Capítulo cuarenta y nueve
MACKENZIE
Iba a matar a Jamie. Lo mataría y lo cortaría en pedacitos para repartir sus restos por todo el continente y evitar ser condenada por homicidio agravado por el vínculo. De verdad quería matarlo, me había tendido una trampa y fui lo suficientemente confiada y tonta para no prestarle atención al camino hasta que el chófer se detuvo frente al edificio de Dankworth Inc. en el centro de Londres y un hombre con colonia cara y traje diseñado a la medida se coló en el vehículo.
ꟷHola, hija ꟷsaludó.
Mi primera reacción fue dedicarle una mirada de sorpresa que fue sustituida rápidamente por una de molestia. No veía a Charles Dankworth, también conocido como mi padre o el dador de esperma, desde la gala de recaudación de fondos y antes, desde que me había abandonado.
ꟷCharles.
ꟷ¿A dónde quieres ir a almorzar?
Al infierno porque no había forma de que aceptara esa comida.
ꟷA Wendy's ꟷdije en su lugar.
Mi padre no pareció tener ni idea de dónde era eso y esa era la razón por la que había elegido un local de comida rápida. Lo más cerca que él alguna vez había estado de hacer fila para recibir su comida había sido esperar dos segundos a que el maitre de algún restaurante caro lo notara y lo dejara pasar primero.
ꟷLlévanos a ese lugar, por favor ꟷle indicó al chófer.
Crucé mis brazos a la altura del pecho y aparté la mirada. No quería verlo, seguía enojada con él y con mi madre, aunque al menos mi mamá había tenido la delicadeza de llamarme cada semana hasta que me cansé y decidí contestarle. Lo había hecho más por Charlotte que por ella, pero el resultado había sido el mismo.
ꟷ¿Qué tal tus vacaciones de Navidad?
ꟷBien.
ꟷFuiste con Theo a casa de sus padres, ¿verdad?
ꟷVerdad.
ꟷ¿Y quién pagó por tu pasaje?
ꟷTheo.
ꟷPodrías habérmelo dicho y te daba el dinero para el viaje, Mac.
No pude evitar reír sin gracia ante sus palabras y no tuve más remedio que mirarlo para que notara el efecto que habían tenido en mí. Sus ojos claros, del exacto mismo color que los míos, estaban posados en mi rostro y no parecía tener intenciones de apartarlos. ¿Qué bicho le había picado para interesarse de pronto en mi vida? ¿Le había llegado con anticipación la crisis de los sesenta?
ꟷEs que como siempre eres muy generoso con tu dinero no quise molestarte.
ꟷEs tu dinero también, hija.
Otra carcajada carente de humor y esa vez sí pareció afectarle.
ꟷ¿Entonces por qué cobro un sueldo ridículamente bajo?
ꟷPorque sigues castigada.
ꟷ¡Tengo veintitrés años! ꟷle recordé.
ꟷY un largo historial de malas decisiones.
ꟷDe tal palo, tal astilla, ¿no?
ꟷTú no fuiste una mala decisión.
ꟷ¿Entonces por qué nunca formaste parte de mi vida? ꟷlo ataqué, cansada de ese papel raro que estaba protagonizando ese día.
ꟷFui un mal padre.
ꟷNo fuiste un mal padre.
Mi respuesta pareció ilusionarlo y casi me sentí mal por las palabras que dije a continuación.
ꟷNo actuaste nunca como mi padre, hay una diferencia. Y ahora mismo decir que eres un mal padre sería darte un cumplido porque puedes haber vuelto a mi vida, pero sigues siendo pésimo en tu trabajo.
Frunció los labios y me preparé mentalmente para su regaño; sin embargo, nunca llegó y, en cambio, tomó una amplia bocanada de aire para armarse de paciencia. ¿Quién era ese hombre y qué había hecho con Charles Dankworth?
ꟷ¿Falta mucho para llegar? ꟷpreguntó al chófer.
ꟷNo, señor. Es en la próxima calle.
Esas fueron las últimas palabras que se emitieron en el interior del automóvil ya que ni mi padre ni yo volvimos a hablar. Estaba furiosa, la sangre me hervía en las venas y el corazón me latía con fuerza. Ese era el efecto que él provocaba en mí y la razón por la cual lo evitaba con tanto ahínco.
Fui la primera en bajar al llegar al centro comercial y rodeé el auto para dirigirme hacia el interior. Si avanzaba rápido quizás podía perderlo, lástima que fue solo un "quizás" porque Charles no tardó en alcanzarme y caminar a mi lado.
ꟷ¿Por qué estamos en este lugar?
