Había una vez una ciudad en la que todos sus habitantes hacían siempre lo mismo. Se levantaban, comían, trabajaban, dormían, etc... Ellos pensaban que sus vidas estaban condenadas a ser así para siempre. La vida era monótona y aburrida pero nadie era capaz de cambiar su rutina.

Hasta que una noche mientras todos dormían empezó a nevar con fuerza, tanto que en apenas unas horas se acumulo casi medio metro de nieve. Eso era extraño ya que en esa ciudad nunca había nevado así que cuando sus vecinos se despertaron quedaron hipnotizados por la blancura de la nieve fresca. Todos salieron a las calles en pijama, olvidándose de que tenían que comer, trabajar, dormir, etc...

Todos miraban el suelo cubierto de nieve sin saber qué hacer. Fue entonces que una pequeña niña cogió un poco de nieve y con las manos la moldeó hasta quedarse redonda y compacta. Entonces se la lanzó a su vecino, dándo le y luego rompiendo a carcajadas. El vecino sorprendido hizo su propia bola y también la lanzó pero sin querer dio al padre de la niña, que decidió unirse. Poco a poco todos se unieron a esa pelea improvisada con esa cosa helada y blanca que había colapsado la ciudad y la había sumido en un caso poco habitual pero lleno de risas de gente de todas las edades.

Ese día nadie fue a trabajar, pero lo más importante es que sus habitantes empezaron a romper ese bucle en el que se habían metido. Empezaron a vivir.

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Hola!!!! Este es el primer reto que hago y espero que os guste:))

Nessy Saez