Capítulo treinta y nueve
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MACKENZIE
California en invierno era bastante agradable, nada comparado a las intensas nevadas de Francia y el Reino Unido. Resultaba todo un alivio no estar sumamente abrigada y poder caminar por la calle sin sentir que las vías respiratorias se me congelaban.
Cerré los ojos disfrutando de la sensación del sol sobre mi piel y gocé de la leve brisa que alborotaba mi cabello y me traía el perfume de Theo sin tener que olfatear mi entorno.
ꟷ¿Estás bien? ꟷpreguntó Theo.
ꟷSí, estoy disfrutando el sol. ꟷSonreí.
ꟷInglaterra puede ser muy oscuro.
ꟷEstoy comenzando a entender por qué siguen regresando a su pueblo.
Finalmente, abrí los ojos y no pude dejar de sonreír. Llevábamos unos pocos minutos caminando y, según tenía entendido, estábamos por llegar a casa de Tyler. Solo esperaba que tuviera el desayuno listo porque moría de hambre.
ꟷSiempre puedes regresar con nosotros.
ꟷNo tienes que decírmelo dos veces.
Theo detuvo la marcha y giró hacia la izquierda en dirección a una casa blanca con un lindo porche que la rodeaba. Lo seguí de cerca y no me sorprendió que sacara una llave de su pantalón para abrir, se notaba que era algo de ellos entrar sin ser llamados.
El interior de la vivienda también era hermoso y muy moderno, con un amplio espacio de concepto abierto que conectaba la sala de estar, comedor y cocina. Tyler salió de la cocina para recibirnos y se acercó con una sonrisa.
ꟷHasta que al fin llegan, ¿estaban ocupados haciendo actividades pervertidas?
Fruncí el ceño y Theo le dio un empujón que lo hizo tambalear, así como también reír. El rubio fue hacia el comedor y se inclinó hacia abajo para besar la mejilla de Genesis.
ꟷ¿Actividades pervertidas? ꟷrepetí.
ꟷNo finjas inocencia, zanahoria. Y pasa o me volveré violento porque tengo hambre.
Yo sabía a qué se refería con actividades pervertidas; sin embargo, quería su confirmación para saber que no estaba alucinando. ¿Qué sabía él que yo no y por qué insinuaba que Theo y yo habíamos demorado por estar teniendo sexo?
Me senté junto a Theo, enfrentando a Taylor y Genesis y les sonreí a modo de saludo.
ꟷ¿Los hicimos esperar mucho?
ꟷNo, descuida. Ty es un exagerado.
ꟷNo mientas, G ꟷla regañó el aludidoꟷ. Estabas por empezar a comer sin ellos.
ꟷEs difícil estar listo en una casa con un único baño y seis personas ꟷexplicó mi compañero de pisoꟷ. Además, los mellizos no nos querían dejar.
ꟷPodrías haberlos traído ꟷcomentó Taylor.
El dueño de casa se acercó a nosotros con una jarra de café y tomó asiento en la cabecera.
ꟷLos niños no estaban invitados.
ꟷQue gruñón ꟷme quejé.
ꟷMi casa, mis reglas. Aquí no se aceptan menores de edad.
ꟷ¿Y qué hay de Elle? ꟷintervino su amiga con una sonrisa burlona en los labios.
ꟷSiempre hay una excepción a la regla.
Sus amigos rieron y yo no entendí de quién hablaban.
ꟷ¿Quién es Elle?
ꟷLa sobrina de mi novia.
ꟷ¿Y tu novia dónde está? ꟷinvestigué.
ꟷEn su casa.
Ladeé la cabeza con confusión y él pareció notarlo. En lugar de darle un mordisco a su tostada repleta de huevo y jamón, la dejó sobre un plato y miró en mi dirección.
ꟷPasará Noche Buena con su familia en Nueva York y a la mañana siguiente vendrá.
ꟷ¿Pasará Navidad en un avión?
ꟷParte de Navidad. Llegará a la tarde.
ꟷY también es su cumpleaños ꟷagregó Theo para brindarme más informaciónꟷ. Por eso le compramos dos regalos.
ꟷAh, yo creí que era alguna clase de tradición.
Los cuatro se rieron de mí y no me molestó. La explicación que le había dado al segundo regalo era bastante absurda.
ꟷ¿Y por qué tú estás aquí y no con ella?
ꟷ¿Te molesta mi presencia, Kenzie?
ꟷUn poco ꟷmentí.
Le dio un sorbo a su café antes de contestar a mi interrogatorio. Parecía no molestarle mis mil preguntas y eso era genial porque yo lo habría mandado al demonio de estar en su lugar.
ꟷPasé Acción de Gracias con su familia y este año pasaré Noche Buena con la mía.
ꟷ¿Y dónde está tu familia?
ꟷEn el sótano, los mantengo cautivos hasta que sea hora de la cena. No saben comportarse. ꟷEl sarcasmo en su voz me hizo sonreírꟷ. No le digas a la policía.
ꟷEntendido.
ꟷ¿Qué tal tu primera noche en casa de Theo, Kenzie?
Miré a Genesis, quien había sido la causante de esa pregunta y que parecía muy interesada en mi respuesta. Ellos realmente sabían algo que yo no.
ꟷGenial, la cama de Theo es muy cómoda.
ꟷY grande ꟷagregó Taylor y me guiñó un ojo.
El rubio a mi lado comenzó a toser exageradamente al casi atragantarse con su bebida. Era algo que le pasaba bastante seguido, a mi parecer no era normal y estaba considerando obligarlo a ir a una revisión médica.
ꟷEs una persona grande ꟷdije ignorando el verdadero sentido de sus palabras.
Era el segundo comentario del estilo y comenzaba a sospechar que se estaban burlando de mí y que era obvio que Theo me gustaba.
ꟷNo es lo único que tiene grande.
Fue el turno de Tyler de guiñarme el ojo y mordí mi labio cuando Genesis le dio un fuerte golpe en el pectoral. El chico se retorció de dolor y gruñó mientras le dedicaba una mirada malhumorada.
ꟷSuficiente ꟷdeterminó y paseó su mirada entre Taylor y Tylerꟷ. ¿Quieren que yo los moleste? Tengo suficiente material.
ꟷTú no tienes nada para decir en mi contra.
ꟷ¿Estás seguro, Ty?
El castaño frunció el ceño y se acomodó en su asiento como un niño regañado.
ꟷ¿Te ha agradado la familia Johnson, Kenz?
ꟷSí, son geniales. Muy amorosos.
ꟷSusan cocina genial, no te arrepentirás de quedarte allí ꟷcomentó Tayꟷ. Y si te aburres, estaremos justo enfrente.
ꟷEso significa que si te cansas de mí o de mi familia puedes buscar refugio ꟷaclaró Theoꟷ. Los padres de Tay están acostumbrados a recibir refugiados.
ꟷPasé gran parte de mi infancia en esa casa ꟷañadió Ty.
ꟷY yo he dormido muchas noches allí. Incluso sin la presencia de mi lindo novio.
ꟷLo tendré en cuenta.
La charla fue tranquila luego de eso, intentaron explicarme qué se podía hacer en el pueblo y lo que había a sus alrededores. Taylor prometió llevarnos a la granja de la familia al día siguiente para poder pasar un rato sin adultos.
De alguna manera, por loco que sonara, sentí que había encontrado a las personas correctas en el momento correcto.
***
Salimos de casa de la familia Johnson cargando lo necesario para un picnic y escuchando el resumen de una película que Travis había visto. Theo me llevaría a una reserva cerca del pueblo, un lugar que solían visitar con sus amigos y que era de los más bonitos de la zona. Los mellizos no irían a pesar de sus intentos de sumarse al plan y me sentí un poco mal por dejarlos, se veían entusiasmados con la presencia de su hermano mayor y yo estaba robándoles su tiempo.
ꟷVayan adentro ꟷles indicó Theoꟷ. Y preparen todo para la noche de películas en familia.
ꟷ¿Podremos elegir qué ver? ꟷUna amplia sonrisa se instaló en el rostro de Troy, los frenillos dándole un aspecto inofensivo que me provocó ganas de abrazarloꟷ. Mamá nunca nos deja escoger cuando estás en casa.
ꟷSí, les cedo el derecho. Solo si hacen palomitas dulces.
ꟷHecho.
ꟷ¿Qué tipo de películas te gustan, Kenzie? ꟷquiso saber Travisꟷ. Tendremos en cuenta tus gustos para que te sientas cómoda y quieras quedarte más tiempo.
ꟷMe gustan las de superhéroes.
ꟷ¿Spiderman?