ꟷEs un centro comercial, te lo presento.
ꟷEso lo sé.
ꟷ¿De verdad lo sabes? ꟷSonreí con ironíaꟷ. Estaba segura que tenías un asistente de compras personales.
ꟷPara ya con los ataques, Mackenzie. ꟷSu voz fue firme y tenía ese tono que me hacía sentir como un idiotaꟷ. No he venido a pelear.
ꟷ¿Y a qué has venido?
ꟷA almorzar con mi hija pequeña en... Wally's.
ꟷWendy's ꟷlo corregí.
ꟷLo lamento, Wendy's. ¿Y qué se come en este lugar?
ꟷHamburguesas.
ꟷ¿Hamburguesas? ꟷrepitió.
ꟷSí, un medallón de carne entre dos panes, con aderezos y...
ꟷSé lo que es una hamburguesa, Mackenzie ꟷme interrumpió.
ꟷ¿Cómo podría saberlo? ꟷMe encogí de hombros.
ꟷEra la comida favorita de tu madre cuando nos conocimos, tenía una tradición de todos los lunes comer hamburguesas para que el inicio de la semana no resultara tan horrible. ꟷSonrió ante el recuerdoꟷ. Era una buena tradición.
Lo observé con sorpresa y parpadeé para asegurarme que el hombre a mi lado era mi padre y no un clon o un imitador.
ꟷSigue teniendo esa tradición.
ꟷ¿De verdad? ꟷsoltó con algo similar a la emoción
Asentí.
ꟷA Charlotte le encanta.
ꟷCharlotte es tu hermana, ¿verdad?
ꟷAsí es.
ꟷA penas había nacido cuando terminaste el instituto, recuerdo su cabello rojo que se veía desde lejos.
ꟷTú no fuiste a mi graduación. ꟷReíꟷ. Dijiste que tenías una reunión importante a la que no podías faltar.
ꟷSí asistí a tu graduación, me quedé hasta que dijeron tu nombre y luego tuve que partir al aeropuerto.
Otra mirada de sorpresa de mi parte.
ꟷ¿Qué zapatos estaba usando? ꟷlo probé.
ꟷUnas Converse con lentejuelas doradas, tu directora te dedicó una mirada de desaprobación y tú sonreíste para luego mostrarle la suela. Tenías escrito...
ꟷFuck ꟷcompleté con asombro.
Él asintió confirmando mis palabras y un nudo se instaló en mi estómago. ¿Él había ido a mi graduación y no me lo había echado en cara durante todos esos años?
ꟷ¿Es aquí?
Dirigí la mirada hacia el lugar que señalaba y, efectivamente, habíamos llegado. Me había perdido tanto en su confesión y en mis sentimientos tumultuosos que no había notado que habíamos avanzado.
ꟷSí, puedes buscar una mesa. Yo haré el pedido.
ꟷ¿Tienes dinero?
Quise asentir con la cabeza para demostrarle que sabía cuidar mí economía; sin embargo, no tenía lo suficiente para pagar nuestros almuerzos ni nada que fuera comestible, por lo que terminé esbozando una mueca. Al ver mi expresión, Charles no dudó en buscar su cartera y sacó unos cuantos billetes de cien libras para luego extenderlos en mi dirección. Podría haberlos tomado y fingir que la comida había sido muy cara, tan solo no quería iniciar otra guerra sin sentido y esa fue la razón por la que solo tomé uno de los billetes.
ꟷCon esto es suficiente.
ꟷBuscaré una mesa.
Me separé de él para dirigirme a la fila y cuadré mis hombros consciente de que tenía su total atención. Mi turno no tardó en llegar y ordené dos hamburguesas grandes de pollo con bebidas y papas. Esperé con paciencia a que me entregaran el pedido y solté un suspiro largo antes de girar sobre mi eje y dirigirme hacia la zona de mesas con la finalidad de hallar a mi padre. No fue difícil hacerlo, se veía muy fuera de lugar y, a la misma vez, confiado como si tuviera el mundo en sus manos.
Deposité la bandeja plástica sobre la mesa y tomé asiento frente a él intentando evitar su mirada. No me gustaba verlo a los ojos porque allí se encontraba nuestra mayor similitud y saberlo me inquietaba. Me había prometido siempre no parecerme a mis padres; no obstante, la genética era difícil de controlar.
ꟷ¿Hay algo nuevo en tu vida? ꟷquiso saber.
ꟷ¿Algo nuevo como qué?
ꟷAmigos, pasatiempo, novio.
Un poco de todo, de hecho.
ꟷSí a todo.
ꟷ¿Te molestaría contarme?
