Siempre puedes contar con una mano amiga.

Mildred estaba en shock ella quería reaccionar, tal vez decir algo o actuar pero no encontraba como, cuando se percató que todos los presentes se empezaban a dormir tan rápido que incluso un buen samaritano que le tapaba la hemorragia a Oscar cayo dormido sobre el.

— Susie? yo.. — Mildred solo observo como su hermana, sin perder el tiempo en platicas ni charlas quito al sujeto dormido y con su magia a deshacer las costuras del disfraz de Oscar, simplemente parecía que cada hebra de hilo se estaba moviendo de forma organizada por su cuenta.

sin necesidad de ver encontró y cerró cada vena y arteria afectada, por la mordida cerrando de esa manera la hemorragia de manera temporal, con su magia se transportó a ella y al cuerpo de Oscar.

— Espera — Mildred no supo dónde se podría haber retirado.

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Algo que podemos resaltar de Susie a diferencia de Mildred quien posee un magia más poderosa y agresiva es que su magia es más fina, y no era la primera vez que habían atacado a Mildred a quemarropa, por eso Susie ya estaba preparada.

Siempre se hablaba de la invulnerabilidad de la bruja, pero era una verdad a media, tantos ataques fallidos y con recuperación casi milagrosa no era por su poder, si no porque Susie siempre estaba lista y preparada.

Susie ya había sido testigo de más de un incidente y ella no le preocupó lo más mínimo, solo usaria su magia para proteger a su hermanita pero hoy ella estaba rompiendo la regla, su regla.

— Bueno Oscar estás de suerte — Susie comentó tranquila — y de pronto ganaste valor para mi hermanita.

— Susie....e —Oscar comento muy levemente — Está bien Mildred — Oscar comentó realmente agotado.

— Shhh, bebe esto — Susie le empino una bebida, insípida como el agua y fácil de tragar dejando a Oscar dormido.

La guarida secreta de Susie, un lugar que solo ella conocía, protegida por magia para evitar espías y cualquier clase de intruso o gente curiosa, estos años solo lo habia usado para tratar heridas letales que había recibido Mildred en estos años pero para su sorpresa hoy tenía un paciente especial.

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Mildred después de poco logró reaccionar y solo miro la mancha de sangre en el pasto, ella estaba furiosa y queria despellejar a ese animal con sus propias manos, pero solo un llanto leve la detuvo, era Jim, la pobre chica fue testigo del ataque y estaba sufriendo un leve ataque de ansiedad y miedo ella por su resistencia no se vio afectada por ese hechizo de sueño. Mildred solo pensó un poco y decidió regresar a calmar a la niña, ella noto a Susie se había llevado a Oscar y ella confía en su hermana y los gigantes se pusieron eufóricos, de seguro moleran a puñetazos a ese perro.

Mildred abrazos a la chica, no le dijo nada solo trato de calmarla en sus brazos, es normal sentir miedo pero no quería que sintiera que ella estaba sola.

Las demás brujas estaban atendiendo el incidente, Oscar ya estaba siendo tratado y una horda de gigantes eufóricos ya estaba por hacer puré a ese perro latoso.

Mientras trataba de calmar a la niña ella se calmó un poco, no era la primera vez que la atacaban y dejaban en condiciones terribles y es algo que quería transmitirle a la niña.

— Él estará bien, mi hermana es capaz de revivir hasta los muertos — Mildred comentó.

Jim apenas había notado quien intentó calmarla, al escuchar su voz se puso nerviosa un momento pero sus palabras la reconfortaba hasta cierto punto.

a la niña le desagrada Mildred, pero hoy compartían una preocupación en común.

— El estará bien — Jim comentó temerosa..

— Mañana ya estará bien y libre para jugar contigo — Mildred

— Estás segura, comentó algo afligida — Jim comentó aún insegura.

Mildred solo susurro — Recuerdame regañar a tu madre —

— ¿que? — Jim preguntó confuso.

— Nada, nada — Mildred se levantó y decidió buscar el escondite de Susie, tenía mucho que agradecer—

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15 minutos más tarde...

Para Mildred no fue complicado dar con este refugio o bunker subterráneo de Susie, ya habia estado ahi antes y en peores condiciones.

