En el jingshi los minutos se hacían interminables.

De repente, Zidian dejó de brillar y nuevamente se convirtió en un anillo alrededor de la mano de Jiang Cheng, éste abrió los ojos y se quedó observando a Wei Wuxian en silencio, expectante.

Nada... nada... segundo tras segundo pasaba y aún no había ninguna señal de cambio. Sin poder disimular su ansiedad, Jiang Cheng comenzó a sentir sus músculos tensos a medida que los segundos se transformaban en minutos. Jin Ling también se veía ansioso y apretaba sus puños en silencio unos diez pasos atrás. Comenzando a perder esperanzas, sus expresiones se tornaban cada vez más complejas.

Entonces los parpados de Wei Wuxian temblaron, levantó su mano casi sin fuerzas y se tocó el rostro. Un gemido ronco intentó escapar de su garganta por el dolor, mientras abría el único ojo que podía. Lan Wangji lo miraba con el rostro totalmente descolorido, la comisura de sus labios intentó esbozar una sonrisa, pero trastabillo al mismo tiempo que fue sostenido por Lan Xichen. Con suma suavidad, pero con un tono claramente imperativo le dijo —El Maestro Wei ya volvió, ahora tu descansarás y comerás. Luego tendremos una charla, ven a recostarte un momento. En un momento vendrá el médico a revisarlo.

Sin permitirle negarse, Lan Xichen lo sostuvo de los hombros y lo recostó en una cama en una habitación contigua del jingshi.

Entretanto, Wei Wuxian apenas acostumbrándose a la luz, no podía creer la vista del orgulloso Jiang Cheng junto a él, ¿acaso había muerto o se acercaban interminables sequías? Jin Ling y los otros discípulos allí soltaron todo el aire contenido y se retiraron, pensando en visitarlo más tarde.

Creyó haber visto a Lan Wangji y Lan Xichen por un instante, pero su cabeza dolía, su boca y garganta estaban secos y un lado del rostro le hormigueaba. Totalmente desprovisto de fuerza, intentó enderezarse con un quejido, Jiang Cheng lo ayudó con suavidad mientras le decía con un tono inusualmente suave —Con cuidado.

Wei WuXian tartamudeó —¿Q-qué está pasando?

Jiang Cheng ni corto ni perezoso usó su tono más habitual de sarcasmo —Te partieron la cabeza y cortejaste la muerte, ¿no lo recuerdas?

Se llevó nuevamente la mano al rostro —N-no... ¿Y Lan Zhan?

—Lo verás después, está agotado —suspiró. — Te ha cuidado una semana sin comer ni dormir, estás vivo gracias a su energía espiritual, dale un descanso. Siéntate, Jin Ling traerá comida y té para que te alimentes. — Al mismo tiempo le acomodó una almohada tras la espalda, más atento de lo que Wei Wuxian lo vio en años.

Durante los dos años que habían transcurrido no tomaron muchas oportunidades para verse, esta podría ser la primera vez propiamente dicha en la cual hablaban más de dos palabras desde lo sucedido en el templo Guanyin. Y la última vez que recordaba a Jiang Cheng con tal actitud fue... ¿con shijie? En verdad, pensándolo mejor, está faceta era desconocida. Pero no estaba muerto, ¿no? El dolor de cabeza era muy real. Tal vez... aprendió a ser así de atento con Jin Ling, pensaba Wei Wuxian.

En menos de lo que arde una vara de incienso, Jin Ling ya había vuelto, alcanzándole un cuenco de humeante sopa. Wei Wuxian apenás olió aquella sopa identificó el olor a sopa de raíz de loto con costilla de cerdo. Comenzó a comer en silencio, sintiendo el amado y entrañable sabor en su boca, sonreía, aunque cada tanto se tocaba la parte desfigurada de su rostro. —Debo verme horrible— suspiró dramáticamente.

