《Él día que todo comenzó, aquel hermoso 3 de julio...  festejarlo será duro》

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Tenten Amma caminaba por las calles de la antigua Konoha, había esperado aquel día desde hace mucho tiempo, iba a visitar al gran amor de su vida, Neji Hyūga, pues hoy era su cumpleaños.

Llevaba un ramo de sus flores favoritas, girasoles, iba con su típica ropa, las medias de red y ese vestido tipo chino, sus dos chongitos con su trenza hacia atrás.

No sabía si a Neji le gustaba su nuevo estilo, siempre se lo preguntaba, lógicamente no le respondía, pero Tenten era optimista, suponía que si, y pues, si ese no era el caso, ¡Que le den! A ella le gustaba y con eso era suficiente.

Por la aldea muchas personas le saludaban, algunas con sonrisas de oreja a oreja, ignorantes al dia que era, y otras con sonrisas comprimidas, ella no hacía caso a las últimas, simplemente sonreía.

Entre sonrisas, saltitos y pensamientos, llegó a la mansión Hyūga, pero la pasó de largo, dirigiéndose al lugar donde su amado descansaba...

El cementerio.

Casi parecía alucinante, que ese lugar, que al principio sonaba y era tabú para ella, ahora le sea tan familiar como su propia casa, porque iba todos los días, sin falta a la misma hora.

Se sentó donde siempre, frente a la tumba que rezaba el nombre de su amado, en la tierra de esta, unos pequeños girasoles comenzaban a crecer, pues ella los había plantado hacía poco.

La guerra terminó, tuvieron que reconstruir Konoha, así que ella tuvo la maravillosa idea de hacer crecer girasoles dónde Neji estaba.

-Buen día, genio... - toco con sus finos dedos la inscripción de la tumba -Creo que no sabes que día es, bueno, te ilumino, ¡es tu cumpleaños! - sonrió complacida -Si, lo sé, nunca fuiste taan fan de ellos, pero a mi me gustan... ya sé, ya sé, solo te recuerdan a la madre que nunca tuviste...

>> ¡Vamos, Neji! Deja de ser tan aguafiestas, es tu cumpleaños... - tomó una respiración honda, comenzaba a faltarle el aire -Si... lo sé, también recuerdo que pasábamos juntos tu cumpleaños, que lo odiabas, pero que dejabas que te acompañe todo el día, teníamos una tradición desde los 13, ¿la recuerdas?

>> Entrenabamos a primera hora de la mañana, como siempre, solo que esta vez Lee y Guy-sensei nos espiaban, nosotros fingiamos que no los veíamos.. luego desayunabamos algo por ahí, me dejabas complacerme con hacerte comer algo con azúcar por un día.. - su voz se rompió, ella no era tan fuerte como parecía -Luego... luego...  -

Comenzó a llorar a mares, recrinandose por ello casi al instante, había jurado ser fuerte, sonreír por el, dejar de llorar a escondidas, pero le era difícil, no podía dejar de venir a ese cementerio, ver su tumba y comenzar a derramar lágrimas.

Aunque debía reconocerse, que había disminuido la densidad de su llanto, ella pensaba que era que ya estaba seca de tanto llorar.

Se recostó en la hierba -en un claro intento de tenerlo cerca- junto a su tumba, sin importarle mucho el vestido o que le viesen, para eso tenía unos shorts encima de las medias, poniendo sus brazos como almohada.

Quería a su Neji con ella.

Quería que este ahí.

Necesitaba de su calma en medio de su misma tormenta.

Necesitaba sus besos, sus caricias, su amor, aquella mirada tierna que era dirigida solo a ella.

Lo amaba demasiado, tanto que estaba segura que nunca lo olvidaría, pasarían las décadas, el tiempo, y ella seguiría amandolo, queriendolo de esa forma tan única que solo les pertenecía a ellos, a aquel amor secreto.

Sintió la presencia de otra persona, mas lo ignoró, siguió con lo suyo hasta que se cansó, cuándo se levantó de dónde estaba, limpió sus lágrimas con las manos, hasta que otra acaricio su mejilla y ella levantó la mirada.

-¿Qué? -

-Vaya forma de celebrar mi cumpleaños, mi amor -

Ella sonrió alegre, sabiendo que posiblemente era un sueño, o una fantasía, creada por su propia mente, pero eso no le quitaba el hecho de que ese sea su Neji.

-Lo siento.. -

-Cariño, ya hablamos de esto... - comenzó él

-Cállate y bésame.. - susurró ella

Se acercaron lentamente, Tenten sintió una leve presión sobre sus labios al tiempo que tuvo la sensación de caerse y despertarse debido a una sacudida.

Abrió los ojos, frente a ella se encontraba Lee, con expresión preocupada, y detrás de él, en una silla de ruedas, Guy-sensei, ambos le miraban preocupados, por lo que ella sonrió alegre.

-Creo que me quedé dormida - soltó una risita

-Tenten... - llamó Guy-sensei -¿Tuviste una pesadilla? - preguntó

Ella negó con la cabeza -¡Claro que no! -

-Ten... - tuvo una punzada en el pecho, solo Neji la llamaba así en algunas ocasiones -Lo llamabas en sueños, y llorabas, ¿segura que estas bien? -

Sonrió, su equipo siempre se preocupaba por ella, siempre lo habían hecho y siempre lo harán.

