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06

Namjoon sonrió al escuchar la risa de Hoseok. Por un momento habían logrado centrarse en ellos, dejando a un lado todo el cansancio, dolor y miedo que acarreaban.

—Hay algo que me gustaría saber— el menor se apoyó sobre su codo —Siempre me he preguntado si cuando conociste a Taehyung, él te atraía.

El pelirrojo se sorprendió por la pregunta pero no evadió la respuesta. Tras acomodarse contra el respaldo de la cama, decidió contestarle.

—Sí— le miró a los ojos —Conectamos muy rápido y me parecía muy atractivo.

—Lo imaginé— Namjoon torció la boca —Se veía cierta química entre vosotros...

—La había, pero pronto me di cuenta que lo nuestro no resultaría. Noté lo que sentían él y Jungkook, y no quería meterme entre ellos.

—¿Taehyung lo sabe?

—No— Hoseok se rió por la cara que puso —Y no lo sabrá nunca. ¿Entendido?

—Entendido— Namjoon se dejó caer sobre el cojín —Ahora sé por qué le tenía manía.

—¿Manía?— el mayor se sentó entrelazando las piernas —¿Qué dices?

—Es bastante estúpido, ¿no?— desvió la vista hacia él —Quererte pero resignarme a dejarte ir con alguien más adecuado y cuando aparece una persona en la que muestras interés, sentir celos y desear que se aleje de ti.

—No tan estúpido como pedirle a mi compañero de trabajo que se haga pasar por mi novio para celar a mi mejor amigo— Hoseok pasó la mano por el cabello del menor —Somos como Jim Carrey y Jeff Daniels en «Dos tontos muy tontos» pero a lo gay.

—Me encanta esa película— Namjoon se echó a reír.

Hoseok no pudo resistirse a sus hoyuelos y le besó en la mejilla. Luego fue desviándose lentamente hacia sus labios, hasta alcanzar su boca.

—¿Dónde crees que guardan los preservativos?— soltó el menor en un tono sensual.

Hoseok se agarró de las sábanas. La simple pregunta le había sorprendido pero también excitado. Namjoon vio cómo bajaba la cabeza y sus mejillas se volvían a teñir de un color rosado.

—¿Ya no quieres hacerlo conmigo?

—¡Por supuesto que quiero!— se levantó enérgicamente.

Namjoon sonrió al ver lo sonrojado que estaba. Hoseok se dio la vuelta y comenzó a rebuscar dentro del mueble de la televisión. El menor quiso comérselo a besos; esa genuina timidez que mostraba por ratos, le aceleraba el corazón de una forma desconocida.

El primo de Jungkook también se puso a examinar los muebles. Hoseok miró de vez en cuando hacia él, todavía algo perplejo por lo que estaba ocurriendo entre ellos.

—Aquí— dijo Namjoon enfrente de un mueble de madera, colocado al lado de la puerta que llevaba hacia el baño —Hay bastante.

—¿Nos sirve algo?— Hoseok se acercó tímidamente.

—Bueno, casi todos los preservativos vienen ya lubricados. Solo hay que mirar los ingredientes para ver si son aptos.

Hoseok empezó a sentirse inquieto. Namjoon en cambio no se apresuró y leyó hasta el último párrafo de la etiqueta.

—Este nos sirve— asintió —¿Quieres algún lubricante en especial?

—¿Es que también tienen lubricantes?

—Mira— Namjoon abrió el último cajón del armario —En algunas posiciones el ángulo de penetración puede ser doloroso. El lubricante facilita las relaciones en cualquier pareja.

—Pareces un vendedor de lubricantes— se rió y miró el contenido —Lubricante comestible de chocolate, caramelo y mora— Hoseok tomó el de chocolate, que era el único que estaba sin abrir —¿Estará bueno?— le quitó el plástico y probó un poco —Flipa, sabe a chocolate.

—¿Quieres un babero?— bromeó el menor.

Hoseok le dedicó una mirada fulminante mientras volvía a probar otro poco. Namjoon cogió uno diferente y se puso a leer la etiqueta.

—¿Qué haces? ¿Es que mi lubricante de chocolate no es lo suficientemente bueno para ti?— Hoseok se echó un poco sobre el dedo corazón.

Namjoon alzó la vista y se encontró con el dedo del pelirrojo a pocos centímetros de él. Para sorpresa del mayor, el joven se lo metió en la boca, chupándolo intensamente.

—Sí que sabe a chocolate— contestó en un tono sugerente.

—P-Pues claro— Hoseok se puso como un tomate —Está mejor el lubricante que el cocido ese que he comido.

