Algo familiar
La mañana fue un tanto incomoda, pues me senté a desayunar con la familia del señor Adams, pero no por el hecho de convivir con gente desconocida como creía que sería mi vida de ahora en adelante, sino por la manera en que me miraba Joseph, el hijo menor del Señor Adams.
Mientras desayunábamos, el señor Adams y su esposa llamada Linda, me hicieron preguntas sobre mí, lo que hizo que no hubiera un ambiente incómodo; aunque también algunas veces sentí como el Señor Adams le daba pequeñas patadas a su hijo como ordenándole que mejorara su cara con respecto a mí.
También me contaron que tenían una hija de nombre Alice y que ahora mismo estaba de luna de miel, por lo que ya no vivía más con ellos. Ella ya tiene 25 años y se había casado con su amor de secundaria. Me pareció una linda historia.
Después del desayuno fuimos a la escuela, y digo fuimos refiriéndome al Señor Adams, a mí y a Joseph. A diferencia de hace rato, ahora si había un ambiente bastante incomodo porque ninguno de los 3 habló en todo el camino; el señor Adams que iba frente al volante estaba bastante entretenido cantando canciones que sonaban bastante viejas, la verdad es que no pude reconocer ninguna; Joseph solo miraba hacia afuera por la ventana mientras estaba cruzado de brazos en el asiento del copiloto y yo imitaba a Joseph mirando hacia afuera desde el asiento de atrás.
Miré de reojo a Joseph, aunque solo podía mirarle el cuello y parte de su largo cabello, pero enseguida sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo por la sensación de familiaridad que me causó mirarle. Pensé en ese momento que me recordaba tan solo un poco a Kevin: ambos tenían un cuello largo pero no tan delgado, también compartían lunares en sus cuellos, aunque obviamente no en los mismos lugares. Su cabello también me resultaba familiar aunque no fuera pelirrojo; Joseph tenía el cabello más oscuro que jamás había visto y le hacía resaltar su piel extremadamente pálida.
Para cuando regresé de mis pensamientos, ya habíamos llegado a la universidad. Enseguida me bajé del auto, me despedí del profesor y me fui algo apresurado hacia ningún lugar, no tenía a donde ir, no conocía a nadie.
—¡Hey, tonto! ¿A dónde se supone que vas?
Escuché gritar a Joseph, pero sin saber que me hablaba a mi, seguí caminando sin mirar hacia atrás. Me sentí algo nervioso cuando sentí que venía justo detrás de mí, pero antes de que reaccionara, ya tenía a Joseph estrujándome del cuello de la camisa.
—¿Qué te crees? Primero me quitas la habitación y ahora decides hacer como si no existiese.
—No sabía que me estabas hablando a mí, me llamo Eddward, no tonto.
Vi como la expresión de la cara de Joseph se suavizó y enarcaba las cejas de una manera bastante exagerada, como diciendo "escuchen que estupidez acaba de decir este tonto", pero no me sentí intimidado por él.
—Vaya, eres un poco interesante —no entendí a qué se refería e internamente estaba deseando que no fuera a hacerme nada vergonzoso. —Solamente porque hoy estoy de buenas de daré un tour por aquí, aunque también es porque me das un poco de lástima.
No dije ni hice nada, estaba bastante desconcertado por el cambio de actitud de Joseph, estaba seguro de que esto no traería nada bueno, pero tampoco es como si tuviera muchas opciones, no podía llevarme mal con el hijo del hombre que me estaba recibiendo en su casa, no me quedaba de otra más que seguirle, además de que, como había dicho antes, no tenía nada que hacer por ahora que no conocía a nadie.
Fue bastante extraño que a diferencia de como pensé, Joseph si me dio un tour por el edificio. También mientras caminábamos él se topó con conocidos suyos a los que me presentó, estaba agradecido por lo que hizo por mí, pero en seguida como toco el timbre me fui a mi aula y él a la suya sin despedirnos.
Durante nuestro recorrido Joseph me dijo algunas cosas que carecían de sentido si lo comparábamos con la noche anterior en que me dijo que esperaba que me marchara pronto; me dijo cosas como "debe ser divertido tener a alguien de mi edad en casa" o "me agradas un poco", pero quien sabe, tal vez solo estuvo enojado un rato por haberlo despojado de su habitación y ahora que ya lo había aceptado no le parecía lo peor del mundo. De nuevo, quien sabe.
Cuando las clases acabaron, yo aún tenía que esperar a que el profesor Adams terminara con todas sus clases para regresar a casa junto a él y Joseph, que a este último ya no lo volví a ver desde la hora de entrada. Me dirigí a la biblioteca a estudiar un poco mientras espero.
La verdad es que las clases fueron bastante interesantes, me entretuve un poco más que en las clases que tomaba en mi antigua escuela, aunque el único punto malo del día de hoy es que no pude hacer amigos con nadie; no es como si me importara mucho socializar, realmente es lo que menos me interesa, pero me he propuesto muchas cosas con este intercambio y una de esas cosas es poder ser al menos un poco más sociable. Todavía me quedaba mi optimismo de que mañana será un día mejor y podré hablar con alguien.
De pronto me sentí bastante cansado y sin ganas ni de estudiar, me sorprendí un poco de mi mismo, pero supongo que estoy algo agobiado por los cambios. Saqué mi celular para ver la hora y me di cuenta que tenía un mensaje de Eddy. Me alegró bastante el hecho de que me escribiera, pero no tenía crédito para responderle, así que pedí una de las computadoras que hay en biblioteca para al menos responderle por alguna red social.
