Parte 14 Invitada
Oscar a veces eres demasiado noble.
Tras varios intentos fallidos de desalojar a su pequeña amiga a la calle, este decidió darse un respiro, él tenía un hermanito empalagoso pero esto era demasiado mas si solo tenían unos días de conocidos y lo habían metido en más problemas de lo que le había ayudado.
— Oscar tu lo prometiste, es un mal momento para que te eches atrás y dijiste, en cuanto tenga mi casa te rentare un cuarto — Remarcó Mildred.
— Un cuarto no un sillón de la sala — Oscar se quejo — Era una broma, solo para divertirnos del momento—
— Oh no, nada de bromas por estos lares, una promesa es una promesa — Mildred recalcó mientras terminaba de construir su refugio en el sillón, tenía sus ventajas no estar tan alta.
Oscar estaba con un poco de auto desprecio, primero por ser tan hablador y después por ser tan noble como para mantenerse en esa promesa vaga.
Tras meditar y ver como Mildred ya había instalado una casa de campaña en el sillón más grande este suspiro y le recordó — En cuanto a la renta —
Mildred saco unas cuantas monedas y se las puso en la mano — Solo necesitare el espacio del sillón—
— Sabes que así no funciona verdad — Oscar se quejó.
— Oscar deberías de ser un poco más comprensivo, hace unos días hubo un incidente y literal me costó todo lo que tenía— Mildred comentó derrotada — Además debes de asumir tu responsabilidad.
— Espera, fue tu hermana la que casi me manda a jubilación prematura — Oscar comentó molesto.
— Exageras, mi hermana es algo impulsiva pero dudo que quisiera hacerte daño, estaba solo siendo una gran bravucona — Mildred le dijo muy tranquilamente. mientras esta buscaba una fritura que empezó a disfrutar.
— En parte explicaría el por qué tan mala puntería — Oscar comentó aun dudando de sus propias palabras — Se que me arrepentire de preguntar pero por qué decidiste invadir mi sofá nuevo —
— Alguna vez te has peleado con tu hermano y no lo quieres ver en mucho tiempo, pues ese es el caso— Mildred señaló puntualmente.
— Dime que al menos no terminaré perdiendo otros años más de vida por algun susto — Oscar comentó algo pesimista.
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En la entrada del pueblo en un taller.
— Susie de verdad no es necesario tanta atención — Betsy se quejó levemente mientras se tapaba un poco con la sabana.
— Un desayuno en la cama una vez al año, date un pequeño lujo — Susie comentó despreocupada — Un poco de jugo para la invitada? —
— Susie yo — Betsy detuvo a su amiga tomándole de la mano — quiero, que sepas que yo.... el desayuno se ve delicioso— Betsy sonrió, aunque forzadamente y prosiguió a desayunar.
Susie no tenía exactamente la mejor impresión del mundo pero el momento de ver nuevamente a su amiga era algo único.
Afuera del lugar se comenzó a escuchar a alguien realmente apurado, a toda prisa Alice quien aún tenía puesto su traje de negocios entró a la habitación pausando su avance para ver realmente bien las cosas.
— Susie, ¿es verdaderamente ella? — Alice cuestionó.
Betsy no tuvo más remedio que esconderse bajo la sabana.
— Si es ella— Susie comentó contenta — Mi hermana está escondida en alguna parte de la ciudad y parece que esta si es nuestra Betsy —
Sin dudar un poco Alice abrazó a su amiga, un emotivo encuentro donde esta bruja nunca había perdido la fe — Sabía que todo era un engaño, yo siempre crei que todo era más que una mala jugada de esa loca —
Susie solo se limitó a arrugar la cara ante los comentarios de Alice.
— Solo es la verdad, desde hace años ella se ha salido con la suya y tu solo la estás protegiendo, ella debe aprender a asumir su responsabilidad, la magia no es un juego Susie— Alice le reclamó a su amiga.
— Es suficiente Alice — Susie comentó algo irritada.
Alice respiró hondo y continuó su asedio — Tu hermanita no solo los encerró por más de cinco años en su mundo de fantasía en un verano que se repetía una y otra y otra vez, ella separó familias, destruyó vidas completas, ella... — Alice fue detenida por una cachetada de Susie.
