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25.- Fiesta de Compromiso.

Severus Snape era un genio en las pociones; pero a diferencia de lo que la mayoría creía, las pociones no era lo que mejor se le daba, no señor, su mayor talento era la actuación, y cualquiera que lo dude solo tendría que asomar la cabeza por la ventana de la hogareña casa de lo Evans.

El pocionista de los ojos oscuros nunca antes había estado tan acojonado, ni siquiera la primera vez que se enfrento a Tobías para proteger a su madre a los siete años se había sentido tan asustado, pero que Salazar lo cruciara si alguien lo llegaba a notar, su temple no menguo ni cuando tuvo que desengañar al tío Rob, pues el pobre lo había confundido con el novio y lo había felicitado por la gran hazaña de atrapar a su queridísima sobrina (sobra decir que la confusión no le hizo gracia a Petunia).

Fuera de aquel pequeño incidente la fiesta iba viento en popa, la mayoría de los presentes ya estaba al tanto de quien era el novio de Petunia y quien el cocinero súper modelo y encantador mejor amigo de Lily, claro que nadie pensaba aguarle la fiesta a Petunia solo porque les había agradado mas el encantador pelinegro que el creído rubio, de mas esta decir que nadie se aguanto hasta el final de la cena para probar el coulant de chocolate, y si no fuera porque Petunia estaba pletórica seguramente se habría negado a probarlo diciendo que seguramente tenía algún brebaje extraño.

Siendo sinceros hasta Lily Evans estaba impresionada; Severus de verdad se estaba esforzando para agradarle a su familia, aunque ese detalle no es lo que había hecho que la pelirroja se la pasara casi toda la tarde mirando a su amigo por más tiempo del debido, tampoco era su complejo de mama gallina o el hecho de que su amigo se veía inusualmente atractivo, de hecho la razón por la que Lily Evans no había podido dejar de mirar al pálido joven ni siquiera estaba en su casa.

Lily in siquiera noto los cuchicheos de sus primas ni las insinuaciones que hacían sus tíos sobre su relación con el pocionista, la pelirroja no dejaba de darle vueltas a la conversación que había tenido con el primogénito de los Black el día anterior, le resultaba realmente inverosímil todo lo que el merodeador le había dicho, pero ella sabía que el animago había sido honesto en cuanto a lo que sentía por su pálido amigo... en realidad había sido demasiado honesto en su opinión.

***flashback***

- ¿Te gusta Severus?-Lily ni siquiera espero a que el animago cerrara la puerta de la biblioteca para soltar la pregunta.

- Creí que las chicas tenían más tacto para estas cosas...- Sirius en ese momento se dirigió al pequeño bar tras la sala de lectura y saco una botella de Whisky de fuego, mas para evadir la mirada de la leona que por cualquier otro motivo, pero la pelirroja ignoro el comentario y lo miro fijamente completamente segura de lo que sentía el animago.

- Te gusta –afirmo ella.

- Me encanta –corrigió él.

- ¿Desde cuándo?

- No lo sé –Sirius hizo girar el whisky que acababa de servirse con un suave movimiento de muñeca antes de dirigirle la mirada a la chica- creía que sabía, pero no...

- ¿Creías? –Lily siguió los movimientos del animago con sus hermosos ojos verdes hasta que este se dejo caer en el sofá con pesadez.

- Si... estaba completamente seguro de que todo esto empezó una semana antes de salir del colegio, pero según Moony fue desde mucho tiempo atrás.

Ante esas palabras Lily se cruzo de brazos y frunció el ceño con desconfianza, pero el animago no noto el gesto de la chica pues tenía la mirada fija en el techo.

- Black, esa semana ni siquiera te acercaste a Severus.

- No podía... me daba miedo lo que podía hacer si me acercaba demasiado a él.

- No te entiendo.

- Una semana antes de que nos graduáramos del colegio me colé en el baño de prefectos mientras mi Bellus estaba ahí, quería hacerle una última broma –la pelirroja abrió la boca con indignación y a punto estuvo de injuriar al merodeador pero él siguió ablando sin notarlo— aunque ni siquiera pensé en una, siempre que pienso en eso creo que lo que en realidad quería era verlo... Peter dice que me le quedaba viendo más de la cuenta...

- Yo creía que querías hacerle alguna de tus desagradables bromas. ¿Eso es lo que te detuvo, viste sus marcas?

La mirada de Sirius se sumergió en el ambarino líquido que se mecía suavemente en su vaso en pequeños círculos sin llegar a ser un remolino, recordaba claramente la primera vez que vio las marcas en la espalda del pocionista y lo mucho que lo habían afectado.