-Hablo en serio, Lee - volvió a sonreír -Era un sueño lindo.. -

Miro la tumba de su amado, dejando los girasoles sobre esta para luego besar la inscripción suavemente, se despidió de las bestias verdes y fue al campo de entramiento que solían ocupar desde que eran genins.

En medio del bosque, aquel lugar que solo conocían ellos dos, donde le había ayudado a entrenar para su pelea con Naruto, donde se habían dado su primer beso, dónde todo había comenzado.

Se acostó sobre la hierba boca arriba, jugando con un kunai que había invocado, mirando al cielo y las aves que recorrían este, sonrió complacida, algún dia se acostumbraria al dolor, aunque ni siquiera había pasado un año desde su muerte.

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-¡TENTEN! - gritó Lee

Muy tarde, el ataque le había dado de lleno, la sangre esparciendose por su pecho, sus sentidos debilitándose

-¡TENTEN-SENSEI! - gritó Himawari

-Hi-hima.. - la sangre se colaba en su boca, impidiéndole hablar -Ve... con tu padre... dile... que... ya llegaron... -

-¡No! ¡No! - negó tercamente -¡Te voy a curar ahora! - puso sus manos en posición de ninjutsu médico, pero la mano de Tenten la detuvo -¡No seas necia, tía, te necesito aún! Mi entramiento no ha terminado..  te necesito... -

-Mi dulce Himawari... - levantó su mano hasta acariciar su delicada mejilla, Lee seguía luchando a su lado -Tienes tanto... tanto de él... ¿recuerdas... la historia de... mi primer amor? - la kunoichi asintió -Era él. - le susurró

Tenten había sido la maestra de Himawari desde que despertó el Byakugan, lo primero que hizo cuándo Hinata se lo contó, fue correr con el chisme a su amado.

Ella la habia adoptado, por Neji, le había enseñado como ellos entrenaban, y le había transmitido su placer por las armas, el fuinjutsu, le hablaba de su tío, también de lo que ella conocía del clan.

-No tía... no... - negó con fuerza

-Ve.. con Naruto... dile.. que ya están aquí.. los Otsu... - escupió sangre

-¡No lo haré! -

-¡Himawari-chan! - llamó Lee aún enfrascado en la batalla -¡Ve! ¡Yo me haré cargo de Tenten! -

-¿Lo prometes? -

Lee paró en seco mientras esquivaba un golpe, asintió con la cabeza, sabiendo que posiblemente no pueda cumplir la promesa.

-¡Ve!... - le dijo Tenten -Dile a Naruto... solo... se feliz... Hima... lleva en alto... el nombre de tu clan... y..  - susurró -¡Vete ya! Yo... yo estaré... bien... -

-¡Tía, Ten! - lloriqueo

-Toma... - le tendió el Bashôsen a la niña -Estas... capacitada... para usarlo... toma... - intento sacar unos pergaminos de su bolsillo -Los he usado... desde los 12... cuidalos... bien.. -

-Si.. -

Himawari asintió con la cabeza tomando lo que la castaña qje tanto admiraba le daba, salió corriendo hacia la Torre Hokage, activando el Byakugan y diciéndole a los chunnin que estaban por ahí que evacuen a los aldeanos.

Tenten sonrió, mirando al cielo, que curioso, un 3 de julio, cuando se dirigía al cementerio con Himawari, los Otsusuki atacan Konoha, vio unas aves pasar a lo lejos, giró su cabeza para ver a Lee, quien seguía luchando.

-Sé fuerte... Lee... - susurró -Tendré... que hacerle... una visita... a Neji... pero solo... me alcanza.. para la ida... -

Y cerró los ojos, cuando los abrió de nuevo, la calidez de uno perla, que parecían mirarla hasta el alma la lleno. Ya no había sangre, ni dolor, era joven nuevamente, como de 20 años, de igual forma la persona junto a ella

-Si que tardaste...- mencionó

-Tu te adelantaste. - corrigió ella

Estaban en aquel campo de entrenamiento, donde todo inició, ella se sentó a su lado, contra el tronco de un árbol, dejando un casto beso en la mejilla del otro.

-Feliz Cumpleaños, Neji -

Una luz los envolvió, Hyūga tomó su mano, dirigiéndose a ella que parecía no entender nada.

-¿Creías que todo terminaría aquí? - preguntó engreído

-Pues sí. - admitió

-¡Nada de eso! - la luz cada vez era mas fuerte y se acercaba a ellos -¿Lista para intentarlo de nuevo? -

Sonrió egocéntrica la castaña -¿Acaso es un reto? -

-Claro que lo es. - afirmó

-Bien.. ¡estoy lista! -

La luz los envolvió por completo, lo último que vieron antes de volver fue el rostro del otro, de su alma gemela.

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Cuándo mires al cielo de ahora en adelante, el día 3 de julio, recuerda esto, Neji y Tenten viven una vida llena de amor.

Su destino es estar juntos, si no es en esa vida, fue en la siguiente,  si no es en esta dimensión, es la otra, pero siempre ten en mente, que;

Ellos siempre estarán juntos, sin importar lo que pase.

¡Especial por el cumpleaños de Neji!

¡¡En unos minutos les traigo otro!!