Los proximos dias serian un poco más calmados de lo que él esperaba, él sabía que había comenzado la pelea, pero estaba siendo recompensando, lo mimaba como cuando era aún más joven, a Oscar no le molestaba solo decidió disfrutarlo, lo único aburrido era esperar el resto del dia en casa, pues lo habían suspendido.

A los pocos días él se enteró que los gemelos habían sido transferidos a otra escuela, demasiados padres salieron en defensa de sus hijos y años de intimidación se habían acabado.

Oscar no podía estar más feliz, claro aquí la única que resultó amonestada fue Erizo, su madre se molestó bastante con el joven paquidermo por orillar a Erizo a defenderlo y que ella saliera lastimada, además como todo esto estaba afectando el desempeño académico de su hija.

Afortunadamente Sue era lo suficientemente sabia como calmar la tensión entre ellos, por algo eran las mejores amigas.

Aun así el daño ya estaba hecho.

Erizo estaba reacia de hablar con Oscar al principio, pero después de 4 días en una de las noches la chica se coló al cuarto del paquidermo, ella le quería contar la verdad.

— Oscar eres un idiota, pero eres mi idiota — Erizo comento medio bromeando.

— Gracias? — Oscar comentó confundido.

— Como te va en el confinamiento— Erizo preguntó precavidamente.

— No me puedo quejar, no me había mimado tanto desde el preescolar — Oscar comentaba orgulloso.

— Sabes, no tuve tiempo de agradecerte — Erizo comentó apenada.

— Sobre eso, creo que me pase un poco, yo soy el que debo agradecerte, me salvaste de mi ... metida de pata — Oscar comento algo cohibido.

— No Oscar, tu eres realmente mi mejor amigo — Erizo no dudo y abrazo.

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El verano estaba cerca y Erizo le mostró a Oscar muy emocionada el folleto del campamento de verano.

— Es increíble — Oscar comento algo decepcionado.

— Estoy tan feliz, tenia miedo que me mandaran nuevamente a ese horrible campamento de negocios junior — Erizo comentó mientras seguía festejando — Vamos Oscar el verano no durará demasiado, te prometo que te contare todas mis aventuras—

— ojalá la casa del lago tuviera telefono asi te hablaría a diario — Oscar comentó decepcionado.

— No sé qué reglas tenga este campamento en el anterior eran muy estrictos en esas cosas, ya sabes hijos de padres ricos y pomposos —Erizo hizo una reverencia mientras saludaba a Oscar.

— Estaré esperando cada hora mi lady— Oscar hizo una reverencia siguiendo el juego—

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Las vacaciones de verano aun no terminaban pero los padres de Oscar regresaron a casa a toda prisa.

Oscar notaba algo nerviosos a sus padres — Pasó algo?, pensé que volveríamos hasta el domingo y faltan como cinco días —

— si hubo cambios de planes — Sue le comentó relativamente nerviosa a Oscar.

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Tres días después en la noche.

Oscar quería contarle a Erizo sobre sus aventuras pero sus padres insisten en que ella seguía ocupada y no creo que pudiera atender el teléfono.

Poco después de la cena, la madre de Erizo llegó a su hogar con los ojos rojos y llorando, cayendo directamente a los brazos de su mamá.

Oscar no sabía qué pensar ella no paraba de llorar, su padre hizo algunas señas con la mirada y llevó a Oscar a su habitación.

— Oscar tenemos que hablar, es sobre Erizo — Andy con mucho cuidado le explico la verdad, Erizo y casi todos los niños del campamento habían desaparecido.

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Así pasaron los días, las semanas, los meses. para Oscar era como ver como el sol salía y se ocultaba y nada más.

La madre de Erizo duró semanas acudiendo con su mejor amiga Sue, ella estaba arrepentida, ni siquiera tenía una foto con ella sonriendo, estaba arrepentida de no haber compartido ni un solo momento memorable con su hija.

Sue trataba de consolarla, pero siempre era lo mismo. Una noche ella llego con ese album que ella tenia ese dia del incidente, Erizo lo había guardado debajo de su cama y cuando su madre lo ojeo realmente le rompió el corazón una vez más, todas esas imágenes de su hija feliz era cuando pasaba tiempo con Oscar y su familia, y en ninguna de esas fotos aparecia ella o su esposo.

— ¿Realmente soy tan mala madre? — La mamá de Erizo se lamentó durante varios días más.

Después de un año sin ningún resultado los padres de Erizo decidieron mudarse, había demasiadas cosas que la mortificaban a diario.

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Si bien fue pesado al inicio Óscar se recuperó siguió con su vida y cuando la vida parecia volver a la normalidad otra desgracia golpeaba su puerta.

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Esa tarde estaba lloviendo.

— Hoy estamos aquí para despedir a Andy, un padre devoto que amaba a toda su familia — El sacerdote continuaba con la procesión.

Un infarto había acabado con la vida de su padre, los dejó a él, a su pequeño hermano y a su madre solos, el dolor los invadía por igual.

Llorar era difícil, no había llorado desde que consoló a su amiga Erizo, y en esta ocasión no pudo saltar ni una sola lágrima.

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Un año había pasado la familia tenía que mudarse y vender la casa, ahora solo podían costear un pequeño departamento y aun así los gastos eran casi imposibles de cubrir.

Oscar decidió dejar la secundaria antes de terminarla y buscar empleo, él sería esa figura paterna y cuidaría de su familia, no importara que.

Así se veía Oscar, día tras día cargando cajas, paquetes, siguiendo indicaciones de jefes prepotentes.

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Una noche Oscar, estaba en su departamento viejo en la ciudad, se miraba al espejo y su mirada estaba cansada y sus ojeras resalta el poco descanso que tenía.

Oscar salió y abrió el refrigerador, tomó un poco de leche y algo de cereal para cenar y se sentó en su viejo sillón a ver la televisión, hasta hace poco se había vuelto una costumbre para conciliar el sueño.

Hasta que en la tele observó un comercial, un "Campamento de Verano" que estaban ofreciendo, hablaban de la naturaleza y todo lo divertido que podían hacer.

Oscar solo miro fijamente ese anuncio y cuando se percató, este comenzaba a tener la vista nublada, al tratar de limpiarse los ojos el noto que estaba llorando.

¿desde cuando no soltaba una lagrima? Oscar estaba confundido — Erizo —Oscar comenzó a recordar esos momento felices de su infancia.

Oscar lloro a llanto suelto, sus ojos se humedecieron y un llanto ahogado le cortaban la respiración.

Después de tanto llorar, solo respiro hondo y cerró los ojos.

Al abrirlos miró a su alrededor, estaba en el bote de velas, la espesa neblina se estaba despejando, Oscar se levantó aturdido limpiándose los ojos sintiendo como aun derramaba algunas lágrimas sin querer.

— Mildred? — Oscar noto a su amiga en una orilla del barco sobre el barandal, ella caminaba lentamente.

— Mildred!! que haces, ten cuidado está resbaloso — Oscar trató de alcanzar a su amiga cuando esta levanto un poco los brazos a la altura del pecho y cayó al agua.

Oscar no lo pensó dos veces y saltó a rescatar a su amiga.

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No muy lejos a unos cuantos metros sobre una roca estaba un panda algo mayor con una frondosa barba observando desde hace una hora a estos dos, cuando observo a Oscar saltar al mar por Mildred este quedó sorprendido y algo aturdido.

Pronto una masa de niebla que pasaba lo cubrió y desapareció de ese lugar.