I don't want heaven 🅴
✎ ˎˊ- ❝ smut; yeonbin ❞
Smut yeon/bin, en las fantasías de Soob. Por si no sabían, él es el pervertido fetichista de la relación, así que entren con cautela. Se pone... intenso, en términos de D/s, agresividad y uso de lenguaje degradante, pero hay que tener en cuenta que es solo una fantasía (dentro de un fanfic, nonetheless).
Apenas salió de su pieza, Soobin pudo tomar un respiro, por fin. Su corazón estaba acelerado tras la pelea, y aunque tratara de convencerse de que se debía exclusivamente al hecho de que no era una persona conflictiva, el bulto bajo sus pantalones le decía algo totalmente distinto.
Aún estaba molesto, por supuesto, porque era él quien tenía la razón. Si tan importante era esa camisa para Yeonjun, entonces no la hubiese echado en el cesto de ropa incorrecto.
Ni siquiera era tan favorecedora para su cuerpo; se veía mejor sin ella.
Ya estaban en un punto de confianza en el que cambiarse frente al otro no era un problema, supuestamente, pero después de ese sueño húmedo que aún lo atormentaba, Soobin había concentrado todos sus esfuerzos en no mirar a Yeonjun cuando se desnudaba en frente suyo. Lo que en un inicio era una inocente muestra de confianza se había transformado en un sugestivo strip-tease voyeurista en la cabeza de Soobin, no podía evitarlo. Su compañero de cuarto estaba buenísimo.
Sacudió la cabeza, tratando de apartar esas imágenes, pero su cuerpo le demandaba atención. No podía quedarse en el pasillo, pero tampoco pensaba regresar con Yeonjun en ese momento, así que corrió al primer lugar seguro que se le ocurrió: el closet de limpieza.
Tras cerrar la puerta y asegurarla desde dentro, se apoyó de la misma pared, jadeando. Bajó la mirada hacia su entrepierna, comenzando a alarmarse por el hecho de que su erección no quería desaparecer.
Y es que las imágenes recientes aún ocupaban su cabeza. Yeonjun enojado, bloqueando su camino, dejándole escuchar el suspiro más bonito cuando lo empujó contra la puerta y se acercó mucho a su rostro.
Sabía que el mayor ejercitaba, y los resultados eran visibles aún de reojo. Por eso, sabía que al discutir había sido perfectamente capaz de empujarlo, de cargarlo, de ahorcarlo...
Incluso, quizás, si Soobin no hubiese sentido el pánico de su máscara heterosexual deslizándose fuera de su cuerpo, Yeonjun hubiese podido intercambiar de sitio para ocupar la posición más ventajosa, teniéndolo de espaldas contra la pared.
En su fantasía, lo hizo. Se juntó a su cuerpo, encerrándolo al posar una mano sobre el concreto e inclinar su rostro cerca suyo.
一¿Estás seguro? 一Yeonjun sonrió de lado, obligándolo a mirarlo a los ojos solo con la intensidad de su mirada一. ¿Seguro que puedes complacerme?
Su mano libre bajó por su silueta, en un tacto apenas plumífero y delicado, hasta llegar al borde de su pantalón y deslizarse hacia el frente. Allí, se aferró a la tela en un gancho con su pulgar, jalando su cuerpo hacia adelante para tenerlo aún más cerca.
一¿No se supone que eres heterosexual? 一Rió, apreciando la clara erección que tenía.
一Solo... Quiero saber cómo se siente.
一Se siente bien 一murmuró, atrapando su lóbulo entre los dientes para jugar con él一. Aunque luego te va a doler.
一¿Qué quieres decir con-?
Antes de que pudiera terminar su pregunta, Yeonjun lo tomó de la nuca para jalarlo por un beso, llenando su alma entera del delicioso veneno de su tentación. Soobin cerró los ojos y se dejó llevar, derritiéndose en un lago de jadeos al sentir los acolchados labios de Yeonjun jugando con los propios.
Era realmente bueno besando, tanto que no dejaba de enviar corrientes rojas de electricidad por todo su cuerpo, haciéndole arquear la espalda y suspirar por más. Simplemente no se comparaba con los pequeños juegos de niños con los que Soobin había experimentado antes.
Cuando abrió los ojos, dio un suspiro al notar que se encontraba en un nuevo escenario: una iglesia. Peor aún, Yeonjun estaba vestido como los doms de los videos pornográficos que veía a escondidas, con una camiseta de látex negro tan apretada que dejaba entrever la silueta de sus pezones y sus músculos, unos pantalones negros igual de favorecedores, botas de combate y guantes negros de cuerina.
Le ofreció una sonrisa ladina al dar unos pasos hacia atrás, jalando consigo una correa... que pronto Soobin se dio cuenta que estaba conectada a un collarín que él mismo llevaba puesto.
Y, al bajar la mirada, pegó un suspiro aún más fuerte al percatarse de que no llevaba nada de ropa.
一Sabes muy bien que esto está muy mal. 一Yeonjun chasqueó la lengua, entre severo y burlón一. ¿Cierto?
Con un tirón de la correa, logró que Soobin bajara estrepitosamente a sus manos y rodillas. Más aún, apoyó la suela de una de sus pesadas botas sobre su espalda, para hacerle mantener la mirada agachada y una de las mejillas sobre el suelo recién lustrado de la iglesia, capaz de encontrarse con su propio reflejo en éste.
一Pero es exactamente lo que quieres, ¿no?
Pronto, Yeonjun siguió con su camino y lo jaló de la correa para que lo siguiera, en cuatro. Lo llevó hasta una de las bancas de la primera fila y amarró el lado suelto de la correa en uno de los brazos, asegurándose de tener las manos sueltas.
Curioso, Soobin quiso averiguar lo que pasaba, y Yeonjun le respondió al ajustar el índice enguantado bajo su mentón, haciéndole alzar la mirada de ojitos grandes e inocentes para encontrarse con los suyos, gatunos y furtivos.
一Te voy a enseñar un poco de disciplina 一murmuró, derrochando tiranía en cada una de sus palabras一. Más te vale aprender la lección.
Sin darle tiempo de preparación, sujetó su cabeza junto a su propia entrepierna, asegurándose de que sus labios y nariz no pudieran escapar de la cuerina de sus pantalones, estrechada hasta el límite por la gran silueta de su erección.
Por instinto, Soobin separó los labios y buscó entablar más contacto, saboreando a Yeonjun aún por encima de la gruesa tela negra con besos y lamidas. Logró ajustar los dientes en la hebilla, aferrándose a ella para tratar de deshacerse del cierre de sus pantalones, hasta que lo consiguió.
Sabía que Yeonjun sería grande, pero no esperaba que luciría así erecto. Tenía un par de bonitas pelotas colgando para enmarcar su gruesa, deliciosa polla. Era una obra maestra que lo dejaba boquiabierto y babeando por él...
Y su mundo dio vueltas cuando sintió un tirón de su cabello.
Embriagado en el éxtasis, lo pidió de nuevo al jadear con suma discreción, y lo recibió. Yeonjun se encargó de darle exactamente lo que quería al tomarlo del pelo con rudeza y manejarlo a su apetito, obligándolo a alzar la mirada.
一Abre la puta boca.
Soobin le hizo caso de inmediato, ansioso y hambriento por su polla, como un clásico chico heterosexual.
Aunque en la vida real no sabía cómo se sentía, podía hacerse una idea, y era una idea jodidamente buena. Yeonjun lo tomaba de la nuca para que aguantara todo su largo de una sola embestida, empujándolo hasta las lágrimas. Con estocadas directas y firmes, se follaba su garganta una y otra vez, eliminando su reflejo nauseoso a la fuerza.
Lo podía visualizar satisfecho, con una sonrisa sádica por empujarlo hasta su límite, sin dejar que sus lágrimas ni los ruidos de ahogo lo detengan.
A la par, en el closet de limpieza, Soobin usó una mano para brindarse placer a sí mismo fuera de sus fantasías. Mantenía su mano libre sobre su boca para ser silencioso, ocasionalmente ajustando su nariz para imaginar la sensación de placentero ahogo que sospechaba que sentiría si tuviera a Yeonjun enterrado en su garganta.
Cuando Yeonjun por fin le cedió un descanso, lo dejó con dificultad para recuperar su aliento, tosiendo y jadeando, tomando un respiro tras sobrecargar sus sentidos.
Se agachó al frente suyo, asegurándose de mirarlo a los ojos al sujetar su mandíbula con una mano y pronunciar cada palabra con afilada precisión.
一Eres un sucio pecador.
Rió, entre disgustado y entretenido, echándole un vistazo de pies a cabeza. Aún con la palma bajo su mandíbula, levantó el pulgar para deslizarlo sobre sus húmedos labios, empapando su guante antes de seguir subiendo por su rostro, pintando sus mejillas con el símbolo de sus actos.
Y le propinó una cachetada que se sintió como un beso.