—Usemos ambos entonces— Namjoon lo tomó de la mano —¿Te apetece?

—Mucho— respondió en voz baja.

Tras una larga e intensa mirada, Hoseok tomó la iniciativa y le volvió a besar. Namjoon lo sujetó de la cintura mientras la lengua del mayor penetraba su boca. Poco a poco fueron acercándose a la cama, sin dejar de amarse en el proceso.

El paquete de preservativos, al igual que los dos lubricantes, cayeron sobre el colchón, dándoles movilidad para tocarse.

Hoseok fue el primero en atreverse a quitarle el súeter. El pelirrojo exhaló un leve suspiro; aunque lo había visto muchas veces sin camiseta, nunca había sido capaz de tocarle con la libertad con la que lo estaba haciendo en ese instante.

Namjoon se sonrojó con las caricias sobre sus pectorales. El joven había estado con mucha gente pero jamás se había sentido tan vulnerable. Hoseok era la persona más importante para él, siempre lo había sido, y ver el deseo que enmanaba de su mirada, le provocaba nuevas sensaciones.

Namjoon no pudo aguantarse y le sacó la parte superior de la ropa. La prenda cayó al suelo mientras se unían en otro profundo beso.

La luz de las velas creó un entorno tan romántico, que Hoseok se sintió absorbido por el ambiente. La boca de Namjoon dejó de poseer los labios del pelirrojo y continuó marcando el cuello del joven con su roce.

Hoseok cerró los ojos por un instante, saboreando esa increíble cercanía. El chico notó las manos de Namjoon sobre su trasero, tocándolo firmemente y haciéndole sentir una fuerte sacudida en la entrepierna.

Los leves gemidos que salieron de su boca animaron al menor a abrirle el pantalón de cuero. Sus miradas se devoraron mientras la cremallera se deslizaba hacia abajo.

Namjoon lo empujó suavemente contra la cama, haciendo que el chico tomase asiento sobre el colchón. Luego se sentó en cuclillas para quitarle el calzado y tirarlo en alguna parte de la habitación.

Hoseok aguardó nervioso a que se quitase las botas. Su pulso fue aumentando cuando lo vio alzarse e inclinarse sobre él, hasta tumbarse sobre su cuerpo y adentrase en su boca. La lengua de Namjoon jugueteó pícaramente con la suya, haciéndole retorcerse de placer.

✦✦✦

El menor se bajó sutilmente y lo acomodó de costado, pegado contra su cuerpo. Hoseok jadeó en cuanto notó su mano adentrándose en sus calzoncillos.

—Estás duro... Y húmedo— le susurró al oído —Qué rico sentirte así— Namjoon le bajó la ropa para sacar su pene y poder verlo mientras lo masturbaba.

Hoseok se agarró del trasero del menor, apretándose todo lo posible contra sus caderas.

—Joon...— gimió, y su rostro notó inmediatamente los labios de Namjoon recorriendo su piel.

—Eres arrebatador.

Si Hoseok no hubiera estado experimentando tantas sensaciones, probablemente se habría puesto a reír nervioso y luego se habría derretido por culpa de esas palabras.

Namjoon solo pudo esbozar una media sonrisa antes de morderse el labio por la sacudida que notó en la parte más íntima de su cuerpo. El menor siguió dándole placer con la mano mientras disfrutaba de sus suaves pero intensos gemidos.

Hoseok se movió al ritmo contrario de él, hasta que decidió cambiar de posición. El mayor apartó la mano de Namjoon y se giró reclamando su boca.

Después de un beso con lengua lleno de pasión, Hoseok le abrió el pantalón y lo desvistió. Namjoon se dejó hacer, intrigando por lo que vendría a continuación. El pelirrojo desvió la vista hacia su erección, que seguía oculta bajo los calzoncillos.

—Lo sabía— afirmó Hoseok —Lo noté en la espalda.

—Es imposible tocarte y no empalmarme— contempló su cuerpo —Eres precioso.

Hoseok se cohibió por su intensa mirada. Namjoon vio cómo el chico bajaba la vista hacia su zona íntima. El menor se quitó los calzoncillos y los dejó caer sobre el suelo. El pelirrojo tragó duro y no fue solo por la invitación que recibió; el falo de Namjoon le puso muy ansioso.

Tras unos segundos de contemplación, Hoseok se quitó la poca ropa que le sobraba para acto seguido arrodillarse a su lado. Justo antes de alcanzar su miembro, Namjoon lo agarró del brazo.

—Date la vuelta, súbete encima y ponte a cuatro— le pidió en un tono delicioso —Ahora.

Hoseok le miró un tanto impaciente hasta que comprendió lo que quería. El chico hizo exactamente lo que pidió; se giró, posicionándose sobre él y aguardó un instante.

Namjoon fue el primero en pasarle la lengua por el pene.

—No puedo creer que vayamos a hacer un 69— el cuerpo de Hoseok se contrajo con el contacto —Dios. Siempre lo he deseado.

—Haremos todo lo que quieras— le apretó suavemente la nalga izquierda —No hay nada que no haría contigo.

La mirada de Hoseok brilló, invadida por el afecto. Namjoon lo estaba tratando con tanto amor, que su corazón no paraba de latir con furor. El chico tomó el falo del menor con su mano y le pasó la lengua húmedamente por el tronco.

Namjoon jadeó entrecerrando los ojos. Darle placer a Hoseok mientras Hoseok le devolvía el mismo placer a él, era una sensación indescriptible.

La tormenta fue cobrando más intensidad pero ninguno de los dos jóvenes que se amaban con vehemencia sobre la cama, fueron conscientes de ello. Los gemidos acompañaron al sonido de la saliva y a los intensos jadeos mientras se dejaban arrastrar por la pasión.

Hoseok jugueteó con el glande, dando vueltas con la lengua. Sus manos se deslizaron una vez más hacia los testículos, explorando la intimidad del menor con total libertad. El pelirrojo aceleró el ritmo con la boca, ahuecando las mejillas.

Namjoon no pudo resistirse más y le pasó la lengua por la entrada del ano, llevando a Hoseok a encogerse levemente de la excitación. El mayor apretó la pierna del joven cuando este se adentró con los dedos en su interior.

—¿Cuántas veces me has imaginado tocándote así?

—Muchas— confesó Hoseok acalorado —Muchísimas.

Namjoon siguió penetrándolo y observando cómo se movía.

—¿Cuándo fue la última vez que te masturbaste pensando en mí?

—Ah, Joonie— se mordió el labio con fuerza —No me preguntes eso...

—Dímelo— Namjoon retiró los dedos y volvió a pasarle la lengua —Quiero saberlo.

Hoseok titubeó pero al final se dejó llevar.

—En el búnker... Ah... Fue en el búnker...

Los músculos de Namjoon se tensaron al escucharlo.

—¿Quieres que te haga el amor?— jadeó el menor. 

Hoseok le dio un último lengüetazo a su miembro y se apartó agitado.

—Házmelo— pidió clavando la mirada sobre su rostro sonrojado —Házmelo ahora mismo.

Namjoon se alzó y lo agarró de la cintura, atrayéndolo y besándolo intensamente. Hoseok lo sujetó de la nuca, saboreando la presión que ejercía contra su lengua y dejándose devorar por sus instintos más básicos.

Cuando sus bocas se apartaron por centímetros, Hoseok miró hacia el sofá y luego volvió a mirar a Namjoon. El menor comprendió dónde quería hacerlo, por lo que sacó inmediatamente los preservativos del paquete y rompió el envoltorio del primero que alcanzó.

Hoseok se lo quitó de las manos y empezó a ponérselo, acción que Namjoon amó desde el fondo de su corazón.

El menor agarró el lubricante sin sabores y se levantó con él de la cama. Ambos se besaron cariñosamente mientras caminaban hacia el sofá negro. Namjoon se sentó primero, aprovechando las vistas que ofrecía el pelirrojo de su magnífico cuerpo.

Hoseok apretó el tubo y aplicó el gel sobre su dureza, haciéndole jadear con el contacto. Luego se posicionó sobre él, introduciendo su pene cuidadosamente en su interior. El pelirrojo comenzó a moverse, mirándole fijamente a los ojos. Namjoon acomodó las manos sobre su trasero, dejándole llevar el ritmo y deleitándose con su expresión.

—¿Por qué hemos tardado tanto?— lamentó el menor —Debimos hacer esto hace años.

—¿Dónde lo habríamos hecho?— Hoseok se sujetó del respaldo del sofá —¿En tu casa o en la mía?

Los movimientos lentos fueron cobrando más intensidad. El menor contempló cada rincón de su piel, distrayéndose únicamente con los gemidos que abandonaban la boca de su amante.

—En el bosque, donde nos perdimos— Namjoon comenzó a masturbarle con la mano —En una tienda de campaña, junto al río.

—Ah, sí, me gusta— gimió Hoseok —Eso habría ido bien con nosotros.

El menor le apretó el pezón derecho, llevándole a estremecerse de goce.

—Joon— sus labios buscaron los suyos en mitad de aquel intenso frenesí —Te amo.

