Capítulo cincuenta y ocho
MACKENZIE
Theo seguía distante y no podía culparlo, no era solo conmigo sino con Jamie y sus amigos en Estados Unidos también. Estaba preocupada, por supuesto, pero también entendía que él necesitaba su espacio. Sabía que no estaba enojado conmigo porque me brindaba sonrisas cada tanto, bromeábamos juntos, me llevaba el almuerzo todos los días al trabajo y dormíamos abrazados bajo su petición; sin embargo, comprendía cómo se sentía. ¿Y quién no se habría asustado al pensar que todo por lo que había trabajado estaba a punto de desmoronarse de un segundo a otro? No podía hacer más que detestar a mi padre, la presión que había puesto sobre sus hombros era horrible.
Quería poder consolarlo y no me refería exclusivamente a tener sexo, ya lo había intentado y si bien lo había ayudado a distraerse, no había arreglado su humor. Me sentía como la peor novia del mundo y quizás lo era.
Esa tarde había salido antes del trabajo para recoger unos documentos en una empresa cercana y estaba volviendo a casa a pie disfrutando el aumento de temperatura que anunciaba el inicio cercano de la primavera. Había comprado unos croissant mixtos en una panadería francesa e iba escuchando música con mis audífonos. Me detuve en seco cuando una chica de una edad cercana a la mía me habló y me quité uno de los auriculares para prestarle atención.
ꟷ¿Disculpa? No te escuché. ꟷSonreí.
ꟷ¿Quieres adoptar una mascota o contribuir a salvarle la vida a los animales?
Me enseñó una lata de leche que estaban usando como alcancía y no dudé en meter mi mano en mi bolso para buscar un billete. Dejé diez libras en el interior y le dediqué otra sonrisa.
ꟷMuchas gracias por la ayuda, la gente suele ignorarnos.
ꟷ¿Rescatan muchos animales?
Una mueca triste se instaló en sus labios y asintió.
ꟷSí, uno creería que ha quedado en el pasado eso de abandonar a tus mascotas o no castrarlas para evitar que se reproduzcan sin control; sin embargo, la sociedad no ha avanzado.
ꟷ¿Tienes alguna tarjeta o algo para comunicarme con la organización? Creo que podría convencer a unos amigos de donar.
Sus ojos se iluminaron al escucharme y no tardó en arrimarse a una mesa pequeña donde un muchacho de unos quince años se encargaba de las fichas de adopción, parecían ser hermanos por sus claras similitudes físicas.
ꟷAquí están nuestras redes sociales y el número del refugio ꟷme explicó mientras me entregaba una tarjeta coloridaꟷ. De verdad, muchas gracias.
Miré las jaulas de todos tamaños distribuidas en las sendas del parque y no pude evitar sentirme terriblemente mal al ver a todos los animalitos allí adentro esperando a ser adoptados. No estaban en malas condiciones, eso era obvio, pero se notaba la falta de amor en sus ojitos. Pude entender mejor que nunca a Genesis en ese momento y por qué Taylor no la dejaba acercarse a los refugios de animales, quería llevarme a todos a casa.
ꟷ¿Tienes algún gato? ꟷsolté antes de que pudiera darme cuenta.
ꟷ¿Un gato adulto o un cachorro?
Me encogí de hombros, ya no podía dar marcha atrás. No era capaz de ilusionar a esa chica con una posible adopción y luego decirle que había sido un impulso. Quería un gato, aunque no para mí.
ꟷTenemos un gato adulto que rescatamos hace unas semanas, tiene unos cuatro años y es muy tranquilo ꟷanunció con una amplia sonrisa en sus labiosꟷ. Se lleva bien con los niños y otras mascotas, pero tiene diabetes.
ꟷ¿Qué tan malo es eso?
ꟷNo mucho si se le dan sus medicinas. ¿Quieres conocerlo?
Asentí con la cabeza y ella me guio hacia una jaula justo detrás de la mesa donde su familiar esperaba que algún alma bondadosa decidiera darle una oportunidad a alguna de esas mascotas. Me puse de cuclillas y observé con atención como la chica de cabello negro tomaba al gato marrón en sus manos y acariciaba su pelaje.
