MACKENZIE

Theo estaba abrazando a una chica y yo estaba tan poco interesada en la situación que pensé en escabullirme para darles privacidad, a nadie le gustaba tener a un intruso en una conversación. No obstante, el abrazo terminó rápido y el rubio giró hacia mí para presentarme. Podía decir que por lo menos estaba peinada y que mi ropa no tenía ninguna mancha.

ꟷKenz, ¿recuerdas que te hablé de mi ex novia, Sophie?

Asentí con la cabeza y él la señaló sin dejar de sonreír. Extendí la mano para saludar a la chica que era más bajita que yo y tenía el rostro de una muñequita de porcelana, era tan adorable que me provocaba la necesidad de pellizcarle las mejillas. ¿Ella era la novia tóxica de la que me había hablado Tyler?

ꟷMucho gusto. ꟷSonreí.

Ella sonrió también y estrechó mi mano con buen humor. Sus ojos cafés me observaron sin malicia y aproveché para hacer lo mismo. Era delgada, pero con curvas; su cabello, de color castaño cobrizo y lleno de hermosos bucles; su piel estaba un poco bronceada y tenía unos ojos muy expresivos. Entendía por qué Theo se había fijado en ella, era muy linda.

ꟷAdoro tu cabello, ¿siempre luce así de genial? ꟷpreguntó.

ꟷVaya, necesitas gafas.

Rió por lo bajo y acomodó un mechón de su pelo tras su oreja, incluso con ese movimiento tan normal se las arreglaba para verse tierna.

ꟷMackenzie es mi...

Theo dejó la frase al aire y frunció el ceño mientras me observaba. ¿Su qué? Era complicado, lo entendía. No éramos simples amigos, aunque tampoco éramos algo más que amigos.

ꟷSoy su compañera de piso.

ꟷ¡Oh! Eso es genial. ꟷexclamó y no encontré nada en su voz que me indicara que no estaba siendo sinceraꟷ. Eres británica, ¿verdad?

ꟷFrancesa.

Sus lindos ojos se abrieron con sorpresa.

ꟷ¡Estás bromeando!

ꟷNop.

ꟷQue envidia, mi sueño es conocer Francia.

Bueno, no era la única. Muchas personas lo mencionaban cuando decía mi nacionalidad y comprendía el sentimiento, mi país era bellísimo y tenía una cultura increíble.

ꟷA mí me gusta mucho Rose Valley ꟷme sinceréꟷ. Es mucho mejor que Paris.

ꟷLo dudo mucho.

Sonreí también porque ya no sabía qué contestar. Ella era agradable; sin embargo, no la conocía y no quería interrumpir su encuentro con Theo.

ꟷIré por chocolates ꟷle aviséꟷ. Te espero por allá, demórate cuanto quieras.

Él asintió en respuesta y giró rápidamente hacia la chica para continuar la conversación.

Me alejé de su lado y comencé a estudiar los pasillos de la tienda buscando los chocolates. En verdad no me apetecían, pero me había parecido una buena excusa para darles su tiempo. No me gustaba ser una carga y la privacidad, incluso en un almacén, era algo que se debía respetar siempre.

Hallé las barras junto a las dos cajas registradoras, una vacía y la otra custodiada por un hombre de unos treinta y largos que observaba la televisión colgada sobre la puerta. No había muchos clientes con la lluvia y podía imaginar el aburrimiento que el pobre estaba experimentando.

ꟷHola ꟷsaludé.

El hombre apartó la mirada de la televisión y me entregó una sonrisa como saludo.

ꟷ¿Puedo ayudarte en algo?

ꟷ¿Qué chocolate me recomiendas?

ꟷ¿Es para ti?

Moví la cabeza de lado a lado para indicar una negativa.

ꟷLa familia Johnson, ¿los conoces?

ꟷClaro, todos nos conocemos por aquí. Lleva esos, son los favoritos de los mellizos. ꟷMe señaló una tableta envuelta en papel azul brillante y de una marca que no conocíaꟷ. No fallarás con esa elección.

Agregué dos al carro y luego seguí mirando las etiquetas para hacer tiempo. ¿Cuánto iba a demorar? Llevaba unos buenos diez minutos charlando y sospechaba que el helado comenzaba a derretirse. Le había dicho que demorara lo que quisiera, aunque no creí que tanto. Dirigí, entonces, mi mirada con disimulo hacia el final del pasillo donde había dejado a Theo y a su ex y no me sorprendió notar que seguían enfrascados en una charla animada; sin embargo, sí me sorprendió ver la mano diminuta de ella sobre su antebrazo y sus mejillas sonrojadas. Las mejillas de los dos. No dejaban de mirarse mutuamente como si estuvieran compartiendo un momento mágico y sentí un peso horrible en mi vientre.

ꟷ¿Te gusta trabajar aquí? ꟷsolté dirigiéndome hacia el cajero.

ꟷ¿Si me gusta trabajar en la tienda de mi madre?

ꟷAjá.

ꟷHay peores trabajos. ꟷSe encogió de hombros.

ꟷSeguro te enteras de los chismes antes que nadie.

Sus labios se curvaron hacia arriba.

ꟷPor supuesto.

ꟷ¿Algo que quieras compartir?

Pareció pensárselo unos segundos y luego miró hacia donde Theo y Sophie se encontraban.

ꟷEs la primera vez que se ven desde su ruptura.

ꟷEstás mintiendo.

ꟷNo. Fue una ruptura bastante fea, llena de drama y llanto por parte de ella ꟷme informó con complicidadꟷ. Todo el pueblo habló sobre eso por unas semanas.

ꟷVaya...

ꟷY todos hablarán de este momento.

ꟷ¿Por qué?

No pude evitar fruncir el ceño y él se hizo el inocente por unos momentos.

ꟷ¿La actual y la ex en un mismo lugar? Incómodo.

ꟷYo no soy la... ꟷMe detuve al comprender el verdadero significado de sus palabrasꟷ. ¿Quién se lo contará al pueblo si solo somos cuatro personas aquí?

Se señaló a sí mismo y aunque quise evitar reír, no lo logré. Comenzaba a entender el refrán que decía "pueblo chico, infierno grande".

ꟷ¿Quieres que te guarde el helado? ꟷpropuso.

ꟷOh, eso sería genial.

Recogí los potes y se los entregué. Él no demoró en colocarlos en una heladera bajo el mostrador y volvió su atención hacia mí.

ꟷ¿Cómo te llamas?

ꟷMackenzie.

ꟷOliver, un placer.

ꟷ¿Crees que demorarán mucho más, Oliver?

ꟷEs imposible saberlo.

Hice una mueca y miré la televisión que estaba frente a nosotros. Un capítulo viejo de CSI Miami se reproducía y no pude estar menos interesada.

ꟷ¿Tardará mucho la lluvia en terminar?

ꟷPor lo general duran todo el día, no parará hasta entrada la noche.

Mierda. Ya me había aburrido y quería ir a caminar por allí, no podía pagar las compras porque no tenía dinero y tampoco me apetecía interrumpir la conversación de la ex pareja.

ꟷ¿Cuánto cuesta un paraguas?

ꟷUnos veinte dólares.

Demonios, solo tenía cinco.

ꟷGenial ꟷmascullé.

ꟷPuedo cobrárselo a Theo.

ꟷNo, está bien.

ꟷSi te sirve de consuelo... ꟷSe aclaró la garganta y dio un rápido vistazo hacia el pasillo prohibidoꟷ. Nadie creía que ellos iban a durar.

ꟷ¡Eso es horrible! ꟷlo regañé.

ꟷNo dije que fuera lindo, solo es la verdad.

Muerta de curiosidad tuve que dar otra mirada veloz y el malestar en mi estómago se acentuó aún más al notar que la mano de ella continuaba sobre su bíceps y que, además, tenía sus manos unidas. ¿Por qué estaban agarrándose de la mano? ¿Por qué los celos me estaban matando?

ꟷCorrecto. Creo que es hora de marcharme.

ꟷLe diré que te dolía el estómago y tuviste que correr al baño ꟷme aseguró.

ꟷGracias, Oliver. Eres muy gentil.

ꟷSabes que comentaré el chisme luego, ¿no?

ꟷLo imaginé.

Me acomodé el abrigo impermeable y me armé de valor para salir. No me asustaba la lluvia sino quedar como una idiota por marcharme sin Theo. No obstante, me sentía mal estando allí adentro, esperándolo por largos minutos y observando a lo lejos lo que parecía un coqueteo entre él y su ex pareja. Yo me quería y valoraba lo suficiente para saber cuándo era correcto poner un límite y ése era mi momento de decir basta.

ꟷNos vemos ꟷme despedí.

El agua me golpeó con fuerza al salir y maldije mientras caminaba con velocidad hacia la calle en la que estaba la casa de los Johnson. A pesar de que era un pueblo pequeño y que lo había caminado varias veces, no sabía ubicarme muy bien y mucho menos con una tormenta desarrollándose sobre mi cabeza y nublando mi visión.

Mi cabello no tardó en empaparse, mis zapatillas comenzaron a hacer ruiditos plásticos al caminar y los pantalones vaqueros me pesaron. No era una buena idea caminar bajo un aguacero; sin embargo, me convenía volver a la casa y no a la tienda. Una ducha caliente y un café serían suficientes para evitarme un resfrío.

Me llevó pocos minutos llegar a destino y me quedé de pie en el camino de entrada debatiéndome si era buena idea ingresar sin Theo. Habíamos salido juntos y no me parecía una buena idea volver sola y empapada. Susan regañaría a su hijo sin saber las razones porque era lo suficientemente buena como para defender a cualquiera que se viera en aprietos; no obstante, no quería crear un drama. En consecuencia, miré hacia la puerta cruzando la calle y comprendí que esa era una mejor idea.

Corrí para refugiarme bajo el techo y toqué el timbre dos veces antes de dar un paso hacia atrás y abrazarme a mí misma para resguardar el calor. Escuché un "estoy yendo" que provenía del interior y cinco segundos después Roger, el padre de Taylor, abrió la puerta.

ꟷ¿Mackenzie? ¿Estás bien?

Asentí porque sospechaba que si hablaba me iban a tiritar los labios.

ꟷ¿Quieres pasar?

Nuevamente moví la cabeza como respuesta y él se hizo a un lado para dejarme entrar a su bonita casa. El calor de la calefacción me dio la bienvenida y cerré los ojos para disfrutar la sensación.

ꟷ¿Buscas a Taylor y Genesis?

ꟷSí ꟷcontesté.

ꟷEstán en su habitación, puedes pasar. ¿Necesitas que te traiga una toalla?

ꟷEstoy bien.

Me sentí un poco mal por su bonito piso de madera, estaba creando un charco donde estaba parada y si bien el suelo estaba preparado para eso, alguien tendría que limpiarlo.

ꟷ¿Y una bebida caliente?

ꟷUn café estaría bien.

Roger me dedicó una sonrisa y comenzó a caminar hacia la cocina. Comprendí que era mi momento para buscar a Taylor y Genesis y no me tardé mucho más en ingresar. Su habitación era la última en el pasillo y los posters y calcomanías en la puerta no eran mi única pista, ya había estado allí antes. Golpeé la madera revestida con papel con mis nudillos y esperé. No pensaba entrar y encontrarme con un espectáculo de desnudos.

Genesis fue la encargada de abrirme y sus expresivos ojos se abrieron de par en par al verme. ¿Tan mojada estaba? Me sentía empapada, pero comenzaba a sospechar que lucía como alguien que había caído a una piscina.

ꟷKenzie, pasa, pasa ꟷme indicóꟷ. ¿Está todo en orden? ¿Qué ha sucedido?

Me rodeó los hombros con uno de sus brazos y con su mano libre quitó el cabello mojado de mi rostro. Se veía preocupada, seguro le estaba dando un susto de muerte.

ꟷSophie y Theo se encontraron en el almacén ꟷexpliqué.

Taylor, que estaba recostado en su cama, me miró con confusión y ladeó su cabeza hacia un lado como un perrito curioso.

ꟷ¿Y tú estabas allí, te sentiste incómoda y volviste a la casa, pero te diste cuenta que no podías regresar sin Theo y te pareció buena idea buscarnos? ꟷadivinó el pelinegro.

