Greg estaba en la biblioteca, concentrado en su proyecto de biología sobre reptiles.

Había pasado buena parte de la tarde hojeando libros y tomando notas sobre las diversas especies, sus hábitats y comportamientos.

Pero en un momento, una voz familiar interrumpió su tranquilidad.

—¿Qué haces aquí, lagartija?— la voz de Romeo, cargada de su usual tono sarcástico, resonó a través de los estantes.

Greg giró la cabeza rápidamente, y para su sorpresa, vio al villano científico de pie en la misma sección. Aquel individuo parecía llevar su bata aún pero con algunos accesorios dentro y fuera de este para posiblemente lograr disimularlo.

No era común encontrarse con Romeo fuera de su hogar aún desconocido en el día, y mucho menos en una biblioteca, lo que encendió todas las alarmas de Greg.

—¿Romeo? ¿Qué estás haciendo aquí? —preguntó, extrañado. En su mente ya estaba calculando qué posible plan maquiavélico podría estar tramando el joven villano.

—¿Qué parece que estoy haciendo?—respondió, levantando un libro pesado de física teórica—No soy solo un genio en invenciones, también disfruto aprender. Algo que tal vez tú deberías probar, Gecko.—

Greg frunció el ceño ante la provocación, pero decidió ignorarla.

—Claro, lo que tú digas, y no me llames así aquí, todos pueden escucharte— murmuró, volviendo a concentrarse en su libro.

El silencio que siguió fue incómodo, aunque ninguno de los dos se retiró.

Después de unos minutos, Greg no pudo evitar mirar de reojo a Romeo, quien estaba realmente concentrado en su lectura.

Por alguna razón, la imagen del inventor leyendo en la biblioteca no encajaba con la que tenía en mente del villano. Sin embargo, antes de que pudiera cuestionarse más, ambos intentaron salir del mismo pasillo al mismo tiempo.

Con el apuro de Greg por no pasar más tiempo cerca de Romeo, y el desdén con el que el villano solía tratar a los demás, ninguno cedió espacio al otro.

El resultado fue un choque torpe que terminó con ambos en el suelo, entre libros esparcidos y ropa desordenada.

—¡Mira por dónde vas, Romeo!—exclamó el rubio, tratando de levantarse.

—¡Tú fuiste el que no se movió, lagartija! —protestó el pelinegro, recogiendo sus cosas del suelo.

Fue en ese momento cuando ambos se dieron cuenta de que algo no estaba bien.

Greg llevaba puesta la bata de laboratorio de Romeo, y Romeo, increíblemente, vestía la camiseta verde de Greg.

Al principio, ninguno de los dos reaccionó, paralizados por lo absurdo de la situación.

—¿Qué... qué está pasando?—preguntó Greg, mirando la bata que se apretaba en sus brazos dado a la musculatura que poseía, además de llegarle un poco más abajo del coxis.

—¿Por qué estoy usando esto?—Romeo miró con incredulidad la holgada camiseta verde que ahora llevaba, y su rostro se contorsionó en una expresión de disgusto.

Intentaron cambiarse la ropa de vuelta en ese momento, pero por alguna razón desconocida, no podían.

Era como si las prendas se hubieran pegado a sus cuerpos de manera mágica o tecnológica, algo que el más alto no comprendía del todo, pero que sospechaba que tenía que ver con algún tipo de invención de Romeo.

—¡Esto tiene que ser culpa tuya!—acusó Greg, señalando la bata de laboratorio que llevaba puesta— ¿Qué clase de experimento estás haciendo ahora?—

—¿Mi culpa?—el villano levantó una ceja, claramente ofendido—¡Yo no haría algo tan ridículo! Si hubiera sido mi idea, esto habría sido mucho más dramático y, por supuesto, mejor ejecutado—

Greg, a pesar de la frustración, no pudo evitar notar lo serio que parecía Romeo al respecto.

Ambos intentaron de nuevo deshacerse de la ropa, pero nada funcionó.

Finalmente, después de varios minutos de lucha inútil, aceptaron que, por el momento, estarían atrapados con la ropa del otro.

—Bueno, esto es... raro—Greg se resignó, ajustando la bata de Romeo que le quedaba demasiado estrecho.

—Raro es poco decir—murmuró el villano, tirando de la camiseta verde que claramente no estaba hecha para su físico.

Con la situación aparentemente sin solución inmediata, los dos decidieron separarse y volver a sus rutinas.

Sin embargo, a partir de ese momento, algo curioso comenzó a suceder.

Aunque ninguno de los dos lo admitiría de inmediato, ambos se dieron cuenta de que llevar la ropa del otro les hacía sentir diferentes.

Greg, quien siempre había sido más relajado y menos centrado en la ciencia, empezó a notar que la bata de laboratorio le hacía pensar de una manera más analítica.

Mientras tanto, Romeo, al usar la ropa del rubio, se sentía un poco más libre y menos estricto consigo mismo, aunque no podía entender por qué.

¿Raro no?

Al día siguiente, Greg llegó al parque para encontrarse con Connor y Amaya, todavía usando la bata de Romeo.

Había intentado quitársela de nuevo esa mañana, pero por alguna razón, seguía pegada a su cuerpo, como si fuera parte de él. El moreno fue el primero en notar el cambio, y no pudo evitar reírse al verlo.

—Greg, ¿por qué estás vestido como... Romeo?—preguntó Connor, claramente divertido— ¿Estás haciendo un cosplay de villano o algo así?—

Amaya también sonrió al ver a su amigo, aunque su curiosidad era más evidente que su burla.

—Sí, Greg, ¿qué pasó?—preguntó ella— ¿Por qué llevas su bata?—

Greg suspiró, sintiéndose un poco avergonzado al tener que explicar la situación.

—Fue un accidente —dijo rápidamente— Ayer en la biblioteca, Romeo y yo chocamos, y de alguna manera terminamos intercambiando ropa. Intenté quitármela, pero no puedo. Es como si... estuviera pegada a mí—

Connor soltó una carcajada, claramente disfrutando de la explicación absurda.

—¿Romeo y tú intercambiando ropa? ¡Eso suena increíble!—dijo entre risas— ¡Deberías venir con esa bata a la próxima pelea!—

La de lentes, aunque divertida, frunció el ceño un poco, tratando de entender mejor la situación.

—¿Y Romeo? ¿Él también está usando tu ropa?—preguntó.

—Sí... —Greg asintió lentamente— Aunque, honestamente, no sé cómo va a manejarlo—

Amaya y Connor se miraron, ambos aún riendo ante la imagen mental de Romeo usando una camiseta verde de héroe.

—Tienes que admitirlo, Greg—dijo Amaya, sonriendo—Esto es bastante gracioso—

El mencionado solo suspiró, incapaz de negar lo extraño y cómico que era todo.

Mientras tanto, en el laboratorio de Romeo, la situación no era menos extraña.

El joven villano estaba trabajando en uno de sus inventos, todavía usando la gigante camiseta verde de Greg. Aunque su enfoque habitual hacia la ciencia era implacable y metódico, algo en esa camiseta lo hacía sentir... No tan tenso, quizá.

Mientras él continuaba con su trabajo, Ninja Nocturno y Luna llegaron, cada uno con una expresión incrédula al verlo.

—Romeo, ¿por qué estás vestido como Gecko?—preguntó Ninja, intentando no reírse al ver la camiseta verde.

Luna, por su parte, no pudo evitar reírse en voz alta al ver a su amigo villano con la ropa de héroe.

—¡Esto es lo mejor que he visto en todo el año!—dijo entre risas mientras sacaba su celular y tomaba fotos descaradamente— ¿Te estás reformando, Romeo?—

El inventor gruñó, visiblemente molesto.

—¡Silencio!—les gritó, aunque su tono carecía de la firmeza habitual— Esto fue un accidente. No es permanente—

Ninja Nocturno y Luna intercambiaron miradas cómplices, claramente disfrutando de la escena.

Sin embargo, después de varias bromas, dejaron a Romeo en paz, aunque el villano no pudo evitar notar cómo, a pesar de todo, la camiseta de Greg era sorprendentemente cómoda.

A lo largo de las siguientes semanas, Greg y Romeo comenzaron a encontrarse más seguido, ya sea en la biblioteca o por casualidad en la ciudad.

Aunque al principio evitaban hablar del incidente, eventualmente empezaron a bromear al respecto.

Un día, durante uno de sus encuentros, Romeo sugirió, casi sin pensarlo, que podrían seguir intercambiando ropa, al menos por diversión.

—Quizás no sea tan malo, lagartija—dijo, con una sonrisa sarcástica—Tal vez te ayude a ver las cosas desde mi punto de vista—

Greg, sorprendido por la propuesta, inicialmente lo rechazó. Pero después de pensarlo, se dio cuenta de que había algo curioso en la idea.

¿Por qué no?

Quizás el intercambio de ropa les permitía aprender algo el uno del otro, incluso si era solo una broma entre ellos.

Y así, lo que comenzó como un accidente se convirtió en un hábito peculiar entre ambos.

De vez en cuando, cuando se cruzaban, intercambiaban prendas como una especie de juego secreto.

A veces, el rubio usaba la bata de Romeo durante sus aventuras con Connor y Amaya, y otras veces, Romeo sorprendía a Ninja Nocturno y Luna al aparecer con la ropa casual de Greg.

A medida que este inusual hábito se consolidaba, ambos jóvenes comenzaron a ver ciertos beneficios en el intercambio. Greg, quien normalmente dependía de su instinto más que de su intelecto, notó que usar la bata de Romeo lo hacía pensar de manera más estratégica, como si la prenda misma lo animara a analizar las situaciones antes de actuar.

Por otro lado, Romeo descubrió que la ropa casual de Greg lo alejaba de su eterna obsesión por los inventos y la conquista del mundo, dándole un respiro mental, algo que no sabía que necesitaba.

Aunque era un secreto compartido, sus amigos comenzaron a notar ciertos cambios en sus comportamientos. Amaya fue la primera en hacer un comentario al respecto durante una reunión en el cuartel general de los PJ Masks.

—Greg, últimamente te he visto bastante... centrado —dijo ella, observándolo detenidamente—No sé, como si pensaras más antes de hacer cualquier cosa. No es malo, es solo que es... raro verte tan serio.—

Connor, quien estaba a su lado, asintió.
—Es verdad. Y lo digo como un cumplido. Aunque debo admitir que extraño un poco al Greg que salta primero y pregunta después.—

Greg sonrió, algo incómodo con el comentario, pero no podía negar que tenía algo de cierto. Desde que había comenzado a usar la bata de Romeo en ocasiones, había notado cómo su enfoque hacia las situaciones era más meticuloso. Claro que no podía decirles a sus amigos la verdadera razón detrás de su cambio.

—Supongo que estoy tratando de ser más responsable— respondió con una sonrisa tímida, tratando de desviar la atención.

Sin embargo, Amaya frunció el ceño, como si no estuviera del todo convencida.

—¿Eso tiene algo que ver con Romeo? —preguntó ella— Porque he notado que lo has mencionado un par de veces últimamente.—

El comentario hizo que Greg se tensara por un momento, pero rápidamente negó con la cabeza.

–¡No, claro que no!—respondió rápidamente— Es solo una coincidencia–

Connor y Amaya intercambiaron miradas, pero decidieron no presionarlo más. Sin embargo, la curiosidad ya estaba sembrada en sus mentes.

Por otro lado, en el laboratorio de Romeo, la situación era igualmente peculiar. Ninja Nocturno y Luna seguían molestándolo cada vez que lo veían usando una prenda que no era su habitual bata de laboratorio.

—¿Así que ahora eres el Romeo relajado?—se burlaba el enmascarado observando a su amigo con una camiseta verde mucho más informal de lo que solía llevar— ¿Qué sigue? ¿Te unirás a los PJ Masks?—

Luna no podía dejar de reírse ante la idea, aunque también notaba un cambio en el comportamiento de Romeo.

—Tengo que admitirlo, cerebrito. No pareces tan tenso últimamente. ¿Es por la camiseta?—preguntó con una sonrisa astuta.

Romeo rodó los ojos, harto de los comentarios, pero internamente no podía evitar pensar que tal vez había algo de verdad en lo que decían.

Por alguna razón, cada vez que usaba la ropa de Greg, se sentía menos agobiado por la presión de sus propios planes. Era como si una parte de él disfrutara ese descanso mental, aunque nunca lo admitiría frente a los demás.

Sin embargo, sus amigos empezaron a sospechar que algo más estaba ocurriendo.

Un día, mientras Ninja Nocturno y Luna estaban en el laboratorio con el inventor, decidieron seguirlo cuando salió a su usual recorrido por la ciudad. Lo que vieron los dejó completamente sorprendidos.

Romeo y Greg estaban en el parque, hablando amigablemente y, lo más impactante, intercambiando prendas nuevamente. Ninja Nocturno se escondió tras un arbusto y observó la escena con incredulidad.

—¿Están... intercambiando ropa?—susurró, completamente atónito.

Luna también estaba sorprendida, pero una sonrisa divertida se formó en su rostro.

!Esto es increíble. Romeo, el "gran" villano, ¡compartiendo ropa con un héroe!—dijo en voz baja, tratando de no reírse demasiado alto grabando la situación—,Esto va a ser divertido.
—

Al día siguiente, cuando Ninja Nocturno confrontó a Romeo sobre lo que había visto, el villano trató de negarlo.

—¡Eso es ridículo!—exclamó Romeo, cruzando los brazos con frustración— ¡No hay manera de que yo esté haciendo algo tan tonto como intercambiar ropa con Greg!—

Sin embargo, Ninja Nocturno no se dejó engañar.

-Te vi con mis propios ojos, Romeo —dijo, sonriendo de oreja a oreja— y debo admitirlo, fue la cosa más rara que he visto en toda mi vida. ¿Desde cuándo los villanos y los héroes juegan a cambiarse la ropa?—

A pesar de su molestia inicial, no pudo evitar notar que el tono de Ninja era más de diversión que de burla.

-No lo entenderías -murmuró finalmente—Es un... experimento.—

—¿Un experimento?  —preguntó Luna, entrando en la conversación—¿Un experimento para ver quién luce mejor con la ropa del otro?—

Romeo suspiró, sabiendo que no podría salir de esa situación tan fácilmente.

Pero antes de que pudiera responder, Robot entró al laboratorio con su típica energía.

- Amo! ¡He analizado el intercambio de ropa!—anunció el robot con entusiasmo-. Los resultados son fascinantes. Su estado mental se ve alterado de manera positiva cuando usan la ropa del otro.—

Romeo se quedó congelado por un momento.

No esperaba que Robot, que siempre lo ayudaba con los aspectos más técnicos de sus planes, estuviera prestando atención a ese detalle.

—¿Qué? —preguntó Ninja Nocturno, mirando a Robot con curiosidad —¿De qué estás hablando?—

Robot, sin darse cuenta de la tensión en la sala, continuó explicando.

—Cuando el maestro Romeo usa la camiseta de Greg, su ritmo cerebral se desacelera ligeramente, lo que le permite relajarse más. En cambio, cuando Greg usa la bata de laboratorio del amo, su actividad cerebral aumenta, lo que le permite pensar de manera más lógica y estratégica.—

Luna y Ninja Nocturno intercambiaron miradas, sorprendidos por la revelación. Romeo, por su parte, estaba demasiado ocupado tratando de procesar lo que acababa de escuchar.

—Así que, en resumen... ¿la ropa nos está afectando?—preguntó finalmente Romeo, incrédulo.

—¡Exactamente, amo! —respondió Robot, orgulloso de su análisis.

Ninja Nocturno no pudo evitar reírse de la situación.

—Esto es ridículo y fascinante al mismo tiempo —dijo entre risas—. ¿Así que cada vez que usas la ropa de Greg, te relajas? ¡Eso es oro puro para mis bromas!—

El pelinegro, aunque incómodo con la revelación, no podía negar que algo de eso tenía sentido.

Tal vez el intercambio de ropa con Greg había comenzado como un accidente, pero con el tiempo, había adquirido un significado más profundo. Aunque seguían siendo enemigos en el campo de batalla, en esos momentos de intercambio, ambos habían encontrado una forma de influenciarse mutuamente de manera positiva.

¡

Perdón por tardar en escribir pero estuve muy ocupada estos días! Así que me esmeré en este cap como recompensa.

Greg adolescente alto y con musculatura canon🗣🔥🔥