Namjoon lo agarró de nuca y cintura y en un suave movimiento, lo tumbó sobre el sofá. Hoseok jadeó al sentirlo penetrando su interior. El mayor acomodó las piernas sobre sus caderas y se agarró de la mesa y del respaldo, completamente entregado a la pasión.

Sus cuerpos chocaron enérgicamente, llevándoles a un estado de puro placer. El sudor de la frente de Namjoon cayó sobre Hoseok mientras lo embestía profundamente. Algunas palabras suplicantes salieron de la boca del pelirrojo, provocando aún más fervor en el menor.

Namjoon gimió como nunca lo había hecho y se entregó en cuerpo y alma de una forma desconocida para él.

Su mirada no se desvió del rostro de Hoseok, al que contemplaba con absoluta devoción. El pelirrojo se corrió primero, incapaz de contener el sonido placentero de su voz. Namjoon vio extasiado cómo arqueaba la espalda y sus ojos se volvían vidriosos. El menor eyaculó en su interior y se dejó caer exhausto sobre su pecho.

Hoseok lo abrazó con el pulso descontrolado. Como no disponían de aire acondicionado, ni podían dejar las ventanas abiertas, estaban empapados en sudor. Ambos se mantuvieron abrazados, recuperando el aliento y atesorando la proximidad de sus cuerpos.

✦✦✦

Hoseok le apartó el pelo húmedo de la frente, Namjoon se alzó y lo primero que hizo fue besarle posesivamente.

—Gracias— dijo el mayor, contemplando sus ojos oscuros. El chico no sabía cómo expresar todos los sentimientos que le había hecho sentir. Estaba dichoso, exaltado y muy emocionado —Gracias, Joonie.

—Te amo— respondió Namjoon, besándole una lágrima que se deslizaba por su mejilla —Te amo muchísimo.

—Y yo a ti— sonrió feliz.

Después de un breve pero dulce intercambio de amor, el menor se levantó del sofá para ir en busca de una bebida.

—Hace mucho calor— dijo acercándose a la cocina —Lo que daría por un té helado.

—Para eso se necesita electricidad— Hoseok se quedó tumbado, algo cansado pero muy relajado —O que sea invierno.

—Lo malo es que en invierno no apetece una bebida fría— Namjoon buscó por todos los armarios y cajones hasta que dio con varias latas. El joven sacó dos vasos de la estantería de arriba y los limpio con un trapo. No estaban sucios pero sí tenían un poco de polvo.

«¿Té verde o agua de coco? Querrá té verde. Él siempre quiere té verde»

—Tengo algo para ti— al girarse hacia el sofá se percató de que Hoseok estaba durmiendo —Vaya...

Namjoon no pudo quitar la vista de su cuerpo desnudo, de las perlas de sudor sobre su piel, del pelo revuelto y las marcas en su cuello. El chico tomó un trago mientras lo contemplaba.

Desde la muerte de Minjun había sentido un vacío muy profundo en su corazón. Un vacío que, a excepción de Hoseok, nadie conseguía llenar. La amistad que les unía había logrado rebajar el continuo dolor que lo hostigaba. Pero aquella amistad se había visto amenazada cuando su mejor amigo le contó, que estaba saliendo con su compañero de trabajo.

Namjoon todavía recordaba la sonrisa despreocupada que le mostró antes de felicitarle y lo mucho que lloró aquella noche al saber que Hoseok amaba a otro hombre.

Lo que desconocía el pelirrojo sin embargo era, que Namjoon había tomado la decisión de asesinar a los violadores de su hermano a raíz de aquella conversación. El menor estuvo semanas dándole vueltas, luchando contra sus instintos más sombríos pero los contenía porque tenía a Hoseok a su lado.

Hoseok era la luz que lo mantenía alejado de la oscuridad; una luz que se apagó cuando supo que estaba con otro hombre.

Namjoon comprendió que debía apartarse de él cuando conoció a Mark Tuan. Aquel joven de personalidad agradable no acarreaba traumas de ningún tipo. Además era listo y considerado, y a ojos del menor mucho mejor opción para hacer feliz a alguien tan bondadoso como Hoseok.

—Si hubiera sabido que me querías... Si hubiera sabido que todo era mentira...— el primo de Jimin dejó las latas sobre la mesa y levantó al joven con mucho cuidado —Lamento no haberlo visto mucho antes. 

Hoseok no se despertó con el movimiento, tampoco lo hizo cuando lo tumbó sobre la cama. El chico abrió los ojos a la media hora entre los brazos del menor. El rostro de Namjoon se encontraba a pocos centímetros del suyo y su expresión sosegada y suave le hizo sentir un vuelco en el corazón.