— Solo cinco minutos más y estará listo comento Susie — Mientras aplicaba algunas inyecciones alrededor de donde estuvo una vez la mordida.

— Esa poción es nueva — Mildred la noto.

— Si un poco de antídoto para la licantropía, cortesía de la reina lobo — Susie comento tranquila.

— Otro descarriado — Mildred susurro.

— Solo unos llorones, que son unos años esos idiotas, no sabrían ver la verdad de las cosas aunque se las grites en la cara — Susie comentó tranquila.

— Vulneraron la seguridad de nuevo — Comentó Mildred mientras revisaba el cuerpo de Oscar que estaba sobre una vieja mesa.

— Los alien son tan orgullosos que en una semana lo habrán mejorado — Susie comento alegre.

— Como siempre un trabajo impecable — Mildred mencionó.

— Dime la verdad te importa tanto este chico? — Susie comentó a su hermana.

— Tal vez — Mildred comento en otro tono.

— hable con Betsy y ella hizo lo mismo que tú en el restaurante — Susie comentó.

— Te comprendo, ella no se fue del todo de esta cabecita — Mildred señaló — Si quieres un consejo, no ignores sus indirectas o podría ponerse intensa —

— Lo tomaré en cuenta — Susie seguía inyectando el antídoto— Ni una sola cicatriz—

— Me puedes pasar el hilo — Susie señalo una repisa — Esperemos que estas puntadas falsas no sean demasiado evidentes.

Mildred bajo la sábana que cubría a Oscar — Susie regresalos — Comentó Mildred molesta.

— mm de qué hablas — Susie comentó tranquila levantando la mirada mientras cocía sobre la piel sana.

— Con un carajo Susie podrías dejar de hacer eso con cada persona que conozco — Mildred comento molesta.

— hooo, si hablas de eso — Susie comentó fingiendo sorpresa.

— Regresalos ahora mismo — Mildred se veía aun mas molesta que hace rato — Se como son así que no intentes darme unos falsos —

— No hasta que te cases — Susie grito

— Ni loca voy a seguir esas viejas reglas — Mildred amenazó a su hermana.

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Con la crisis superada la comunidad volvió a su respespectiva normalidad.

Los alien atraparon con mucha facilidad a los saboteadores, no eran más que unos cuantos monstruos que buscaban venganza, no los forzaron a dar respuesta pero no los dejarían libres, el organizador de todo un Monstruos llamado Howard quien había obtenido licantropía hace años se negó hablar sobre cómo lo obtuvo, a este se le acusaba de haber atacado a Oscar y a sus compañeros de haber iniciado el sabotaje.

Si bien sus motivos aún eran desconocidos para los investigadores del caso, este terminó aceptando toda la responsabilidad y aceptando los cargos de haber atacado a Mildred en diferentes ocasiones.

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Esa misma noche en un área de contención Howard estaba en su celda, muy callado y se había negado a moverse.

Sin más se levantó de su asiento y por magia una escotilla apareció abriéndose de inmediato Howard solo dio un paso para estar en camino a la libertad y desapareciendo en el acto.

A una distancia muy considerable, una puerta apareció de la nada, cuando se abrió salió de ella Howart,al mirar alrededor se encontró una tableta con un chat activo:

— Eres un clon malo malo malo, me gusta la iniciativa pero contaminaste un activo muy valioso y no acabaste con el objetivo—

— Sabes lo que le pasa a los defectuosos, ¿no es así? —

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La pantalla se apagó y esta vieja tablet se empezó a quemar.

Howard solo miro atónito cómo el aparato se incendiaba en sus manos, no dolía, quería moverse pero desde que la tomó se había paralizado, sus piernas no respondan, no se podía mover, no podía cambiar la vista, no podía respirar, solo podía ver como su perspectiva cambiaba poco a poco como si estuviera bajando pero en poco se dio cuenta de su fanatico destino, sus brazos se estaban volviendo líquido y pedazos de este caian como si de agua se tratara, al final solo miro como se undia en sí mismo, fue un final silencioso e indoloro dejando solo una mancha en medio de ese bosque.