Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Una cena incomoda más

No he podido dormir en toda la noche y el sueño está atormentándome en clase de biología.
No pude dejar de pensar en lo que estaba ocurriendo. Aunque en teoría el asunto familiar de la familia que me hospeda no es mi problema, la verdad es que sí es mi problema. No me importaría tener que compartir habitación con Joseph si no fuera por el hecho de que me siento terriblemente intimidado por él. Es imposible darse una idea sobre que puede estar pensando. Es tan cambiante y agresivo que da miedo pensar en que cualquier cosa que digas hará que te dé un puñetazo en la cara.

Hoy fue mi última noche de semi-tranquilidad.

Mis clases por fin terminaron y yo volví solo a casa. David me dijo que tendría una reunión de profesores y que tardaría un poco más pero si quería, podía esperarlo. Estaba muy cansado y no quería esperar; le dije que yo tomaría el autobús y regresaría a casa.
Estaba esperando el autobús cuando de repente un chico llegó a sentarse a mi lado y hacerme plática. Se veía bastante alto, estaba bronceado y tenía cabellos dorados. Su piel parecía de porcelana y sus dientes eran increíblemente blancos.
No hablamos de algo realmente interesante que no fuera universidad y que yo era nuevo, pero me pareció un chico bastante simpático. Al final resultó que compartía muchas clases con él. 

—Oye, pero no me has dicho tu nombre, chico —me dijo con una sonrisa.

—Soy Eddward, mis amigos me dicen Edd, a veces Doble D.

—Ah pues serás Edd para mí, de ahora en adelante seamos amigos —me dio la mano mientras seguía sonriendo. —Yo soy Luca.

Le sonreí de vuelta pero ya no dije nada, me di cuenta que mi autobús estaba llegando y apresuradamente me despedí de él. Una vez arriba, me di cuenta de que fue algo grosero haberlo dejado. Nunca le pregunté hacía donde iba y casi lo he dejado hablando solo. Ni modo. Mañana pediré disculpas. Aún así, estaba muy feliz de finalmente haber conocido a alguien y realmente esperaba que no se hubiera enfadado conmigo por dejarlo de la nada.


Cuando llegué a casa, aunque tenía mucho sueño, también tenía mucha hambre, así que acepté la comida que había preparado Linda y me senté a comer con ella y Alice.
Estaba fluyendo una conversación sin mucho de interesante pero sonó el teléfono y Linda tuvo que ir a contestar. 

—Te llamas Eddward, ¿no es así? —me preguntó Ali mientras se llevaba un bocado a la boca.

—Sí, perdón por no haberme presentado antes. Mucho gusto en conocerte —le extendí la mano y le sonreí.

Ella me sonrió de vuelta y me apretó la mano. Se veía que era una chica muy linda y carismática. Nada que ver con su loco hermano.

—Por lo que sé, conseguiste una beca por tus buenas calificaciones, ¿verdad? 

—Sí, siempre había querido estudiar en una universidad tan prestigiosa y me esforcé mucho desde que tengo memoria. Solo me va mal en educación física, soy muy malo —me reí y ella rió también.

—¡Qué interesante! Sabes, yo nunca fui brillante en la escuela pero pude graduarme en la carrera de comunicación. Aunque es una lástima que no ejerzo lo que estudié por 5 años, más bien soy modelo pero debo decir que me va bastante bien, ¿sabes?

—Vaya, eso está muy bien. Debe irte muy bien, eres muy bonita.

—Gracias, aunque la belleza no te asegura todo en esta vida —dijo mientras suspiraba y parecía que sus ojos se ponían llorosos. —¿Sabes? La mayoría de los hombres son basura andante. Mira nada más lo que me hicieron a mí... —Mientras me hablaba de su experiencia con su pareja, la verdad es que perdí un poco el sentido y no le estaba poniendo tanta atención, esta chica me estaba dando todos los detalles de su vida y apenas nos conocíamos. Bueno, de leguas se podía ver que era de ese tipo de personas que les dices hola y ya te cuentan desde que nacieron. Intenté ponerle atención de nuevo pero no terminé de comprender su historia. —Y bueno, finalmente mientras él estaba en el baño me armé de valor para revisar su celular y encontré lo que me temía. Él y mi mejor amiga mensajeándose y hablando mierda sobre mí. Realmente me sentí muy traicionada y no sabía que hacer. Ni siquiera pude confrontarlo, de inmediato tomé mis cosas y regresé para acá. ¿Puedes creerlo?

—Hay personas muy malas en el mundo que no merecen nuestro cariño. Lo bueno es que te diste cuenta de eso durante tu luna de miel y no 10 años después.

