Era la primera vez que había experimentado esta sensación de libertad, el lugar parecía ser infinito, con estrellas a la lejanía pero a la vez sin nada en sus pies que lo mantuvieran firme, no había un arriba ni un abajo o un punto fijo de referencia aun asi no se sentía aterrador o mucho menos extraño fue como estar en un lugar que ya conoces, sabes que has estado aqui antes lo presientes, aunque sea la primera vez que estás en ese determinado lugar.

Como una burbuja volando por una suave caricia del viento, el tiempo era diferente en este lugar, no estaba seguro cuanto había estado flotando, podrían haber sido segundo o muchísimo más tiempo.

Al principio era único y fascinante pero con el tiempo se volvía cada vez más predecible e incluso un poco aburrido — Hola? ¿Hay alguien con quien jugar o hablar? —

— Como salgo de este lugar — Era algo que confundida

Al final olvido lo que estaba haciendo así que solo siguió flotando a la deriva.

Cuánto tiempo había pasado, no estaba seguro, le gustaría poder contar las horas o los días o los segundos pero cuando intenta ver sus dedos solo no hay, ni manos, ni brazos — Alguna vez tuve manos? —

No le dio importancia, era más divertido seguir flotando claro hasta que escucho algo que llamó la atención.

— Te lo dije y te lo repetí muchas veces no debiste hacerlo — Una voz comentó.

— Tu estabas de acuerdo al inicio no me vengas con que no querías hacerlo — Le contestó la misma.

— Ya no hay vuelta atrás — La misma le comentó.

— y tú creías que no pasaría nada malo — La voz reto.

— solo callate — esa voz comentó molesta — Dejame sola —

Al final era solo una mancha más en este espacio y aunque no tuviera forma era mas que evidente lo triste que estaba, no sabia porque pero debía acercarse a esta mancha solitaria.

La mancha se acercó a la otra — Hola, estas bien? —

— Tu quien eres y qué haces en este lugar — La otra entidad comento molesta — Alejate —

— No puedo, me estoy moviendo sola... ups creo que estoy sobre ti — La mancha mencionó.

— ¿Qué me estás haciendo? — La pequeña mancha se agitaba tanto como podía hasta que logró zafarse pero después de haber perdido una parte suya — Largo!! —

Este no comprendía así que solo siguió flotando y flotando y flotando.

Habría seguido así hasta el infinito de no ser por una alarma que retumbaba en sus oídos.

— A? que? — Oscar miro el despertador que seguía sonando, estaba apunto de quedarse dormido nuevamente hasta que escucho a Susie hablar tan fuerte que la pobre cabaña casi se derrumba.

— Todos los campistas, no es hora de estar de flojos, hoy tendremos bolitas de papa, compré demasiadas asi que levántense no podemos desperdiciar nada — Susie dejo de hablar.

Oscar se emocionó y se levantó con demasiada energía — Son mis favoritas — Sin demasiadas complicaciones tomó su playera y pantalón tan rápido que casi se los pone al revez, el sabia que ese era un bocadillo único y no dejaría que su mejor amigo Max se lo perdiera.

No habría pasado ni dos minutos cuando estaba en la cabaña de al lado tocando como si no hubiera un mañana — Max, Max, Max date prisa o se acabaran las bolitas de papa —

Pocos segundos después se escuchaba como alguien se arrastraba a duras penas de su cama — Voy... es necesario hacerlo cada mañana — Max estaba irritado.

Max abrió la puerta y miró al joven emocionado — Hey por que no te adelantaste —

—y dejar atrás a mi mejor amigo — Oscar lo abrazo — Jamas pasara en mi guardia —

— No tengo prisa, literalmente aborrezco las bolitas de papa — Max señaló.

— haaaaaagg? — Con un exagerado quejido Oscar se sorprendió. — Pero son tus favoritos, siempre lo has dicho, que comerías estos bocadillos para siempre.

