MACKENZIE

Me resultaba imposible comprender lo mucho que la vida podía cambiar en cuestión de días. Me había acostumbrado a la rutina, a siempre seguir los mismos pasos desde que me levantaba de la cama temprano por la mañana hasta que me iba a dormir y cuando los cambios comenzaron, todo se alborotó dentro de mí. Comencé a sentir con más intensidad, a quedarme callada más seguido y a observar el panorama con más detenimiento.

Primero, mi padre me había echado de Inglaterra y, en consecuencia, yo lo había echado de mi vida. Eso trajo una crisis de identidad que perduró hasta muchos días después de que el conflicto se resolviera.

Segundo, Jamie se encargó de Charles y me dio la llave de mi libertad en la mano. Eso significó una modificación absoluta en nuestra relación de hermanos y, desde entonces, no hacíamos más que pasar el tiempo juntos y consultarnos hasta los más mínimos detalles de nuestras vidas.

Tercero, Theo se estaba mudando. No había mencionado sus planes hasta que le entregaron la llave de su nuevo departamento y la mudanza fue inminente. La noticia me golpeó, por supuesto, porque me había acostumbrado a tenerlo a mi alrededor 24/7 y entendí que quizás de esa manera se había sentido él cuando le mencioné mis planes para marcharme del país. Sin embargo, pronto supe que no se iba muy lejos, sino que iba a encontrarlo cruzando el pasillo. Sí, Theo había rentado por seis meses el departamento que antes había sido habitado por la vecina loca.

ꟷTodavía no entiendo la finalidad de esto ꟷcomentó Jamie mientras ayudaba a Theo a meter un sillón recién salido de fábrica a su nuevo departamentoꟷ. No entiendo por qué te mudas.

ꟷPrivacidad, dude. Eres de mis mejores amigos, pero estoy cansado de verte entrar a la sala de estar tapándote los ojos porque crees que nos encontrarás a tu hermana y a mí en un momento íntimo.

ꟷ¡Pero eso se puede solucionar! ꟷchillóꟷ. Me iré a Londres pronto y no tendrás que soportarme más.

ꟷLo dijiste luego de que firmara el contrato. ꟷSe encogió de hombrosꟷ. Se siente bien tener un lugar para mí, vivir en un espacio que no fue pagado por tu padre.

Detuve de manera automática el guardado de los utensilios de cocina en los cajones y ellos se percataron rápidamente del efecto que las palabras de Theo tuvieron en mí. Nadie había mencionado la palabra con "p" o el nombre con "c" por días a mi alrededor y era obvio que seguía afectándome. Romper toda relación con mi padre fue difícil, así como también lo fue discutir con mi madre por teléfono por permitir que él quisiera controlar mi vida. Los días habían sido duros para mí, sobre todo porque había dejado de asistir a la oficina -nadie me obligaba y lo odiaba- y eso significaba muchas horas libres para pensar. Sanar llevaba tiempo y yo apenas había comenzado el proceso.

ꟷSeguro quieres tener sexo en la ducha ꟷsoltó mi hermano para cortar el silencio.

ꟷY en la cocina ꟷcontinuó Theo, pude sentir sus ojos sobre mi espalda.

ꟷY en el sofá.

ꟷY en el balcón.

ꟷ¡Oye! Sigue siendo mi hermana, trátala con respeto. No quiero que todo Oxford le vea el trasero.

Los dos se carcajearon y me obligué a reír también. La realidad era que Theo y yo no habíamos tenido sexo en días y nuestra relación continuaba tensa. Había dañado una parte de él al querer huir y estaba consciente de ello, pero él también me había lastimado y ninguno de los dos se había animado a sacar el tema a la luz. Compartíamos algunos besos que se sentían mecánicos y unas cuantas caricias en los brazos o en la espalda al pasar, eso era todo. Nuestro noviazgo había pasado a tener menos emoción que el de dos ancianos de noventa años con problemas en los huesos. ¡Hasta mi abuela tenía más acción que yo!

ꟷCreo que hemos terminado por hoy ꟷanunció mi novio justo antes de dejarse caer en su nuevo sofáꟷ. Demonios, esto es muy cómodo. Podría dormir aquí y no lo sentiría por la mañana.

ꟷClaro que sí, tu cuello dolería ꟷseñalé.

ꟷPodría usar una almohada, ¿no crees?

ꟷSí, podrías, pero seguirías incómodo porque eres muy alto y tu cuerpo no entra completamente.

ꟷBuen punto, seguiré durmiendo en la cama ꟷacordó con buen humor.

ꟷIré a buscar la cena, ¿quieren algo en especial?

ꟷHelado ꟷsoltamos al unísono.

Mis ojos no tardaron en encontrarse con los suyos y nos sonreímos a través de la habitación. Esa había sido nuestra interacción más romántica por días y se sentía horrible saberlo.

ꟷCorrecto, helado será. Seguro tardaré porque es sábado por la noche y los restaurantes están saturados.

Tras decir esas palabras, nos guiñó un ojo y se fue del departamento dejándonos en silencio.

ꟷ¿Necesitas ayuda, Kenz?

ꟷCasi termino ꟷle aseguré.

Y no mentía, guardé unos cuchillos nuevos en el cajón, coloqué los envoltorios en el tacho de residuos reciclables y terminó toda mi labor.

ꟷListo ꟷanuncié.

ꟷVen aquí, Kenz.

Giré hacia él y noté que tenía la cabeza apoyada en el respaldo y me miraba con diversión desde su lugar. Palmeó el asiento junto a él y me dedicó una sonrisa que hizo latir mi corazón de manera errática. Cielos, había extrañado tanto verlo sonreírme con cariño.

No tardé en correr de puntillas hacia él y dejarme caer a su lado. Solté un sonido de satisfacción al sentir la comodidad de los cojines bajo mi trasero y cerré los ojos mientras me acomodaba. Ese sillón era un sueño, yo sí podría dormir en él por años.

Cuando abrí los ojos, noté que Theo me miraba fijamente sin borrar la curvatura de sus labios, colocó entonces un brazo alrededor de mis hombros para luego atraerme a él en un abrazo que casi me llevó a las lágrimas. Lo había echado tanto de menos y si bien nuestra relación no estaba reparada al cien por ciento, ese momento era un buen inicio.

ꟷCreo que a Teacup le gusta su nuevo lugar ꟷcomenté al observar al gato recostado sobre su cama de felpa junto a la chimenea apagadaꟷ. Tendré que regalarle un gato a Jamie o se deprimirá, le ha agarrado cariño.

ꟷLe vendría bien un poco de compañía.

Me estremecí al sentir sus dedos acariciar mi hombro de manera distraída, las puntas trazaron un camino sin sentido sobre mi piel desnuda provocando que mis terminaciones nerviosas se descontrolaran.

ꟷ¿Tienes frío? ꟷpreguntó malinterpretado mi estremecimientoꟷ. Ten, ponte mi sudadera.

Estiró el brazo hacia el sofá individual junto a nosotros y me entregó su sudadera azul. No discutí y me la coloqué porque sabía que era cuestión de tiempo para que dejara de sentir el calor de haber estado en movimiento. Lo escuché reír cuando mis gafas se enredaron en los cordones de la capucha y no tardó en ayudarme.

ꟷUsa mis sudaderas siempre ꟷme rogó, sus manos posadas sobre mis mejillas acunando mi rostroꟷ. Te quedan geniales.

ꟷMe quedan gigantes.

ꟷGeniales.

Levanté mis brazos para mostrarle que las mangas tapaban mis manos y otra risa inocente escapó de sus labios. No le llevó mucho tiempo arremangarlas hasta que mis manos volvieron a ser visibles y entrelazó nuestros dedos al terminar.

ꟷAsunto solucionado.

ꟷ¿Theo? ꟷsusurré.

ꟷ¿Si?

Aclaré mi garganta antes de hablar, de pronto un nudo se había instalado obstruyendo las palabras.

ꟷTe he extrañado.

Su ceño se frunció al escucharme e imaginé sus pensamientos. Se podía extrañar a alguien incluso estando a su lado y eso era peor que la distancia.

ꟷSé que te lastimé cuando intenté huir y te pido disculpas. Actué presa del impulso y del dolor que sentía.

ꟷOye, está bien.

Su dedo pulgar recorrió mi pómulo y me percaté entonces que había comenzado a llorar de la nada. Eso me había comenzado a pasar seguido: despertaba con el rostro lleno de lágrimas, lloraba mientras me lavaba los dientes e incluso en las caminatas matutinas a las que había recurrido para no volverme loca encerrada. No había una razón en concreto para mis lágrimas, era todo lo mi sistema había tenido que guardar por años saliendo finalmente a la superficie.

ꟷLo lamento.

ꟷEstás más que perdonada, amor.

No me dio tiempo para asombrarme por el apodo cariñoso que eligió, ya que tomándome por la cintura me sentó sobre su regazo y me abrazó con fuerza.

ꟷTambién me comporté mal contigo esa tarde y fui un horrible novio. ¿Podemos declararlo un empate y olvidarlo?

Descansé mi cabeza sobre su hombro y asentí como respuesta mientras llevaba mis manos a su nuca. Lo sentí temblar cuando recorrí su piel con la yema de los dedos y me acurruqué más contra él. No quería dejarlo, no quería irme de su lado.

ꟷTe extrañaré ahora que no seremos compañeros de piso.

ꟷTécnicamente seguiremos viviendo en el mismo piso.

Sonreí cuando coló sus manos bajo la sudadera y la camiseta y las cerró en torno a mi cintura. Theo era tierno y romántico todo el tiempo; no obstante, el contacto físico era su lenguaje del amor y yo siempre estaba feliz de recibirlo.

ꟷSabes a lo que me refiero, no podré colarme en tu cama por las noches cuando me sienta sola.

ꟷO caliente.

Le di un golpe en el omóplato que lo hizo reír y blanqueé los ojos al escucharlo.

ꟷTe daré una llave y puedes colarte a mi departamento y a mi cama cuando quieras.

ꟷMe gusta esa idea.

ꟷLo tengo todo planeado, amor.

De nuevo esa palabra y mi corazón volvió a reaccionar con un martilleo constante contra mi caja torácica. No sabía por qué había decidido comenzar a llamarme así o si era algo inconsciente, pero me encantaba.

ꟷ¿Qué más hay en tus planes?

Me separé ligeramente de él para observar su rostro y sonrió cuando posé mis manos sobre los huesos de su mandíbula y acaricié la barba de tres días que ensombrecía su rostro. Nunca me acostumbraría a su atractivo, ese muchacho era como un dios nórdico que había ido a parar directo a mi vida. Y a mi cama.

ꟷPuedes estudiar aquí por las tardes mientras yo preparo los informes de la empresa, nos haríamos compañía mutuamente.

ꟷMe gusta cómo suena eso.

ꟷMe prepararás cientos de platillos los fines de semana que yo congelaré para tener siempre a mano algo para comer.

ꟷEso ya no me gusta tanto.

Rió y mordí mi labio cuando su dedo pulgar rozó la hebilla de mi sujetador. Él no lo notó o lo había hecho a propósito y estaba fingiendo ser un niño bueno.

ꟷVeremos maratones de películas y series acostados en mi cama, pediremos delivery y no nos moveremos en todo el fin de semana más que para ir al baño.

ꟷY hacer el amor.

ꟷ¿Hacer el amor? ꟷrepitió con burlaꟷ. ¿Quién eres y qué has hecho con mi novia?

Me encogí de hombros para dos segundos después congelarme al sentir cómo mi sujetador dejaba de estar ajustado en su lugar. ¿Cómo en la tierra me había desprendido el broche y yo no lo había notado?

ꟷSomos pareja ahora, decir "tener sexo" suena muy casual.

ꟷTienes razón.

ꟷ¿Qué otros planes tienes para nosotros en este apartamento?

ꟷComo le dije recién a tu hermano, haremos el amor en la cocina, en el baño, en cada habitación de este lugar y, por supuesto, en el balcón.

Me enterneció que usara "hacer el amor" luego de escuchar mi justificación. Él era maravilloso, no había otra explicación.

ꟷ¿Por qué en el balcón? Se me congelará el culo.

ꟷMe encargaré de mantenerlo caliente.

Santo rabanito, eso había sonado tan caliente que no pude evitar gemir por lo bajo. Él lo notó perfectamente y sus manos fueron a parar a mi cadera y me acomodó sobre sí. Abrí los ojos con sorpresa al sentir su dureza y tuve que cerrarlos rápidamente cuando su boca encontró ese punto en mi cuello que me hacía ver estrellas.

Esperaba realmente que James tardara en buscar la comida o nos vería estrenar el nuevo sillón porque no tenía intenciones de decirle que se detuviera. Lo había extrañado, todo de él y tenerlo en mis brazos y entre mis piernas era algo que necesitaba con urgencia.

¡Hola, mi gente bella de Rose Valley! ¿Cómo están hoy? Espero que muy, muy bien.

El capítulo de hoy me gusta, Kenzie y Theo vuelven a comportarse como la pareja que amamos. Y, además, nuestro hombre está dando un paso importante en su vida adulta.

¿Tienen alguna parte favorita del capítulo de hoy? Cuéntenme aquí y el mejor comentario se lleva un premio (quizás sea mentira, quizás no).

Muchísimas gracias por todo su amor y cariño. ¡Ya llegamos a las 16 mil lecturas! Infinitas gracias a todas por este logro. Este capítulo va dedicado a lcolombani3 gracias por todo tu amor.

Nos leemos el viernes con el inicio de la celebración. Les deseo una buena semana.

MUAK!