novio —Deberíamos sacarla...
—Pero siempre dejamos la puerta del jardín abierta para que pueda salir a la hora que quiera— Namjoon frunció el ceño por los sollozos de la perrita —¿Qué te pasa? ¿Te duele algo?
—¿Tendrá hambre?— el mayor notó que sus orejitas se alzaron al escuchar la palabra hambre —Definitivamente tiene hambre. ¿Quieres comer?
Mellie ladró moviéndose de un lado a otro.
—Has dado en el clavo— Namjoon lo miró y se encontró con su preciosa sonrisa —Buenos días, por cierto.
—Buenos días— Hoseok le dio un beso en la mejilla —Me parece que anoche nos quedamos dormidos.
—Te dije que era mala idea tumbarse en la cama, que nos íbamos a quedar fritos, pero no me quisiste hacer caso y mira ahora.
—Lo sé, pero estaba muy cansado— replicó en un tono aniñado —Hacía mucho que no iba a nadar y hacer tantos largos me dejó KO. En serio, tanto ejercicio no puede ser bueno.
—Anoche me tocaba hacer la cena, seguro que Seokjin hyung está mosqueado. Le diré que fue culpa tuya, así no se enfadará conmigo.
—Joonie, no seas malo— Hoseok le pellizcó el brazo —¡¿No ves que trato de caerle bien?!
Namjoon se rió por lo adorable que era.
—Voy a darle de comer a Mellie— Namjoon lo besó en la boca —Puedes ir recogiendo la ropa que has tirado mientras yo me encargo del desayuno.
—No la he tirado, ha sido un accidente.
—Tienes que aprender a usar tus poderes. Por la tarde vamos a practicar en un lugar seguro.
—¿En el lago?
—No, en un descampado para que no puedas herir a nadie.
Hoseok le mostró el dedo corazón, a lo que Namjoon respondió con una carcajada.
Mellie saltó de la cama cuando el menor se levantó y la perrita esperó pacientemente a que se vistiera. Los dos se habían quedado dormidos con el bañador puesto, y aunque era bastante cómodo, Namjoon prefería ponerse un pantalón de deporte y una camiseta de tirantes antes de ir a la cocina.
Mientras Hoseok se disponía a ordenar el desastre que había causado, el menor se acercó a la cocina para darle el desayuno a la perrita.
Namjoon se sorprendió mucho al encontrarse con la mesa del comedor puesta. No era una vajilla habitual y la decoración tampoco era corriente. El mantel, la forma de las servilletas e incluso las flores, cada detalle estaba tan bien pensado, que era evidente quién lo había preparado.
Mellie ladró varias veces y Namjoon la vio sentada junto al horno. La cena de ayer seguía dentro y la perrita no parecía dispuesta a olvidarse de la lubina que tan rica olía.
El disgusto fue enorme cuando comprendió que lo habían plantado. Namjoon se dirigió inmediatamente al dormitorio de Seokjin para pedirle perdón, pero cuando llamó a la puerta y se dispuso a entrar, notó que estaba cerrada con llave.
—¿Hyung? ¿Estás despierto?— preguntó hasta en dos ocasiones, pero no obtuvo respuesta —Hyung, voy a entrar...
—¡No!
Namjoon lo pudo oír a través de la puerta. Su voz le sonó extraña, como si estuviera congestionada.
—Hyung, quería disculparme por lo de anoche— comenzó a decir, pero no pudo llegar mucho más lejos. De un momento a otro pasó de estar en el pasillo de la mansión, a encontrarse a pie de lago.
Namjoon tardó un par de segundos en comprender que Seokjin lo había echado. Y su desconcierto fue aún mayor cuando el agua del lago comenzó a formar un mensaje en el aire.
Vuelve a acercarte a mí y te juro que no volverás a ver a Hoseok.
El mensaje se mantuvo flotando durante menos de diez segundos y después cayó sobre Namjoon, empapándolo de pies a cabeza.