ꟷSe llama Teacup, pertenecía a una anciana que falleció y quedó solo por mucho tiempo.
ꟷ¿Sabe orinar en cajas de arena?
ꟷPor supuesto.
Antes de que pudiera arrepentirme, dije las palabras que ella quería oír:
ꟷMe gustaría adoptarlo.
ꟷ¡Estupendo! ¿Te molestaría llenar una ficha de adopción?
ꟷPor supuesto que no.
***
Haciendo malabares con mi bolso, los documentos que había buscado para mi hermano, la bolsa de croissants, una jaula con un gato y una gran bolsa con alimento, piedritas, juguetes y medicinas, abrí la puerta de entrada del departamento. Pateé la madera para correrla de mi camino y volví a patearla una vez que me encontré dentro de mi vivienda. Dos pares de ojos curiosos se posaron en mí y les dediqué una sonrisa incómoda mientras sentía mi bolso resbalar por mi hombro.
ꟷ¿Necesitas ayuda, Kenz?
ꟷPor favor.
Theo y Jamie no tardaron en venir hacia mí y entre los dos desarmaron el nudo de pertenencias que tenía en mis manos y brazos. Mi novio fue el primero en notar la jaula donde el felino descansaba bien adentro, casi oculto, y arqueó una ceja cuando posó sus lindos ojos sobre mí.
ꟷ¿Por qué tienes todas esas cosas para gatos?
ꟷPorque adoptaste un gato.
ꟷ¿Un qué? ꟷchilló mi hermano, girando hacia nosotros y con un croissant en su boca.
ꟷTheo adoptó un gato. ꟷSonreíꟷ. Bueno, yo lo hice, pero es un regalo para ti.
El rubio sonrió ampliamente al escuchar mi respuesta y sin dudarlo tomó la jaula de mis manos. Como un niño emocionado se dirigió hacia el sillón donde la depositó y se arrodilló frente a ella para abrir la puerta. Dejé las cosas del gato en el suelo y me acerqué a él para no perderme su reacción.
Su boca se abrió con asombro y emoción cuando sacó a la bola peluda del interior y no dudó en abrazar al gato como si lo conociera de toda la vida. El felino no se quejó, por supuesto, porque de haberlo hecho lo habría devuelto. No porque no quisiera a los animales sino porque debía estar chiflado para no amar a Theo.
ꟷ¡Tengo un gato! ꟷchilló con felicidad.
ꟷAsí es ꟷconfirméꟷ. Se llama Teacup.
ꟷTeacup, me encanta.
Acarició el largo pelaje marrón del animal y buscó mi mirada. Encontré una profunda gratitud en sus ojos y esa felicidad que había estado apagada por una semana producto del mal rato que había vivido en la cena con el francés.
ꟷRecuerdan que es mi casa, ¿verdad?
ꟷCierra la boca ꟷle ordené con buen humor a mi hermanoꟷ y sigue comiéndote mi comida.
James se encogió de hombros y terminó de saborear el croissant. Luego se acercó a Theo que había pasado de estar arrodillado a sentarse sobre la alfombra y hablar con el animal mientras acariciaba sus patitas delanteras. Mi hermano también se acercó, acarició la cabeza de Teacup y sonrió cuando cerró sus ojos.
ꟷLe agrado.
ꟷO tiene sueño ꟷdije para molestarlo.
ꟷO le agrado.
Los dos continuaron acosando al gato y aproveché que no me prestaban atención para acomodar las pertenencias de Teacup cerca de la ventana del balcón. No sabía si Theo lo obligaría a dormir con él o si, por el contrario, lo dejaría a él decidir, pero me pareció que era una buena idea dejar todo ordenado. Luego me dirigí al baño para lavar mis manos y, finalmente, llegué a mi habitación.
Me quité el suéter con un poco de dificultad debido a que mi pelo se había enganchado en una de las perlitas que decoraban el cuello y gemí de dolor cuando arranqué algunas hebras de mi cabello.
ꟷHijo de su...
ꟷ¿Insultarás a tu abrigo?
Giré rápidamente hacia la puerta y le dediqué una sonrisa a Theo para luego enseñarle mi suéter azul.
ꟷCasi me deja calva.
ꟷCorrecto, ¿quieres que lo insultemos juntos?
