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[La imagen de título es parte de la historia]
Hyunjin salía de la habitación de su hermana, huyendo mejor dicho, sin quererla oír.
– Hyunjin no seas gallina – decía la menor a sus espaldas mirándola de reojo molesto por el comentario – ¡Admite que perdiste! Tienes que cumplir con mi reto.
– ¡Es que es ridículo! No pienso hacerlo – atacó entrando a su habitación –.
Yuna miró a su hermano acostarse en su cama, y sonrió divertida para hablar.
– Oh.... me pregunto, ¿Qué diría papá si se enterara que cierta persona que manejó el auto sin permiso hizo el raspón en la defensa y no otra persona? – hablaba dando media vuelta fuera del cuarto ajeno, observando por el rabillo del ojo como el mayor la miraba asustado –. Sería una pena que alguien le dijera ese dato...
Hyunjin entonces se levantó impidiendo a la menor irse y la chica no hizo por alejarse, sabía que había logrado su cometido. Fue así como Hyun, no del todo por voluntad propia, aceptó el reto de su hermana menor y ahora se encontraban en el centro comercial buscando el conjunto perfecto desde su cabeza hasta los pies.
Yuna maravillada, y visiblemente emocionada, llevaba a su hermano de un lado a otro mirando los estantes de ropa de su tienda de preferencia. Hyunjin solo la veía tal cual niño en dulcería eligiendo su ropa, y a diferencia de lo que pensaba abandonaron rápido el local con un outfit que él aún desconocía, no tuvo tiempo ni de preguntarle que llevaba cuando ahora estaban en una tienda de zapatos.
El solo admiraba a su hermana hablar con una trabajadora de ahí, y fue entonces que le pidió que probara el calzado que había elegido. Ya sentado y con las zapatillas puestas admitió internamente lo lindas que eran, la menor viendo como no daba queja su hermano a las zapatillas aprovechó para pagarlas y regresar para avisarle que ya podían irse sorprendiendo al mayor que iba tras de ella poniendo sus previos zapatos.
Llegaron de nuevo a su casa, sus padres que habían vuelto del trabajo los saludaron y subieron al segundo piso. Hyunjin que seguía el camino de su hermana aún fue detenido por la misma a la entrada de su cuarto.
Confundido miró a la chica cuando ésta le aclaró su acción – No puedes ver, te llamaré cuando arregle la ropa – dijo cerrando la puerta en la cara del chico –.
Hyunjin fue a su cuarto, molesto de como su hermana logró convencerlo, involuntariamente, a cumplir su reto, salió de su enojo cuando su móvil vibró viendo la notificación.
Había olvidado ese detalle. Dudoso se planteó no asistir pero ya había dado la palabra de ir, y tampoco se quería perder de las fiestas de ingreso de los nuevos. Era conocer nuevas caras, beber y realmente olvidarse de todo solo por una noche.
Lo pensó unos segundos, ir vestido de mujer no cambiaría el hecho de divertirse, decidido le contestó a su amigo.
Se entretuvo en su celular un rato más cuando su puerta fue tocada y vio a su hermana llamarle a su cuarto. Y ahí estaba, viendo ese vestido negro corto, un abrigo largo de mezclilla y las zapatillas que se había probado.
– ¿Qué te parece? Está hermoso, ¿no es así? – dijo la menor –.
Hyunjin asintió, aceptando lo atractivo del conjunto.
– Bien, llévatelo y póntelo cuando termines de bañarte, se te verá estupendo hoy en esa fiesta – dijo la chica –.
Hyunjin hacia lo que la chica decía cuando algo en su mente hizo clic.
– Después vienes cuando estés listo para que te maquille – habló concentrándose en otra cosa –.
El chico, sospechoso, se le acercó.
Yuna sorprendida por el acercamiento de su hermano le preguntó – ¿Qué pasa Hyun?
– ¿Cómo sabes de la fiesta de esta noche? – cuestionó a la menor que sorprendida quedó en su sitio –. ¿Acaso lo tenías planeado?
Y fue ahí que Yuna huyó a su baño encerrándose a tiempo antes que Hyunjin la atrapara.