"Hey Eddy! El viaje ha estado muy bien, gracias por preocuparte y perdón por no responder antes, no tengo crédito, sabes bien que nunca llamo a nadie y es la razón por la que nunca hago recargas. En fin, espero que tú también estés muy bien, salúdame a Ed. No hagan tonterías que me gustaría haber hecho con ustedes."
Después de enviar el mensaje me desconecté y salí de biblioteca para tomar un poco de aire fresco. No quedaba mucho para que el profesor Adams terminara de dar clases, así que esperé en el estacionamiento frente a su auto.
No pasaron más de 10 minutos cuando pude observar la silueta delgada y alta de Joseph. Alcé una mano para que pudiera notarme, pero para mi sorpresa, cuando me miró solo se quedó parado, me dedicó una mirada de fastidio y me levantó el dedo de en medio para después darse la vuelta e irse por donde venía.
Me causó bastante gracia el comportamiento de este chico, volvió a la manera en que lo conocí, tenía razón en que había algo extraño en su amabilidad de la mañana. Aunque no me gusta juzgar a las personas, este chico sí que era bastante raro, tan solo pensar que voy a convivir con alguien con constantes cambios de actitud me eriza la piel, tan solo espero que al haber más confianza pueda tener una relación normal con él.
Al final, solo el profesor y yo regresamos a casa. Al parecer Joseph se había ido de fiesta.
—Eddward, recuerda, esta es tu casa, siéntete con la confianza de tomar lo que quieras —me dijo el señor Adams de una manera que me transmitía confianza y seguridad.
—Gracias, pero por ahora estoy bien, no se preocupe tanto.
—No agradezcas, también tengo que pedirte una disculpa por el comportamiento de Jo —me dio bastante ternura como se refería a su hijo.
—Oh, está bien, entiendo que deba ser difícil convivir con un extraño.
—Él es algo delicado, espero que no te moleste.
Negué con la cabeza y le sonreí. Él me devolvió la sonrisa.
—Puedes llamarme David aquí en casa, en la escuela sigo siendo Profesor Adams —me guiñó el ojo y subió escaleras para ir a su habitación.
Era una persona bastante agradable, me alegraba que fuera una persona como él quien me acogiera en su casa y se hiciera responsable de mí. Se notaba que confiaba en mi.
Como ya era bastante tarde, al igual que David, subí a mi habitación.
Destendí la cama y me puse la pijama, apagué las luces y me recosté, no dormiría aún pues mi sueño había desaparecido.
Comencé a pensar sobre cómo era mi vida apenas hace 2 días antes de mudarme, estaba siempre solo. Me entraba un poco de nostalgia y profunda tristeza por mis antiguos hábitos, pero lo que más me dolía era la indiferencia con la que me despidió Kevin. Aunque gracias a eso, comprendí que era lo mejor dejarlo atrás, estoy seguro de que podré olvidarlo. Él está mejor sin mí y yo sin él.
Un estruendo me sacó de mis pensamientos y de inmediato me levanté asustado a ver de dónde había venido el golpe; la ventana estaba abierta, lo que hizo que mi corazón se acelerara a un ritmo impresionante, estaba bastante asustado pero no podía reaccionar.
—¡Agh!
La voz de Joseph hizo que el miedo desapareciera y me sintiera aliviado, pero al mismo tiempo me sentía desconcertado, ¿cómo había entrado? La ventana estaba cerrada, pero lo que más me sacaba de mis casillas era no haberlo escuchado, al parecer si estaba muy sumido en pensamientos tontos.
—¿Cómo entrast...? Quiero decir... ¿por qué no entraste por la puerta principal? —pregunté con algunos titubeos.
Joseph me miró y comenzó a reírse a carcajadas. No sabía cuál era la gracia.
—¿Crees que soy muy estúpido como para no saber que es más fácil entrar por la puerta? ¡Si hubiera podido hacerlo lo habría hecho, tonto!
Me di cuenta de que estaba borracho e hice un gesto de desagrado. No dije nada más.
—Tonto, ¡no me ignores! —se subió a la cama y comenzó a acercarse a mí, no perdí la cordura ni le quité la mirada de encima. —¿Te gusta hacerme sufrir? ¿qué quieres de mi? —lo tenía a centímetros de mi, podía oler su aliento penetrante a cerveza y cigarros. —Oye, vi tus cosas, espero que no te moleste y quería preguntarte algo... —sentí un escalofrío.
—Pregúntame lo que quieras.
—¿Quién es el pelirrojo de la foto que tienes en tu agenda?
Abrí los ojos como platos y no podía responder.
—También vi cosas que escribías y tengo otra pregunta —Joseph comenzó a reírse.
—No tienes por qué estar hurgando en mis cosas.
—Escuchameeee...
—No, escúchame tu a mi, son cosas per...
—¿Eres gay?
Lo miré sin decir nada. Estaba tan sorprendido por lo que había hecho y a la vez enojado, no encontraba palabras para responder.
Joseph comenzó a acercarse aún más a mi, nuestras narices rosaban.
—¿Sabes algo? La gente gay, como tú... —pausó y soltó una risa. —Me da asco.
Después de eso se alejó de mi y se fue.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro