《Nunca fue mi intención dejarte》

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Miraba todo desde un plano diferente, podía ver su cuerpo tendido en el suelo, pero ya nada podía tocarlo, no podía tocar nada.

Había muerto.

No creyó que ese golpe lo matara, fue simplemente un impulso, algo que no pudo controlar, pero sucedió, eso pasó. 

-¡¡NEJIII!! - casi volvió a morir cuando escuchó el grito de dolor de Lee

Se arrepintió al instante de haberse interponido, no quería morir, no quería dejar a Lee, a Hinata, a Hanabi... a Tenten. 

La buscó con la mirada -si es que aún podia decirle así- y la encontró, unos cuantos metros muy lejos, en su propia batalla, sonrió de lado al ver que estaba usando un arma legendaria.

Después de todo ese siempre fue su sueño.

Pero entonces, cuando la batalla de la castaña terminó, miró la escena que ignoraba, o que quería ignorar, las lágrimas de Lee, Naruto, Hinata, el cuerpo inerte de su compañero y la sangre esparcida por el campo de batalla.

-¿Qué? - la alegría de vencer en la batalla se esfumó -Lee..- llamó aun sin asimilar lo sucedido

Tuvieron que continuar, ella ni siquiera entendía lo que pasaba a su alrededor, todo se habia vuelto un zumbido, todo pasaba en cámara lenta, como si nunca terminase.

Y de repente, la razón volvió a ella.

Neji había muerto.

Las lágrimas se asomaron por sus ojos, a la vez que los recuerdos la llenaban, Neji, su Neji, había muerto. 

El mencionado, al ver tal escena se sintió la peor basura del mundo, "La hiciste llorar, genio" pensó con arrepentimiento, pero ya no podía hacer nada, lo hecho, hecho estaba.

-Nunca te lo perdonaré..- lloriqueo ella al fin -Nunca te lo perdonaré, Neji.. -

-Y no espero que me perdones..- dijo el, aunque para ella solo se halla manifestado como una brisa

Se levantó, limpió sus lágrimas, tomo sus pergaminos y siguió a Guy-sensei y Lee, miró una última vez hacia atrás, donde se encontraba el espectro de su compañero -solo que ella no lo sabía- y practicó una sonrisa.

-Finges. - volvió a decir, aunque volvió a ser solo viento

Pero ella, a pesar de su dolor, siguió luchando.

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-¡¡Lo hicimos, Tenten!! - gritó Lee entusiasmado

-¡Lo hicimos, Lee! -

Ambos se abrazaron fuertemente, pero de repente, ambos se rompieron, las lágrimas salían por ambos ojos, mientras Tenten sollozaba levemente, ambos sabían porque lloraban, no era un secreto que Neji los había dejado.

Y se quedaron así mucho tiempo, abrazados, llorando, consolandose el uno al otro.

En la lejanía, el causante de sus lágrimas volvió a sentirse la peor basura del mundo, los había dejado, la había dejado a ella y de la peor manera, ni siquiera pudo decirle por última vez que la amaba, ni que hubiese deseado tener una larga vida  a su lado.

-Lo logramos, Neji.. - susurró ella al aire cuando estuvo sola en su apartamento, una fina lágrima volvió a salirse -Y.. y.. pude, ¡Use un arma legendaria! - las lágrimas corrían como un río -¿Lo recuerdas? ¿Cuándo te lo dije? Estábamos entrenando, y como siempre, tu estabas callado, así que te lo dije, te lo mencioné, como siempre yo te decía mis cosas, y tu me escuchabas...-

-Te sigo escuchando... - el viento volvió  -Lo hago ahora, perdón... -

-Y ahora estoy hablando sola.. - se reprochó a si misma mientras limpiaba sus lágrimas -Creí que despues de la guerra, ambos estaríamos en este lugar, haciendo el amor o tal vez una cena, o simplemente durmiendo juntos a la luz de esta bella luna, - no podia dejar de llorar, estaba destrozada -Pero creo, que en otra ocasión será... -

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-¡¡TE ODIO, NEJI HYŪGA!! ¡¡TE ODIO!! ¿¡SI ME OÍSTE!? DÓNDE SEA QUE ESTES, ¡¡TE ODIO MALDITO MENTIROSO!! - gritó la de los chongitos

Estaba intentando entrenar donde solia hacerlo con el castaño, grave error, los recuerdos le llegaron, al igual que los sentimientos, el dolor, la tristeza, la pena, y finalmente... la ira.