ꟷNo podría explicarlo mejor.

ꟷKenz, estás helada. Quédate aquí, iré por una toalla.

Le dediqué una mirada incómoda a Taylor y él rió con diversión. El muchacho estaba sin camiseta y aún en pijama a pesar de ser bien entrada la tarde. Su cabello estaba despeinado y la cama un poco arrugada. Genesis también estaba en pijama, solo que vestía además una sudadera que estaba segura le pertenecía a su novio.

ꟷ¿Interrumpo?

ꟷNo, estábamos viendo una película.

Me señaló el televisor y noté que una de las películas de Harry Potter estaba pausada.

ꟷ¿Estaban viendo una película o "viendo" una película? ꟷDibujé comillas en el aire para que notara la diferencia.

ꟷHarry Potter es una saga sagrada, no se permiten juegos durante su reproducción.

Genesis volvió en ese momento con varias toallas y no dudó en envolverme con una y con otra comenzó a secar mi cabello con cuidado.

ꟷ¿Quieres darte una ducha?

ꟷNo, estoy bien.

ꟷTe enfermarás, Kenzie ꟷrepuso Tay.

ꟷNo estoy tan mojada.

ꟷMírate al espejo ꟷme indicó la rubia.

No tenía más opción que hacerle caso por lo que busqué el espejo en la puerta y mis cejas se dispararon hacia arriba al notar mi aspecto. Menuda tormenta, estaba hecha un desastre. ¿Lo que sentía eran mis bragas mojadas o era el pantalón?

ꟷPodría tomar una ducha rápida ꟷdije finalmente.

ꟷSiéntete como en casa.

Le sonreí a Taylor y permití que Genesis me guiara hacia el baño de la habitación. Cerró tras de sí y me indicó donde encontrar más toallas y me aseguró que podía demorarme tanto como deseara.

ꟷTe buscaré algo de ropa, creo que tengo ropa interior sin estrenar en el armario.

ꟷGracias.

ꟷDescuida.

Se acercó a la salida y mordí mi labio sin saber si hablar o no.

ꟷ¿G?

Sus ojos cafés recayeron sobre mí y me dedicó una sonrisa tranquila que consiguió el efecto deseado.

ꟷ¿Crees que Theo se enojará conmigo por dejarlo sin avisar en la tienda?

ꟷNo.

ꟷ¿Qué tan estúpida me crees por haber corrido al verlo con Sophie?

ꟷEstoy segura que no corriste al instante, algo te debe haber hecho sentir mal. Y no te creo estúpida, Kenzie ꟷme aseguróꟷ. De haber estado en tu lugar, me habría comportado como una idiota, hiciste lo mejor para ti.

ꟷ¿Le avisarás a Theo que estoy aquí?

ꟷ¿Quieres que le avise?

ꟷNo lo sé ꟷadmití.

ꟷLe haré saber que estás a salvo para que no se preocupe, ¿está bien eso para ti?

ꟷSí, gracias.

Otra sonrisa tranquila que ayudó a calmar mis nervios.

ꟷTe traeré ropa.

Esa vez no la detuve cuando tomó el picaporte y me dispuse a quitarme las prendas mojadas para luego meterme a la ducha. Cuando el agua caliente hizo contacto contra mi piel helada no pude evitar estremecerme, realmente esperaba no enfermarme.

Le debía una explicación a Taylor y Genesis.

También le debía una disculpa a Theo.

Y estaba segura que Tyler me pediría el chisme completo en pocas horas.

¡Hola, mis florcitas! ¿Cómo están hoy? Las extrañé, lo confieso.

Ay, Kenzie tuvo un ataque de celos. ¿Qué creen que sucedió entre Theo y Sophie? ¿Y cómo creen que reaccionará Theo cuando note que Kenz se fue?

Por otro lado, ¿no son Genesis y Taylor geniales amigos? Roger es un papá genial, de tal palo tal astilla.

Espero que les haya gustado el capítulo, ¿han tenido una parte favorita?

Muchísimas gracias por todo su apoyo y amor, les deseo un hermoso día y les mando muchos abrazos cariñosos. ¡Las quiero!

MUAK!