- Pensé que había sido yo... aun creo que algunas de esas marcas tienen mi firma.

Lily guardo silencio por un momento atrapada por las palabras del joven hombre frente a ella, pero lo que más la impresiono fue su voz... su voz, y la ira contenida que esta reflejaba. Estaba claro para la pelirroja, que a Sirius Black le pesaban sus acciones, y que no estaba cerca de perdonarse a sí mismo. Pero ella no se ablandaría ahora, no después de todo el suplicio que el primogénito de los Black y sus amigos le hicieron pasar a su mejor amigo.

- Si lo que sientes por él es pena será mejor que...

- No puedo sentir pena por alguien que es más fuerte que yo, Evans —la mirada firme y segura del merodeador hizo sonrojar a la leona— Lo primero que sentí al verlo desnudo fue lujuria –por algún motivo la declaración hecha por el pelinegro no sonaba tan vulgar como debería, y Lily no pudo más que contener el aliento, segura de que el animago le diría algo que terminaría por derribar sus reservas... y así fue— pero fue cuando vi a su padre atacarlo que lo entendí. Estoy enamorado de Severus Snape.

***fin del flashback***

- Petunia te va a matar –Lily se acerco a su mejor amigo con una encantadora sonrisa en los labios y un par de copas en la mano. Vernon acababa de pedir la mano de Petunia nuevamente frente a toda la familia y la mayoría de los presentes seguía brindando y felicitando a la pareja.

- Que no me culpe si soy más agradable que su sobrealimentado prometido –la inocente sonrisa de Severus distaba mucho del venenoso comentario que había susurrado a oídos de su pelirroja favorita, y aunque Lily sabía que nadie más lo había escuchado se sintió un poco mal por burlarse del novio de su hermana.

- No es tan malo, Sev.

- Eso lo dices porque eres la única que no ha pasado ni tres minutos junto a él.

La pelirroja estaba a punto de rebatir las palabras de su amigo cuando su madre anuncio que la feliz pareja les había preparado una sorpresa.

Toda la familia se reunió en la sala y Petunia le hizo una señal a su prima Alelí para que pusiera la música, entonces Vernon tomo de la mano a la hermana mayor de Lily y la guio hasta el centro donde empezaron a cantar una hermosa canción mientras se miraban a los ojos.

"I finally found the one, that makes me feel complete"

Severus tenía que admitir que nunca había visto a Petunia tan feliz e increíblemente cantaba bastante bien, incluso el rechoncho rubio parecía no caber en su propia piel de lo feliz que se veía, y mientras la pareja cantaba aquella hermosa canción de amor, los pensamientos del pocionista lo traicionaron haciéndole pensar en su verdugo estudiantil y en todas las cosas que el animago le hacía sentir cada vez que lo abrazaba o se mostraba preocupado o hacia algo gentil por él, justo como la tarde pasada.

Cuando Severus despertó en cama del animago a las tres de la tarde, salió disparado de la cama, no podía creer que había cometido tal imprudencia, lo peor de todo es que seguramente los merodeadores lo habían notado, o al menos el primogénito de los Black tenía que haberlo visto, de eso estaba seguro pues él no se había cubierto con las mantas del animago; pero cuando el pocionista bajo las escaleras, prácticamente corriendo, se encontró con que Peter, Remus y Sirius jugaban en la sala con unas cartas explosivas mientras Lily y James habían ido por comida a un local cercano, y la única alusión que hizo el animago de cabello negro sobre lo sucedido fue giñarle el ojo mientras sonreía de forma discreta, y aunque el sabia que los otros dos merodeadores se habían dado cuenta, ninguno dijo nada, excepto por Lily quien se lo llevo a su habitación y lo regaño por no haberle dicho lo que sucedía con Black.

"I finally found someone"

Para el final de la canción Lily y su madre ya estaban llorando de la emoción, incluso el padre de Petunia se sentía conmovido, su hijita se casaría con un joven que la amaba de verdad y para Patrick Evans eso era más importante que cualquier cosa en el mundo.

- Admito que me preocupaba un poco el novio de Tuny.- El padre de petunia pronuncio esas palabras con mucho cuidado de no ser oído por alguien que no fuera el pálido pocionista.

- No es la persona más encantadora, pero es evidente que está enamorado de Petunia.- la mirada plana que le mando a la pareja que brindaba con toda la familia dejaba claro que para Severus no entendía como la gente podía volverse tan ridículamente cursi al estar enamorada.