—Lo sé, es muy doloroso darte cuenta de que no eras nadie para la persona que más amabas.

Me sentí tan identificado con lo que acababa de decir. Yo no fui nada ni nadie especial para Kevin. Aunque no era la misma historia, Ali y yo habíamos pasado por una decepción amorosa igual de dolorosa. 

—Te entiendo muy bien.

—¿A ti también te lastimaron?

—Algo así, pero no importa. Ya tiene tiempo de eso.

Alguien entró por la puerta y Ali y yo volteamos a ver. Era Joseph y tenía un aspecto horrendo. Tenía ojeras y su ropa estaba llena de suciedad.

—Cariño, en la cocina está la comida, sírvete y come —le dijo Linda mientras ponía una mano sobre el teléfono para que no se escuchara su voz.

Joseph asintió y fue a la cocina.

—¿No te parece que Joseph es muy extraño? Yo todavía no logro adaptarme a sus cambios de humor.

—Pues no he tratado mucho con él, pero parece ser una buena persona —mentí.

—No le hagas mucha confianza, su condición es de tener cuidado.

—¿Qué condi...?

—Ya paren de hablar de mí. Estoy harto de no tener un minuto de paz para mí —dijo Joseph saliendo de la cocina y poniendo su plato sobre la mesa.

—¿Qué te pasó hermanito? ¿Con que anima te revolcaste que estás apestoso?

Joseph solo la miró con desagrado y eso indicó que no respondería ni una sola palabra a Alice. Ella solo negó con la cabeza y siguió comiendo. Yo creo que ella tampoco estaba de muy buen humor, pues después de eso, la agradable platica que había tenido con Ali se acabó y la comida se tornó bastante incomoda. 
Después de unos minutos, ella levantó su plato y se fue sin decir nada. Yo decidí quedarme para no dejar a Joseph solo, aún si eso significaba sentirme más incomodo de lo que ya estaba.

—¿Qué tal te fue hoy? —intenté preguntarle algo agradable.

—Eso a ti no te importa.

—Está bien, lo siento.

—Oye, antes de que te vayas a hacer tus boberías, ayúdame a acomodar mi cama en MI cuarto —dijo haciendo énfasis en el mi. Asentí y tragué saliva. Ambos nos paramos de la mesa.

Nos dirigimos al cuarto y lo ayudé a levantar el colchón de la base de la cama.

—Sostén el colchón mientras yo lo levanto —me dijo y lo obedecí.

Mientras yo lo sostenía, el se encargaba de moverlo, una vez que ya estaba acomodado, lo volteamos para que pudiera pasar por la puerta y lo arrastramos hasta el que sería ahora nuestro cuarto.

—Bien, sigue lo difícil. 

Repetimos el proceso con la base pero con más dificultad por el peso de la misma. La verdad es que no servía de mucho, pues es bien sabido que no destaco por tener fuerza, pero trataba de ser de ayuda en lugar de estorbar, solo que no me salía muy bien.

—¿Estás tonto o algo? No me estás ayudando —me dijo soltando la base. —No seas un inútil y sirve de algo en esta casa que no sea estorbarme.

—Está muy pesada, no puedo cargar esto.

—¿Cómo no vas a poder? Eres un hombre, ¿no? No seas una niña delicada —dijo mientras volvía a cargar la base para poder girarla, lo ayudaba sosteniendo la base. —Oh... espera, se me olvidaba que eres una niña porque te gustan los hombres —cuando dijo eso mi corazón se agitó, me quedé inmóvil y solté la base.

—¡Ahhhhhh! —gritó muy fuerte Joseph mientras soltaba la cama y se tiraba al suelo.

Cuando solté la base hice que el agarre de Joseph se desequilibrara y no pudiera sostener la cama, por lo que cayó sobre el pie de este. Me asusté mucho y no sabía que hacer.

—¡Eres un idiota! ¡Lárgate de aquí!

—¿Qué está pasando? —llegó Linda y enseguida se acercó a su hijo para auxiliarlo.

—¡Este imbécil no puede ni siquiera cargar simple madera e hizo que me cayera en el pie!

—Yo... lo siento mucho Joseph, no fue mi inten... —comencé a balbucear y sentía que las lágrimas iban a traicionarme y rodar sobre mis mejillas pero Joseph me interrumpió. No sé como olvidó el dolor pero se paró dejando a Linda atrás y me dio un golpe en la cara.

—¿¡Qué te pasa Joseph!? —gritó su madre y yo caí al suelo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro