Cortinas al mundo
Día 15- Un objeto a tu derecha + tu estado de animo
El cuarto de Stiles estaba en completa oscuridad, totalmente cerrado y aislado del exterior, mientras que él se encontraba recostado en su cama, en un montón de sábanas y cobertores tapándose hasta su barbilla, auriculares de vincha en un volumen muy alto de música, sus ojos cerrados pero sin llegar a dormirse.
¿Por qué?
Porque la suerte parecía no estar de su lado y el mundo sobrenatural no ha pensado mejor idea que debería tener una "gripe". Si, se encuentra enfermo pero no es simple resfriado o una simple fiebre. Según Deaton, es altamente contagioso e incluso letal, recalcando el contagioso ya que puede afectar hasta a los hombres lobos. Y letal para los chuchos también, porque por alguna razón, en los humanos solo sería como una gripe con algunos síntomas fuera de la común.
Aún no entiende exactamente qué fue lo que paso, solo sabe que definitivamente las hadas no son seres encantadores y amigables, más que nada porque desde aquel día que termino en una especie de maldición-enfermedad, lo único que quiere es ir al bosque y arrancarles sus pequeñas alas y pisarlas. Todavía recuerda sus risitas burlonas.
-Estúpidas hadas y estúpida enfermedad...
Lo peor de todo eran las alucinaciones, porque no se trataba de un delirio temporal por la alta fiebre, si no que parecía estar constantemente en un sueño bizarro nacido de una mezcla de animación cutre y barata, todo con un toque de psicodelia. No olvidemos la "magia". Cualquier objeto inanimados de repente cobraba vida, los colores cambiaban aleatoriamente, patrones aparecían en superficies planas. Para Stiles, era como estar drogado sin estar drogado. Y no estaba para nada genial.
La situación era peor cuando esa especie de delirio místico, venía acompañado de la disminución de sus sentidos y habilidades motrices. Demasiado terminología solo para decir que su sentidos se volvían loco y su cuerpo no le respondía correctamente. Derecha e izquierda se invierten, el querer mover un brazo para terminar moviendo una pierna, empezar a tener una buena audición hasta quedarse completamente sordo. Eso y mucho más, se había vuelto el infierno del castaño.
Todo aquello, simplemente alimentaba su odio hacia los "pequeños demonios", que resultaba ser toda una mentira su actitud pacífica y juguetona. Eran criaturas, para la opinión de Stiles, que deberían ser erradicadas, juntarlas a toda y prenderlas fuego para luego bailar al rededor de sus cenizas. La fogata perfecta.
Pero bueno, tampoco se podía dar lujo de esa satisfacción. Don correcto y bondad, entiéndase como: Scott, el alfa demasiado blando de Beacon hills, quiere buscar una manera más pacífica de expulsar los seres mágicos. Y si, puede que su solución no sea la más "correcta" y que está "nublado por la cólera", palabras de bondad McCall. Pero tampoco puede quedarse como si nada hubiera pasado, el mundo de arcoíris y de cosas totalmente bizarras que viviendo es como una pesadilla apta para niños.
¿Es que nadie puede comprender su malhumor?
Era como un castigo el estar enfermo y encerrado a la fuerza, su naturaleza hiperactiva le exigía moverse pero su cuerpo estaba dopado en polvo mágico y si intentaba pararse, seguramente terminaría en el piso. Agradecía que aquello haya sido solo el primer día, aunque sus piernas todavía se confunden izquierda-derecha, así que estaba condenado a estar postrado en su cama hasta que la manada pudiera encontrar una cura. Por lo que entonces, ha estado al cuidado de Deaton y propio, ya que su padre también podría contagiarse.
Su odio al universo se iba acumulando hasta que sintió unos leves golpes.
Se quedó completamente quieto en su cama, era de día todavía pero desde ayer, sus oídos habían estado funcionando con normalidad, por eso se había dado gusto de escuchar un poco de música. Lo que no implica que su audición no lo traicionara, entonces en el silencio de su cuarto, aquel golpe volvió a resonar. Decidió no moverse para volver si volvía escucharlo.
-Stiles, sé que estás oyendo - Conocía muy bien esa voz, sabiendo que venía desde afuera, para ser más exactos, desde su ventana.
-¿Qué haces tú aquí?- Preguntó apenas abrió las cortinas, encontrándose con el ceño fruncido de Derek detrás del vidrio, este simplemente rodó los ojos ante la pregunta.
-Abre la ventana Stiles - Dijo en un tono cansado.
-¿Saben que existen las puertas?- Respondió imitando su ceño fruncido, abriendo automáticamente la ventana y cruzándose de brazos, el mayor le dirigió una mirada de "¿Eres idiota?".
-Pues en tu actual condición, dudo que puedas bajar una escalera sin que te rompas algunos huesos.
-Touche. - Se quedaron un momento en silencio, Stiles sin saber exactamente que decir y Derek, bueno... siempre fue de pocas palabras. Estaba por decir algo que quizás lo llevara un monólogo irrelevante hasta que recordó el porqué de su encierro, lamentablemente, voluntario -¿Qué haces aquí? ¿Acaso eres suicida? ¿No recuerdas el letal y altamente contagioso para hombre lobos? - Empezó a preguntar mientras movía sus brazos en cualquier dirección, haciendo énfasis de su ignorancia - Vamos, Shu shu, fuera de aquí antes que se te pegue la peste.
El moreno volvió a rodar los ojos y se cruzó los brazos, dejando ver una sonrisa torcida ante la expresión de incredulidad del castaño -. No me voy a contagiar Stiles.
-Oh dios mío, ya tienes fiebres y estas delirando con superioridad – Derek soltó un suspiro que le pareció demasiado exagerado al menor y cuando se acercó a él, Stiles se alejó con las manos en alto -. Ok, por tu bien deberías irte big guy, Deaton...
-No te preocupes Stiles, no voy a contagiarme- Dijo con un tono tranquilo, hasta casi cálido.
-¿Y como estas tan seguro? - Preguntó dejándose llevar por Derek hacia la cama, quien no hizo mucho esfuerzo en hacer que se recueste, ya que el castaño se había quedado atrapado en aquella actitud relajada que parecía haber adoptado el mayor de repente.
-Porque soy un lobo nacido- Y volvemos al Derek, escueto de palabras, Hale.
-De nuevo ¿Como estas tan seguro?
-Por esto - Ahí se dio cuenta que el moreno llevaba consigo un libro, el cual le entregó y una bolsa de papel. La portada estaba desgastada pero había un grabado sobre el material que a pesar de que estuviera un poco roto y sin color, sabía muy bien que representaba, era un triskel. Sintió una presión en el pecho al ver parte del lomo ennegrecida, quemada -. Me costó encontrarlo pero es justo lo que necesitamos.
-¿"Justo lo que necesitamos"?- Preguntó tomándolo con mucho cuidado que antes, suponiendo de lo mucho que podría significar para Derek, ya que después de todo, era obvio que aquello se había convertido en una reliquia de la familia Hale.
El mayor no contesto, simplemente dirigió su mirada al libro. Tomando aire, sintiendo la rugosa y antigua textura del cuero en la puntas de sus dedos, Stiles lo abrió cuidadosamente. Era de esperarse que las páginas estuviera un poco amarillentas pero no se veía frágil, solo la tinta se había apagado un poco.
Talia Hale
Decía la primera página en trazo prolijo y delicado pero marcado. Miró hacia Derek, sin saber si decir algo pero este parecía tener la mirada perdida en la primera página- Hey - Dijo para llamar su atención, palmeando a su lado con una sonrisa tímida. El moreno tenía una mirada que no sabría descifrar pero aceptó la invitación silenciosamente. Poniendo el libro entre los dos, fue a la página que estaba marcada, mirando de reojo al mayor, que le marcó el párrafo para que lea.
"Aquellos hombres lobos que han recibido la mordida, hasta durante su adultez temprana, pueden llegar a ser susceptible a ciertas enfermedades inducidas por algún otro ser natural o conjuro, ya sea magia o brujería. Se debe a que su naturaleza humana, a pesar de haber logrado una transformación beta completa consciente o llevar varios años de la mordida, todavía está en un proceso de asimilación de su nueva condición. Aun así, el lobo puede generar resistencia y no verse afectado, siempre habrá que tener en cuenta el caso.
En cambio, aquellos de nacimiento, pueden llegar formar parte de un muy pequeño porcentaje de contraer alguna enfermedad como ya mencionada, solo hasta el primer año o en incluso en su edad entrante a la pubertad, ya que son más sensibles a luna llena y el control sobre la naturaleza del lobo es débil y volátil. Cabe recalcar que la posibilidad de ocurriera, es mucho menor a la de un hombre lobo mordido, ya que ambas naturalezas coexisten desde el primer momento."
Stiles miro sorprendido a Derek, aquella información era completamente nueva, propia de la experiencia y de la herencia, algo que obviamente no encontraría nunca en internet. El hombre lobo le sonrió apenas un segundo y volvió su mirada al libro, pasado páginas hacia la otra marca.
-Esto es lo que buscamos.
-"Pixies" - Leyó el castaño el título en voz alta, viendo la ilustración de la criatura y dándose cuenta que eran la misma hada que le había dejado en tal deplorable y lamentable condición. Exagera, lo sabe, pero una gripe mágica no es exactamente un viaje de diversión y alegría, sobre todo cuando esta la palabra "mágica" en la oración. Miro al moreno con la boca abierta, ente solo le hice un gesto a que continuara leyendo.
Sus ojos se volvieron a enfocar en la prolija y fina caligrafía de Talia Hale, leyendo cada palabra con detenimiento, sin poder evitar la necesidad de aprenderse todo lo que podría haber en aquel libro, más cuando habría alguna forma de resolver los problemas con la infestación de los Pixies en el bosque de Beacons Hills. La descripción de su comportamiento travieso y agresivo no era algo nuevo para Stiles pero se detuvo cuando llegó a una especie de receta para una sopa.
-¿Esto es...?- Empezó Stiles, levantando la vista para encontrarse con la bolsa de papel frente suyo.
-La cura - Dijo Derek, sacando el contenido, no era difícil suponer que el recipiente plástico contenía aquella "sopa".
-¿Una sopa?... ¿Tan simple? -Preguntó incrédulo, quizás podría deberse a un resquicio del delirio mágico pero se había alguna cura que involucra algo mucho más elaborado; algo más, irónicamente, mágico. Una ceja arqueada junta aquella mirada de "Cállate", fue suficiente para que se mantuviera en silencio y se preparara mentalmente para lo que sería un horrible remedio casero. Porque si, los remedios caseros siempre saben mal. Derek sacó una cuchara plástica y cuando destapo el reciente, inesperadamente, olía bastante bien.
-Gracias - Aunque había sido un cumplido para Derek, no pudo evitar avergonzarse de haberlo pensado en voz alta-. Y no es una simple sopa, me ha llevado tiempo prepararla.
Stiles volvió a mirar el libro, viendo que desconocía la mayoría de los ingrediente que mencionaba, algunos podría haberlos escuchado de Deaton pero de ahí a reconocerlos visualmente, era muy diferente-¿En serio necesita "ralladura de mandrágora"?- No pudo evitar preguntar entre asustados y asqueado al recordar la peculiar planta/criatura como en la película de Harry Potter. No disimulo el violento escalofrío de que eso podría estar en la sopa.
-El jengibre también puede servir - "Oh, jengibre si está bien, eso no grita... o se mueve." pensó, tratando de descifrar que serían las otras cosas, esperando que no sea otra cosa viviente y de apariencia repugnante -. Stiles- Le llamó, girándose para encontrarse con una cuchara con una humeante porción de sopa.
Abrió la boca para protestar, estaba enfermo pero no inválido... Bueno, quizás su función motora no estaba del todo funcional pero si podía comer solo, no era un niño. Aun así, Derek aprovecho y le metió la cucharada en la boca. El castaño no pudo hacer otra cosa que tragar y fulminar el moreno con la mirada, ya que él NO ES UN NIÑO. Lo cual fue inútil con su puchero, aunque... el hecho de haya sido el moreno quien se ha tomado la molestia de buscar la enciclopedia Hale y preparar la recetas con ingredientes que seguro fuero difícil de conseguir, pues... iba aceptar sus cuidados.
También, porque ahí fue cuando noto una leves pero oscuras ojeras bajos los tranquilos ojos verdes.
-Gracias - Fue lo único que se le ocurrió decir luego de que terminó la sopa, sabía igual de bien de como olía y podía afirmar que ya se sentía un poco mejor-. No debiste tomarte la molestia...
-Claro que sí - le interrumpió Derek, sus ojos centelleando rojos momentáneamente.
-Me refería - Dijo elevando el tono de voz, sin ser desafiante, sabiendo que Derek estaba en su papel de alfa pero debía dejarlo continuar- A que todos los demás estaban buscando la cura, no tenías que hacerlo solo.
-Es mi deber - Dijo poniéndose de pie y Stiles supo que no se refería como alfa de la manda pero ¿Entonces a qué?
-¿A qué te refieres? - De repente, la comodidad que había sentido con el lobo, no quería que acabe, intentó levantarse pero lo detuvo la mano de Derek en su hombro.
-Quizás te explique luego, cuando estés mejor - Dijo empujándolo suavemente. Stiles no se opuso-. Ahora descansa- Una vez que tuvo enteramente recostado y bajo las sábanas, tomó el libro de sus manos y lo dejó al lado, en la mesa de luz-. Y deja la ventana abierta - y se marchó por la ventana.
Stiles se quedó mirando por donde se fue un largo rato, un poco confundido de lo que había pasado, teniendo la inseguridad de que haya sido otro producto de su delirio mágico. Pero para ser honesto, se sentía mucho mejor, cansado pero definitivamente mejor. Luego se acordó del libro de la familia Hale, el menor se preguntaba para que Derek se lo había dejado, sus párpados sintiéndose cada vez más pesados, sin darse cuenta que había otra capitulo marcado.
"Almas gemelas".
~o~
Pues si, en donde escribo al lado tengo una ventana y ese día estaba enfermo con un humor de perros, así que esto salio. Ademas siempre voy a amor los fics donde Derek cuida de Stiles.
De todos modos, este es ultimo shot del desafió. Espero que le haya gustado. La verdad que estoy contento con los resultados a pesar de no haber cumplido al pie de la letra el desafió, prefería poder compartir la historia escrita a su tiempo y sin presiones. No voy tagear a ningún autor porque la verdad es un disgusto, en mi opinión, andar a contra reloj intentando escribir algo cuando lo que uno busca es escribir mediamente una historia que uno disfrute al igual que los demás. Pero si alguno quiere intentarlo, es libre de hacerlo.
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