A pesar de ser mediodía Jim apenas estaba levantandose de la cama el estaba demasiado adolorido y la verdad no recordaba cuándo fue la última vez que había hecho tanto ejercicio, a pesar de eso la falta de internet le estaba dando un poco de ansiedad, solo habían pasado unos pocos días y ya resentida estar tan incomunicado.

El día se veía maravilloso su misión era realmente fácil de cumplir solo hacía falta saltar una barda o hasta entrar por la puerta principal puede que ni eso simplemente sentarse a la barda contigua y robar el wifi.

Jim noto algo interesante mientras caminaba alrededor y le pareció ver a su objetivo estrella la conocida como Alice.

— Premio doble — Jim sabía que Erizo estaría Orgullosa.

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Dos Horas mas tarde

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Tenía que correr, no tenía opción, la respiración dolía pero sabía dentro de sí que si se detenía por un momento sería su fin.

Jim llegó a ese enorme pasillo, que daba a una enorme bodega llena de contenedores sabía que la salida estaba cerca, pero cuando creyó que ya estaba a salvo solo era un callejón sin salida.

— No puede ser, aquí debería de estar — Jim estaba realmente desesperado y revisaba el mapa que había memorizado pero no había más salida, todo estaba bloqueado con contenedores metálicos vacíos.

La obscuridad era sofocante y con solo la lámpara del celular era aún más difícil guiarse pero no tenia mas opción, él tenía que lograrlo de una manera u otra había conseguido todo lo que su hermana necesitaba, lo tenía todo el seria el gran heroe, pero sus esperanzas decayeron cuando escucho ese chillido que lo estaba acosando desde ya hace varios minutos.

— Es.. en fin — comento derrotado, solo dejo caer su laptop ya no podía hacer nada.

El equipo que tanto cuidaba ahora yacía roto en el suelo y Jim había perdido la última pizca de esperanza, alcanzo a notar que uno de los contenedores tenía una cerradura interna.

— Con que así los mueven — Jim entró tan rápido como podía y la cerró.

Era solo Jim con la Luz de su celular en ese contenedor oscuro, el silencio era abrumador pero qué podía hacer en ese momento.

Después de algunos segundos y aun temblando Jim encendió la camara del Telefono.

— Información vital, deberá presentarse algún agente con nivel cinco o superior — Jim trató de ser formal.

Si encuentras este mensaje mi ubicación actual es en el octavo piso subterráneo de la empresa fachada de paquetería, ubicada en Heardforde.

— Aunque no lo creas es un laboratorio de bioarmas — Jim comentaba aun temblando.

— Sugiero un bombardeo preventivo pero desconozco el tamaño real de estas instalaciones — Jim tragó saliva con dificultad —

Jim terminó de grabar y subio el archivo a una carpeta de su teléfono, volvió a encender la camara.

— Estas... son mis últimas palabras — Jim comentó con la voz aún temblorosa.

— Este mensaje es exclusivo para Erizo — El chico dudo un poco era difícil hablar.

— Tuviste razon, siempre la tuviste — El joven aun dudaba en seguia dudando si hablar o no — Fui un tonto, abarque mas de lo que podia —

—Yo .. tenía en mi computadora los documentos pero creo que la perdí, si fue un error, posiblemente la encuentren y la destruyan — a la que llamas Alice ella parece ser su hija o sobrina si son idénticas a la foto —

Jim se toco el estomago — Ayuda a esa chica llamada Lem, ella parece ser tambien una rehen, su expediente habla de tener cadena perpetua por asesinato y fue extraida de esa prision, todo apunta a un inculpamento y existe la posibilidad que experimenten con ella y Alexa esta catalogaada con una G puede que sea la custodio o guardian, yo dije que era demaciaa exagerado tanto musculo.—

— Susie Mccallister es un nombre clave para un arma de destrucción masiva — Jim rio por nervio — Eso debi agregarlo en el otro video, pero ya no importa —

— y parece que sí están relacionados con tu investigación, espero que lo encuentres — Jim comenzó a soltar una lagrima de manera inconsciente.

Cuando escucho unas pisadas sobre el contenedor este se tapó la boca, aun necesitaba tiempo, espero a que esa cosa se alejara para continuar.

— Erizo, gracias por todo fue divertido y me... digo — Jim comenzó a llorar.

— Si no fuera por ti yo estaría en alguna cárcel o desaparecido por algún grupo rival fuiste la única que me dio otra oportunidad, mientras todos me azotaban la puerta en la cara tu.. me diste todo — Jim se limpio las lágrimas de los ojos.

— No solo eres una hermana para mi, eres mas que una socia o que una jefa eres lo mas valioso que puede llegar a tener en esta basura de vida — Jim se volvió a limpiar la cara pues era difícil controlar el lagrimeo — Gracias por todo —

Jim terminó de grabar y movió el video a una carpeta en especifico, destapó el telefono y saco una de las dos memorias que tenía su celular, y los guardó en el zapato deportivo izquierdo justo en un compartimiento anexado en el mismo, era una herramienta de último recurso para garantizar la comunicación final, ambos sabían que según las estadísticas es más fácil sobreviva el calzado deportivo aún si intentan deshacerse de toda evidencia.

Justo en el momento que guardo la memoria esos pasos volvieron a sonar sobre el contenedor pero a diferencia de hace unos momentos el chillido era diferente, esa cosa sabia que estaba ahí encerrado.

El impacto de algo sobre el metal del contenedor espanto a Jim, golpe tras golpe las gruesas paredes del contenedor se estaba deformando hasta que un hueco se formó, una garra se medio dentro de la misma con la única finalidad de tomar el pedazo de metal y desgarrarlo como si fuera solo simple pedazo de papel.

Un rugido ensordecedor amedrentar contra Jim al detectarlo, como si fuera una provocación esta bestia comenzaba a desgarrar más esta estructura haciéndose paso dentro de la misma.

Esa enorme criatura era una bestia o un demonio esas enormes alas desprovistas de algún plumaje se agitaban como un depredador a punto de hacerse de una presa.

La bestia entró y caminó lentamente, Jim le lanzó el teléfono con la única luz que tenía, la bestia lo aplasto con su garra, solo estaba Jim en compañía de esa enorme bestia y una oscuridad casi absoluta.

Jim solo cerró los ojos, no podía ver nada, solo esperaba que su fin fuera lo más rápido posible.

Como si fuera un último impulso en su vida, apretó los puños y corrió gritando esperando intimidar a esa cosa pero esta fue impasible no se movió ni un milímetro, solo un golpe sordo como si algo cayera sonó de ese lugar.