Capítulo sesenta y dos
MACKENZIE
Estaba cansada. No, estaba agotada. Estaba agotada de justificarme y de las peleas constantes, de sentir que no era suficiente y que nadie me entendía. Estaba agotada del desgaste emocional y mental que suponía mantenerme cuerda y, sobre todo, estaba agotada de mi vida. Quería empezar de cero, ¿era eso tan horrible?
Theo me observaba en ese momento como si lo hubiera traicionado, como si hubiese revelado su máximo secreto a toda la población mundial. Me molestaba que no pudiera aceptar mis decisiones, que las catalogara de arriesgadas y locas. ¿Por qué no podía ser considerada valiente al querer separarme de lo que me hacía daño? Mudarme a otro país no significaba que lo estaba abandonado, significaba que había reunido el amor propio suficiente para darme cuenta que no podía aceptar más mierda de nadie.
ꟷQuizás sea una buena idea que te vayas ꟷsoltó con durezaꟷ y puedas ver las consecuencias de tus decisiones.
ꟷ¿Te estás escuchando? ꟷjadeéꟷ. ¿Qué clase de novio le desea a su pareja que fracase solo para poder probar su punto?
ꟷ¡Te estoy intentando proteger!
ꟷ¡No necesito que me protejas! ¡Necesito que me apoyes!
ꟷ¡¿Y qué crees que he hecho desde que te conocí?! ꟷexclamó, sus mejillas tornándose ligeramente rosadasꟷ. Te he apoyado en todo, te he seguido la corriente en todas tus locas ideas.
ꟷ¿Mis locas ideas? ¡Dime una, por favor!
ꟷNo haré esto, no te echaré en cara tus errores.
Oh por todas las galletas de avena. ¿Mis errores? ¡Mis errores!
ꟷ¡No, por favor! ¡Dímelos! ¡Muéstrame cuándo no he sido perfecta!
ꟷ¡Escúchate! Sientes tanta necesidad de pelear y discutir que estás tergiversando todas mis palabras.
ꟷClaro que no y lo sabes.
Sostuve su mirada con enojo, ya no lloraba, sino que sentía el cuerpo repleto de un calor asfixiante. Estaba tan agotada que planeaba darle la razón para terminar con esa discusión. No necesitaba su permiso para irme y si él no me apoyaba, entonces lo nuestro no tenía sentido.
ꟷKenzie, yo...
El timbre sonó, una, otra y otra vez interrumpiendo nuestra nada linda conversación. Él frunció el ceño y me pareció que quiso ignorar el sonido; sin embargo, el timbre no dejó de sonar con insistencia y ambos comprendimos que no se detendría hasta que abriéramos. Aproveché el momento para salir de la habitación, para dejar de observar el rostro lleno de desilusión de Theo y lo escuché seguirme por el pasillo y hacia la entrada.
Abrí de un tirón y el irritante sonido por fin se detuvo. Estaba a nada de gritarle a la persona que molestaba tanto; no obstante, las palabras murieron en mi boca al notar un rostro conocido y amigable que estaba repleto de preocupación.
ꟷ¿Por qué tanto alboroto? Se escuchaban sus gritos desde la plata baja.
Tragué con fuerza y di un paso al costado para dejarla pasar. Genesis me dedicó una mirada que expresaba a gritos lo que pensaba y se hizo paso hacia el interior cerrando tras de sí.
ꟷHola, pequeñita.
ꟷ¿Y bien? ¿Ninguno me dirá nada?
Cruzó sus brazos a la altura del pecho y estudió nuestros rostros repetidas veces. No había visto mi aspecto en todo el día y aun así podía imaginar lo mal que lucía. No había dejado de llorar en horas y las lágrimas hacían estragos en mí.
ꟷNo tiene importancia ꟷdije finalmente.
ꟷYo diría que sí, pero no me meteré en dónde no me invitan. ꟷSuspiró y acomodó su bolso de diseñador que se había deslizado por su antebrazoꟷ. ¿Necesitas un minuto para buscar tus cosas?
La miré con confusión por unos segundos y no pude evitar sentirme mal cuando el entendimiento llegó a mí. Le había prometido ir con ella y su abuela a una tienda de vestidos de novia para que eligiera uno y con todo lo que había sucedido se me había borrado de la mente. ¿Por qué otra razón ella estaría en Inglaterra?
ꟷSe me ha olvidado, lo lamento.
ꟷNo es lo único que parece olvidar ꟷmurmuró el rubio.
Mis ojos viajaron hacia él con rapidez y no sentí ni una pizca de arrepentimiento por asesinarlo con la mirada.
ꟷ¿Es en serio? ¿Continuarás con esta basura?
ꟷNo sabía que nuestra conversación era una basura.
ꟷQuizás deberías dejar de emitir opiniones, no siempre son necesarias.
Su mirada tampoco fue muy amable y, sin dudas, esa fue la primera y última vez que me observó de esa manera. El azul pareció volverse tan eléctrico como una tormenta, listo para soltar toda su potencia sobre mí.
ꟷ¡Suficiente! ꟷchilló Genesisꟷ. No sé qué es lo que ocurre entre ustedes, pero discutiendo y arrojándose comentarios mordaces no lo solucionaran.
ꟷTienes razón. Lo lamento, pequeñita.
No señalé el hecho de que solo le había pedido perdón a su amiga y me mordí la lengua para no decir nada indebido.
ꟷNo tienes que venir conmigo si no quieres ꟷme susurró Genesis y apoyó una de sus manos en mi hombroꟷ. Puedo enviarte fotografías.
ꟷNo, iré. ¿Puedes esperarme unos minutos para que me arregle?
ꟷClaro, le dije a mi abuela que me tardaría aquí. Ella sabe que no he visto a Theo en mucho tiempo.
Asentí como respuesta y me retiré del salón con pasos veloces. Genesis acababa de darme la oportunidad de distraerme, de despejar mi mente y respirar aire que no estuviera cargado de intensidad. Necesitaba un descanso y, además, le había hecho una promesa.
Me di una ducha de tres minutos para quitarme la suciedad de la piel y me demoré otros tres minutos más en vestirme. Dejé mi cabello en la coleta en la que se encontraba y me eché un poco de perfume para que el aroma floral ayudara con mis nervios. Volví sobre mis pasos diez minutos después y no me sorprendió encontrar a mi novio y a su mejor amiga compartiendo un abrazo. No sabía si era un abrazo de consuelo o uno de "te he extraño muchísimo" y tampoco quise saberlo.
ꟷEstoy lista ꟷanuncié.
ꟷEstupendo, ¿vamos?
Me acerqué a la puerta como respuesta y esperé a que saludara a Theo con paciencia. Salió primero y yo tuve que tomar una bocanada de aire para dar el primer paso afuera.
ꟷAdiós, Kenzie.
No respondí porque esa palabra para mí sonaba horrible. Adiós significaba un final y lo nuestro no había terminado todavía.
***
Saludé a la sonriente mujer que esperaba por nosotros en el interior del vehículo y me acomodé junto a Genesis en el asiento. El silencio no tardó en cernirse sobre nosotras y comprendí con tristeza que era mi culpa. A pesar de la ducha, seguía luciendo lamentable y no me había maquillado para no demorar los planes de la rubia y su abuela.
ꟷ¿Creen que puedan prestarme algo de maquillaje? ꟷmurmuré.
Ambas reaccionaron a la vez y comenzaron a escarbar sus bolsos en busca de lo que les había pedido. G me dio corrector de ojeras y delineador negro mientras que Daisy me entregó un labial y máscara de pestañas.
ꟷGracias.
ꟷTambién tengo un espejo ꟷdijo la mujer.
Lo recibí en silencio y puse manos a la obra. Tenía experiencia suficiente para poder maquillarme con rapidez y en movimiento por lo que no me costó mucho trabajo intentar lucir más presentable.
ꟷ¿Estás bien, Kenzie? ꟷpreguntó Genesis con un hilo de vozꟷ. No me quiero meter, pero luces muy triste. Sabes que puedes hablar conmigo, ¿verdad? No le diré nada a Theo, soy una tumba.
ꟷ¿Él no te dijo nada?
Negó con la cabeza, asombrándome.
ꟷDijo que no era su tema para contar.
ꟷBueno, en eso tiene razón.
Deslicé el pincel por mi párpado y suspiré derrotada. ¿Qué mal podía hacerme repetir de nuevo la historia? Tarde o temprano tendría que decírselo a todos.
ꟷTuve una discusión con mi padre que a su vez llevó a una discusión con Theo.
ꟷDetesto a ese hombre ꟷgruñó Daisyꟷ. Uno creería que Charles Dankworth aprendería con los años, pero se ha vuelto más estúpido. Sin ofender, querida.
Sonreí mientras les devolvía sus productos de maquillaje.
ꟷNo me ofende, es la verdad.
ꟷ¿Qué ha hecho tu padre ahora, cariño? No puedo contar las veces que Jamie llegó a nuestra casa en los veranos sintiéndose mal por algo que él le había dicho. Y en el instituto era una actividad constante.
El comentario sobre mi hermano me dolió, principalmente porque lo había juzgado injustamente. Siempre había creído que él se llevaba la mejor parte: el respeto, la admiración, la confianza y el cariño de nuestro padre, pero tal parecía que Charles era igual de miserable con todos. No era una sorpresa que su primogénita viviera en Sudáfrica.
ꟷMe obligó a venir aquí cuando intenté mudarme a otro país y ahora, que quería quedarme por primera vez en mi vida y estudiar algo que siento que me apasiona, me ha despachado a París sin más ꟷconfesé a sabiendas que ellas no me juzgaríanꟷ. Siempre me trata como algo que puede controlar, no como una persona y mucho menos como una hija. Hay momentos en los que siento que puede cambiar, demostrarme que estoy equivocada y, entonces, hace algo como esto. ¿Y la razón? Haber faltado a una reunión con Theo.
ꟷ¿Te irás a París? ꟷLa voz de G se cargó de tristeza y posó su mano sobre la mía.
ꟷNo.
ꟷEso es genial, me alegra saber que...
ꟷPero planeo mudarme a otro país ꟷla interrumpíꟷ. No creo poder seguir aquí, me duele y me aterra pensar que mi padre siempre tendrá el control sobre mi vida.
ꟷComo una madre que fue muy dura con su hija, a veces es necesario que le digas basta. No tienes que mudarte a otro país ni cambiar tu nombre, solo debes elevar tu voz.
Genesis asintió de acuerdo y yo aparté la mirada. Sabía que tenían buenas intenciones; sin embargo, no podía tener esa conversación de nuevo. Estaba muy cansada, tan cansada que solo quería cerrar los ojos y olvidarme de todo, fingir ser alguien nuevo.
ꟷ¿Qué vestido tienes en mente? ꟷsolté con la finalidad muy obvia de cambiar de tema.
Ella no tardó en entender la indirecta y esbozó una sonrisa para hacerme sentir mejor.
ꟷBueno, es una boda que tendrá lugar cerca de un lago y habrá mucho césped por todos lados ꟷcomenzóꟷ. Mi abuela quiere que pruebe un vestido pomposo y lo haré porque no quiero decir que no sin antes haberlo sentido, pero creo que me inclinaré por algo más estilo bohemio que me permita bailar y sentirme cómoda.
ꟷ¿Y algo sexy? ꟷpropuse y me obligué a sonreírꟷ. Discúlpeme Daisy por lo que diré, pero Genesis, ya no tienes que fingir ser virgen. No es tu boda sino tu renovación de votos, nadie te juzgará si decides usar un vestido escotado que deje poco a la imaginación. Seguro Taylor lo agradecerá.
Una carcajada colectiva llenó el vehículo y el sonido me hizo sentir un poquito mejor.
ꟷ¿Me elegirás también un vestido? Quiero ver todas mis opciones.
ꟷPor supuesto.
Genesis no mentía cuando dijo que probaría todas las opciones. No tardamos mucho más en llegar a la tienda que había sido reservada solo para nosotras tres y mientras disfrutábamos de un rico jugo de frutilla en copas de cristal, elegimos distintos vestidos para la novia. Ella no se quejó ni un momento y nos desfiló cada uno de ellos con una sonrisa y buena actitud, desde el más recatado hasta el más sexy.
Me reí tanto que mi estómago comenzó a doler y por unas horas me olvidé de los problemas que me esperaban en casa. La presencia de Daisy y mi amiga -que raro era llamarla así- ayudaron con mi humor y de a poco fui tranquilizándome.
Llevábamos dos horas que se habían sentido como minutos cuando G salió por última vez del probador con lágrimas en los ojos y una amplia sonrisa. Portaba un hermoso vestido blanco de estilo bohemio con un delicado encaje que acompañaba la tela base en lugares estratégicos para crear un espectáculo visual. La prenda se le adhería en los lugares correctos y la vendedora había acomodado su cabello con una diadema que simulaban hojas doradas sobre su cabello rubio claro. Se veía increíble y no se podía negar que ese era el atuendo perfecto para ella, lucía como un hada de un cuento de niños.
ꟷEncontré el indicado ꟷnos informó con felicidadꟷ. Es éste, lo sé, lo siento en cada parte de mi cuerpo.
ꟷTe ves bellísima, cariño. Tus padres deben estar muy orgullosos de ti.
Ambas comenzaron a lloriquear mientras se abrazaban y yo no pude parar el torrente de lágrimas que me invadió. Quizás era estúpido, pero lo que ella había dicho resonó en mí con fuerza. "Es éste, lo sé, lo siento en cada parte de mi cuerpo". Yo había sentido algo igual unos pocos meses atrás y lo seguía sintiendo cada día, dejarlo por mi padre me parecía un pecado.
Mientras Genesis y Daisy miraban el hermoso vestido, yo tomé una decisión que me caló hasta los huesos. Era momento de decir basta.
Hola, mis habitantes bellos de Rose Valley. ¿Cómo están? ¿Cómo se sienten después de una semana de capítulos intensos? Pido perdón, je.
Kenzie y Theo tuvieron su segunda pelea de pareja y esta fue mucho más intensa que la que resolvió Teacup. ¿La presencia de Genesis será suficiente? Sí les puedo decir que esperen buenas noticias y prepárense que la renovación de votos está a la vuelta de la esquina.
Muchísimas gracias por las 15 mil lecturas, me hace muy feliz saber que siguen acá tras cuatro libros. Asumo que seguirán hasta el final, ¿no?
Muchas gracias también por su apoyo y cariño. Le dedico este capítulo a Clari ( LaPerraDeEthan) y a Flor (Florlct ) por comentar siempre y emocionarse con la historia. ¡Gracias a todas! ¡Las amo!
MUAK!
P.D.: Sé que no fue Tay quien llegó, pero ¿les gustó la visita?
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