Gritó a todo pulmón, nadie estaba cerca, al menos nadie vivo, Neji ardió, supo que le dolió, no solo su declaración de odio, sino el hecho de que ella este sufriendo, su sol, su Ten, ¿y lo peor? Que estaba sufriendo por su culpa.

-¡ERES UN MENTIROSO! ¡NUNCA SENTISTE NADA! ¡YO NO SIGNIFIQUE NADA PARA TÍ! ¡SOLO FUI OTRA! ¡¡OTRA QUE CREYÓ EN TUS MENTIRAS!! -

Tomo sus pergaminos, descargando su ira junto con millones de kunais y shirikens que salieron volando por todas las direcciones, ella ni siquiera apunto a algún lugar en específico, simplemente descargó su arsenal.

-Tenten...-

Y la maldita brisa de nuevo.

-¡MALDITO, HYŪGA! - gritó y cayó de rodillas -Mentiroso.. -

Se tapó la cara con las manos, comenzando a llorar nuevamente, había escapado cobardemente del funeral de Neji, yendo a ese campo para ver si podia despejarse entrenando, pero no, solo resultó ser peor.

-Cariño... - intenaba llamarla, que se diera cuenta de que el estaba ahí, pero no lo lograba -Amor, estoy aquí, ¡¡Estoy contigo!! - estaba desesperado, ya no soportaba verla en ese estado

-Neji.. - susurró ella -¿Alguna vez pensaste en la vida que pudimos tener? - su voz era un hilo, casi inauldible -Una boda. Hijos. Amor.. ¿Acaso hice algo mal? ¿Fue mi culpa no haberte amado con tantas fuerzas? Siempre prometí tener suficiente amor por los dos, pero creo que no fue suficiente..-

-Era mas que suficiente..-

-Te amo, tanto que duele...- sus lágrimas manchaban la tierra del lugar

-Yo te amo más.. -

Supuso entonces que si ella no podia ni verle ni oirle, mucho menos sentirle, así que se recostó sobre su espalda, abrazandola, dejando sus largos brazos al rededor de su cintura.

Pero su suposición era incorrecta.

Sintió entonces ella, una corriente de calor extendiendole por la mayoría de la espalda, como si alguien le estuviese abrazando por esta, pero no había nadie más ahí que ella, ella y su arsenal.

Y entonces lo comprendió.

Después de todo, nunca hicieron falta demasiadas palabras de parte del Hyūga para que ella le entendiese.

-Neji.. - volvió a susurrar con la voz rota, pero entonces sonrió irónicamente -Eso de faltar a tu propio funeral, tiene clase, me gusta.. - dijo con sarcasmo

-Y tu me encantas.. - susurró contra su nuca, y ella lo escuchó -Cariño, perdóname por favor, nunca fue mi intención hacerte llorar, tampoco dejarte, mi amor, sonríe, que quiero ver la sonrisa que me enamoró, pues no iras a ningún lado, sin que yo vaya contigo.. -

Ni siquiera sabia si ella le había escuchado, pero al menos lo había intentado, ella se estremeció, y asintió con la cabeza, llorando mucho, mucho, mucho.

Sin saber que desde lejos, las dos bestias de verdes de Konoha, veian a Tenten, siendo envuelta por una extraña neblina blanca con parecido extraordinario al cuerpo de Neji.

-Nunca fue mi intención dejarte... -

Okey, si, un poco sad, peero queria hacer algo sobre esto, yaque nunca lo hice y descubri que me gusta.

En fin,

Adiós mis ninlectores