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04

El grupo partió hacia Busan con la primera luz del alba.

Durante el inicio del trayecto, Jimin y Jungkook se mantuvieron en silencio. Ambos dejaron la casa de la montaña en un estado de melancolía, conscientes de que el fuego terminaría reduciendo su hogar a cenizas.

Yoongi mantenía el contacto con Namjoon a través de los walkie talkie que habían encontrado en el maletero del furgón. Los comunicadores no fueron lo único que sacaron de allí; ambos vehículos albergaban kits de supervivencia, armas y sus fundas y cinturones correspondientes para llevarlas atadas al cuerpo.

Jihyo conducía el furgón del grupo de Yoongi, que estaba compuesto por ellos dos, Jimin, Taehyung, Jungkook, Sooyoung y Mellie.

La perrita se mantenía tranquila sobre el regazo del rubio. Hoseok había recomendado darle un sedante para evitar que pudiera alterarse durante el viaje. Taehyung no quería pero Yoongi le convenció explicándole, que sus ladridos podrían suponer un gran peligro en pleno Busan.

En la casa de la montaña habían planeado la ruta por tres caminos diferentes. Yoongi y Namjoon seguían repasándolos mientras Taehyung observaba la fotografía que Jungkook se había llevado de su hogar. En ella aparecía el maknae junto a Jimin y Jaehwa.

—¿Es de alguna celebración?— preguntó por el juguete que alzaba Jungkook en la imagen.

—Sí— respondió en voz baja —Cumplía siete años.

—Qué mono— sonrió contemplando sus mofletes —¿Te regalaron muchas cosas?

—Una figura de Ironman, unos calcetines de Ironman, un pijama de Ironman, una taza de Ironman, una libreta de...

—Ironman— contestó Taehyung entre risas —Sí que eras un niño mimado.

—Sigo siéndolo, solo que ahora me mimas tú.

Jimin fue testigo de cómo su hermano se dejaba besar por Taehyung. El rubio no pudo apartar la vista de ellos; estaba tan orgulloso de Jungkook por olvidarse de sus miedos y mostrarse auténtico, que aquella escena le hizo sonreír de felicidad.

La tensión en ambos vehículos regresó en cuanto dejaron el bosque atrás. El silencio fue sepulcral al adentrarse en la ciudad de Busan.

Hoseok observó desde la ventanilla el panorama desolador. Las calles estaban repletas de coches volcados y abandonados. Un infectado atrapado entre el parabrisas de un sedán empezó a moverse bruscamente cuando los vio pasar. Otros comenzaron a seguirles, atraídos por el sonido del motor, pero tanto Jackson como Jihyo los dejaron rápidamente atrás.

El ambiente se notaba cargado y las nubes que se alzaron sobre ellos, ocultando el sol, no ayudaron al paisaje sombrío. Ambos conductores tuvieron que rodear coches, motos y hasta escombros por el camino. La mayoría de edificios tenían las ventanas rotas y todavía se observaban manchas de sangre en distintos puntos de la ciudad.

Jackson frenó bruscamente al encontrarse con un socavón en el asfalto. Parecía que la tierra se hubiese tragado la carretera, dejando en el centro un agujero muy profundo.

—No podemos seguir por aquí— dijo Namjoon a través del walkie talkie —Hay que buscar otro camino.

—Iremos por la calle de la derecha— respondió Yoongi tras escuchar las sugerencias de los Park —Síguenos de cerca.

Jihyo tomó la delantera y se abrió paso por un callejón estrecho. La tensión en ambos furgones se podía cortar con un cuchillo. Sooyoung se abrazó a Jimin, intimidada por los infectados que se pegaban a los cristales. Eunha apartó la mirada asqueada al ver cómo un anciano se dejaba media cara contra el vidrio.

La avenida a la que salieron calmó el malestar de Taehyung. Los espacios reducidos le ponían de los nervios. Yoongi y Namjoon compartieron su inquietud a través del comunicador portátil, mientras Jimin y Jungkook le indicaban a Jihyo por donde debía tirar.

Jihoon se sorprendió al detectar un helicóptero a su paso. La aeronave se había estrellado contra un edificio, dejando una escena propia de una película de acción.