一Precioso. 一Le mostró una sonrisa macabra一. Pero parece que no te dolió lo suficiente.
Lo hizo una vez más, esta vez con suficiente fuerza como para hacerle gemir, lo que al parecer era su objetivo.
一Muy bien 一premió, inclinándose hacia adelante para remarcar su piel con los labios, besando gentilmente donde quedaba la calidez del golpe一. Ahora ven aquí, lindo.
Se puso de pie, se apropió nuevamente de la correa y lo guió por las escaleras que subían hasta la mesa del cura, logrando que Soobin suspirara, hesitando.
一¿Qué? 一Yeonjun sonrió, perfectamente consciente de cuáles eran sus reservas一. Ya pecaste lo suficiente cuando comenzaste a pensar en mí de esta forma, así que no me mires así.
一Pero...
Como todo un hereje, Yeonjun abrió la cajita de hostias y tomó una sola, regresando con Soobin para mirarlo desde arriba, sonriendo con desdén al verlo abrir la boquita obedientemente.
一Qué linda tradición 一se burló, acomodando la oblea sobre un par de dedos一. Arrodillarte frente a la autoridad máxima de la iglesia y abrir la boca para que te meta el cuerpo de otro hombre.
Para demostrar, deslizó la oblea adentro de su boca, delineando su lengua con los dedos enguantados.
Esta vez, Soobin sujetó su muñeca antes de que pudiera retirarse, manteniendo sus dedos dentro de su boca, lo que le hizo alzar una ceja.
一¿Qué crees que haces?
Su tono firme hizo que un escalofrío recorriera su cuerpo, pero aún así no lo soltó. En cambio, deslizó la lengua por sus dígitos, asegurándose de mirarlo a los ojos mientras lo hacía, dejando atrás a la disuelta hostia.
Pronto, la mueca de Yeonjun se transformó en una sonrisa, y dejó que Soobin se encargara de saborear sus dedos como si fuesen otra polla, una mucho más fácil de contener con la boca.
Poco después, lo cargó hasta tenerlo de pie, solo para empujarlo contra la mesa, manteniendo su erección directamente detrás suyo. Soobin dio un leve suspiro al sentir que comenzaba a manosear su cuerpo, apretando y jugando con su culo a disposición, hasta deslizar un dedo lubricado dentro suyo.
Sintió una corriente de placer llenar su cuerpo desde ese momento, amplificada con cada intrusión en su punto dulce, muy diferente a cualquier encuentro sexual que hubiese podido experimentar previamente.
一Yeonjun... 一musitó al inclinar la cabeza hacia un lado, en un hilo de voz一. ¿Y si alguien entra?
La respuesta del mayor llegó como una acción, al tomarlo del pelo para empujarlo nuevamente en su posición, con la medida justa de brusquedad.
一Mejor. 一Susurró contra su nuca, besando y mordisqueando el espacio que tenía disponible一. Que vean que eres una puta pecadora.
Rió con ligereza, enviando un escalofrío de anticipación por el cuerpo de Soobin. Tras decorar un lado de su cuello con suaves marquitas, llegó hasta su oreja y atrapó su lóbulo entre sus labios, mientras volvía a meter uno o dos dedos más.
Soobin solo registró todo eso como placer, dejándose hacer por las expertas manos de Yeonjun. Apenas podía aferrarse al borde de la resbaladiza mesa, con las piernas temblando desde el inicio.
Jadeos, suspiros y gemidos hacían eco en la iglesia, terminando de manchar su pureza por completo.
Con la poca vergüenza que le quedaba, Soobin trató de usar uno de sus brazos como almohada para morder, pero un tirón de su cabello se lo impidió.
一¿Qué mierda crees que haces? 一le reprochó Yeonjun, a punto de hacerle sollozar de placer al manipularlo hasta juntarlo a su rostro, curvando su espalda.
Tratando de contenerse, Soobin solo le dejó escuchar un suave gimoteo, aunque Yeonjun no estaba dispuesto a dejarlo a mantenerse callado. Empujó sus dedos más profundo, en el punto perfecto para estimular sus gemidos necesitados.
一Mucho mejor.
Como pequeño premio, Yeonjun soltó su cabello y guió esa mano para inclinar su rostro hacia un lado, capturando sus labios con los propios y silenciando los gemidos que el vaivén de sus dedos causaba, hasta dejarlo sin aire.