Jiang Cheng dijo por lo bajo —El monstruo de Wen Ning se ve mucho mejor que tú ahora mismo.

Wei WuXian le dirigió una mirada ofendida tanto por Wen Ning como por él mismo, apenas conteniendo el reproche que quería darle, su shidi recuperó su actitud más conocida. Orgulloso hasta el último suspiro.

Jin Ling no soportó más mantenerse en silencio, totalmente arrepentido por todo lo que había pasado. Se acercó bruscamente a sus tíos, arrodillándose en un respetuoso kowtow y habló de tirón —¡Tíos, lamento muchísimo haberles provocado tantos problemas! ¡Por haberme escapado tío Jiang se preocupó muchísimo y tío Wei resultó gravemente herido protegiéndome! ¡Lo siento! — Y sin mirarlos, planeaba irse corriendo totalmente avergonzado. No esperó que Jiang Cheng le gritase apenas se dio la vuelta un "¡Vuelve aquí, mocoso cobarde!", por lo que sólo se paralizó dándoles la espalda con el corazón retumbando en sus oídos.

Con tono autoritario—Date la vuelta y acercate, Jin Ling—. Wei Wuxian apenas pudo contener su risa ante la escena, sintiendo como su pecho recibía ese otro tipo de dolor. Jin Ling se giró lentamente, mostrando una expresión avergonzada que lo hacía muy parecido a su padre, Jin Zixuan. Lo único que lo diferenciaba eran aquellos ojos gentiles, tan similares a los de Jiang Yanli. Listo para cavar su propia tumba allí mismo y enterrarse, se acercó a pasos tortuosamente lentos. Cuando llegó al medio metro de distancia de la cama no se atrevió a levantar la mirada, Jiang Cheng habló en tono duro—¿Por qué huyes como una joven ama confesando su amor?

Jin Ling permaneció en silencio, enrojeciendo incluso más de lo que creyó posible. Wei Wuxian ante la vista no pudo contenerse más, comenzando a reír a carcajadas a pesar de que cada risa le provocaba dolor en el área afectada de su rostro.

—¡Oh, que tierno nuestro Jin Ling, jajaja! Ay, ay, ¡si no estuviera tan adolorido pellizcaría tus mejillas jaja!

—Wei Wuxian, ¿Qué tonterías estas diciendo? Jin Ling, acercate más por un demonio, o juro que, si tengo que buscarte yo, te quebraré las piernas—. El más joven no se atrevió a soltar ni una palabra y se terminó de acercar.

Wei Wuxian se estiró lo más que pudo hasta que alcanzó la ropa del menor y lo tironeó con la poca fuerza que tenía hasta que quedó arrodillado sobre la cama. —¿Así que ahora me dices tío? Estoy emocionado hasta las lágrimas Jin Ling, no deberías hacerle esto a mi corazón— habló Wei Wuxian, el cariño rebosante en su tono. Acercando su mano hacía la coronilla de su sobrino, continúo —Ay, a-Ling, a-Ling. No te preocupes, no te culpo por nada. Eran tantos cadáveres feroces, es entendible que nos provoquen problemas.— Jiang Cheng escuchaba en silencio el monologo, mirando seriamente a su sobrino, quién pasó de tener la mirada gacha a mirar los ojos de su tío mayor, emoción rebosante. Wei Wuxian terminó con un suspiro cansado —¿Cómo podría no protegerte? Somos familia.— Esa afirmación terminó de calmar la tempestad en el corazón de Jin Ling, finalmente soltando un par de lágrimas que contenían la preocupación, culpa e inseguridad de aquella semana sacada de pesadillas.

Realmente, no era capaz de aceptar otra muerte dentro de su ya pequeña familia, mucho menos si fuera su culpa. De pronto, sentir que nuevamente recuperaba una pieza clave en su vida, otro apoyo, logró borrar toda vergüenza sustituyéndolo por felicidad. Wei Wuxian se sentía de la misma forma, de pronto tener a Jiang Cheng a su lado como en el pasado y ver al amado Jin Ling de su shijie junto a él, le provocó infinita dicha.