—¿Qué es eso?— la voz de Jihyo llamó la atención de todos —Mirad ahí.

Una tela blanca colgaba desde un semáforo, ondeando suavemente al viento. Sobre ella se podía ver una especie de círculo rojo, con una barra inclinada atravesando el centro.

El vehículo de Jackson se paró a su izquierda; todos bajaron las ventanillas para comunicarse.

—Parece una señal de prohibido el paso— Namjoon miró a Yoongi —¿Qué podría significar?

—¿Infectados?— contestó Jungkook —Quizá sea un aviso del ejército.

—¿Entonces qué hacemos?— preguntó Yerim —¿Ignoramos la advertencia o damos otro rodeo?

—Yo creo que deberíamos seguir— opinó Jackson —Quién sabe cuánto tiempo lleva eso ahí. Lo único que sé a ciencia cierta es que desviarnos traerá más problemas.

—Oppa, si eso está ahí es por algo— se metió Eunha —No sé, a mí no me da buena espina...

—Si nos seguimos desviando tendremos que cruzar por el puente Gwangan— advirtió Jimin inquieto —No me gustaría tener que llegar a eso.

—Vamos a seguir adelante— propuso Taehyung —Y si nos encontramos con otro de esos avisos, cambiamos de rumbo. ¿De acuerdo?

A pesar de las dudas accedieron a seguir el razonamiento del castaño y los furgones se volvieron a poner en marcha.

—Hyung— susurró Yoongi disimuladamente —¿Ves algo extraño?

No más allá de infectados, infectados y más infectados.

—¿En manada o separados?

Separados. Hay muchos deambulando por las calles pero parece que cada uno va a su bola.

—Hahasiah está con nosotros— Yoongi se giró hacia los menores, que estaban controlando el terreno desde las ventanillas —Todo va bien.

Todos pillaron el mensaje menos las chicas.

—¿Hahasiah?— repitió Jihyo confusa —¿Qué es eso?

—Un ángel de la guarda— sonrió Taehyung ampliamente —Significa Dios oculto— el castaño lo había elegido para poder hablar de Seokjin en clave.

—Yoongi oppa no tiene pinta de creer en esas cosas— se extrañó Sooyoung —Sin ofender, claro.

Jimin, Taehyung y Jungkook se rieron, reacción que confundió a la muchacha.

—¿Queréis centraros?— Yoongi frunció el ceño mosqueado —No estamos de picnic, insensatos.

—Lo siento, Gandalf— le contestó su hermano divertido.

Jihyo se mordió el labio, intentando ocultar su sonrisa.

Los conductores esquivaron una treintena de coches que estaban esparcidos por la carretera debido a una colisión múltiple. Un gran número de infectados se encontraba atrapados debajo de las ruedas y entre la carrocería.

—Qué horror— murmuró Hoseok impactado.

Tras pasar bajo un puente, llegaron a un cruce. La imagen que se encontraron allí les cortó la respiración.

Cuatro edificios acristalados, de unas once plantas, se alzaron ante ellos. Enfrente de dos había un par de grúas, de cuyo gancho colgaban los cuerpos de dos personas. A primera vista parecían humanos pero pronto notaron que se trataba de infectados.

El de la izquierda era un adolescente. Estaba completamente desnudo y al igual que la mujer del otro gancho, tenía una x roja pintada sobre el pecho. Jungkook se fijó en algunos de los cristales de los edificios; allí también aparecía la marca de la tela del semáforo.

Un fuerte movimiento sobresaltó a los integrantes de ambos vehículos. Jihyo paró abruptamente al notar que el furgón no le respondía de la misma forma.

—¿Qué sucede?— preguntó Yoongi preocupado.

—¡Me cago en la puta!

El grito de Jackson alarmó a todos. Jungkook miró hacia su derecha y vio al chico junto a Namjoon en el exterior, levemente agachados. Jimin dejó a Mellie al cuidado de Taehyung y bajó con Yoongi del vehículo.

—¡Puta barrera de pinchos!— Jackson señaló hacia el suelo —Estábamos tan absortos mirando esa puta mierda de ahí arriba, que no hemos reparado en los putos pinchos— se cabreó.

—¿Tenemos ruedas de recambio?— preguntó Jihoon por la ventanilla.