ꟷClaro.
El niño asintió con felicidad y los dos hermanos volvieron al interior de la casa con más ánimo que al salir. No sabía bien de qué iba la noche de películas en familia, además de lo obvio, pero me agradaba la idea de una actividad en grupo. Yo nunca había tenido nada como eso y me sentía entusiasmada por ver cómo era el funcionamiento de una familia modelo.
Theo abrió la puerta del copiloto de un Fiat azul y me indicó con la mano que ingresara. No tardé en sentarme y colocarme el cinturón de seguridad porque sus amigos me habían advertido de su pésima capacidad para manejar. Lo observé rodear el automóvil y ubicarse en su lugar tras el volante; se colocó el cinturón también y encendió el motor para hacer marcha atrás. Mi boca se hizo agua en el instante en que posó una de sus manos en mi asiento y giró su cabeza con la finalidad de tener una mejor visión al hacer marcha atrás mientras que con la otra mano aferraba el volante con la fuerza justa para que sus venas resaltaran. La imagen parecía irreal y era tan condenadamente caliente sin serlo que me obligué a apartar la mirada antes de tirarme sobre él.
Me dio la tarea de poner música mientras avanzábamos por el pueblo y me tomé muy en serio mi trabajo navegando por las distintas estaciones hasta encontrar una que me gustara. Hasta ese momento no había hecho nada incorrecto al volante y sospechaba que sus amigos habían exagerado, no sería la primera vez. No obstante, cuando tomó la carretera que salía de la ciudad entendí a qué se referían. Yo no sabía conducir más que motocicletas, pero estaba bastante segura que no se debía adelantar autos en doble línea amarilla ni avanzar a más de la velocidad permitida. Resultaba increíble que alguien tan tierno y atento como él pudiera ser tan arriesgado a la hora de manejar.
Con su conducción temeraria no tardamos en llegar a destino y tras abonar un ingreso bastante económico, estacionamos y bajamos del auto. El olor a bosque llegó a mí y no pude evitar sonreír ampliamente.
El lugar sin dudas era hermoso y Susan había tenido razón al recomendar que nos lleváramos abrigo. La temperatura allí era más baja que en el resto de la zona y no era de sorprender con tanta vegetación y el río corriendo a un lado.
ꟷMe encanta este lugar.
ꟷFue mi sitio favorito por mucho tiempo.
ꟷ¿Y por qué cambiaste de parecer?
Intenté tomar uno de los canastos que habíamos llevado con comida y bebida; sin embargo, él no me dejó y negó con la cabeza para reforzar su negativa a que lo ayudara. Podía ser caballero y terco a la misma vez.
ꟷMi lugar favorito cambió cuando conocí a Genesis y nos abrió las puertas de su hogar. Preparó el porche para pasar tiempo con nosotros y la presencia de nana hacía todo mejor.
ꟷNana suena como una mujer maravillosa.
ꟷLo era ꟷconfirmóꟷ. No he conocido a nadie como ella.
ꟷMe habría encantado conocerla.
ꟷElla te amaría. ꟷSonrió con nostalgiaꟷ. Era una abuela muy permisiva y compañera, también muy graciosa y daba geniales consejos. Sabía todo y tenía una debilidad por las novelas.
ꟷMi abuela y ella serían mejores amigas.
ꟷTotalmente. ꟷRióꟷ. Serían peligrosas juntas.
Encontramos finalmente un lugar donde acomodarnos, juntos dejamos un mantel sobre el césped y colocamos unos almohadones encima. Theo se encargó de sacar las cosas que habíamos comprado y traído de su casa de la canasta y yo fui acomodándolas según el tipo de alimento.
ꟷResulta increíble que te guste el orden.
ꟷNo sé si me gusta, pero es algo que aprendí en los internados. Las monjas pueden ser muy malas cuando las cosas no están como a ellas les gustan.
ꟷ¿Traumas de la niñez? ꟷbromeó.
ꟷQuedaré marcada de por vida.
ꟷYa estoy viendo las cicatrices.
Le enseñé el dedo medio y él soltó una carcajada armoniosa que iluminó su rostro. Su humor se había ensombrecido un poco al recordar a la abuela de Genesis y me agradó que esa pequeña broma sobre mis años oscuros en internados le hiciera gracia.
ꟷAl menos no dejo todas las puertas de las alacenas abiertas ꟷme quejé.
