La historia de Rocco

Me llamo Rocco o al menos ese es el nombre que mi antigua familia humana me dio, no recuerdo muy bien cuantos años tengo, pero tenia 1 año cuando ellos me abandonaron lejos de la ciudad, jamás supe lo que había hecho entonces, quizás fue porque ensuciaba la alfombra, talvez por que llenaba de pelos el sofá o talvez porque mordí un poco las cortinas. Pude volver a la ciudad gracias a mi increíble olfato, pero la ciudad era enorme y llena de olores, así que no pude encontrar a mi antigua familia, me convertí en un perro callejero, mendigaba por comida todos los días, recibía gritos, algunas patadas hasta algunos me echaban agua cuando me veían, muy pocos humanos sentían compasión por mi y me regalaban algo de comida.

Pasaron varias noches durmiendo en una vieja caja de cartón en un callejón, la poca comida que me regalaban no era suficiente, poco a poco mi cuerpo se fue poniendo débil, me sentía más flaco y mis patitas peludas cada vez aguantaban menos. Una mañana me recosté en la acera, estaba decidido a rendirme, pero algo paso entonces, una pequeña vocecita decía: "Hola", creí que estaba dentro de mi cabeza, era muy tenue y bajita, cuando sentí algo que me picaba la pata, me levante muy lento y la vi era una pequeña paloma que se acercaba a mi.

- Hola - Dijo la pequeña palomita, agitando la cabeza como solo las palomas lo hacen - Me llamo Mily.

- Soy Rocco.

- Creí que no despertarías, eso pasa muy seguido por aquí, los perros se duermen y no despiertan o se los llevan a la perrera.

- ¿Qué es perrera? - jamás había oído esa palabra, sonaba bien.

- Es donde van los perros de la calle, es un lugar muy feo, te pican con cosas puntiagudas.

- ¿Quieres venir conmigo?, conozco un lugar muy bonito, allá no tendrás que mendigar por comida, porque hay mucha, los humanos la dejan dondequiera y tampoco nos acercamos a ellos ya que un día vienen y al otro se van.

Me hizo un gesto con su alita, para que la siguiera, volaba lento para que yo pudiera seguirla, me costaba caminar, pero llegamos a ese lugar, mi olfato sentía olores nuevos, el del pasto mojado con el roció de la mañana era el mejor, todo se veía muy colorido, pero de todos el verde resaltaba más, las hojas, el pasto, los musgos, creo que ese era mi color.

Mily me mostro donde "acampaban" los humanos, es una palabra curiosa y aun no entiendo que significa, venían de todas partes a veces en esas cosas en las que andan por la ciudad, a veces venían caminando y por las noches armaban como unas cuevas con telas, los humanos son raros siempre tienen ropas extrañas, yo creo que es mejor estar desnudo.

Había cientos de animales en el bosque, los que vivían arriba, aves de todos colores, de los que hacían sus casitas como cuevitas de barro, los que hacían mucho ruido picoteando los árboles; los de abajo, habían topos por doquier, eran graciosos salían de todas partes pero no veían muy bien; los que vivían en el medio, había ranas, sapos, lagartijas, camaleones, ardillitas, hasta serpientes, ellas eran muy amigables pero siempre tenían hambre, también estaban los que vivían en un pequeño arroyo río arriba, peces amigables que siempre estaban jugando con nosotros, Mily decía que no podíamos internarnos tanto en el bosque porque vivían lobos y otros animales que no eran tan amables como nuestros amigos.

Mily fue mi mejor amiga desde entonces, jamás supe porque me había ayudado o porque me escogió a mi, pero creo que soy muy afortunado.

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Todo iba genial, Mily a veces iba a la ciudad para ver a sus amigas palomas, me contaba cosas que había visto por allá, pero un día todo comenzó a cambiar, recuerdo que Mily regreso de una de sus visitas a la ciudad y dijo que habían dado el permiso para cazar en el lugar, no sabia lo que significaba y creo que aún no estoy muy seguro, seguimos con nuestra rutina normal, pero cada día que pasaba la gente venia menos, hasta que dejaron de llegar; pronto unos ruidos muy estruendosos se apoderaron del bosque, sonaba como esas cosas de colores que estallan en el cielo cuando los humanos están felices, pero más fuerte y no habían colores en el cielo, las aves comenzaron a irse y los demás animales lo planeaban también, mientras con el pasar de los días los ruidos eran mas cercanos y cada vez había más.

Mily y yo a veces nos quedábamos juntos en mi cueva porque teníamos miedo, ella se acurrucaba en mi cola hasta que podíamos dormir, por la mañana Mily dijo que nosotros también debíamos huir.

- No podemos quedarnos aquí, debemos buscar otro lugar.

- Pero hemos pasado días sin comer, ¿Cómo podremos aguantar? - Dije preocupado.

- No te preocupes buscare algo para que podamos comer y luego nos iremos - Dijo Mily mientras se acicalaba las alas para salir - No vayas a salir, quédate aquí regresare pronto - Agregó en un tono muy mandón.

Ella siempre parecía era muy tierna, salió volando y yo me quede escondido esperando su regreso.

Pasaron varias noches y Mily no había regresado, todos los días sacaba un poco el hocico para olfatear afuera, pero no podía oler a Mily solo ese asqueroso olor como a quemado, decidí que debía ir a buscar a Mily, realmente no sabia donde podría encontrarla, pero talvez podría hallar una pista con los únicos seres que aún no se habían ido, salí cuidadosamente de la cueva, olfateando cada centímetro, hasta llegar al arroyo, habían todavía un par de peces nadando, acerque el hocico para que pudieran verme, pero un estrepitoso sonido las hizo asustar y se alejaron nadando, un lleve aullido salió de mi, algo muy caliente me quemó por el costado, dolía demasiado, vi como el agua se teñía de rojo, no entendía lo que pasaba, voces humanas se acercaban a mi, con ese terrible olor a quemado, trate de moverme y luego solo caí...

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Desperté en un lugar diferente, era todo demasiado blanco y olía a pasto mojado por el roció de la mañana, el mejor olor del mundo; comencé a caminar y sentía que flotaba, no se como se siente caminar en las nubes pero creo que era algo como eso, una pequeña vocecita me hablo pero no podía entender, parecía estar muy lejos, divise un pequeño punto que se movía a lo lejos, así que fui hacia el, mientras me acercaba escuche el aleteo de un ave.

- Rocco, soy yo - Me dijo una voz

- ¿Mily? ¿Eres tu? - Sonaba como Mily, pero era demasiado blanca para ser ella.

- Si!!, creo que ahora soy un ángel o algo así - Dijo y se rio muy suavecito.

- Ven conmigo Rocco, encontré un lugar muy hermoso, estas vez es verdad, aquí estaremos a salvo, ya lo verás - Comenzó a volar muy lentito hacia una luz muy brillante.

La seguí como aquella primera vez que nos conocimos, no sabia si era verdad o no, no sabia que pasaría cuando llegáramos a la luz, pero por primera vez en toda mi canina vida, no sentía miedo, solo estaba feliz...

Color verde: El color representa la naturaleza, el bosque, pero también representa a Rocco mi personaje, su inocencia y sus esperanzas, su búsqueda de paz y felicidad; y también porque le gustaba el pasto mojado por el roció de la mañana.

*Esta historia es especial para mi, así que si llegaste hasta aquí espero que te gustara 💚*