—Sí, claro— refunfuñó su amigo —Tenemos ocho ruedas en el maletero, no te jode.

—Cálmate— le pidió Namjoon en un tono firme —No pierdas la cabeza.

Jackson resopló frustrado.

—¿Quién ha puesto esto?— se preguntó Hoseok —¿Habrán sido los militares?

—No tenemos tiempo para averiguarlo— Yoongi abrió el maletero —Ya sabíamos de antemano que podríamos toparnos con algún imprevisto.

—Debemos centrarnos en llegar al puerto— añadió Jimin —El trayecto nos llevaría unas tres horas a pie. Hay que coger un coche por el camino.

Jihoon salió del vehículo asustado. Aunque no había infectados a la vista, tenía la sensación de que alguien los estaba vigilando.

Taehyung besó a Mellie con mimo y luego se la entregó a Eunha.

—No te preocupes, cuidaré bien de ella— le prometió la muchacha, la cual podía ver lo inquieto que estaba por tener que separarse de Mellie. 

Yoongi tomó dos machetes y le dio uno a su hermano. Jimin se colgó la escopeta al hombro, desenvainó la katana y le alcanzó la otra al maknae. Jungkook lo imitó antes de guardarse un cuchillo de caza en la funda del cinturón.

Namjoon agarró el bate de sóftbol pensativo. Aunque el lugar transmitía una inexplicable calma, no podían bajar la guardia. Hoseok resopló a su lado, dudoso de si debía tomar un cuchillo, una navaja o un machete.

—Esto te irá bien— Namjoon le entregó un hacha —Es fácil de usar y no pesa mucho. Te será de utilidad con los infectados.

—Gracias— el pelirrojo la tomó —¿No deberías utilizar algo más contundente? Ya sé que te gusta ese bate pero...

—También llevo un cuchillo, hasta he encontrado un puño americano en el furgón— le sonrió despreocupado —No te agobies.

—De acuerdo— asintió levemente.

—Oye Hobi— su voz se tornó más seria —Cuando estemos en un lugar seguro, me gustaría hablar contigo.

El pelirrojo le miró de reojo y volvió a asentir. Hoseok creyó que Namjoon retomaría el tema a primera hora de la mañana pero cuando despertó, su amigo ya no estaba en la cama. Luego fue todo tan rápido que apenas tuvieron tiempo de cruzar media palabra. 

—No te separes de mi lado— Namjoon le apretó el antebrazo —Quédate cerca de mí.

—Vale— murmuró casi inaudible.

Sooyoung sonrió al ver la escena.

—¿Estás cotilleando a la parejita?— dijo Yerim en un tono que sonó más a afirmación que a pregunta.

—Me recuerdan a mi primo y a su novio— se giró —Es una tontería, yo...— Sooyoung se cohibió al ver su intensa mirada.

—Toma, cervatillo asustadizo— Yerim le dio una almádena —Ya me contarás esa historia en una cita.

—¿C-Cita?— se llevó el arma al pecho —¿Qué cita?

—¿Por qué te sorprendes? ¿Acaso creías que solo quería liarme contigo?— la joven sonrió al ver cómo intentaba disimular —Muy feo por tu parte. Me debes una disculpa.

La voz de Yoongi interrumpió la conversación.

—D-Durante la c-cita...— Sooyoung echó a andar pero se giró brevemente hacia ella —Me disculparé contigo durante la cita.

Yerim se alegró al ver su deslumbrante sonrisa. Había visto a Sooyoung muchas veces en el búnker pero nunca se había atrevido a hablar con ella. La letra que ocupaba su brazalete era una «C» y el estatus de Sooyoung muy superior al suyo. Pero ahora las cosas habían cambiado y Yerim no quería perder su oportunidad con ella.

—Es una buena persona— Jihoon se plantó a su izquierda —Ella es valiente y amable, si vas a cortejarla que sea en serio.

—¿Cortejarla?— sonrió divertida —Qué lenguaje más pasado de moda.

—Lo digo en serio— se cruzó de brazos —No pienso dejar que lastimes a Sooyoung noona.

—No tienes de qué preocuparte. Yo también soy valiente y amable— se señaló a sí misma con el pulgar —Y además voy muy en serio con ella.