Le dejó un vacío al retirar sus dedos, pero logró hacerle sentir un escalofrío al delinear su entrada con ellos, apenas rozando su sensibilidad. En contraste con esa gentileza, colocó una mano firme en su espalda, manteniéndolo inclinado sobre la mesa.
一Te voy a follar como a un hombre. 一Sonrió, casi burlón一. ¿Y adivina qué?
Podía sentir su erección contra su culo, tortuosamente cerca a profanarlo, pero solo rozaba su piel, provocándolo.
一Te va a gustar.
Por fin, deslizó su polla dentro suyo, llevándolo a sentirse en el paraíso...
Y su cerebro se tornó borroso, casi en blanco, porque llegó a correr su orgasmo en la vida real.
Cuando abrió los ojos, vio que estaba solo, dentro del clóset de limpieza y con una mano cubierta de su propio semen. Lo bueno de su escondite era que limpiarse a sí mismo no fue tan difícil, pues solo tuvo que tomar prestados unos cuantos pañuelos.
一Maldita sea... 一murmuró bajo su aliento, mitad extasiado y mitad frustrado porque terminó antes de haber completado toda la escena de su fantasía.
Una vez limpio, su cuerpo perdió toda la fuerza y deslizó la espalda por la pared, jadeando, tratando de recuperarse.
Ese no había sido un sueño húmedo. Había sido una fantasía, consciente, donde un chico heterosexual pensaba en cómo su roomie gay lo dominaba en la iglesia.
Más allá del sexo rudo matizado por culpa católica, no quería explicarse a sí mismo el hecho de que seguía fantaseando con Yeonjun. Con su roomie y amigo. Con otro hombre.
Como ciertamente no podría mirar a Yeonjun a los ojos después de las imágenes que acababan de pasar por su cabeza, esperó a que la costa estuviera vacía para salir de su escondite y correr hacia la cocina del piso para lavarse las manos.
El resto del día, se la pasó entre la biblioteca y la cafetería, tratando de concentrarse en cualquier cosa menos en lo mucho que quería que Yeonjun lo foll-
¡No!
Mientras se golpeaba la cabeza con las manos, Beomgyu se le acercó, colocando una mano gentil sobre su espalda al tomar asiento a su lado.
一¿Necesitas ayuda? 一preguntó, con una expresión preocupada一. Seguro que biología tiene cursos difíciles, pero no necesitas arrancarte los pelos...
一Soy un pecador 一soltó, arrepintiéndose de inmediato一. Digo-
一Sé que tengo carita de ángel, pero no soy un cura 一bromeó Beomgyu, antes de fruncir el ceño一. Pero... ¿quieres hablar de algo?
一Sí- No, digo, S... No.
Salvándolo de su crisis psicológica y lingüística, Beomgyu lo ayudó a guardar sus cosas y lo llevó hacia un espacio más tranquilo. Para ese punto ya vivía por su cuenta en un departamento fuera de la residencia, y como Soobin se negó a volver a su habitación, pasaron por el café para comprar algo de tomar y luego poder caminar por el parque, vacío a esa hora.
一¿Qué significa si tengo fantasías un tanto... agresivas? 一Soobin logró preguntar, después de un largo silencio.
一¿Cómo así?
一No sé, uhm, como si me imagino... 一Trató de pensar en la forma más heterosexual de decirlo一. Si imagino a una chica pisándome con sus tacones, algo así.
一Ooh... 一Beomgyu rió, aunque sus orejas ganaron cierto color一. Masoquista.
一O sea, no quiero que suceda en la vida real, pero lo pienso 一explicó Soobin, escondiendo su vergüenza en un sorbo de café一. No es que piense en eso en específico, pero, es un ejemplo.
一Significa que necesitas agua bendita y un exorcismo 一bromeó Beomgyu, aunque para Soobin bien podría ser una solución real一. Nah, bueno, supongo que es normal, quizás te da curiosidad, pero no significa que quieras que eso te pase en la vida real.
Por supuesto. Le llamaba la atención el sexo rudo en sus fantasías, pero lloraría si lo tratasen así en la vida real.
Además, su cabeza lo llevaba a fantasear con Yeonjun porque sabía que era gay y le daba curiosidad, no porque Soobin realmente quisiera tener algo con él, y mucho menos que lo trate de esa manera.
一¿Eso es lo que te estaba torturando?
一Sí, algo así...
一Tienes que ver menos porno, amigo 一dijo Beomgyu, en un tono que sugería que estaba siendo serio一. Mejor aprovecha que tienes a Yeonjun de compañero de cuarto y puedes pedirle que te hunda el sable.