Observé con diversión cómo acomodaba una servilleta sobre la mesa cual mantel y luego colocaba su comida encima. Él se encontraba fuera de su zona de confort y aun así no se había quejado.
ꟷConocí a los mejores amigos de Theo y se puede decir que somos amigos ahora, principalmente de Taylor.
ꟷ¿Y Taylor es tu nuevo novio?
ꟷDemonios, no ꟷchillé.
La incomodidad ante mi maldición se vio reflejada en su rostro y me aclaré la garganta para continuar.
ꟷTaylor es solo un amigo. Yo... Theo y yo estamos saliendo.
ꟷ¿Saliendo?
ꟷEs la manera moderna de decir que estamos conociéndonos y nos gustamos mutuamente, pero todavía no somos pareja.
ꟷ¿Theo Johnson?
ꟷSí, el único Theo que conozco.
ꟷY ustedes viven juntos.
Bufé y blanqueé los ojos. Se había tardado en emitir un juicio, siempre había algo que no le gustaba.
ꟷJamie vive con nosotros, ¿lo recuerdas? Me dejaste bajo su cuidado.
ꟷSolo estaba confirmándolo.
ꟷNo tienes que asumir el papel de padre sobreprotector ahora, Charles.
ꟷLo sé.
ꟷTheo y yo estamos bien, no metas tus narices.
ꟷMackenzie...
ꟷNo, papá ꟷlo cortéꟷ. Ni tú ni nadie tienen opinión en este asunto, es mi vida y mi elección.
ꟷLo sé.
ꟷNo volveré a hablar del tema.
Asintió de acuerdo y tomó el refresco para darle un sorbo. Arrugó los labios al sentir el sabor, pero lo tragó sin pensarlo dos veces.
ꟷ¿Algo más que quieras contarme?
ꟷ¿Algo que quieras saber? ꟷcontraataqué.
ꟷTus estudios.
Por supuesto.
ꟷNo terminaré la carrera, no lo intentes.
ꟷMac, sabes que es importante que tengas un título.
ꟷ¿Para quién es importante? ꟷrebatíꟷ. ¿Para mí o para ti?
ꟷPara ambos.
ꟷNo me gustan los negocios, ya te lo he dicho.
ꟷ¿Y qué te gusta?
Por primera vez tenía una respuesta para esa pregunta y era una que me entusiasmaba.
ꟷQuiero estudiar veterinaria.
ꟷ¿Veterinaria dices?
ꟷDeja de repetir todo lo que digo. Sí, quiero estudiar veterinaria y necesito tu ayuda.
ꟷQuieres que pague tus estudios.
Asentí. No era la manera más bonita de decirlo, pero ya que a eso se había reducido siempre nuestra relación, no me resultó incómodo ser sincera. Él era mi fuente de dinero y yo era su fuente de desilusiones.
ꟷAsí es.
ꟷLo pensaré.
ꟷ¿Qué? ꟷexclaméꟷ. ¿Qué sucedió con lo importante que es para mí tener un título universitario?
ꟷSueles cambiar de parecer con rapidez y veterinaria es una de las carreras más costosas en cualquier universidad.
ꟷDijiste que tu dinero era mi dinero.
ꟷY lo es, pero no gastaré ciento de miles de libras al año para pagarte una universidad, comprarte un piso, asegurarme que tengas comida, libros, ropa y todo lo necesario para estudiar si lo abandonarás a las pocas semanas.
ꟷMe encanta la fe que tienes en mí, papá.
Remarqué la palabra "papá" para que sonara como una ofensa y supe que le había dolido por su expresión. Ya éramos dos los molestos y dolidos en esa mesa.
ꟷNo te lo estoy negando, dije que lo pensaré.
ꟷClaro.
ꟷDemuéstrame que puedo confiar en ti.
No contesté porque de haberlo hecho habría soltado un montón de palabrotas y mis escasas posibilidades de estudiar se habrían reducido a cenizas. Sin embargo, mientras lo miraba comer y cambiar de tema, me quedó en claro que no importaba lo bien que actuara y lo mucho que me esforzara, nunca sería suficiente para mi padre. Nunca sería digna del apellido Dankworth.
¡Hola, gente bella de Rose Valley! ¿Cómo están hoy? ¿Qué tal los trata la vida?
Hemos presenciado un encuentro tenso entre padre e hija, una charla donde Kenz descubrió que su padre sabe cosas sobre su vida y estuvo presente en algunos momentos que ella creía imposible. ¿Le podremos dar una oportunidad o demostrará que no es de fiar?
Muchas gracias por leer, votar y comentar. Las adoro y les deseo un magnífico fin de semana.
MUAK!
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