Jihoon frunció el ceño receloso antes de echar a andar. Yerim se rió y lo siguió, cerrando la fila junto al muchacho.

Los primeros infectados no tardaron en aparecer por la carretera. Namjoon, Jimin y Jungkook se encargaron de neutralizar al enemigo mientras Yoongi guiaba a los demás, escoltado por Taehyung y Jackson.

Jihyo y Yerim aprovecharon el esfuerzo de sus amigos para acercarse al primer coche que vieron. Aunque por fuera parecía estar en buenas condiciones, pronto comprobaron que el motor no arrancaba.

Los infectados fueron aumentando tanto en número, que Taehyung y Jackson se vieron obligados a unirse al grupo de Namjoon para crear una vía segura para el grupo. Yoongi quiso ayudarles pero Hoseok lo detuvo, recordándole que él tenía otro cometido. El mayor de los Min seguía herido, razón por la que había acordado centrarse en dirigir a los suyos.

El chico los condujo hacia una calle peatonal, distanciándolos de la avenida. Una docena de infectados notaron su presencia y comenzaron a moverse en su dirección.

—Por aquí— Yoongi hizo un gesto con la mano, llevándolos a la siguiente calle —Rápido.

Hoseok le ayudó a deshacerse de varios podridos mientras Eunha cargaba a una Mellie sedada entre los brazos. Por aquella zona no había vehículos a la vista, motivo por el que continuaron penetrando a través de distintas calles.

Cuando alcanzaron un callejón vacío, el grupo recobró el aliento, pero solo lo justo para comprobar que nadie había salido herido.

—Creo que nos espera otra tormenta— Eunha alzó la vista hacia el cielo; cada vez se estaba cerrando más.

—Ese es el menor de nuestros problemas— contestó Namjoon con la respiración entrecortada —Tenemos que encontrar un coche. No podemos seguir así.

—¿Dónde estamos?— preguntó Taehyung desorientado.

—No lo sé— confesó Yoongi, que solo había elegido los caminos más despejados.

—Creo que tres calles más abajo hay otra avenida— le comentó Jungkook a su hermano —¿No estamos cerca de tu academia?

—Sí— Jimin sacudió la sangre de la katana —Está a unos diez minutos aproximadamente.

—Lo estáis haciendo muy bien— Hoseok intentó animar al grupo —Sigamos así.

Jimin y Jungkook continuaron abriendo el paso, seguidos por Taehyung y Jackson. En la primera calle se encontraron con pocos infectados. Entre los Park se bastaron para quitarlos de enmedio. En la segunda calle necesitaron de la ayuda de sus amigos para mitigar la amenaza.

Un trueno sobresaltó a Hoseok en mitad de la pelea. El chico alzó la vista hacia el cielo y vio algo diminuto volando en su dirección. Un reflejo de luz le llevó a bajar la mirada; lo siguiente que visualizó fue a un infectado lanzándose sobre él. Namjoon apareció de la nada, reventándole el cráneo de un golpe.

—¡Joder!— soltó el pelirrojo con el susto en el cuerpo.

—Quédate cerca de Eunha— pidió el menor —Pero no te alejes demasiado.

Mientras los demás se mantenían inmersos en la lucha, Yoongi y Jihyo se adelantaron para ver cómo estaba el callejón.

—Imposible— susurró la chica al ver una veintena de infectados en un espacio muy reducido —Por aquí no podemos pasar.

Yoongi retrocedió con ella y buscó otra salida. Los jóvenes se fueron uniendo tras dejar una hilera de cadáveres por el camino.

Cuando llegaron a una urbanización residencial, un grito desgarrador les hizo girarse. Una especie de ave estaba picoteando la cabeza de Jihoon. El chico se defendió, alejando al pájaro a manotazos.

Yerim, que se encontraba más cerca que ninguno, acudió inmediatamente en su ayuda. La chica ejecutó a uno de esos bichos con el machete, pero justo cuando iba a tomar a Jihoon de la mano e huir con él de allí, fueron atacados por más aves.

Sooyoung hizo ademán de correr hacia ellos pero Taehyung la detuvo por la fuerza. El joven se percató de que los animales tenían los ojos inyectados en sangre. Los cuerpos raquíticos y las plumas desgarradas dejaban en claro que su estado degenerativo se debía a una infección vírica.