No tardó en acercarse a mí y tomó mi rostro entre sus grandes manos. Acomodó algunos mechones que habían quedado sobre mis mejillas y ojos luego de la batalla que me había costado parte de mi cabellera y se inclinó hacia delante para posar un beso pausado sobre mi frente.
ꟷGracias ꟷsusurró.
Llevé mis manos alrededor de su cintura y pegué mi cabeza contra su pecho. No tardé en cerrar los ojos y aspirar su fragancia que seguía pareciéndome el olor más increíble del mundo.
ꟷ¿Te agrada Teacup?
ꟷMuchísimo ꟷme aseguró y recorrió mi espina dorsal con la punta de sus dedos.
ꟷSé que no es Franela, pero quizás puedas quererlo tanto como a ella.
ꟷLo querré mucho más.
Me eché para atrás para observar su expresión y no pude hacer más que sonreír. Mi Theo había vuelto, ese que sonreía sin problema y transmitía amor, tranquilidad y felicidad con la mirada.
ꟷ¿Dormirá contigo?
ꟷ¿Teacup?
Asentí.
ꟷEso espero.
ꟷNo podremos tener relaciones si está con nosotros, me sentiré sucia.
ꟷQuizás podamos convencerlo de que nos dé una hora de privacidad al día.
ꟷ¿Solo una hora?
Curvé mi labio para formar un puchero y él rió.
ꟷ¿Hora y media?
ꟷYa qué.
Otra carcajada escapó de sus labios y no fui capaz de contenerme mucho más. Tiré con delicadeza de él hacia abajo y cubrí su boca con la mía para darle un largo beso, un beso que había esperado desde que se había ido a la universidad por la mañana.
ꟷ¿Crees que Jamie quiera hacer de niñero por una hora y media? ꟷmurmuré contra sus labios.
ꟷSería descortés abandonar a Tea en su primera noche aquí por una hora y media.
ꟷTienes razón.
Solté mi agarre sobre su cuello y posé un beso corto sobre su mejilla antes de apoyar la totalidad de mis pies en el suelo. Que estuviera vistiendo tacones ayudaba a estar más cerca de sus labios.
ꟷQuizás podamos dejarlos solos por veinte minutos.
Dicho eso, Theo me tomó por sorpresa al alzarme y depositarme con cuidado sobre la cama. Se colocó sobre mí, con sus rodillas clavadas en el colchón para evitar aplastarme y me dedicó la sonrisa más caliente del universo justo antes de inclinarse y devorar mis labios. Cerré mis ojos y disfruté el beso abrazador que estaba recibiendo y solté un leve jadeo cuando una de las manos de mi novio se colocó sobre mi cuello. Acarició mi piel con el dedo pulgar y eso fue todo lo que necesitó para ponerme la piel de gallina.
Mordió mi labio inferior con actitud juguetona y su mano bajó hasta el cuello de mi camisa. Quitó el primer botón de su ojal sin despegar sus ojos azules de los míos y luego hizo lo mismo con el segundo, cuando finalmente creí que llevaría su mano hacia mi piel, el chillido de un teléfono inundó la habitación.
ꟷ¡Odio los celulares! ꟷme quejé.
Desde la llamada de Taylor para confesarnos sobre su boda borracha con Genesis, habíamos decidido no ignorar ninguna llamada telefónica y esa fue la razón por la cual Theo se incorporó sobre la cama y se dejó caer sentado a mi lado mientras atendía.
ꟷHola, Tay.
Hablando de Roma...
ꟷEsperen un momento ꟷle indicó y luego me miró mientras tapaba el micrófonoꟷ. Quieren hablar con los tres, Genesis está con él.
ꟷSi no los adorara tanto, los enviaría al demonio.
Rió por lo bajo y nos pusimos de pie para dirigirnos al living. Acomodé mi camisa antes de que mi hermano me viera el sujetador y me dejé caer a su lado en el sillón cuando llegamos a destino. Jamie seguía en el mismo lugar, mirando con adoración al gato y jugando con él con un cordón.
ꟷSon Tay y Genesis ꟷle avisó Theo y colocó la llamada en altavoz.
ꟷ¡Hola! ꟷexclamó mi hermanoꟷ. ¿Qué tal la vida de casados?
