Todos nuestros actos tienen consecuencias, y algunas de ellas terminan atormentandonos aun pasados los años.

Cerca de la costa una pequeña isla que se puede ver a simple vista vive una solitaria bruja o casi son muchas razas que trabajan en conjunto por el bien del mundo mágico, pero esta bruja en particular se podría considerar una genio entre las de su clase logró en cuestión de años lo que ninguna otra bruja en siglos y si todo continuaba a un ritmo constante será la salvadora de la magia en algunos 100 años, claro para una bruja inmortal eso no es la gran cosa.

Asi que en el proceso siempre se pueden sacar nuevos proyectos, como la readaptación social de los seres magicos, la acumulacion de bienes y propiedades, un reactor mágico o tal vez un ejército privado ya saben cosas simples que cualquiera debería tener.

Su nombre es Erizo y ella ya tenía planes para esta noche, se enteró de cierta fuente que cierto elefante había llegado a la comunidad y planeaba quedarse, ella necesitaba saber si fue atraído por el "faro" o solo fue casualidad.

Cualquiera que fuera el caso, Erizo sabía que era una llamada del destino, a diferencia de hace años en esta ocasión ella tenía el valor de enfrentar ese miedo.

—----------------------------------------

Erizo llegó con su escoba justo al lado de la posada, si era un poco noche pero nada como una visita sorpresa para tomar muestras y saber qué rasgo mágico tenía Oscar.

Erizo tomó sus herramientas de medición, sus jeringas y claro y más importante su cámara especial de super ultra alta definición, ella necesitaba todo el material de relevancia para sus estudios.

Antes de poder avanzar un poco más fue detenida por Ramona quien estaba junto a Alice.

— Yo que tu no avanzaria mas — Ramona le aconsejo señalándole otra persona medio chamuscada a unos cuantos metros de donde estaba ella.

— Susie? ella se encuentra bien? — Erizo sacó varias de sus pociones que usó encima de su maestra, su recuperación fue casi instantánea pero esta aun seguía quejandose.

— Me las vas a pagar Mildred — Susie se volvió a desplomar.

— Así que es otra barrera, idéntica pero — Erizo sacó su varita para usar su magia y trazar lo amplio de la misma — Es muy pequeña y concentrada alrededor de la posada.

— No creo que podamos romperla, al menos no por ahora — Se quejó Ramona.

— Y pensar que nos engañó hace años — Alice casi quería llorar del mal recuerdo.

— No exageres Alice solo estuvimos que, cinco o seis años en ese bucle, somos inmortales — Susie se levanto y abrazo a su amiga.

— Eso no me molesta y lo sabes, yo solo pensé que Betsy era nuestra amiga, le había agarrado tanto cariño— Alice se calmó un poco.

— Creo que ella estaba arrepentida de habernos encerrado en ese bucle por tantos años — Erizo reconforto a Alice — Ella me entreno y me enseñó cómo derrotarla, ella quería que la detuvieramos.

— Si, mi hermana está un poco loca y no la culpo — Susie comento algo triste — creo que no he hecho bien mi trabajo.

— Vamos Susie que no decaigan esos ánimos tal vez solo es coincidencia — Ramona reconfortó a sus amigas.

— Creo que avisarle al resto para que esta noticia se mantenga limitada — Erizo tomó su escoba — Podría abrir viejas heridas—

—--------------------------------

Oscar se levantó a primera hora del día debía de prepararse para ese estresante jornada en la oficina, no sin antes despertar a Mildred quien había monopolizado su cama.

— Mildred despierta tenemos que ir a desayunar antes de la junta— Mildred solo bostezo — No quiero, solo cinco minutos o años más —

— Bromeas, tengo toda la semana desayunando atún enlatado porque no me vendían comida en los locales, si te apuras te puedo invitar el postre — Oscar oferto mientras seguía en el baño lavándose los dientes.

Cuando Oscar salió Mildred ya estaba lista — ¿que? son las ventajas de usar overol —

Oscar se le quedó mirando de una manera muy inquisitiva y le lleva el espejo del baño — Necesitas una ducha —

— Sabes qué no pasar.... — Oscar levantó a Mildred con relativa facilidad — Ahhh!! dejame abusivo!!

Oscar sabía que no era la forma de tratar a una dama, pero como aún temía por su vida y salario era mejor llevar a su amuleto de la buena suerte.

—-----------------------------------

Ramona, Alice y Susie aún veían la forma de romper esa molesta barrera creada por Mildred habían durado toda la noche tratando infructuosamente de atravesar, dejando solo Susie semi carbonizada y aún humeando de tanta descarga que había recibido.

Cuál fue su sorpresa al ver a este par saliendo de la posada directo al restaurante que estaba enfrente.

— Acaso esa no era tu hermana? — Alice comentó.

Susie aún humeante no dijo nada mas y regreso a su casa — Necesito dormir y un poco de ungüento para las quemaduras —

— Creo que nosotras aún tenemos trabajo — Ramona comentó bostezando.

