02 = Caricias | Lunneko
La noche se desplegaba sobre la ciudad, bañando todo en una luz plateada bajo la luna llena.
Desde su base lunar flotante, Luna Girl observaba el cielo con una expresión serena y relajada, una imagen poco común en quien normalmente se dedicaba a maquinar planes para robar objetos o causar caos.
En las calles vacías, Gecko patrullaba, vigilando cualquier señal de peligro.
Sin embargo, esta noche, todo parecía en calma. Ni Romeo, ni Ninja Nocturno, ni los demás villanos estaban haciendo de las suyas, lo cual resultaba sorprendente. Mientras avanzaba entre las sombras, sus pensamientos se dirigieron hacia Luna Girl, quien había estado notablemente tranquila en las últimas semanas.
El ojiverde, con su usual curiosidad, decidió acercarse para investigar. Tras asegurarse de que no había señales de peligro en los alrededores, saltó hacia la plataforma lunar donde ella se encontraba. Aterrizó con agilidad y se enderezó, observándola con cautela.
Luna ni siquiera lo miró cuando llegó, estaba completamente absorta en el cielo nocturno, lo cual solo aumentó la intriga del héroe.
Se acercó lentamente, parándose junto a ella, y se dejó llevar por el silencio que los envolvía.
—¿No vas a intentar hacer algo malo hoy? —preguntó Gecko con suavidad, rompiendo finalmente el silencio.
La chica, sin apartar la vista del cielo, soltó una pequeña risa.
—No todas las noches necesito robar algo, lagartito. A veces, solo disfruto de las estrellas. Son... perfectas.— Gecko la miró de reojo, sorprendido. Nunca había escuchado a ella hablar de algo tan tranquilizador.
Por lo general, siempre estaba enfadada o conspirando, pero esta versión de ella era... diferente. De alguna manera, se sintió más cómodo a su lado.
El viento nocturno jugaba con el cabello plateado de Luna, haciéndolo brillar bajo la luz de la luna. El héroe, que siempre había estado centrado en sus misiones, comenzó a notar los pequeños detalles. El cabello de la chica lunar, aunque siempre lo veía flotar en el viento, parecía tener una suavidad que no había percibido antes.
—Luna —dijo tras unos segundos, su tono algo más vacilante—, ¿puedo hacerte una pregunta?—
Ella finalmente lo miró, arqueando una ceja. Su expresión era juguetona, como si esperara que dijera algo ridículo.
—Claro, lagarto, dime.—
—Es tu cabello… —El chico hizo una pausa, inseguro de cómo continuar sin sonar extraño—. Siempre he pensado que se ve muy suave. ¿Te importaría si lo toco?
Luna parpadeó, visiblemente sorprendida por la solicitud. No era lo que esperaba escuchar, pero no podía negar que la idea la divertía. Pocos se atrevían a acercarse tanto a ella, y mucho menos con una petición tan inofensiva.
—¿Mi cabello? —repitió, una sonrisa ladeada formándose en sus labios—. Supongo que no me importa, siempre y cuando no lo arruines. Adelante, lagartito.—
El de traje verde se acercó con cuidado, como si temiera romper algo valioso.
Deslizó sus dedos con suavidad por el cabello de Luna, sintiendo una textura increíblemente suave que lo tomó por sorpresa. Sus dedos se deslizaron con facilidad entre los mechones, y por un momento, olvidó dónde estaba o por qué había comenzado.
—Es... más suave de lo que pensaba —murmuró Gecko, casi para sí mismo, mientras continuaba pasando sus dedos por el cabello plateado.
Luna cerró los ojos, dejándose llevar por el gesto. A pesar de que estaba acostumbrada a la soledad y a mantener a todos a distancia, la sensación de los dedos del lagarto en su cabello era extrañamente reconfortante.
No era algo que esperaba disfrutar, pero había algo en ese acto que la calmaba de una manera inesperada.
—Te lo dije —murmuró con una pequeña sonrisa—. Mi cabello es tan especial como yo.—
Gecko se rió suavemente, todavía fascinado por la suavidad del cabello delante suyo. Continuó acariciándolo, moviendo sus manos con más confianza.
Sin darse cuenta, comenzó a ordenar algunos mechones, peinándolos con cuidado, como si intentara darle una forma más definida.
La portante de la cabellera, notando lo que hacía, abrió un ojo, mirándolo con curiosidad.
—¿Estás haciéndome un peinado? —preguntó, con un toque de diversión en su voz.
Gecko se sonrojó, apartando las manos rápidamente. —Lo siento, me dejé llevar... No era mi intención.—
Ella lo observó con una sonrisa tranquila y, para su sorpresa, negó con la cabeza. —No te detengas, está bien. Es… agradable.—
Gecko se quedó congelado por un momento, sorprendido por la respuesta.
Luna, la villana siempre distante y orgullosa, le estaba pidiendo que continuara. Con una tímida sonrisa, volvió a peinar su cabello, esta vez más deliberadamente.
El silencio entre ellos se volvió cómodo, casi íntimo. Con cada movimiento de los dedos del héroe, ambos parecían relajarse más, como si ese simple acto hubiera derrumbado las barreras entre ellos. La luna seguía iluminando su pequeña burbuja de paz, y durante un buen rato, el mundo exterior dejó de importar.
—¿Sabes? —dijo Luna después de un rato—, nadie nunca me ha peinado antes.—
Él levantó la vista, sorprendido. —¿De verdad?—
Ella asintió, su expresión un poco más suave de lo normal. —Supongo que no dejo que las personas se acerquen lo suficiente. Pero contigo es diferente, bajé la guardia—
Gecko sintió un calor en su pecho ante la confesión. Nunca había esperado que la chica lunar fuera tan abierta con él, pero de alguna manera, se sintió bien saber que había ganado su confianza, al menos en ese pequeño momento.
Siguió peinando su cabello, dedicándose ahora a trenzar pequeños mechones aquí y allá. Luna cerró los ojos de nuevo, disfrutando del gesto. Nadie nunca había mostrado tanto interés en su bienestar, y aunque no lo admitiría en voz alta, disfrutaba la sensación de cuidado que venía de Gecko.
Cuando finalmente terminó, el ojiverde se apartó lentamente, admirando su trabajo. —Listo —dijo con una sonrisa tímida— Espero que te guste.—
Luna tocó su cabello, sonriendo al sentir las pequeñas trenzas que había hecho. A pesar de lo simple que era el peinado, el gesto detrás de él lo hacía especial.
—No está mal, lagartito. Tal vez deberías hacerlo más seguido.
Gecko se rió, aunque no estaba seguro de si Luna lo decía en serio o no. Sin embargo, algo le decía que no sería la última vez que compartirían un momento así.
¿De qué ship debería ser el siguiente día ;3?
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