ꟷ¡Estupenda! ꟷcontestó Genesis desde el otro lado de la líneaꟷ. ¿Están todos allí? Tenemos noticias interesantes.
ꟷ¿Estás embarazada?
ꟷDiablos, Kenz, no. No vuelvas a decir eso.
Reí al escuchar a Taylor y me acomodé en el sillón esperando las noticias.
ꟷ¿Qué harán de aquí a un mes?
ꟷNi idea, pequeñita. Supongo que lo mismo que ahora.
ꟷGenial porque eso significa que podrán venir a nuestra renovación de votos.
ꟷCielo, creí que habíamos acordado que se lo diríamos más como una invitación y no como una orden ꟷla regañó su esposo.
ꟷ¡No pueden faltar! Los tres son súper importantes. Así que sí, es una orden.
Theo, mi hermano y yo compartimos una sonrisa animada mientras escuchábamos a la pareja debatir sobre cómo era adecuado dar ese tipo de noticias. Algo me decía que éramos los primeros a los que había llamado, quizás a Tyler se lo habían dicho personalmente.
ꟷCorrecto, correcto. Hermanos Dankworth y mi queridísimo mejor amigo, Theo, ¿vendrán a nuestra renovación de votos que se celebrará el sábado seis de abril al mediodía en Blue Lake?
ꟷPor supuesto, pequeñita.
ꟷCuenta conmigo ꟷañadí.
ꟷNo me lo perdería por nada, Genie.
Escuché un agudo "yay" que solo podía pertenecer a la rubia y reí nuevamente. Ella en verdad me agradaba, era imposible estar de malhumor cuando estaba cerca, incluso si era una llamada telefónica.
ꟷOtra cosa ꟷdijo Taylor, podía identificar la felicidad en su vozꟷ. ¿Theo, serías mi padrino de boda?
Observé a mi novio y noté que una sonrisa de dicha absoluta se había apoderado de sus labios.
ꟷ¡Eso ni se pregunta! ¡Obvio que sí!
ꟷGenial, compartirás tu puesto con Ty. Espero que no te moleste.
ꟷNi un poco.
ꟷY tú, James, ¿quieres formar parte de mis caballeros de honor? ¿Así se dice?
ꟷSí, amor, ya te dije que así se dice.
Mi hermano rió por lo bajo; sin embargo, noté que también estaba feliz por la propuesta.
ꟷSería un placer.
Otro "yay" invadió la línea y no hice más que remover mis dedos nerviosa. Theo me había dicho que Genesis me pediría ser su dama de honor y estaba muy asustada de que fuera verdad. No sabía muy bien cuáles eran las tareas de una dama de honor, pero sentía que metería la pata si me dejaban algo a cargo.
ꟷKenz...
Oh, mierda.
ꟷ¿Si, Genesis?
ꟷSé que nos conocemos hace poco y nos hemos visto muy pocas veces en persona, pero me sentiría muy, muy, muy feliz si aceptaras ser mi dama de honor.
Ay, carajo. Lo había dicho y claro que no iba a rechazarla.
ꟷMe encantaría, solo si no me das ninguna tarea.
ꟷEstás libre de responsabilidades, solo tienes que vestir del color que yo te diga.
ꟷAsegúrate de que no sea un color horrible.
Por la siguiente hora, permanecimos en una larga conversación telefónica con la pareja de casados y nos pusieron al corriente sobre la logística para su renovación de votos. Ellos tenían todo planeado y sonaba maravilloso, sobre todo la parte en la que había una luna de miel en grupo en la que yo estaba incluida pero no mi hermano.
No iba a mentir, estaba muy entusiasmada por esa celebración.
¡Hola, mis bellos habitantes de Rose Valley! ¿Cómo están? ¿Su semana ha ido bien?
Tenemos algunas noticias bonitas, ¿no? Primero, Theo y Kenzie están bien. Segundo, ¡tenemos un gato! Bienvenido Teacup a la familia. Y tercero, ¡tenemos fecha para la renovación de votos! ¿Cuál les emociona más?
Muchísimas gracias por todo su apoyo y amor. ¿Son las mejores? Lo son. ¡Las amo! Les deseo un bellísimo día.
MUAK!
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