Palabras Disparatadas.

"La matemática sirve para muchas cosas. Menos para el amor."

El viento golpeaba fuertemente la ventana de la joven. Eso le hizo comprender que aún seguía despierta a altas horas de la noche.

Y es que no lo podía evitar, aquel chico tan cerrado, retraído y extremadamente taciturno  fue lo mejor que le pudo pasar. Pero también fue la mayor pena y desgracia que vivió.

Eran las cuatro de la mañana cuando Ana decidió hacer su tarea de trigonometría con la idea de distraerse de todo lo que la agobiaba. Pero era nulo.

Notó que la trigonometría servía para calcular distancias sin la necesidad de recorrer. Entonces, ¿Cómo hacía con la distancia que había marcado él?

¿Cómo la trigonometría la ayudaría a entender qué fue lo que pasó que con esa distancia que se marcó entre los dos?

¿Cuántos triángulos escalenos, isósceles y circunsferencias hacían falta para comprender lo que había pasado?

El gran amor que se tenían y que se habían profesado desde el inicio con el vivo deseo de darlo todo por el otro parecía muerto.

¿El amor puede morir? Claro que sí. Pero también que evolucione y se manifieste de forma diferente.

Ana, una chica que vivía con los ojos y el corazón en los libros entendió cada vez mejor esas filosofías de sus tan adorados autores. Entendía que no todo era para siempre, que así como habían diferentes tipos de personas existían corazones aún más únicos.

Y que ya era hora de terminar con sus constantes alabanzas a Dios y a los autores de los libros para que le enseñaran a comprender porqué su novio le había mandado a volar sin explicación.

Entendió por fin, que ni la trigonometría puede ayudarle a entender las distancias marcadas entre las personas. Ni en los corazones, que ni las muchas alabanzas les servirían para dejar de sentir. Ni mucho menos se podía pasar la vida preguntándose porqué  alguien se larga sin dar respuestas.

Entendió que hay personas que se marchan y dicen el porqué. Así como también están las que toman sus cosas y se van como si nada.

Entendió mucho, se volvió una filósofa, comprendió... Que antes de todo... Estaba ella...

Y eso era lo más importante.