— Vamos, eso fue ya hace mucho, literal siento que lo he comido cada semana desde hace años — Max señaló.

— Siempre tan chistoso, el campamento apenas está empezando y esas bolitas de papa son extra especiales — Oscar señaló mientras literal arrastraba a Max al comedor — además Susie nos dará una gran noticia a todos —

Max apenas y pudo fingir su cara de aburrimiento — Deja adivino somos seres mágicos —

— ¿Qué dices? — Oscar señaló

— no hay nada que darnos prisa — Max trató de enfocarse.

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Después del almuerzo todos se juntaron en una pequeña explanada donde diferentes seres mágicos se reunieron — Escuchen con atención pequeños, se de antemano que soy su bruja favorita y por eso les tengo una sorpresa —

— ¿Qué es? — Gritó un niño random.

— Todos ustedes son seres mágicos como sus amigos de la isla, y es increíble — Susie señaló emocionada — la verdad yo dudaba que pasaría pero ayer Max desarrollo sus alas de vampiro, Pepper estaba flotando como una nube, yo no podria estar mas orgullosa, por eso pedí ayuda a los mejores de la isla para que les enseñen a controlar mejor sus talentos —

— ¿A poco tienes alas Max? — Oscar señaló emocionado.

— Hey no es la gran cosa — Max comento tranquilo, espero que esta vez puedas pueda amm digo ya tengo duda de que clase de ser mágico eres? —

— Yo? tal vez podría ser una momia o un chico lobo — Oscar recordó — Mi amiga Erizo siempre le a gustado ese género, me aterra pero me gusta la historia —

La plática era amena entre ambos campistas hasta que un pequeño conflicto suscita.

— Déjame en paz — Alexa comentó — no voy a escuchar lo que un simplón enorme tenía que decirme —

Oscar y los demás campistas solo miraban curiosos.

— Sabes me da miedo esa chica, esta siempre molesta — Oscar señaló. — Tu crees que la podríamos ayudar —

— Lo haremos, pero solo hay que esperar que se calme un poco, se ve algo alterada — Max señalo además — Susie se hará cargo, siempre lo hace.

— Cierto Susie siempre se preocupa por todos — Oscar señaló — sabes hasta creo que se ve bonita —

— Hey amigo tranquilo, que no te escuche Pepper que es capaz de pelearse contigo — Max señalo burlonamente — Quién podría culpar a Pepper por defender a su crush —

—Desde el primer día del campamento ese panda no a quitado los ojos sobre Susie — Oscar fue asertivo.

— Es mejor tomar espacio — Max señaló — No vaya a ser contagioso —

— Tu no te preocupes por mi yo siempre seré fiel a nuestra amistad — Oscar señalo.

— Oscar ya te lo he dicho no lo digas de esa manera, la gente puede pensar mal, además ya tienes casi quince años — Max trato de contar con los dedos — Tal vez tu eres un monstruo puberto y se la va a pasar de loco con las niñas —

— noo, yo sería incapaz — Oscar señaló haciendo gestos que divertían a su amigo Max.

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— El dia fue agradable, todos se divirtieron y nadie salió herido — Max señaló

— Claro, pero recuerda agradecerle a la bruja que siempre nos cuida y evita que nos accidentes — Oscar mencionó.

— La bruja Betsy — Max miró en dirección de la montaña — Si es demasiado callada.

— si también me sorprende solo la he visto hablar con Susie — Oscar penso — ¿Ella estará molesta por algo? —

— Lo dudo ella siempre a sido asi — Max señaló — Apuesto que es por que todos tienen aprendices y no hay nuevas brujas —

— Yo quisiera ser una bruja, ha de ser genial serlo — Oscar mencionó.

— aún somos muchos campistas que aún no saben que son, puede que alguna bruja aparezca, así todos podremos ser feliz, incluido Betsy — Oscar señaló mientras inconscientemente saludaba con su brazo a esa bruja que siempre los cuida desde la montaña.