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46.- Secreto Al Descubierto.

La cuenta regresiva termino y la multitud estallo, el año nuevo empezó. Una jauría de adolescentes, con identificaciones recién estrenadas, hizo erupción a la media noche y las luces del antro destellaron al ritmo de la música mientras el DJ los invitaba a perderse en la euforia y el descontrol.

Un cascada de fuego se adueño de la pista y la multitud estallo de emoción, ahí, en medio del tumulto de jóvenes adultos estaba la mejor bruja de su generación, Lily Evans bailaba y giraba en brazos del alma de la fiesta, animando a todos a su alrededor y alentándolos a unírseles en el desenfreno que pronto inundaría el lugar.

Roy O'Delán no tuvo reparo alguno en arrebatar a la bella pelirroja de manos de Potter, no porque albergara algún sentimiento oculto por la chica o algo parecido, simplemente era obvio que el miope chico no sabía bailar y una clase exprés nunca está de más, el pecoso los había visto intentando bailar momentos antes de la cuenta regresiva y galantemente decidió evitarle la vergüenza a la chica de empezar el año con los pies machacados.

Era un deleite a la vista, ambos de cabello rojo ardiente y resplandecientes ojos verdes, la similitud era obvia y aun así a los merodeadores les había tomado por sorpresa su armoniosa combinación, por su puesto había inmensas diferencias entre ellos, solo un idiota creería que había algún parentesco entre los dos.

James estaba a punto de ir a reclamar a su chica cuando un tipo que no conocía de nada le sujeto pasándole un brazo por encima de los hombros y enganchándolo alrededor del cuello, y acto seguido, le regalo una sonrisa encantadora.

- Quita esa cara y checa bien esa ricura, que el jefe te está haciendo un favor.

- ¿¡Que!?

James iba a quitarse al tipo de encima pero este lo jalo un poco más cerca y de paso jalando también a Remus de la solapa de su chaqueta, el cual estaba parado justo a unos centímetros del miope mago.

- Te vio moviendo el culo hace rato y la neta das pena.

Remus intento no reír y James intento no golpear al mocoso impertinente que seguramente era de la pandilla de Roy.

- Te está enseñando a mover las nalgas así que mira y aprende si quieres bailar como esa sabrosura.

A unos metros de la pista Barty y Peter bebían alegremente entre risas y besos, compartían una mesa exclusiva con Julia y Derek mientras Regulus y Sebastián bebían en la barra y no muy lejos de ahí Severus estaba siendo arrastrado a la pista por Sirius Black hasta perderse entre el mar de gente.

El ambiente era increíble, incluso Peter estaba a punto de ceder ante el rubio Slytherin y seguirlo a la pista de baile. Como era de esperarse las cosas empezaron a desbordarse increíblemente rápido, y de alguna manera James termino bailando con la bomba de fuego equivocada, estaba ofreciendo el espectáculo de su vida y no solo por exhibir sus bien formados abdominales, pues justo ahora estaba trepado en una mesa bailando con el descarado gamberro que hacia menos de una hora le había robado a su chica, Roy O'Delán, sin camisa y sin cordura, bailaba de forma pecaminosamente erótica contra el cuerpo del animago.

Lily y Julia gritaron eufóricas en primera fila, seducidas por los movimientos del pelirrojo y cuando este derramo su cerveza sobre el torso desnudo del animago la multitud de chicas grito con más fuerza intentando acercarse, Derek les arrojaba billetes con la ayuda de Remus, y si este último no hubiese estado tan ocupado babeando por el espectáculo, seguramente habría notado que el increíble dragón rojo tatuado en la espalda del pelirrojo era sospechosamente parecido a un Bola de fuego Chino.

Mientras tanto al otro lado del salón Severus se apoyaba sin aliento en la barra, y después de hacer una vaga señal de estar pidiendo algo obtuvo una cerveza que se tomo como si fuera agua, justo entonces el ojigris lo alcanzo y envolviendo sus brazos en la cintura del menor para lo ceñirlo contra su pecho.

- Dame un trago, cariño.

Una traviesa sonrisa adorno el rostro de Severus antes de girarse en los brazos del merodeador para darle algo más que un simple trago, pero al levantar el rostro para encararse con el animago, algo en los palcos privados del segundo piso lo petrifico, Sirius siguió la mirada de su numen y lo que vio le bajo de golpe la borrachera y de paso la calentura también.

Regulus Arcturus Black se enroscaba descaradamente en los brazos de Sebastián el Choto Ternera mientras este le robaba el aliento con el beso mas fogoso que había tenido en toda su hormonal adolescencia. Lo último que Sirius y Severus alcanzaron a ver, antes de que Regulus recordara cerrara las pesadas cortinas de terciopelo, fue a Sebastián alzándose la camisa con la clara intención de quitársela.

El par de pelinegros ni siquiera intercambio una mirada para ver la reacción del otro, tan pronto como el gamberro y el menor del los Black desapareció tras el terciopelo negro, ambos se salieron disparados rumbo a los privados y por la cara que tenía el heredero de los Black, estaba claro que no había olvidado las palabras de su Bellus "conociendo a esa bestia, terminarían teniendo sexo en los privados" ¡eso si que no! Sirius Black no permitiría que pervirtieran a su hermanito, estaba decidido, esta noche ardería Troya.

***

Pequeños coqueteos y una oportunidad, era todo lo que necesitaba, Sebastián no había planeado ir tan lejos con el menor de los Black, pero el condenado escuincle era un demonio encantador. Todo había comenzado como una treta para sacarle la chaqueta al menor, su chaqueta de cuero, esa que el mocoso le había robado y ahora tenía el descaro de traer a la fiesta como si nada, y ahora, sin estar muy seguro de cómo o porque, tenía a ese precioso ojigris prácticamente acostado en la mesa de un privado mientras la chaqueta de cuero y su camisa nueva quedaban olvidadas en el suelo.

Regulus engancho sus piernas en las caderas del gamberro y este aprovecho para acariciarle los muslos con todo el descaro del mundo mientras restregaba su entrepierna contra la del menor, sus miembros erectos se acariciaban por encima de la ropa haciéndoles hervir la sangre y ansiar mas contacto.

Una fugaz sonrisa cruzo el rostro del gamberro al sentir la exigente mordida del menor en su labio inferior y las ansiosas caricias en su torso desnudo, la presión entre sus miembros estaban por hacerle perder la razón y a nada estaba de arrancarle la ropa al menor, entonces rompió el beso de golpe y se incorporo alertado por la presencia de dos intrusos en el privado.

Regulus ni se inmuto ante los dos magos frente a ellos y se incorporo hasta sentarse sobre la mesa con toda la dignidad de un Black, como si no acabaran de sorprenderlo en pleno faena con un hombre semidesnudo encima de él.

- ¿Qué diablos hacen ustedes dos aquí?

Sebastián se separo apenas lo justo para salir de entre las piernas del pelinegro y encarar al par de cabrones que acababan de interrumpirle el momento. No los conocía de nada pero estaba más que listo para sacarlos de ahí, a la fuerza si era necesario.

- Vaya, vaya, quien diría que llegaría el día en que vería al menor de los Black revolcándose como una zorra con un vulgar muggle.

- ¿Cómo me llamaste mocoso?

Los hermanos Cascax, que sostenían una sonada rencilla con los hermanos Black, habían visto a Regulus bailando con el moreno y tan pronto como vieron una oportunidad de atraparlo solo lo siguieron, evidentemente ninguno de los dos le dio importancia a la presencia del muggle cuando decidieron ir por él.

- No estamos hablando contigo muggle, ahora lárgate si no quieres problemas.

- Los que se van a largar ahora son ustedes Tyrone, es obvio viniste por mi porque sabes que no puedes con mi hermano, pero en verdad es muy iluso de tu parte creer que puedes conmigo.

Tyrone Cascax era compañero de Sirius en la academia de aurores y Tibalt, su hermano menor, era compañero de Barty en el colegio. Los hermanos Cascax eran como el día y la noche, uno rubio, el otro pelirrojo, uno de ojos verdes, el otro de ojos miel, pero ambos tenían algo en común, un desprecio absoluto por la vanagloriada familia Black, especialmente por los hermanos Black.

- Eres tan presuntuoso como tu hermano. No te haría daño aprender algo de modestia.

- ¿¡Que haces imbécil!?

Regulus apenas alcanzo a ponerse en pie cuando el mayor de los Cascax desenvaino su varita y le lanzo un hechizo que lo arrojo al otro lado de la mesa, realmente no creyó que fueran a atacarlo con magia frente a un muggle, Sebastián retrocedió un paso sobresaltado al ver volar a Regulus y cuando se giro para enfrentar a los hermanos Cascax el más joven le lanzo un hechizo con su varita.

Sebastián vio un extraño destello de luz salir de la varita y golpearlo directo en el pecho, cosa que le hizo retroceder un par de pasos mientras unas volutas de humo blanco se extendía como por su torso desnudo. El pelirrojo y su hermano ni siquiera esperaron a que el gamberro cayera inconsciente cuando apuntaron sus varitas al menor de los Black, grave error, el hechizo apenas y le había hecho cosquillas al gamberro.

Regulus estaba congelado al otro lado de la mesa, no por el par de mago que lo amenazaban con varitas en mano, no, el había ya había sacado su varita y estaba a punto de ponerse en pie y devolver el ataque cuando vio como el hechizo de Tibalt se desmoronaba como humo blanco sobre el pecho de Sebastián... sin hacerle absolutamente nada.

Regulus estaba tan atónito con lo que acababa de ver que ni siquiera se dio cuenta que seguía bajo ataque hasta que el propio Sebastián derribo al pelirrojo y se abalanzo sobre el Rubio. Regulus se sobresalto al ver el hechizo de Tibalt pasar a unos centímetros de su rostro, el menor prefirió no voltear y ver las consecuencias de ese hechizo, en estos momentos no podía darse el lujo de distraerse, pero era más que seguro que las cortinas se habían desgarrado y por el escándalo que se armo en la pista de baile, algo habían impactado allá afuera.

Sebastián alzo a Tyrone y lo golpeo contra la pared con tanta fuerza que el rubio dejo caer su varita, el mayor de los Cascax aun no se recuperaba de la sorpresa, nunca había escuchado que un muggle pudiera repeler un hechizo, intento patearlo en la ingle y recuperar su varita, pero lo único que logro fue enojar mas al gamberro, el Choto le dio un golpe tan fuerte en la boca del estomago que los contornos de su campo de visión se volvieron progresivamente negros, entonces lo dejo caer al suelo como si estuviese completamente seguro de que no volvería a levantarse.

Tibalt estaba tan impactado como su hermano de que el muggle no se hubiese desmayado, pero al verlo caer y hacerse un ovillo por el dolor a pies del moreno no dudo en alzar la varita de nuevo, pero esta vez Regulus fue más rápido y lo desarmo con un "Expelliarmus" que seguramente se escucho hasta la pista. Fue justo ese momento en que Sirius y Severus irrumpieron en el privado, el pánico y la sorpresa, dejo helados a los recién llegados.

- ¿Pero qué...?

- Black, cúbrenos.- Como siempre fue Severus quien reacciono primero.

Sirius no estaba seguro de lo que quería decir su numen pero por el evidente rastro de magia en el lugar era obvio que tenía que sacar su varita, ni siquiera se asomo para ver cómo estaban las cosas afuera cuando lanzo un silencioso "Nox" que dejo todo el pasillo hacia los privados en total oscuridad y mientras él hacia eso Severus había tomado a menor de los Cascax de la solapa de su chaqueta y lo había jalado de malos modos hasta donde estaba su hermano mayor.

Regulus aprovecho para recuperar la camisa y la chaqueta del gamberro y este se aparto del par de magos caídos al ver que Severus también tenía una de esas varitas en la mano, pero antes de que pudiera hacer nada Sirius lo tomo del antebrazo.

- ¿Qué crees que haces?

- Con todo el escándalo que hay abajo o llega la policía o llegan loa aurores, sea cual sea la opción es mejor que nadie sepa que estuvimos aquí.

Sirius sabía que su Bellus tenía razón, pero aun se sentía algo renuente a que los hechizara, no porque le importaran sino por lo pálido y serio que se había puesto el pocionista, entonces Regulus se le colgó del brazo y le hizo entrar en razón.

- Sirius, acaban de rebelarse frente a Sebastián, que crees que nos hará el ministerio a nosotros si se enteran que estuvimos aquí.

Sebastián contemplo aquello con más calma de la que cualquiera se pudiera esperar de un muggle en esa situación, porque ver como el pocionista se arrodillaba frente a los hermanos Cascax y les borraba la memoria debería haberle dejado un demonio de impresiones, pero el gamberro parecía imperturbable, pero al final fue Sirius Black quien le dio la mayor sorpresa pues tan pronto como el pálido mago se puso en pie este los desapareció del lugar.

***

Peter y Barty pasaron el susto de sus vidas cuando cuatro personas se aparecieron en medio de la sala, ellos habían abandonado la fiesta hace casi media hora, pues a Barty se le había ocurrido aprovechar que el departamento estaba completamente solo, así que ahí estaban ahora, en calzoncillos y con la libido hasta los tobillos por culpa de los recién aparecidos.

Sebastián no estaba muy seguro de cómo había terminado en el piso del Penthouse con el menor de los Black encima, pero la forma tan tensa en la que se movió para levantarse dejaba claro que no solo estaba mareado, sino que esto superaba con creses todo lo que había visto en los últimos minutos.

- ¿Y ahora que mierda hacemos con él?

Sirius ignoro olímpicamente el apuro del par de magos que se vestía a la desesperada en el sofá, sus ojos estaban clavado en el gamberro que se frotaba la frente como si tuviese la peor jaqueca de su vida.

- Nada.- la respuesta tan parca del pocionista molesto al animago, que no se daba cuenta el lio en el que acababan de meterse- Choto ¿Te duele algo?

Severus se arrodillo frente al moreno mientras este se pasaba una mano por toda la cara y cuando por fin abrió los ojos, su mirada era tan afilada y penetrante que todos sostuvieron el aliento, el vándalo fijo su mirada en la varita del pocionista por un momento antes de alzarla hasta su rostro pero fue incapaz de soltar palabra.

- Un hechizo le dio de lleno en el pecho... y no le hizo absolutamente nada...

Barty dejo de vestirse en ese momento y miro anonadado al gamberro, eso era imposible, ningún muggle podía salir bien librado de un hechizo así como así, iba a preguntar qué carajo estaba pasando pero Sirius no le dio tiempo ni de abrir la boca.

- Eso es lo de menos ahora, tenemos que borrarle la memoria antes de que los aurores nos descubran.

Justo en ese momento un sonoro "crack" se escucho en la sala y a unos metros aparecieron Lily y los dos merodeadores faltantes.

- ¡Sev! ¡Gracias a Merlín! -la pelirroja corrió a abrazar al pálido mago, completamente aliviada- Algún idiota hizo magia frente a todos y en minutos ya había un montón de aurores cubriendo las salidas, tuvimos que escabullirnos al baño para desapa...re..ser...

Lily se puso pálida como el papel al ver al gamberro sentado en el piso contra uno de los sillones ¡Acababa de aparecerse frente a Sebastián! ¡Estaba jodida! ¡Estaba bien jodida!

James fue el primero en reaccionar al verse descubiertos y en un fluido movimiento de varita le arrojo un "Desmaius" al moreno, pero este ni siquiera llego a su objetivo, pues Severus había bloqueado el ataque.

- ¿¡Que crees que haces idiota!? Sabes muy bien que tenemos que borrar su memoria.

- No voy a dejarte hacer eso.

El pocionista estaba pálido y Remus podría jurar que estaba sudando, pero no podían seguir perdiendo el tiempo discutiendo con el Choto ahí presente.

- Severus se razonable, no podemos dejarlo así y...

- ¡He dicho que no!

- ¡Esto es ridículo!

James le lanzo un Expelliarmus al pálido mago que lo mando a volar por encima del sillón donde seguían Peter y Barty, Lily grito asustada y corrió en su ayudo, y solo entonces el gamberro reacciono, James estaba por arrojarle un hechizo pero este lo tomo por sorpresa de la muñeca, provocando que el hechizo mandara a volar a Remus, y de un duro golpe en el estomago lo puso de rodillas ante él.

El Choto lo tomo del cabello y estaba por darle un rodillazo en plena cara cuando un rayo de luz lo golpeo en el costado haciéndolo perder el equilibrio, Sirius estaba atónito, su hechizo debería de haber lo mandado a volar al otro lado de la habitación y apenas y lo había hecho trastabillar, y cuando lo vio recuperar el equilibrio y prepararse para enfrentarlo, retrocedió un paso alarmado y le mando un hechizo más fuerte que el anterior, pero este no llego a tocar al moreno, un hechizo desde la izquierda lo había bloqueado y antes de pensar en lo que hacia el animago respondió lanzando un hechizo en esa dirección.

Severus impacto contra la chimenea y Lily salió expelida a un par de metros, la sangre de Sirius bajo de su rostro tan rápido que por un momento su visión se puso borrosa... acababa de atacar a su Bellus... después de jurarse a si mismo que no volvería a hacerle daño... lo había lastimado... no... lo había herido... lo había herido de verdad...

Regulus, que se había agachado desde el principio intentando cubrirse del fuego cruzado, corrió hacia Severus al verlo intentar levantarse desorientado, el menor de los Black le mando una fría mirada a su hermano al ver la sangre correr en la frente del pocionista y cuando Sebastián llego a su lado, sin darle tiempo de reaccionar a nadie, los hizo desparecer.

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