- Espero que tu y Lily... "finally found someone" aunque espero que no sea muy pronto, no estoy listo para perder a todos mis querubines a mano de unos bribones —Severus no pudo evitar reírse mientras Patrick le pasaba un brazo por los hombros—.

- Entonces vigila a Lily, porque ya hay un idiota interesado en ella.

- ¿De verdad? —el pálido chico tuvo que aguantarse una segunda carcajada al ver la cara llena de pánico de Patrick.

- Calma Pat., el aun es un idiota inmaduro, no permitiré que se le acerque si no me demuestra que de verdad se la merece.

- No lo dudo, ni por un momento —Severus se sentía orgulloso de toda la confianza que tenía el padre de Lily— pero... ¿Qué hay de ti Severus... ya sabes, con ese chico-perro intentando atraparte?

Severus se sonrojo hasta las orejas y le mando una mirada de reproche a la pelirroja al otro lado de la habitación, el no solía tener secretos para Patrick, especialmente después de que lo descubriera besándose con un chico italiano al que acababa de conocer y a quien por cierto nunca volvió a ver.

Siendo sinceros Severus casi llora cuando Patrick lo descubrió solo de pensar que lo odiaría y rechazaría igual que su padre, pero en lugar de eso Patrick se quedo junto al joven pelinegro hasta que se calmo y después de que Severus le asegurara que aquel muchachito, que había salido corriendo cuando lo vio, no lo había obligado a nada le dio "la charla".

- No me imagino a Black cantando una canción de amor conmigo frente a todos.

- Que ni se le ocurra –Patrick se rio alegremente— y a ti tampoco Sev, Petunia se salto un montón de pasos, pero tú y Lily van a tener que presentarme a sus parejas.

- ¡Pat!

- Nada de "Pat" esos chicos necesitaran la aprobación de papá, entendido —El pocionista no pudo más que reírse solo de imaginarse al primogénito de los Black intentando ganarse la aprobación del sobreprotector padre de Lily, pero aun a James Potter intentando hacer meritos, pero lo que dijo después lo hizo sentir conmovido— mis hijos merecen casarse con alguien que los ame de verdad.

***

Lily y Severus entraron al departamento de los merodeadores a tropezones con unas copas de más y entonando un par de versos de la hermosa canción de amor que Petunia y Vernon cantaron un par de horas más temprano, pero el par de magos guardo silencio al encontrarse a Sirius Black durmiendo en la sala, entonces intercambiaron una ebria mirada de complicidad y entendimiento antes de acercarse a "hurtadillas" al animago.

Justo cuando estaban a unos pasos y Severus ya había tomado su varita deshaciéndose el peinado, listo para cambiar el color del hermoso cabello negro de Sirius, Lily lo tomo por el antebrazo y señalo la mesita de la sala. El joven de ojos ónix miro los tres sándwiches claramente impresionado, entonces la pelirroja le dio un suave codazo y le mando una miradita sugerente haciéndolo sonrojar, estaba claro que el animago le preparo la cena y lo espero toda la noche, pero la fiesta se había alargado demasiado, de modo que el pocionista llego muy tarde.

El pálido chico se sentó junto al merodeador y sonrió conmovido por el lindo detalle que había tenido y tomo uno de los sándwiches antes de apoyar la cabeza en el hombro de Sirius mientras se acurrucaba junto a él, disfrutando de la deliciosa fragancia que usaba el ojigris.

Esa noche el pocionista soñaría con un alegre perro de ojos grises y pelaje negro que corría por el andén nueve y tres cuartos hacia sus brazos mientras que la charla que tuvo con Patrick Evans en confidencia se repetía en su mente.

***

James Potter podía sentir un tic en el ojo mientras miraba fijamente a su mejor amigo, había despertado temprano esa mañana y estaba de muy buen humor... al menos hasta que bajo las escalera y vio a Melkart, no le sorprendía la presencia del medimago, sabía que revisaría al pocionista, lo que no entendía es porque estaba parado a media estancia burlándose de algo calladamente, pero cuando bajo y miro hacia la sala lo entendió todo... su mejor amigo, su camarada, su casi hermano estaba durmiendo en la sala a pierna suelta.

Normalmente tal evento no tendría nada de extraño, pero había un par de cosas que no cuadraban en esa imagen, por ejemplo; la pelirroja que apoyaba la cabeza en el hombro derecho del animago durmiendo plácidamente, o el pocionista que apoyaba la cabeza en el otro hombro de Sirius mientras este lo abrazaba por la cintura con una mano.