Mientras esta se tocaba la mejilla su rabia solo aumentaba — Maldita sea, esa es tu respuesta para todo —
— ja, cinco años y unas cuantas familias, ese lloriqueo es realmente patético — Susie se acercó de la forma más amenazante a Alice — Deverias de darle gracias e incluso postrarte ante su genio en cinco míseros años ella ha logrado más que todas, que todo el aquelarre, que todas las criaturas mágicas, ninguno tuvo el valor de hacer lo que fuera necesario— Susie estaba más molesta y más ante la reacción de Alice quien seguía a la defensiva.
— Y eso qué importa, me dejaron sola lidiando con todo el problema, se supone que esto lo resolveriamos juntas no importa si nos tomaba más tiempo — Alice se limpió una lágrima — y como si nada regresan y siguen como si nada hubiera pasado, pero eso no importaba estaban de regreso pero al final me entero que mi mejor amiga solo fue una farsa — Alice quería continuar su reclamo hasta que escucho a Betsy llorar.
— Dejen de pelear... todo... fue mi culpa, yo hice todo, la isla, los niños, todas las mentiras — Betsy seguía llorando ante al asombro de sus amigas — yo manipule a Mildred, yo... todo es mi culpa — Betsy no pudo continuar pues las lágrimas le nublaban la vista y la negativa emoción le cerraba la garganta.
A pesar del odio mutuo y de tantas palabras llenas de odio y rencor en este momento Betsy era su prioridad.
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Después de una buena comida, Oscar estaba lavando los trastes que se ensuciaron pero un sujeto extraño llamó su atención, era una especie de doctor o enfermero con un atuendo algo exagerado, lentes oscuros redondos, un cubrebocas y un paliacate blanco llamaban demasiado la atención, pero no tanto como su torpeza al estarlos espiando desde un arbusto.
— Mildred, puedes venir un momento — Oscar susurro.
— Ya te dije que soy invitada por educación, te corresponde lavar los trastes — Mildred mencionó.
— No es eso, hay un sujeto extraño vigilando la casa — Oscar mencionó sin dejar de lavar, no quería levantar sospecha.
Cuando Mildred se asomó inmediatamente lo reconoció — es el doc de la isla — Mildred se burló un poco — Es una chica inteligente pero tiene ciertos hábitos un poco raros —
— Chica? — preguntó Oscar curioso.
— O si es toda una genio, tiene tu misma edad pero ya cuenta con tres carreras científicas, algunas maestrías y parece que como le llaman, algo de doctor... Sí doctorado o era post doctorado bien no importa es solo un ratón de biblioteca — Mildred está siempre bien informada.
— Y que es lo que quiere — Susurro Oscar.
— Por como me entere quiere sacarte unas muestras, ponerte algunas vacunas, y si te descuidas intentará quitarte un poco de tu piel para analizarlo — Mildred Bromeo o no?
— Carajo — Oscar cerró la cortina — se supone que solo sería un chequeo medico no un conejillo de indias —
— Y si te descuidas es capaz de ponerte una sonda en el ano — Mildred mencionó muy seria.
— Ja, ja, eso ya no es gracioso — Oscar trató de asomarse y aunque fuera exagerado esta tenia ya una estantería cerca con diferentes instrumentos que no sabria identificar.
— Solo es broma — Mildred se rio — pero si fuera tu no recibiría ninguna bebida o alimento cuando estes solo con ella.
— Drogas? — Preguntó Oscar
— Si de las pesadas — Mildred solo tomó unas bebidas del refrigerador y se colocó su camisa.
— Y tu a donde vas — Oscar mencionó
— A pasear, lo más seguro es que el doc quiere revizarte o eso espero — Mildred destapo una de las bebidas y la disfruto.
— Y si mejor me acompañas — Oscar preguntó algo dudoso.
— Pero pensé que no me querías en tu casa? — Milded hizo pucheros.
— Bien cambio de planes, te puedes quedar pero solo asegurate que no me drogue o mínimo no me dejes solo — Oscar casi suplico.
— Es mucha responsabilidad, ósea podría pasarme algo malo — Mildred comentó disimuladamente.
— Haaa, comprendo — Oscar pensó un momento — como no tengo garantia que me estes mintiendo te propongo esto, me acompañas y te puedes quedar lo que quieras—
— Solo eso — Mildred cuestionó.
— Bien, solo si me salvas y muy específicamente si me salvas que me droguen o me quiera hacer algo que no se debe tienes que detenerla o minimo evitar que pase algo malo — Oscar pensó — en toda la semana haré lo que quieras, siempre y cuando sea legal.
— Bien tenemos un trato — Mildred estrecho la mano de su compañero y quien sabe tal vez amigo.
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