—------------------------------------------

Después de una semana desayunando atún y otras comidas enlatadas una comida caliente era literalmente la gloria y aunque su compañera estuviera un poco molesta hoy se perfilaba a ser un buen día.

— me acabo de dar cuenta o eres muy valiente o demasiado estupido — Comentó Mildred mientras jugaba un poco con sus hot cakes — No eres la primera persona que llega a este pueblo y cuando se entera de ciertas verdades sale huyendo—

— Trato solo de ser positivo, ayer me recordaste en primer lugar porque acepte este ascenso y estoy resignado a seguir el juego y rol que me den, mi meta es clara quiero lo mejor para mi hermanito—

— En serio, harías lo que fuera por tu hermano — Mildred tomo un poco de su café — No se si es lindo o estupido—

— Tal vez es estupido, pero a pesar de ello lo encuentro muy satisfactorio — Oscar se apresuro un poco estaba haciendo un poco tarde — Que paso no te gusto —

— Si solo que ya perdí el apetito — Mildred se levantó a pagar y espero a Oscar en la puerta — Vamos no querrás llegar tarde —

—-------------------------------

La enorme sala de juntas muy poco usada hoy tenía la presencia de la principal cabecilla de la empresa, lo que sería lo mismo, la jefa del jefe que depende su jefe y ante él responde.

Su nombre es Ramona una señora muy amable y su mano derecha y socia Alice, Oscar creía que eran sus nombres clave o pseudónimos, mucha gente rica prefiere el anonimato.

— En la misma sala estaba Oddjobs y una comitiva de los empleados quienes aún miraban con malos ojos a Oscar o al menos lo intentaron pero cuando se percataron que su elegante compañera quien era la chica conocida como Mildred estos evitaron voltear a toda costa, al grado que la mayoría o bien estaba sudando en frío o incluso temblando.

Antes que nada, Ramona se levantó y saludó a una de sus grandes amigas — Mildred cariño, ven saludame. hace mucho que no nos vemos — Esta se veía sonriente y no escatimaba energía para saludar a la pequeña quien por su aspecto era un gran regocijo para ella — Me encanta tu traje, te ves tan elegante—

— Ya basta, ve averguenzas — Mildred decía entre risas.

— ok ok terminemos con esto que esta sucursal ha flojeado demasiado y los pedidos se acumulan — Ramona regresó a sus asiento dejando a Mildred.

— Hace cuánto que no te veo mejor amiga — Mildred lo comento en tono burlesco lo que hizo enojar un poco a Alice.

— Ejem, dejemos los reencuentros para más tarde, quieren — Ramona interrumpió esa leve tensión que se había formado.

Mientras estas dos se desafiaban Oscar estaba casi derramando lágrimas de felicidad al saber que su amuleto no era de la suerte era una reliquia sagrada, tanto que incluso los empleados se veían tan blancos que uno de ellos ya parecía transparente por los nervios, la única que se mantenía estable era Oddjobs pero gracias a su carta maestra ella no seria ningun problema, Oscar le hizo una seña a Mildred y esta saco un pastel que dejó engolosinada a la afectada.

— Creo que debo una sincera disculpa, yo me deje llevar por las circunstancias — Oscar aclaró mientras le pasaba el pastel — Una amiga me comentó que este es tu favorito, espero que podamos trabajar a la par en el futuro —

Sin más la glotona compañera tomó el bizcocho, miro a la jefa en turno esta le autorizó salir y desapareció del lugar — Sin rencores Jefe —

Una vez que la pieza más fuerte solo quedó una masa temblorosa de trabajadores que representaban al resto pero estaban tan intimidados que solo basto una palabra de Mildred.

— Y ustedes que esperan — Comento su amiga en tono amenazante.

Fue más que suficiente para que estos salieran huyendo de la sala, en segundos esta reunión corporativa se convirtió en una reunión personal.

Ramona miro a Oscar con una mirada tan fría y a la vez confiada — Veo que has hecho amigos, muy importantes estos dias; excelente ya que se fueron los empleados tenemos negocios muy importantes que plantearte, pero antes hasme un favor y ve a traerme un café para mi y Alice.

— Yo quiero un frapuccino — Mildred agregó.

Oscar tardó un poco en razonar hasta que Alice interrumpió.

— Que esperas — Alice no era tan sutil, no era una amenaza, ni sugerencia era una orden.

Oscar comprendió de inmediato y salió lo más pronto que sus pies lo permitieron.

Una vez solos Mildred sacó su varita y en un suave meneo de esta tomó la apariencia de una vieja amiga llamada Betsy — Ho Alice! cuanto tiempo sin vernos, wow mírate cuanto has cambiado — Esta Betsy se comenzó a reír mientras regresaba a su apariencia normal.

— Eso es de muy mal gusto — Alice le reclamó.

— Lo se, pero solo es un recordatorio que nunca han estado en control— Mildred se dio una vuelta en su silla giratoria— solo asegurense que todo el mundo sea feliz—