Los días que siguieron fueron bastante insólitos para Hoseok. La actitud de Namjoon había cambiado completamente. Seguía siendo cariñoso con él, pero se notaba serio, triste, enfadado y apagado. Esos eran los cuatro estados que más predominaban en él.
Cuando lo veía boxeando, le pegaba con tanta agresividad que parecía que quisiera matar a alguien. En otras ocasiones, su rostro era inexpresivo, pero su mirada contenía una tristeza que no pasaba desapercibida. Y cuando le preguntaba qué le sucedía, siempre sonreía y cambiaba de tema.
Luego estaba Seokjin, que llevaba tres días sin salir de su dormitorio. El primer día lo aceptó porque asumió que necesitaba tiempo para sí mismo. El segundo día llamó a su puerta para preguntarle cómo estaba, pero Seokjin lo echó a voces.
Hoseok le dejó la comida en la puerta y cuando fue a llevarle la cena, la comida seguía allí. El pelirrojo volvió a llamar, pero no solo no contestó, cuando quiso entrar había echado la llave. También se acercó desde el patio, pero Seokjin había corrido las cortinas y no se podía ver el interior.
Por eso, a la mañana del tercer día, cuando Hoseok vio que Namjoon estaba en el exterior, boxeando como si la vida le fuera en ello, y Seokjin seguía sin salir de su cuarto, decidió tomar cartas en el asunto.
—Hyung, soy Hoseok— dijo desde el pasillo —¿Me puedes abrir?
El silencio fue la contundente respuesta que recibió una vez más. Y aunque Namjoon le había dicho que Seokjin solo necesitaba tiempo, Hoseok determinó que tres días eran más que suficiente.
Decidido, cogió un martillo del armario de herramientas y rodeó la casa hasta llegar a la habitación de Seokjin. Sin pensárselo dos veces, Hoseok golpeó el vidrio y el ventanal se vino abajo.
El ruido asustó tanto al mayor, que estuvo a punto de caerse de la cama.
—Oh, buenos días, hyung— saludó Hoseok con el martillo en la mano —¿Cómo te sientes?
Seokjin se quedó perplejo. Hoseok había roto el cristal para entrar en su dormitorio y le estaba sonriendo como si hacer eso fuese lo más normal del mundo.
—Siento el desorden, pero es que llevas días sin salir y no me haces caso, así que tenía que entrar por la fuerza— Hoseok pisó con cuidado para no cortarse con el cristal —Sé que tú y Joonie sabéis hacer magia, pero a mí todavía se me da mal, por eso me toca recurrir a métodos más tradicionales.
Seokjin volvió a esconderse bajo las mantas. En sus pesadillas, Hoseok siempre lo mataba, pero por primera vez, le daba igual si alguna de ellas se hacía realidad.
—Quiero estar solo.
—Ya lo has estado durante tres días— Hoseok miró a su alrededor. No había restos de comida, lo que le hizo pensar que llevaba todo ese tiempo sin comer —Voy a preparar el desayuno. ¿Te unes a nosotros?
—Quiero que te vayas.
—¿Por qué?
—Quiero estar solo.
—Sí, eso ya lo has dicho y como médico te digo que necesitas salir de aquí.
—No eres mi médico, así que vete de mi dormitorio o te echaré a patadas.
Hoseok se descalzó y se tumbó en la cama como si con él no fuera la cosa. Seokjin no daba crédito ante su osadía. Quería gritarle que se fuera, pero eso no había funcionado antes, por lo que asumió que debía enviarlo al lago como había hecho con Namjoon.
—¿Desde cuándo estás enamorado de Joonie?
La pregunta lo descolocó por completo, sobre todo por el tono despreocupado que usó al hacerla. Aunque tampoco parecía una pregunta en sí, por su actitud se notaba que ya sabía la respuesta.
—Llevo más de una década enamorado de Joonie, así que no intentes engañarme. Sé perfectamente cómo es ocultar un amor.
Seokjin se sintió abrumado. Había pasado de estar enfadado y asqueado, a tener miedo de responder. ¿Qué debía hacer? Insistir en una mentira no le iba a llevar a ningún lado y Hoseok tampoco parecía dispuesto a dejarse engañar a la cara.
Hoseok contempló la habitación en silencio. Era muy bonita y tenía una decoración muy alegre, pero en ese instante parecía algo tétrica, aunque la sensación estaba claramente en el ambiente.
—Desde hace años...
—No me sorprende, se te nota mucho.
—¿Desde cuándo lo sabes?
—Desde que llegó Mellie— Hoseok lo miró de reojo, pero Seokjin seguía evitando su mirada —Me di cuenta por vuestras miradas, comentarios y reacciones... Hay algunos sentimientos que no se pueden ocultar, por más empeño que se le ponga.
Seokjin quiso salir corriendo, pero estaba petrificado. Tenía miedo de levantarse y tener que afrontar esa conversación cara a cara.
—¿Por qué no has dicho nada?
—Quería daros la oportunidad de explicaros y pensé que sería mejor esperar hasta que estuvierais preparados para la conversación— Hoseok notó lo nervioso que estaba —Pero me parece que llegados a este punto, ya no debo esperar más.
Seokjin sabía que lo decía por su aislamiento.
—Dime una cosa. Tú y Joonie... ¿Desde cuándo sois novios?
—No somos novios...
—¿No? Pero tenéis algo, ¿verdad?— el silencio confirmó lo que ya intuía —No tienes que tener miedo, no te estoy juzgando. Habéis pasado años juntos, lo raro sería que no hubierais follado.
—No hemos follado...
—No tienes que mentir.
—No miento, no hemos follado— Seokjin se agarró de las mantas —Nos hemos besado y algo más... Pero no hemos follado... No lo hemos hecho...
—¿Me has visto cara de tonto?— Hoseok le dio varios golpecitos en el hombro —Oye, mírame y explícame por qué no follarías con él.
—¿A ti qué te pasa?— Seokjin se alzó casi indignado por su reacción —Parece que estás decepcionado porque no he follado con tu novio.
—Un poco, la verdad— se encogió de hombros —Tu comportamiento no es sano.
Seokjin se quedó sin palabras. Literalmente.
—¿Por qué pones esa cara?— Hoseok arqueó una ceja —¿Esperabas verme en plan novio tóxico?
—Pues sí...
—¿Pues sí?— Hoseok se echó a reír, aunque Seokjin no le encontraba la gracia —En la isla he follado con varios hombres. ¿De verdad piensas que me voy a enfadar si Joonie folla contigo? ¿Qué clase de mentalidad troglodita es esa?
Seokjin bajó la mirada avergonzado. ¿Tan mal había juzgado a Hoseok? ¿Cómo era posible que estuviera tan equivocado con él?
—Mi mayor miedo no es que mi novio se folle a otro hombre, aunque claro, en realidad ni siquiera sabía que eso se podía hacer una vez muerto... Lo que es genial, ya que estamos. Mi mayor miedo es que Joonie deje de amarme y eso no ha pasado.
Seokjin no supo qué decir, le parecía surrealista lo que estaba oyendo.
—Sé que él también te quiere, por eso se comporta como un pollo sin cabeza— Hoseok apoyó la cabeza sobre el cabezal —Lleva días intentando decírmelo, pero cuando va a hacerlo, cambia de tema. No entiendo de qué tiene tanto miedo.
—Es culpa mía... Le dije que si te lo decía, lo iba a echar de mi orbit y como no sabemos si puede volver a entrar... Es que... Cambié algo que no estaba permitido cambiar y ahora estoy atrapado aquí hasta que mueran Yoongi y Taehyung.
Hoseok sentía mucha curiosidad por saber lo que había cambiado, pero algo le decía que Seokjin no estaba listo para contárselo.
—Y Joonie no quiere dejarte solo porque sería horrible para ti pasar tanto tiempo en soledad, ¿me equivoco? Tiene sentido que no me lo haya dicho. Lo has acojonado.
—Lo siento... No quería... No era mi intención meterme entre vosotros... Yo... Te juro que he intentado olvidarme de él, lo he intentado con todas mis fuerzas, pero...
—No funciona— Hoseok recordó cuando intentó olvidarse de Namjoon y sonrió al pensar en lo ingenuo que había sido —Si te enamoras de Joonie, no hay forma de olvidarlo. Es la clase de hombre que sobrepasa tus expectativas y se queda por siempre en tu corazón.
Seokjin se sintió extraño. La forma en la que estaba hablando con él era comprensiva y reconfortante, en lugar de amenazante. ¿Por qué estaba siendo tan amable? ¿Realmente merecía esa bondad?
—He intentado respetar vuestra relación todo lo posible...
—Asumo que por eso no te has acostado con él— a Hoseok le seguía pareciendo insólito —Supongo que para no caer en la tentación, hay que disponer de una fuerza de voluntad extraordinaria.
—No todos la tienen...
—¿Por quién lo dices?— Hoseok notó que el comentario iba con segundas —No te lo guardes, di lo que tengas que decir.
Seokjin sacó valor y lo miró a los ojos.
—Os vi.
—¿Nos viste?
—Os vi en tu cama el día que fuisteis a nadar.
Hoseok no entendía a qué se refería, hasta que cayó en cuenta.
—¿Te has encerrado en tu cuarto porque crees que hemos follado?— el menor no pudo contener la risa —Y yo que creía que esta clase de malentendidos solo ocurrían en mis novelas favoritas.
—¿Qué quieres decir?
—Cuando estuvimos en el búnker, Joonie me enseñó a nadar y ese día quise chulearme de mis progresos con él, pero estuvimos nadando tanto tiempo, que acabé muerto, lo que tiene gracia si lo piensas... Total, no sé qué habrás visto, pero te aseguro que no hubo sexo. Solo nos quedamos dormidos.
—Pero estabais desnudos...
—Qué va, llevábamos los bañadores puestos. Nos debimos tapar mientras dormíamos y por eso tuviste la impresión de que estábamos desnudos— aclaró para asombro de Seokjin —Y si te despistó la ropa del cuarto, tengo que decir que eso fue culpa mía. Intenté hacer magia y no sé qué pasó que terminó todo por los suelos.
Seokjin se sintió ridículo cuando comprendió que se había encerrado allí por una mala interpretación suya. Encima había amenazado a Namjoon, lo que era incluso peor. ¿Cómo no se había dado cuenta? ¿Cómo se había equivocado tanto?
—Pensé que...— Seokjin se tapó la cara de lo avergonzado que estaba —Lo siento... Yo...
Hoseok miró hacia el techo para que no se sintiera más incómodo de lo que ya se sentía. Él también sabía lo que era meter la pata y quedar en ridículo delante de otros, por eso se comportó con naturalidad y le restó importancia.
—Si no me he acostado con él no es por falta de ganas, es por respeto a ti, hyung. Por eso te pedí que me hicieras mi propio cuarto. Ya sabes lo difícil que es resistirse a Joonie.
—No lo entiendo— Seokjin lo miró con el rostro sonrojado —¿Entonces por qué me hablaste como si yo no fuera nada para él?
—¿Cuándo hice eso?
—Durante el desayuno... El día que salimos a pescar...
—Ese día solo traté de mostrarte que estamos en el mismo barco. Mi pasado con Joonie, mi vida con él, es mi mayor tesoro, pero también mi mayor debilidad. Tú no eres el único que tiene algo que perder, hyung. No somos tan distintos el uno del otro. Pensé que si compartía mi pasado contigo, te abrirías a mí y me contarías tu presente con él, pero en lugar de eso, te cerraste en banda. Es como si todo lo que dijera relacionado con Joonie te lo tomaras a mal... No tengo malas intenciones contigo, pero parece que cualquier cosa que diga sobre él te molesta.
Seokjin lo había entendido mal desde el principio y le dolía ver lo equivocado que estaba con él.
—Lo siento, Hoseok... Son mis inseguridades... Cuando hablas de Namjoon no veo cómo eres realmente porque todo lo que dices, lo percibo como una burla hacia mí...
—No es así, te lo aseguro... Pero te pido perdón si te he hecho sentir mal.
Seokjin se quedó en silencio. La culpa realmente podía hacer que vieras el mundo de una forma completamente distinta a como era en realidad. Y él tenía tanta dentro, que no le extrañaba haberlo llevado hasta ese extremo.
—Deberías darte una ducha y salir a dar un paseo. Llevas mucho tiempo aquí metido y tu cuerpo necesita vitamina D— Hoseok se levantó de la cama —Siento que nos hayamos perdido la cena del otro día. Espero poder recompensarte por tu esfuerzo con un buen desayuno.
—Hoseok...
—¿Sí?
Seokjin se sentó sobre la cama.
—¿Y ahora qué?
—¿Que de qué?
Seokjin quiso preguntarle por Namjoon, pero no se atrevió. Ni siquiera sabía qué preguntar. Le daba miedo que pudiera recibir una respuesta dolorosa, por eso lo dejó pasar.
—Primero vamos a tomar un desayuno nutritivo y luego ya veremos— Hoseok le sonrió de oreja a oreja —Te veo dentro de un rato.
Seokjin se sintió menos perdido que antes cuando lo vio salir de su cuarto. En su mente había creado mil conversaciones distintas, pero en ninguna se comportaba de esa manera. Siempre terminaban a grito, incluso a golpes, pero la actitud de Hoseok había sido serena, comprensiva y muy madura.
Seokjin se recostó sobre la cama, analizando la conversación. No le extrañaba que su orbit hubiera cobrado vida con la llegada de Hoseok, no era un demonio que quería separarlo de Namjoon, era un ángel que trataba de cuidar de todos.
No tenía ni idea de lo que iba a pasar a partir de ahora, solo tenía la certeza de que, que Hoseok supiera lo suyo con Namjoon, le había quitado un enorme peso de encima.
Creo que la gran mayoría de las personas que me leen, sabían que Hoseok estaba al tanto de todo, donde se dividían las opiniones era en cómo iba a reaccionar. ¿Qué os ha parecido su conversación con Seokjin?
Estoy convencida de que Seokjin no es el único que pensó que Hoseok y Namjoon se habían acostado. Venga, confesad aquí, que os estoy viendo. 👀
Hemos llegado al capítulo 100. Otra vez. Cuando comencé Retrouvailles, no pensé que llegaríamos a esta cifra, estaba convencida de que finalizaría mucho antes. Mi capacidad para calcular es bastante mala como podéis ver. 🤭 Quiero daros las gracias por continuar conmigo. Escribir una historia tan larga es bastante exigente y hay veces en las que me pregunto si merece la pena invertir tanto tiempo en un pasatiempo como este... Pero cuando leo vuestros mensajes, sé que merece cada segundo del que le dedico. Gracias por apreciar mi trabajo. No soy profesional, ni pretendo serlo, por eso mismo agradezco infinitamente que le hayáis dado una oportunidad y que le mostréis tanto interés. Espero que disfrutéis de la última parte de Retrouvailles y también espero poder seguir contando con vosotrxs hasta el final de la historia. Gracias de corazón por cada minuto que le habéis dedicado. Significa mucho para mí. 💜
Y por último, ¿qué os ha parecido Sexy Nukim? A mí me ha gustado y necesito destacar lo increíble que es Namjoon. 🥺 Su forma de adaptarse al sonido de otros artistas, independientemente del sonido que tengan, me parece de lo más impresionante. Y dicho esto, espero que tengáis una feliz semana. Nos vemos en 9/10 días~
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