– ¡Mocosa tramposa! ¡Ese fue tu plan desde un inicio! ¡Abre! – gritaba el mayor forcejeando con el cerrojo –.
– ¡Cálmate! No fue así, me enteré a penas – contestó la chica al otro lado –.
– ¿Quién te dijo?
– ¿Quién más va a ser? Mi noviecito – respondió obvia –.
Y ahí comprendió. Olvidó el detalle que su pequeña hermana estaba emparejada con su mejor amigo.
Después del drama, Hyunjin con una vena creciente en su frente del enojo se bañaba. Salió y cómo debía cumplir empezó a vestirse completamente de las prendas elegidas. Alistado, fue con su hermana quien le dedicó una mirada orgullosa.
– Eres mi más hermosa obra de arte – dijo dramatizando –.
– Si si ya, calla y haz lo que quieras – contestaba molestando tomando asiento en la silla frente al tocador –.
– Cuando termine no vas ni a poder reconocerte – exclamaba iniciando a maquillarlo –.
Hyunjin solo se dejaba manejar por la menor que pasaba brochas y otros 'instrumentos' de maquillaje por su rostro.
Hubo instantes que le pedía descansos por las extrañas sensaciones que provocaban el maquillaje en su piel, y la chica se lo concedía continuando minutos después.
Fueron unos cuantos minutos más, que a percepción de Hyunjin fue una eternidad, y por fin Yuna había terminado. La chica volteó su silla frente a su gran espejo en su tocador y ahí Hyunjin miró su reflejo, incrédulo y realmente sorprendido.
Hwang observó detalladamente su ahora maquillado rostro, sus pestañas más largas acompañadas de un delineado sencillo, y las mejillas ruborizadas naturalmente, además de su labios ligeramente rosados y con un brillo que los hacía ver más pomposos.
Yuna veía como su hermano, estupefacto no dejaba de admirar esa nueva apariencia, notando al minuto algo extraño en la ropa del mayor.
– ¿Qué traes de ropa interior Hyun? – preguntó viendo el círculo de ropa abultada por la cintura de su hermano –.
– Mis calzoncillos – respondió sin prestarle atención –.
Y Yuna protestó con un suspiro molesta, dejó un momento el lado de Hyunjin que aún miraba al espejo su persona cuando vio a su hermana por detrás suyo en el reflejo con algo negro diminuto en su mano extendida ahora a su lado.
Observó el objeto y lo agarró entendiéndolo y negando al instante.
– Yuna, esto si que no – dijo seguro –.
– ¡Se te ve horrible el vestido con tus calzones! Ya lo arrugaron – decía aclarando porque debía portarlo –.
– ¡Pero casi parece una tanga! Me va a lastimar mis... – decía escudándose –.
– Pues te presto unas medias, y a parte no es tanga son calzones normales, igual están nuevos quédatelos pero me regresas mis medias – contestaba solucionando los 'problemas' –.
El mayor dudoso fue al baño de su hermana, cambiando su ropa interior por esa diminuta prenda, que aunque pensó le lastimaría no lo hizo, se ajustó perfectamente a su zona íntima, la puerta fue tocada y abrió viendo la mano de su hermana sostenerle las medias que dijo, las tomó y puso saliendo ahora completamente listo ante su hermana.
Hyunjin con ayuda de su hermana, que entretenía a sus padres, salía de su casa para no ser notado, y evitar dar razones de su atuendo.
Justo fuera y sin peligro tomaba su móvil del bolso que la menor le había dado, para combinar con el outfit, avisaba a Yuna que ya se iba. Por medio de una app pidió un auto para recogerlo y llevarlo a la casa de Jeongin donde sería la fiesta, ya llegado el auto subió y le dejó justo frente a la ya iniciada fiesta.
ᴅᴇᴊᴀ ᴜɴᴀ ⭐ ʏ ᴅᴇᴊᴇɴ ᴜɴ 💬
ᴀᴠɪꜱᴇɴᴍᴇ ꜱɪ ᴛᴇɴɢᴏ ᴀʟɢᴜɴᴀ ꜰᴀʟᴛᴀ ᴏʀᴛᴏɢʀᴀꜰɪᴄᴀ
˚꒰αηη꒱˚
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