El despeinado animago no pudo soportar por más tiempo semejante escena, especialmente cuando descubrió una de las manos de su mejor amigo en el hombro de su chica así que paso de largo al animago y pateo sin miramientos a su amigo del alma para despertarlo.

Sirius se sobresalto por el golpe y soltó una palabrota mientras los dos magos que lo usaban de almohada se quejaban por el repentino movimiento que había hecho la pelirroja incluso lo reprendió por "esa jodida boquita" y se volvió a dormir.

El adormilado merodeador miro a la maraña de cabello rojo a su derecha y después al despeinado azabache a su izquierda, entonces bostezo y parpadeo adormilado un par de veces mientras veía a su mejor amigo parado frente a él, y para absoluta indignación de miope mago el heredero de los Black se volvió a dormir... como por medio segundo ya que de inmediato levanto la cabeza alerta y exclamo su inocencia.

Lily soltó una sola carcajada de forma insolente sin si quiera abrir los ojos y Severus murmuro un "ni de las orejas" que fue claramente audible para todos, el pobre animago de ojos grises se sonrojo hasta las orejas cuando escucho la descarada carcajada de Mel y Severus se hizo bolita contra su cuerpo intentando alejarse del sonido que perturbaba su sueño.

Lily, harta de las carcajadas del medimago, le arrojo un zendo cojinazo al pobre Mel y le grito que se callara mientras se sentaba con aire ofendido y se cursaba de brazos, entonces la pelirroja reparo en que no estaba en su cuarto —de hecho ni siquiera estaba en su casa— y miro alrededor.

- ¿Qué hago yo aquí?

- Creo que alguien se pasó de copas anoche. —Sirius aun sujetaba al pocionista por la cintura mientras miraba burlonamente a la pelirroja, pero Lily no entendió la broma y abrió mucho los ojos mientras golpeaba la palma de su mano con el puño como si una increíble idea hubiese iluminado su mente.

- ¡Claro! Sevy tomo de mas y se mareo —la pelirroja se puso muy derechita y solemne mientras hablaba- y como la caballera que soy lo escolte a mi tierno señorito hasta las puertas de su casa.

Los presentes no pudieron evitar soltar la carcajada provocando que el pobre de Severus se cubriera las orejas por el escándalo que estaban armando mientras escondía la cara en el hombro del merodeador.

Cuando Sirius vio a Mel acercarse —con toda la intención de despertar al pocionista— se levanto y se atravesó en su camino, el pocionista se quejo por la pérdida de su almohada pero el animago de ojos grises de inmediato tomo a su Bellus en brazos y mientras el pálido chico se acurrucaba contra su pecho, Sirius se giro y le hizo una señal al medimago para que lo siguiera hasta la recamara del Severus.

- No sabía que vendrías hoy.

- No pensaba hacerlo pero surgió una emergencia y no podre venir la próxima semana ¿Estuvieron bebiendo de nuevo? —Mel miro con reproche al par de magos mientras Sirius recostaba al pocionista.

- La hermana de Evans se comprometió y ayer hicieron una celebración.

- Ya veo...

-...

El par de magos intercambio una mirada expectante y luego miraron al pocionista, después de uno momento de estar parados sin hacer nada el medimago suspiro con pesadez.

- No piensas salir verdad.

- No.

- Sabes que solo estaba bromeando la última vez ¿verdad?

- Si.

- Y sabes que nunca me aprovecharía de un paciente.

- Lo sé... estabas enamorado de su madre verdad.

Mel se sentó en la cama mientras miraba al pocionista, no se esperaba que Severus le hubiese platicado sobre eso a nadie.

- Si las cosas hubiesen sido diferentes Severus podría haber sido mi hijo... y seguramente tú lo habrías tenido más difícil para acercarte a él.

Eso extraño al animago, hasta el momento se llevaba bastante bien con Mel claro omitiendo lo sucedido en la última revisión del pocionista, pero él creía que su cordial relación no se había afectado realmente.

- ¿A qué te refieres?

- Te diría "pregúntale a tu padre" pero sé que de momento no se hablan, bueno dejemos eso para después.

Sirius miro extrañado a Mel, aunque los merodeadores evitaban el tema todos sabían que Melkart aun frecuentaba a los Black, así que para el merodeador ese comentario no había tenido ni pies ni cabeza, pero estaba claro que hasta ahí dejaría el tema ya que el medimago saco su varita e hizo un hechizo para revisar a su Bellus.

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