THEO

Desperté en una cama que no era mía y con una chica que apenas conocía. Al menos podía decir que recordaba los sucesos de la noche anterior y que todo lo que había hecho había sido por voluntad propia. El alcohol no había tenido papel en los eventos anteriores a mi despertar ya que no había ingerido ni una gota en más de veinticuatro horas.

La despedida post-sexo fue incómoda, como cada despedida del día después, pero al menos esa vez no tuve que jurar que llamaría a alguien a quien no tenía planeado volver a ver. Me había convertido en todo lo que con tanto ahínco había criticado durante mi adolescencia y, a decir verdad, no era tan malo como había imaginado.

Mi buen amigo Tyler Murphy tenía razón en algo: el sexo sin compromisos ayudaba a la vida diaria.

Volví al departamento cerca del mediodía y con tanto sueño que sospechaba que podría dormir por el resto del año. ¿Me había divertido? Muchísimo. ¿Lo repetiría? Sin dudas. ¿Me arrepentía? Ni un poquito. ¿Estaba cansado? Demasiado.

ꟷ¿Hola? ꟷexclamé al ingresar para cerciorarme de que estaba solo.

El silencio fue mi respuesta.

No necesité caminar en puntillas hacia mi dormitorio ni escabullirme como un delincuente para no ver a la hermana de James de frente mientras lucía como un muchacho revoltoso. Sabía que ninguno de los hermanos Dankworth estaba en casa porque James me había avisado que saldrían y agradecí un poco de paz.

No me malinterpreten, James me agradaba y su hermana parecía divertida. Sí, me había comportado raro cuando conocí a la famosa Mackenzie y le debía una disculpa por ello; sin embargo, podía justificar mi estúpido accionar. Había visto imágenes de la pelirroja cuando era niña, ese tipo de fotografías que luego sientes vergüenza de mostrar y aunque había notado la clara belleza de la chica, no había esperado que la pubertad le hubiese sentado tan bien. Sí, había quedado en blanco cuando sus ojos casi transparentes me encontraron a través de la sala y cuando sonrió hacia mí, aun sabiendo que debajo de esa dulce curvatura se escondían las peores travesuras. Era débil y decir que ella me había embobado sería poco.

No la conocía, pero podía decir que Mackenzie era bellísima y un dolor de cabeza según había escuchado. Tan solo esperaba que pudiera mantenerme alejado de las consecuencias que la suma de esas dos cosas significaba.

Lo bueno de tener una casa sin nadie alrededor era que el silencio servía como una canción de cuna perfecta y yo realmente necesitaba dormir. Eso fue lo que hice por largas horas con el rostro enterrado en la almohada y con la puerta de mi habitación cerrada para poder descansar en ropa interior. Teníamos una chica en casa y no quería parecer grosero paseándome en paños menores por el lugar. No obstante, todo lo bueno llegaba a su fin y mi perfecta jornada de sueño se vio interrumpida por el sonido de voces que iban en aumento.

Froté mis ojos con cansancio mientras intentaba comprender la conversación que llegaba ahogada a mis oídos y me incorporé con lentitud. Saqué la cabeza por la puerta y miré hacia mis costados buscando a los causantes de mi despertar.

ꟷ¿Quisiste escapar por la ventana? ꟷexclamó una voz masculina que conocía a la perfección.

Julian Parker, mejor amigo de mi compañero de piso y alguien a quien consideraba un buen amigo. Actor, divertido y con una habilidad impresionante para soltar improperios.

ꟷLa escalera de incendios estaba cerca.

Esa debía ser Mackenzie.

ꟷY la muerte también.

Otra voz que conocía. Jaden "idiota" Bradley como lo llamaban mis mejores amigos cuando Genesis no estaba cerca. Licenciado en física, hijo de políticos y con quien compartía una tensa relación desde que había arruinado las cosas con mi mejor amiga. No era mi persona favorita en el mundo y sabía que yo no era la suya.

ꟷ¿Disculpa? ¿Te pregunté qué opinabas al respecto?

ꟷMac... ꟷle advirtió James con un tono de regaño.

ꟷNi siquiera sé por qué está aquí ꟷsiguió la muchachaꟷ. No lo quiero aquí.

ꟷSabes que puedo escucharte, ¿verdad? Estoy, literalmente, a cuatro pasos de distancia.

ꟷY deberías llevar tu trasero a muchos pasos más de distancia, Jaden. Como a Suiza de ser posible.

Elevé las cejas con asombro al escuchar la dureza en la voz de la hermana de mi amigo. No sabía qué estaba ocurriendo pero parecía que no era el único con una relación conflictiva con Jaden. A pesar de que me hubiese gustado seguir escuchando esa discusión que ponía al rubio contra las cuerdas, sabía que no me concernía. Volví hacia mi armario para buscar algo de ropa limpia y luego me moví con cuidado hacia el baño con la finalidad de darme una buena ducha.

Observé mi reflejo en el espejo e hice una mueca sin poder evitarlo. Cargaba unas ligeras ojeras y tenía el cabello hecho un desastre por no mencionar la barba de pocos días que no había tenido tiempo de afeitar. Mis ojos se veían hinchados y enrojecidos y mis labios un poco pálidos. No había comido nada desde la noche anterior y sentía que estaba a punto de morir de hambre. Pero antes de ver a otro ser vivo debía lucir un poco presentable.

Me quité la ropa interior con movimientos rápidos y caminé hacia la ducha para dejar correr el agua. Aproveché el tiempo en que tardaba en calentarse para orinar y acomodar las prendas limpias sobre el mueble para evitar que se mojaran. Estaba en medio de esa última tarea, con el trasero y el miembro al aire, cuando la puerta se abrió de un tirón y un chillido femenino llegó a mis oídos.

Giré rápidamente hacia la puerta y abrí los ojos con sorpresa al notar que Mackenzie estaba bajo el marco de la puerta luciendo una expresión que no podía siquiera descifrar. Su mirada estaba fija en mi entrepierna y sentí mis mejillas arder al notarlo.

ꟷ¡Lo lamento! ꟷgritó y, a pesar de la disculpa, no desvió la mirada.

¿Por qué no dejaba de mirarme el pene? No sabía qué hacer, ¿debía echarla o taparme? Echarla me parecía maleducado a pesar de la incómoda situación, por lo que me incliné por la otra opción. Llevé rápidamente las manos hacia mi miembro para esconderlo de la mirada celeste de mi nueva compañera de piso.

ꟷ¿Necesitas algo?

Negó con la cabeza rápidamente aunque no supe si fue una respuesta o lo hizo para aclarar su mente.

ꟷ¿Mackenzie? ¿Está todo en orden?

ꟷSí. No. ¡Sí! ꟷcontestó a voz de grito y luego miró mi rostroꟷ. Lo lamento, quería lavarme las manos. Lo haré en la cocina, realmente lo lamento.

ꟷNo hay problema.

Asintió con la cabeza y se dispuso a cerrar la puerta; no obstante, a medio camino decidió no hacerlo y sonrió con diversión.

ꟷNo tienes nada de qué avergonzarte ꟷsoltóꟷ, tienes algo digno de admiración allí abajo.

Como si eso no fuera suficiente para volver mis mejillas rojo intenso, acompañó sus palabras con un guiño y cerró tras de sí dejándome confundido y nervioso.

Nunca había imaginado que la hermana menor de mi amigo James me fuera a ver el miembro; sin embargo, había sucedido y debía enfrentar la realidad. Sabía que debía salir, no podía quedarme para el resto de la eternidad confinado en el cuarto de baño por miedo a cruzarme con Mackenzie. Estaba avergonzado por lo sucedido pero ella se lo había tomado con humor, ¿no debería hacer yo lo mismo?

Además, podía sentir la actividad en la sala de estar del departamento y tenía curiosidad por saber a qué se debía tanto ruido. También podía agregar que el estómago me gruñía y que si no comía pronto se me bajaría el azúcar, no quería desmayarme en el baño.

ꟷTú puedes, Theo. No es la primera chica que te lo ve y no será la última ꟷmurmuré a mi reflejo.

Me había bañado, vestido y afeitado. Parecía una persona decente de nuevo y podía fingir que mis pésimos encuentros con la colorada habían sido inventos míos. ¿Me había derramado la bebida encima? No, claro que no. ¿Me había visto el pene por varios segundos? Por supuesto que no. No era difícil, podía lograrlo.

ꟷ¿Hombre, estarás en el baño por el resto del fin de semana? ꟷpreguntó Julian y acompañó sus palabras con algunos golpes a la puertaꟷ. ¿Debo mirarte el amiguito para poder entrar?

Genial, ya no podía actuar.

ꟷYa casi salgo.

ꟷTheo, me estoy meando ahora ꟷcontinuóꟷ. ¿Quieres que orine la puerta?

Suspiré y me dediqué una última mirada de ánimo a través del espejo.

ꟷEres un cerdo, Julian ꟷlo regañé abriendo la puertaꟷ. ¿Cómo es que puedes ser un caballero con las chicas y luego me amenazas con orinar la puerta?

ꟷPorque de las chicas puedo conseguir beneficios, Theo. Eres atractivo, solo que no eres mi tipo.

Chasqueé la lengua y salí de la habitación dejando la puerta abierta para que pudiera pasar. No me sorprendió recibir una nalgada de él y en respuesta le di un empujón que lo hizo reír a carcajadas.

Volví a suspirar cuando la puerta se cerró y me armé de valor para ir hacia el living siguiendo el sonido de las carcajadas y el delicioso aroma a queso. No sabía qué hora era pero si estaban cocinando probablemente había dormido más de lo esperado.

ꟷ¡Rubio!

Sonreí de lado al notar a la castaña que me observaba desde la cocina y que cargaba una botella de cerveza en la mano. A su lado estaba la intrusa y mirona que desvió la mirada a su propia bebida cuando sintió mis ojos sobre ella.

ꟷHola, Nat ꟷsaludéꟷ. ¿Qué pasó con eso de que la cerveza engordaba?

ꟷMoriré gorda pero feliz.

Saltó de la banqueta donde estaba sentada y se acercó a mí sin dudar. Abrí mis brazos para darle un corto abrazo y besé la cima de su cabeza como cada vez que la veía. Natalie era hija de los dueños del club de polo donde James entrenaba y había tenido el placer de conocerla durante un juego. Era agradable y la versión femenina de Julian con su amplio vocabulario de insultos.

ꟷEstás perfecta así ꟷle aseguré dejándola ir.

ꟷSi no te hubieses acostado con mi hermano podría decir que estoy enamorada de ti, rubio.

Reí por lo bajo y despeiné su cabello mientras se alejaba de mí hacia su asiento. James nos observaba desde el sillón con diversión y Jaden estaba junto a él con esa expresión de aburrimiento propia de él mientras concentraba su atención en su teléfono móvil. Parecía odiar a todo el mundo aunque en realidad no lo hacía, era más bien un método de defensa un poco anticuado. Y Mackenzie, la chica de las malas presentaciones, había dejado de evitar mi mirada y estaba prestándome atención enarcando una ceja.

ꟷ¿Por qué están aquí? ꟷpregunté paseando mi mirada entre Nat y Jaden.

ꟷTendremos una fiesta en honor a mi hermana.

ꟷ¿La tendremos?

ꟷAsí es, pero descuida, he dejado la azotea libre para ti.

Sonreí a su respuesta y me acerqué a la heladera por algo para beber y comer. El estómago seguía gruñéndome pero eso no era lo que más me preocupaba. Las fiestas eran lo mío, se me daba muy bien entretener a la gente y ser el alma de la reunión, pero una celebración también suponía la posibilidad de enfrentar a Marie del 4A y no me apetecía terminar la noche con la ropa sucia. La azotea era mi escape y solo James tenía la llave que abría la puerta.

ꟷ¿Te acostaste con Patrick? ꟷsoltó de pronto la nueva habitante.

Hola, incomodidad. No te extrañaba.

ꟷYo no...

ꟷSí, lo hizo ꟷme interrumpió la castañaꟷ. Lo vi escabullirse de su dormitorio una noche.

ꟷ¿No existe la privacidad en este lugar? ꟷrepuse mientras me acercaba al sofá de un cuerpo con una porción de pizza fría en la mano.

ꟷNo cuando le muestras el pene a mi hermana, dude.

Por todos los cielos, ¿se lo había dicho a todos?

ꟷYo no le mostré el...

ꟷ¡Esperen! ꟷchilló Mackenzie cortando mi defensa a la mitadꟷ. ¿Cómo es que nadie está sorprendido porque se haya acostado con Patrick?

ꟷPorque lo sabíamos ꟷcontestó Jaden con voz monótonaꟷ. No es una noticia.

ꟷ¿Qué? ¿Y por qué yo no lo sabía?

ꟷMe insultas, Mac. Soy tu mejor amiga y claro que te lo conté.

ꟷ¿Lo hiciste?

ꟷTheo es el rubio candente que lo atropelló.

ꟷ¡No lo atropellé! ꟷme defendí rápidamenteꟷ. Solo lo toqué levemente con la rueda.

Prefería hablar de Patrick Harrison y el incidente que protagonicé cuando aprendía a conducir por la derecha que del incómodo momento en el baño justo antes de mi ducha.

ꟷ¡Tú eres el peligro al volante! ꟷexclamó la colorada con sorpresaꟷ. He escuchado historias sobre ti.

ꟷ¿Tengo un apodo y una reputación?

Ella asintió con felicidad como si el simple hecho de que casi atropellara al hermano de la que parecía ser su mejor amiga fuera algo de lo que sentirse orgulloso.

ꟷY yo que creía que eras igual de aburrido que mi hermano.

ꟷ¡Oye! Yo no soy aburrido.

No pude evitar mirarlo con duda y noté que no fui el único en la sala que lo hizo. Jamie se había vuelto un poco aburrido, odiaba salir de su zona de confort y tenía una novia que conseguía dormirme con su monótona voz. Era un buen muchacho a pesar de eso.

ꟷCreo que tú y yo nos llevaremos bien, Theo ꟷanunció Mackenzie.

Yo deseaba lo mismo o, de lo contrario, nos esperaban días muy incómodos. Habíamos comenzado con el pie izquierdo pero eso no debía significar que el resto de nuestra convivencia fuera así, ¿verdad?

Si alguien me hubiese advertido sobre lo que me esperaba a su lado, no habría estado tan sorprendido cuando la situación se volvió más complicada y entretenida.

Buenas, buenas habitantes de Rose Valley que están en Inglaterra hace dos libros. ¿Cómo están hoy?

¿Les ha gustado el capítulo? ¿Qué opinan de Mackenzie y su aparente odio hacia Jaden? ¿Qué opinan del incidente del baño? Vaya afortunada, bueno, no. Quizás sí, pobre Theito.

Muchísimas gracias por leer, votar y comentar. LAS AMO.

Les deseo un bello día y nos leemos el viernes.

MUAK!

P.D.: Les prometí a algunas de ustedes que cuando "Tres y un cuarto" llegara a las 100 mil lectura, les iba a hacer una maratón de esta historia. ¿Prefieren los tres capítulos en un día o que actualice toda la semana?