«¿Esto es un sueño?»

Hoseok no pudo resistirse y le besó en la boca. Una sonrisa genuina se dibujó sobre su rostro al percatarse de que no lo estaba soñado. El pelirrojo volvió a presionar sus labios sobre los suyos pero esta vez obtuvo respuesta. Namjoon le correspondió al beso suavemente, hasta que decidió morderle la mejilla.

—Oye— Hoseok se separó de él entre risas y le dio un leve golpecito en la mejilla —No sabes lo mucho que...— la voz del mayor quedó ahogada al mirar hacia su mano izquierda; llevaba un anillo grueso de plata en el dedo anular.

—¿Te gusta?— Namjoon acomodó su mano sobre la suya, mostrando que él también llevaba un anillo de plata. Aunque a diferencia del de Hoseok, el suyo era un anillo recto con tres hendiduras oxidadas, dos finas y una ancha —Los he encontrado mientras dormías.

—¿Q-Qué es...?— tartamudeó impactado.

—Una promesa.

—¿Una promesa?— repitió confuso.

—Hobi, sé que tienes miedo pero no puedes perder la esperanza— dijo de forma pausada —Cuando sientas ganas de rendirte, quiero que mires este anillo y que pienses en nosotros y en el futuro que nos espera.

—Joon...

—Esa isla será nuestro hogar— de repente le invadieron los nervios —C-Cuando lleguemos allí y todo el peligro haya cesado— le apretó la mano —Hoseok, me gustaría que te casaras conmigo.

El pelirrojo se quedó de piedra. Si no hubiera estado tumbado se habría caído de culo, de eso estaba seguro. Namjoon aguardó inquieto, observando cómo su cara iba cambiando de color y expresión.

—P-Pero... No creo que haya un c-cu-cur-cura en la isla, Joonie. Y aunque lo haya, estamos en Corea. No podemos c-ca-cas-casarnos.

Namjoon se rió; por un instante había temido ser rechazado.

—Corea ya no es como era, nos toca a nosotros reconstruir la sociedad. Como futuro juez, crearé leyes justas que nos permitan vivir en igualdad. Da igual cuál sea el color de piel, género u orientación sexual de la gente, todo el mundo tendrá los mismos derechos.

—Contigo como presidente viviríamos muy bien— Hoseok sonrió algo cohibido.

—¿Presidente?— arqueó una ceja —Entonces tú tendrás que ser el médico de la isla.

—Mis estudios no dan para tanto— apuntó.

—Los míos tampoco— Namjoon se encogió de hombros —Habrá que improvisar.

Ambos se miraron en silencio.

—Joonie... Me encantaría casarme contigo... Pero... ¿No es algo precipitado?— miró el anillo —Lo nuestro acaba de empezar...

—Lo nuestro comenzó hace tiempo— le acarició la mejilla —No digo que debamos casarnos en unos días, solo que me gustaría cumplir esta promesa contigo.

—No estoy seguro de...— sus ojos se llenaron de lágrimas. Hoseok tenía las emociones a flor de piel —No estoy seguro de que esto esté pasando de verdad. Tengo la sensación de que he muerto y que ahora estoy viviendo lo que me gustaría que pasara...

Namjoon le besó la mejilla, luego lo apretó contra su cuerpo, acurrucándose con él sobre la cama.

—Todavía seguimos vivos y ¿sabes qué? Tú y yo seremos parte del futuro de Hope Island.

—¿Hope Island?— su risa se mezcló con sus lágrimas.

—Soy el futuro presidente, ¿no? Si Shah Jahan I pudo construir el Taj Mahal para su esposa, yo puedo ponerle tu nombre a la isla que gobernaré— Hoseok no pudo contener la risa —Vamos a estar juntos, mi amor— Namjoon besó cada una de sus lágrimas —Te juro que tú y yo estaremos juntos para siempre. 

Namjoon le ha dado una razón muy importante a Hoseok para no perder la esperanza y seguir creyendo en el futuro. Una boda en Hope Island no suena tan mal, ¿no? Al menos la pareja ha encontrado un poco de luz entre tanta oscuridad. 💜

Vergissmeinnicht y Sui Géneris me han permitido contar el pasado de los Min desde una perspectiva distinta. Quizá algún día me anime a escribir el de Namseok. Desde luego sería un reto interesante. 😊

¿Qué estarán haciendo los demás? ¿Cómo les irá a los grupos de Yoongi y Taehyung? El lunes que viene saldremos de dudas. 👀 Espero que tengáis una feliz semana y que el doble capítulo os haya animado el día. Os quiero. Cuidaros muchísimo. ✨💕

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