一¿¡Huh!?
Soobin literalmente escupió su café, para lo que Beomgyu apenas tuvo tiempo de protegerse de la lluvia de cafeína azucarada con las manos.
一Ew, ¿qué te pasa? 一se quejó, sacudiendo los brazos mojados en frente suyo.
一¿Por qué dijiste eso?
一¿Qué cosa? 一Con ojitos inocentes, Beomgyu parecía sinceramente confundido一. Solo sugerí que veas menos porno y que mejor le pidas a Yeonjun que te lleve a sus fiestas.
Pestañeando lentamente, Soobin se detuvo a pensar, como si le acabara de dar un golpe de realidad. ¿En serio había escuchado mal? ¿Estaba imaginando cosas?
一Pero bueno, ¿me dejas lavarme en tu dormitorio?
Por mucho que Soobin quisiera negarse para seguir evitando a Yeonjun, sabía que no podía pasar toda la noche fuera de su habitación. Incluso aunque convenciera a Beomgyu de dejarlo dormir en su departamento, necesitaba recoger una muda de ropa y sus útiles de aseo.
Lástima que estaba tan nervioso que, apenas abrió la puerta de su habitación y se encontró con la mirada de Yeonjun, quien descansaba tranquilamente sobre su cama, soltó una frase que le hizo darse un golpe mental por lo tonto que sonó.
一Es Beomgyu, mi amigo hetero.
La presentación hizo que ambos Yeonjun y Beomgyu rieran, porque lo hizo sonar bastante antinatural.
一Hola, amigo hetero de Soobin 一saludó Yeonjun, aún risueño.
一Hola, roomie gay de Soobin 一saludó Beomgyu de vuelta, antes de entrar al baño para quitarse la sensación pegajosa del café.
Avergonzado, Soobin optó por evitar la mirada de Yeonjun y fingir que tenía importantísimos mensajes que responder. Por suerte, Yeonjun no estaba particularmente hablador, así que la habitación se mantuvo en silencio hasta que Beomgyu salió del baño varios minutos después, secándose el cabello con una toalla.
一Bueno, los dejo 一se despidió, antes de dirigirse a Yeonjun一. Por cierto, Soobin quiere que lo ahogues con tu polla y-
一¡Cállate!
Beomgyu y Yeonjun voltearon a echarle una mirada como si él fuese el que estaba fuera de lugar, lo que le hizo suponer que, nuevamente, estaba imaginando cosas.
一Uh, en fin, decía que lo lleves a fiestas más seguido 一completó Beomgyu, dirigiéndose hacia la puerta tras echar la toalla usada en su cesto de ropa sucia... sospechosamente lleno一. Y lleven esto a la lavandería, por dios.
一Ah, sí, lo iba a hacer ahora mismo 一dijo Yeonjun, con una risilla nerviosa poco característica al ponerse de pie y encaminarse hacia el cesto con una bolsa.
Beomgyu se despidió sin mayores problemas, pero Soobin se quedó mirando a Yeonjun de reojo. Tenía sentido que haya dejado gran parte de su ropa en el cesto de ropa sucia, después de haber desparramado prácticamente todo su clóset sobre la habitación en busca de su camisa blanca.
Lo que no tenía sentido era que su polera celeste estuviera entre esas prendas.
Me encanta avergonzar a mis protagonistas 😻
Siempre he creído que los que más se reprimen en su día a día son de los que tienen fetiches más salvajes. Aún me acuerdo que las estadísticas de pornhub 2014 mostraron que los estados más conservadores de EEUU tuvieron proporcionalmente más búsquedas de porno gay que los estados más liberales. Intriguing, huh. Y bueno, ya saben que el angelito del trauma religioso no solo se presenta cuando soob es dominante, sino también cuando tiene fantasías ✨sumamente inapropiadas✨
Por cierto, no sé si se acuerdan que en uno de los primeros caps de voyeur yeon describió a gyu como "¿él no es tu amigo hetero?" Ok, bueno, es pq soo lo presentó así y se estaba burlando
Ahora siiiii es el final de retour 😭😭 me divertí escribiéndolo, y la verdad varios caps "salían" rápido porque como que ya tenía la historia en mi cabeza y solo tenía que juntar las piezas para que tengan sentido. Espero que también lo hayan disfrutado y que el contexto haga los eventos de voyeur más divertidos.
Gracias por llegar hasta aquí, voyeuristas!!! 💖 (quería decir retouristas pero no suena bonito, e igual me imagino que todxs vienen de voyeur je)
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