042| ¿ Second Impact his death?
“ Así es como siempre ha funcionado antes.
Me golpean, me lastiman y luego me hacen el amor.”
Muchas personas expresan que enamorarse de alguien que no te corresponde duele, especialmente cuando esa persona, a la que amas con intensidad, se encarga de destruir con pequeñas acciones que, poco a poco, llenan un vaso hasta que cae la última gota, marcando el final de lo que podría haber sido una relación feliz, transformándose en la triste realidad de dos desconocidos.
O tal vez, simplemente, continuando el mismo ciclo tóxico.
Podía aparentar ser fuerte como en el pasado, ocultar sus sentimientos ante todos, aparentando que no le afectaba. A pesar de todo, consideraba a quien hasta hace poco era su pareja, alguien que lo complementaba en todos los sentidos. Sin embargo, sabía que él mismo había acabado con todo entre ambos al pretender estar en una patética farsa de querer salvar la relación. Estaba perdiendo a Patrick al no estar a su lado cuando más lo necesitaba. Era momento de acabar con esa farsa y estar al lado de su verdadero amor, pero el miedo lo venció al no querer estar con alguien sin recuerdos. Esa persona no era su Patrick, quien lo sedujo; solo era alguien patético, abrumado por los recuerdos de una noche en particular.
En este momento, era consciente de lo patético que resultaba intentar reconstruir algo que estaba irremediablemente perdido por las mentiras y otros problemas. Aunque el sabor de los labios de su chico revivió una pequeña llama de deseo oculto, ¿pero acaso no era ya demasiado tarde? Todo entre ellos estaba perdido, sobre todo porque su chico había sido el más valiente al poner fin a esa relación tóxica. Lo admiraba profundamente por ese acto.
Apenas cruzó la puerta del restaurante, las lágrimas brotaron sin restricciones mientras daba vueltas, golpeando todo a su alrededor en un intento de liberar la frustración que lo oprimía. En estos momentos, sentía tanta impotencia, tantas ganas de abandonar todo y entrar de nuevo donde estaba su chico para hacerlo entender por qué quería volver a intentarlo. Esta vez, no lo defraudaría, no lastimaría su corazón ni sus sentimientos, y lo colocaría en primer lugar por encima de todos, en lugar de su hermana como en el pasado.
Ese pasado, que era el puto reflejo de sus acciones.
Aunque ya nada podía hacer para cambiarlo, destruyó mucho con sus acciones y ahora debía conformarse a que él fuera feliz con quien quisiera. A pesar del dolor en su corazón, uno tan profundo que parece no ceder.
Su mente estaba tan nublada como su corazón; en ese momento, solo ansiaba refugiarse en los brazos de su papá, como cuando era un niño pequeño y nada estaba complicado entre ellos. Sin ser consciente del preciso instante en que tomó un taxi directo a casa, mucho menos cuando entró en ella, notó con extrañeza las luces apagadas en la mayoría de la casa. No prestó mucha atención a ese detalle, pensando que su papá probablemente ya se había acostado, ya que eran casi las dos de la mañana, algo inusual para alguien tan fiestero como él.
Caminó con pasos torpes hasta la cocina, sintiendo algo pegajoso bajo sus pies, aunque no le prestó atención. Pensó que podría ser licor o vómito derramado por su padre, y planeaba ocuparse de limpiar cualquier desastre por la mañana. Mientras se acercaba al interruptor, el suelo seguía sintiéndose más pegajoso, generando cierta repulsión. Al encender la luz, se encontró con una escena sumamente espantosa
Su padre, la persona que siempre estuvo a su lado cuando su mamá los abandonó, su héroe, yacía en el suelo con un charco de sangre. Al darse cuenta de la escena, comprendió que lo que había pisado realmente era la sangre de su papá. Su mundo se desmoronó por completo; su mente dejó de funcionar correctamente. Solo deseaba que esto fuera una horrible pesadilla y que despertaría viéndolo tirado en algún sofá, afectado por el exceso de licor. Sin embargo, no despertaba. Pasaban los segundos, y él no reaccionaba correctamente. Sin importarle nada más, corrió hacia él, intentando encontrar su pulso mientras ponía su cabeza entre sus piernas. No podía dejarlo solo cuando más lo necesitaba.
—¡Papá…! —le daba pequeños golpes en la cara, tratando de que reaccionara —¡Pai, por favor, escúchame, Tienes que reaccionar! —Se sentía desesperado al no obtener respuesta, además de notar la frialdad en su piel. No podía dejarlo de esa manera.
—Você não pode me deixar em paz, você não pode morrer, você me ouviu, porra. (No puedes dejarme solo, no puedes morir, ¿me oyes, maldición?) —continuaba intentando hacerlo reaccionar —¡Maldición, dime algo! Solo no me dejes cuando más te estoy necesitando, no estoy listo para dejarte ir, no ahora.
Los minutos transcurrían más lentamente de lo normal, y a pesar de sus intentos desesperados de hacer reaccionar a su papá, nada parecía funcionar. El miedo crecía en él, temiendo haberlo perdido para siempre sin poder despedirse adecuadamente. Como pudo, sacó su teléfono para llamar a emergencias, esperando desesperadamente una respuesta.
—¡Hola, buenas noches! Necesito una ambulancia urgentemente. He llegado a casa y creo que mi papá está muerto. No estoy seguro, pero hay mucha sangre en el suelo.
Respondió entre palabras entrecortadas y lágrimas a todas las preguntas de los paramédicos. Les indicó la dirección de su casa al colgar la llamada y trató de descubrir de dónde venía la sangre. Había demasiada y solo deseaba que su papá estuviera vivo. Continuaba intentando hacer que reaccionara sin soltarlo en ningún momento. No quería dejarlo solo, ahora menos que nunca.
En algún momento, escuchó unos quejidos leves. Pensó que podría ser solo su imaginación jugándole una mala pasada al desear tenerlo despierto a su lado. Sin embargo, el pequeño destello de esperanza se intensificó cuando sintió cómo agarraban uno de sus brazos. Fue un movimiento sin mucha fuerza, pero lo suficiente para hacerle derramar lágrimas. Estaba vivo, y eso era lo importante.
—Pai… Papá… —sus palabras salían entrecortadas, intentando expresarse correctamente mientras lo miraba a los ojos —¡No te esfuerces en hablar! Lo más importante es que estás aquí conmigo. Ya llamé a la ambulancia, vendrá dentro de poco. Vas a estar bien; Volveremos a ser los dos como siempre. Tienes que ser fuerte. ¡Te lo suplico!
Se sentía desesperado, preguntándo¡” dónde estaba la ambulancia. Necesitaba que llegaran pronto, no quería perderlo ni dejarlo. Se sorprendió al escuchar su voz bastante débil.
—Hijo… Iván… Sabes que te amo mucho —agarró una de sus manos con la poca fuerza que le quedaba—. Te quiero con todo mi ser. Parece indicar que he hecho algo bien contigo. Me siento muy orgulloso de ser tu papá, a pesar de los errores cometidos por mi parte.
—Y yo me siento mucho más orgulloso de ser tu hijo —intentaba contener las lágrimas al ver su estado, deseando detener la sangre—. ¡Perdóname por todas las veces en que intenté hacerte sentir mal cuando no era así! ¡Tú eres mi héroe! Y los héroes no abandonan, tú mismo me lo has prometido.
—Sabes, hijito… Años sin escuchar esa palabra de tu parte, ser tu héroe… Pero sinto muitas dores no corpo, minhas pálpebras fecham por causa da dor, e também estou com muito frio, preciso que você prometa ser feliz se eu ainda não estiver na sua vida. (Siento mucho dolor en mi cuerpo, mis párpados se cierran por el dolor, y también tengo mucho frío. Necesito que me prometas ser feliz si no estoy en tu vida).
Quería hacer cualquier cosa, gritar de impotencia o algo, al escuchar esas palabras. No podía abandonarlo. Tomó una fuerte respiración antes de volver a hablar.
—Escúchame, como un puto carajo, yo a ti no te voy a prometer absolutamente nada. ¿Por qué? No voy a ser nada feliz si tú no estás en mi vida. Tú eres mi única familia —expresaba, agarrando fuertemente una de sus manos—. Dime, ¿quién te ha hecho esto? Dime su nombre, me voy a encargar de destruirlo porque esto lo pagará caro.
—Tú mismo sabes el nombre de esa persona, es Ander —escupió algo de sangre antes de continuar—. Sabes, pídele disculpas a Patrick por no protegerlo y a ti, mi hijo, por nunca saber cuidarte, mucho menos tenerte en cuenta cuando más lo necesitabas —trataba de enfocar la mirada en su hijo antes de continuar—. No estarás solo nunca en esta vida. Tienes a Patrick, además, a tu mamá la puedes buscar si así lo quieres o lo deseas. He sido yo el egoísta de nunca dejarlos encontrarse —volvió a escupir mucha más sangre a medida que sentía mucho más frío—. Las respuestas que quieres saber sobre tu mamá las encuentras en mi recámara, entre mis cosas. Búscalo, y lo encontrarás.
Escuchar esa palabra de boca de su papá fue impactante. Desde su infancia, cada vez que preguntaba por ella, su padre le decía que lo había abandonado o le compraba cualquier cosa para distraerlo. Esta palabra tan lejana funcionaba perfectamente hasta ahora. No podía pretender que ahora iría a buscar a esa mujer para no estar solo en esta vida.