ꟷEse es Jamie, si yo dejo las puertas abiertas correría el riesgo de golpearme la cara todo el tiempo.
ꟷBueno, dejas el lavamanos mojado siempre que vas al baño.
ꟷEso no es cierto ꟷdiscutió.
ꟷLo es y tampoco lavas lo que ensucias al comer.
ꟷ¡Para algo existe el lavaplatos!
ꟷ¡Pero hay que encenderlo para que funcione!
Entrecerró los ojos en mi dirección y yo sonreí victoriosa.
ꟷPor lo menos yo no escucho televisión a todo volumen como si sufriera sordera.
ꟷYo no le temo a las películas de terror.
ꟷYo no soy egoísta con mis galletas ꟷcontinuó.
ꟷ¡Mis galletas son sagradas!
ꟷTus galletas son insulsas.
Solté un grito ahogado como si hubiera insultado a mi propia abuela. Mis galletas eran gloriosas, no podía burlarse de mis galletas de avena.
ꟷEso es porque tienes gustos básicos.
ꟷEso no es cierto.
ꟷClaro que sí.
ꟷDame un ejemplo ꟷpidió con diversión.
ꟷAmara.
Mierda. No debería haber dicho eso.
ꟷ¿Amara? ꟷSu voz se cargó de confusión a la vez que su ceño se fruncía.
ꟷDije ananá.
ꟷNo, dijiste Amara.
ꟷClaro que no ꟷmentíꟷ. Estás loco.
ꟷA ti te gusta el ananá por lo que estoy muy seguro que dijiste Amara.
Separé los labios para debatir; no obstante, no había nada lógico que pudiera decir. Había metido la pata y él me había atrapado, no había escapatoria.
ꟷ¿Qué comeremos primero?
ꟷ¿Por qué Amara sería un ejemplo de mi mal gusto? Ella es agradable y tú no la conociste.
ꟷMe apetecen las uvas.
Me arrodillé en el mantel y estiré mi brazo para alcanzar la fruta. Sin embargo, Theo tomó mi mano y jaló de mí hacia adelante, hacia él.
ꟷEstoy hablando contigo.
Bendito señor, había quedado muy cerca de él. Estaba prácticamente arrodillada frente a su rostro y su mano sostenía la mía con calidez. Desde donde estaba podía observar sus ojos a la perfección, la textura de su piel y sus pestañas rubias que lucían muy perfectas.
ꟷTe escuché.
ꟷPero me ignoraste.
ꟷPorque no quiero hablar del tema.
ꟷ¿Por qué? ¿Hay algo que quieras decirme?
Había muchísimo que quería decirle, pero no me parecía el momento adecuado. Sí, estábamos teniendo un picnic en una reserva natural hermosa y disfrutando un día hermoso, una situación muy romántica ante ojos ajenos, pero que se sentía amistosa para mí. Y no quería arruinar una linda tarde, sobre todo considerando que Noche Buena era al otro día y que debíamos volver al pueblo solos. El silencio incómodo en un vehículo no era mi definición de paraíso.
ꟷSolo dije algo tonto.
ꟷSabes que no creo que digas cosas tontas.
Jodida intensidad. Jodida mirada y jodida cercanía.
ꟷLas digo muy seguido.
ꟷPara mí no, todo lo que dices me parece interesante.
Y como si no fuera suficiente para mi corazón escuchar esas palabras, consideró que era el momento justo para acomodar un mechón de mi cabello tras mi oreja y dejar su mano descansando en mi mejilla.
ꟷTheo.
ꟷ¿Si?
No podía decirlo, incluso si todo me indicaba que le pidiera un beso. No tenía la valentía necesaria aún, por lo que cerré mis ojos e intenté calmar mis erráticos latidos.
Tomé una amplia bocanada de aire y me dispuse a abrir mis ojos. Fue en ese momento en que observé a Theo inclinarse hacia delante y finalmente hizo lo que yo tanto deseaba y no me animaba a pedir. Me besó.
Theo me estaba besando y no dudé en acallar todos mis miedos e inseguridades y corresponder. Estaba segura en sus brazos, estaba feliz en sus labios y, sobre todo, estaba loca por él.
¡Hola! Tenemos un mini-especial de dos capítulos para celebrar el cumpleaños de Theo que fue ayer, ¡yay!
Pueden avanzar hacia el siguiente capítulo, gracias por leer.
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