Jiang Cheng, después de unos minutos, solo atinó a decir —Jin Ling, ya te disculpaste, ahora ve a limpiarte el rostro. Un futuro líder de secta no puede verse en tal estado. Deja a Wei Wuxian terminar de comer, luego podrás seguir arrastrándote—. Aunque sus palabras fueron rudas, su tono dejaba ver algo de orgullo por el chico, tal vez pensando que maduró lo suficiente como para exteriorizar sus pensamientos. Tal vez ambos maduraron, pensó alegremente el mayor de los tres.

—Si, tío—. Y el muchacho se retiró.

Cuando ya había consumido la mitad de la sopa, el mayor repentinamente dejó de tomarla e intentó pararse, un poco mareado se tambaleó, pero fue sujetado a tiempo por Jiang Cheng desde su delgada cintura mientras lo escuchaba gruñir —¡Wei Wuxian, ¿qué demonios intentas hacer?!

Wei Wuxian le dirigió una sonrisa culpable —Esta sopa está muy buena, Lan Zhan debe probarla también. — Jiang Cheng solo pudo suspirar, tan similar como su tiempo en Gusu, hace más de una década.

Avanzó con pasos vacilantes, Jiang Cheng sosteniéndolo del brazo y el cuenco sujeto en ambas manos hasta la habitación contigua donde Lan Xichen le pasaba energía a un pálido Lan Zhan, que permanecía con los ojos cerrados, meditando.

Wei Wuxian fue ayudado a sentarse en el borde de la cama, siempre con una sonrisa. Mirándolo con infinito amor y devoción, le dijo suavemente —Er-Gege, vamos, siéntate a comer conmigo. Debería alimentarte como agradecimiento por cuidarme, ¿no?

Lan Zhan abrió los ojos lentamente y se sentó sin decir palabra, solo estiró su mano para acariciar la mejilla sana de su pareja, ambos se miraban con ternura. Wei Wuxian sostuvo la cuchara con sopa y la llevó hasta los labios de Lan Zhan, mientras decía —¿Verdad que esta deliciosa?

Lan Zhan mostró una imperceptible sonrisa, solo para Wei Ying y asintió en concordancia —Mm.

Jiang Cheng miró con algo de molestia las miradas que se lanzaba la pareja y chasqueando la lengua, se fue sin más. No mucho después, el resto salió del jingshi, dándoles más privacidad.

Afuera, Jiang Cheng hablaba con Lan Xichen —Parece que tendrán que seguir soportándolo...

—En realidad su presencia aporta mucha vida, los discípulos lo aprecian mucho y su vitalidad es muy agradable, además Wangji es muy feliz— Respondió amablemente el primer Jade.

—Lo positivo de todo esto es que creo que encontré la forma de ayudarlo a cultivar un núcleo dorado más rápido. Si bien este tonto ya pasó su edad ideal de cultivo hace años, puede cultivar algo decente con mi ayuda— declaró de forma pensativa Jiang Cheng, tomando una decisión— Zewu-Jun, le pido que por favor le diga a Wei Wuxian que los espero en el Muelle de Loto en una semana. Usted también es bienvenido.

—Con gusto, líder de Secta Jiang. Gracias por ayudar al maestro Wei y a mi hermano. Oh, y gracias por su invitación.

Ambos se inclinaron con profundo respeto en un saludo y prontamente, Jiang Cheng se retiró llevándose a Jin Ling consigo.

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Notas:

Actualización de hoy! Hola a todos, ¿Qué les pareció el nuevo capítulo? ¿Cómo creen que Jiang Cheng ayudará a acelerar el proceso?

Si les gustó voten y comenten, nos encanta leer sus comentarios <3

Hasta pronto!!