3. Si pudieras ir de vacaciones a cualquier lugar del mundo, ¿a cual irías? Usa detalles vívidos y prosa para describir la experiencia que te gustaría tener.

Nueva York, ya estaba aquí.

Por mis quince años mi mamá me había regalado un viaje a Nueva York, así que aquí estábamos, de nuevo, luego de ocho años. Un amigo de mi mamá nos había prestado su auto, así que podíamos recorrer libremente los alrededores.

— ¿Te parece pasar por las dos casas en que vivíamos antes? —me pregunta mi mamá—. No creo que nos dejen pasar, pero a lo más pasamos por tu colegio...

— ¡Oh! ¿Y podríamos pasar por la casa de Ila? (N/A: Ila se pronuncia 'Aila')

— ¡Ay!, verdad... se me había olvidado decirte... Ila se cambió de casa, pero nos vamos a juntar con ella y su mamá en la tarde, en el Central Park.

Sonrío y entonces veo a lo lejos la primera casa que tuvimos estando en Estados Unidos. Estaba tal y como la recordaba, era blanca y con los bordes de las ventanas y puertas celestes.

Había una señora afuera, y cuando le dijimos porque estábamos ahí nos dejó pasar en seguida.

La habían remodelado un poco, pero seguía casi igual. Fuimos al jardín y a lo lejos vi el río.

— ¿Te acuerdas cuando se nos inundó la casa por el río dos veces? ¡y una vez hasta se nos quemó! —digo riéndome.

—Si... ¿te acuerdas de que habían patitos nadando en la entrada? ¿y que nos vinieron a buscar en retro excavadora?

Nos empezamos a reír como locas y la señora nos miró raro.

Después de eso fuimos a la otra casa, la que estaba cerca de mi colegio y de la antigua casa de Ila.

Sonrío al ver la casa. Es difícil de explicar como era... Imagínate una casa normal. ¿Listo? Ahora imagínate que la casa, por dentro, está dividida en dos partes exactamente iguales. Con dos jardines, dos entradas, dos garajes, etc.

Bueno, nosotros teníamos una mitad.

Lamentablemente no había nadie dentro, así que no pudimos pasar. Anduvimos unas pocas cuadras y llegamos al New Lebenon School, mi antiguo colegio.

Lo recordaba perfectamente. La biblioteca, la sala de computación, el patio lleno de juegos, el comedor, el gimnasio... todo. Cerca del colegio había una plaza enorme donde a veces hacíamos actividades familiares, y un poco mas allá había una biblioteca que no pertenecía al colegio pero íbamos seguido de todas maneras.

Después de hacer un mini-recorrido vamos al Central Park, donde nos esperaba Ila y su mamá.

Casi no la reconocí. La última vez que nos habíamos visto teníamos 7 años, pero aún no nos habíamos olvidado de cada una.

Fue el abrazo mas largo que he tenido en mi vida. Lloré. Las lágrimas no paraban de caer por mi cara y la de Ila.

Jamás me había sentido tan feliz.

¡Reto tres listo!
*Dedicado a Ila.

Actualización: Esto lo escribí el 2016. No sé si soy adivina o qué, pero este año (2018) cumplo quince... Y sí, vamos a ir a Nueva York. Lo leí porque tenía ganas de releerlo y cuando leí el principio fue como ¿QUÉÉÉÉ?