—Nada de eso, esa mujer a mí no me interesa para nada —expresó con enojo hasta el punto de la frustración—. Mucho menos la buscaré así que ¡Deja de buscar excusas para irte! ¡Porque tú estarás conmigo!, sin dejarme solo en esta vida. ¡Júralo!, o nunca te lo perdonaré.
Apenas terminó de decir esas palabras, sintió cómo su papá dejó de agarrarlo, dándose cuenta de que sus ojos se estaban cerrando lentamente y su rostro se estaba volviendo más blanco de lo que había estado hasta hace unos instantes. No podía permitirlo. Como pudo, quitó la cabeza de sus piernas lentamente para no causar ningún dolor. Cuando lo logró, se levantó lentamente, atreviéndose a inspeccionar dónde estaba la herida en el cuerpo de su papá. Cuando la encontró, vio que estaba en su estómago, clavado por un cuchillo. Oh joder, el arma estaba a unos pasos de distancia, seguro de haber rodado en el camino hasta aquí. Iba a intentar cualquier cosa, pero los paramédicos entraron rápidamente con una camilla para llevarlo a la ambulancia.
El tiempo parecía transcurrir más lentamente en los instantes que se atrevió a pararse para seguir a la ambulancia, porque si lo habían montado significaba una señal de estar vivo. Al estar ahí, soltó lo que más temía.
—Mi papá… él aún se encuentra con vida —expresaba con un hilo de voz al querer saber esa respuesta.
—Pronóstico reservado, demasiada pérdida de sangre, pulso demasiado débil, pero aún lo mantiene. Haremos todo lo posible por salvarlo, aunque está difícil la situación.
—¿Puedo ir con ustedes en la ambulancia? Necesito estar cerca de mi papá.
—Es mejor que te quedes respondiendo las preguntas de los oficiales. Al terminarlas, ellos te dirán la dirección del hospital.
No lo dejaron decir alguna otra palabra, ya que le cerraron la puerta de la ambulancia en su cara mientras él entraba a su casa, encontrándose a los oficiales, quienes lo hicieron tomar asiento para que respondiera sus preguntas.
—¿A qué hora llegó usted a esta casa? Además, ¿sabe quién intentó matar a su papá o los motivos?
—Llegué a las dos de la mañana. Encontré todo oscuro, pensé que estaría dormido. Al ir a la cocina por un vaso de agua, lo encontré tirado en el piso. Sobre quién lo hizo, fue Ander Muñoz. Lo confesó mi papá, los motivos por una absurda venganza que involucra a Patrick blanco.
Las preguntas continuaron una tras otra hasta transcurrir media hora, momento en el cual lo soltaron y le dieron la dirección del hospital. Aunque su cabeza estaba revuelta para ir al hospital, decidió dirigirse a la casa de su amiga Isadora sin importarle absolutamente nada. Una vez allí, empezó a reclamarle.
—Todo esto es tu culpa, ¡tu maldita culpa!, Isadora, por involucrar a mi papá en todo este asunto con Patrick. Ahora él está debatiéndose entre la vida y la muerte —intentaba expresarse correctamente—. Ellos no saben si se salvará o no. ¡Es tu culpa! —decía golpeando la pared varias veces.
Expresaba todo eso sin importarle absolutamente nada, al ver cómo Patrick se acercaba lentamente, fue como avivar mucho más la llama de rabia dentro de su ser. Ahora, lo que menos le importaba era si estaba con recuerdos o sin recuerdos, o si tenía traumas por esa violación o no. Se acercó lentamente para soltarle todo.
—Tú eres el principal motivo de que mi papá pueda estar muerto, porque Ander se obsesionó contigo. Yo, al tener mis sospechas sobre lo que estaba pasando, debí alejarme. Eres una persona tan tóxica, tan destructiva, que haces que todo el mundo se vuelva loco. Te odio. Ojalá nunca te hubiera conocido.
24 horas después.
—Eres alguien tan especial, tan hermoso. Gracias por ser mi primer amor de verdad. Siempre te amaré y te tendré en mi corazón. Hoy me despido de ti, Patrick.
💣💥💣
Créditos a la corrección del capítulo a IrisGM24 pasen por su perfil si quieren leer una buena novela de género omegaverse.
Antes del 31 tendrán el final y ya lo estamos teniendo todo depende de cómo vaya el próximo capítulo porque como puede ser el último o se extienda en dos partes.
Estamos subiendo en la montaña rusa de emociones estamos en la subida ahora comenzaremos a bajar en picada muy dolorosamente.
💥Creen que cruz sobreviva.💥
💣Que habrá pasado con Patrick 💣 🤔🤔
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