—Esos cuervos están infectados— dijo para sí mismo y luego lo repitió en voz alta —¡No os acerquéis! ¡Esos cuervos están infectados!

Jihoon y Yerim apenas pudieron cubrirse de los picotazos. La chica miró entre intenso dolor hacia Sooyoung, que estaba gritando mientras Taehyung la sujetaba por la cintura.

Una bandada de cuervos empezó a descender del cielo.

—¡Entrad en los edificios!— ordenó Yoongi alterado —¡Rápido!

Taehyung tiró de la joven hacia el portal más cercano. Sooyoung se resistió en un principio pero no pudo contra la fuerza bruta del chico. Jihyo reventó la cerradura y abrió la puerta con ímpetu. Varios cuervos impactaron contra la madera segundos después de cerrarla.

Sooyoung cayó de rodillas al suelo. La muchacha comenzó a sangrar debido a la intensidad con la que se había mordido el labio. Taehyung se apoyó contra la puerta y desvió la mirada hacia Jihyo, quien abrazó a su amiga estrechamente.

El impacto fue tan grande que Eunha y Jackson no lograron reaccionar por sí mismos. Jungkook se encargó de tirar de la chica hacia un edificio blanco mientras Jimin empujaba a Jackson en la misma dirección.

A medio camino fueron abordados por infectados humanos.

—¡Matadlos!— les gritó Yoongi a los Park —¡Rápido!

Los chicos alzaron las katanas, dispuestos a seguir sus indicaciones. El mayor obligó a la pareja a entrar dentro del portal, donde una infectada de avanzada edad aguardaba al lado de las escaleras. El hermano de Taehyung la decapitó ferozmente con el machete.

Jimin y Jungkook no tardaron en deshacerse de sus oponentes. El rubio fue el último en resguardarse del peligro. Al darse la vuelta vio a Jackson golpeando la pared con los puños. El maknae dejó caer la katana y abrazó a Eunha mientras Yoongi procuraba calmar la ansiedad de Mellie. Aunque la perrita estaba medicada, no dormía y era consciente de todo lo que sucedía a su alrededor.

Hoseok no supo hacia donde correr; el pelirrojo se quedó estático, viendo cómo sus amigos huían en distintas direcciones.

«¿Qué hago...?»

Namjoon lo agarró de la mano y tiró de él hacia el edificio más próximo.

A diferencia de los demás, este estaba cerrado con un candado. Hoseok no esperó a que le ordenase que lo rompiera. El pelirrojo alzó el hacha al mismo tiempo que el menor reventaba a un cuervo con el bate de sóftbol. Luego empujó la madera y ambos entraron en el interior.

Al cerrarla, un pájaro quedó atrapado entre la puerta y el marco. Namjoon le ayudó, decapitando al animal en el proceso.

—¡Mierda!— Hoseok se alejó de la entrada con ganas de vomitar —¡Joder! ¿Qué...?

—Cálmate— Namjoon lo atrajo hacia él, tirando de su brazo —No sabemos si hay infectados en el edificio— susurró —Ponte detrás de mí.

Hoseok hizo lo que dijo pero el recuerdo de Jihoon y Yerim siendo atacados por los cuervos, le llevó a apretar el rostro contra su espalda. El menor se quedó en silencio, dándole unos segundos para recomponerse. Él también estaba afectado pero no podía dejarse llevar por sus emociones, no hasta que Hoseok estuviera a salvo.

—No voy a dejar que te pase nada— aseguró en voz baja —Te lo juro, Hobi. Vamos a salir de aquí juntos. 

Los peligros que oculta la ciudad de Busan no se limitan únicamente a los infectados humanos. El grupo lo acaba de descubrir de la peor forma posible; Jihoon y Yerim han perdido la vida trágicamente. ¿Cómo afectará esto al grupo? ¿Encontrarán una manera de enfrentarse a las aves? 

¿Y qué significará la señal del semáforo y los infectados colgando de las grúas? 👀

Las respuestas irán llegando, aunque no será ni hoy ni mañana. Que paséis una feliz semana. 💜✨

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