Esta historia comienza en el año 2050 y el mundo había muerto, se había vuelto prácticamente inhabitable. En 2030 hubo un gran terremoto a nivel mundial, eso sumado a que no se alcanzaron los objetivos de desarrollo sostenible hizo que toda la contaminación sumada a los muertos por el terremoto y la hambruna que este provocó hizo que millones de familias murieran. La temperatura ascendió tanto que los que quedaron vivos tuvieron que mudarse a zonas antes gélidas o frías, como Canadá, Rusia o Dinamarca para evitar esas sofocantes temperaturas.

Los días se han desdibujado, los que quedamos vivimos en pequeñas comunidades subterráneas para protegernos y solo nos podes comunicar mandando personas de unas a otras, ya que toda señal se cortó después del terremoto. Yo no me acuerdo de cómo era el mundo antes ya que tenía apenas unos meses cuando todo sucedió pero mis padres eran investigadores y habían viajado mucho por lo que tenían un álbum lleno de imágenes del pasado.

Mi madre murió hace unos años, porque se ofreció a ir a entregar un mensaje y volvió con una enfermedad que no sabemos qué era pero no era contagiosa, murió unos días después.

Y os preguntaréis ¿quién soy? Mi nombre es Alba y mis padres son ingleses, aunque yo siento que no pertenezco a ningún lugar. En la última expedición en busca de pilas encontré una libreta y un estuche lleno de pinturas, bolis y lápices. En esta libreta contaré cada cosa que me pase mientras sobreviva en este mundo post-apocalíptico.