━━━Respirando Amor |Único
━━━FICHA 🌷
🌷Concurso:
━━━Feel loved awards, dirigido por: monsters_generation
🌷Categoría:
━━━Cuality time.
🌷Cantidad de palabras en total:
━━━Capítulo Único: 4071 palabras.
🌷Géneros:
━━━Romance, angst leve, fluff, soft.
🌷Pareja:
━━━Lee Felix & OC Male.
🌷 Gráficos hechos por:
━━━six_one
En las bulliciosas calles de Seúl, se alzaba majestuosa la escuela secundaria, donde la diversidad y la energía fluían como el río Han. Entre los estudiantes que llenaban los pasillos, destacaba Felix, un alfa de corazón amable y sonrisa contagiosa. Sin embargo, su atención estaba siempre en su hermoso novio omega, cuya fragilidad física contrastaba con su fuerza interior.
Cada mañana, Felix llegaba temprano a la escuela para asegurarse de que todo estuviera listo para su novio, desde que tenían 16 años. Con cariño y dedicación, ayudaba a cargar la mochila de ruedas que contenía el tanque de oxígeno de su amado, quien sufría de problemas respiratorios desde temprana edad.
Una relación especial que hacia sonreír a los que los veían.
En una fresca mañana de primavera, Felix, llegó temprano como hacía en los días que su novio debía asistir a la escuela. Estaba muy decidido a preparar todo para el día de clases de su novio omega, Joon.
Entró a la escuela con una mochila de ruedas cargada con el tanque de oxígeno de repuesto que usaba Joon en caso de que el otro se terminara.
Felix se encaminó hacia el aula, listo para asegurarse de que todo estuviera perfecto para cuando llegara su amado.
—Hoy será un gran día para Joonie. Voy a asegurarme de que todo esté listo para él—se dijo a si mismo el alfa, antes de entrar al salón.
Mientras organizaba el aula y ajustaba la temperatura para que fuera más cómoda para Joon, los compañeros de clase de Felix comenzaron a llegar, sorprendidos por su diligencia y dedicación.
—¿Qué estás haciendo, Felix?—preguntó confundido uno de los chicos que acababa de entrar, por lo general él nunca llegaba temprano así que no había visto al alfa rubio hacer esa labor.
—Solo estoy preparando todo para Joon. Sabes que le cuesta un poco más con sus problemas respiratorios, así que quiero que se sienta cómodo cuando llegue—explicó con una sonrisa.
—Eres increíble, Felix. Es genial verte cuidando tanto de Joon—dijo una de sus compañeras sonriendo dulcemente.
Felix sonrió sonrojado, se acercó al escritorio de Joon y comenzó a organizar los libros y apuntes, asegurándose de que todo estuviera en su lugar para cuando su omega llegara. Luego, se acercó al área donde Joon solía sentarse y ajustó la temperatura y la ventilación para garantizar un ambiente cómodo y adecuado para él.
Mientras Felix continuaba con su tarea, varios de sus compañeros se unieron a él, ofreciendo su ayuda para organizar el aula y asegurarse de que todo estuviera perfecto para Joon. Juntos, movieron mesas y sillas, ajustaron la iluminación y prepararon los materiales para la clase del día.
—Gracias a todos por ayudar. Joon va a apreciar esto—dijo con una sonrisa.
—De nada, Joon siempre es amable con todos es lo menos que podemos hacer—respondió otro de los estudiantes presentes.
El teléfono del pecoso sonó, miró el mensaje y sonrió. Salió del aula con una gran sonrisa y caminó hacia los estacionamientos de la escuela. Joon le había un mensaje diciendo que estaba a nada de llegar.
El sol de la mañana brillaba sobre el estacionamiento de la escuela secundaria de Seúl.
Con un suspiro de alivio, divisó el automóvil familiar de Joon estacionado cerca, y se acercó rápidamente.
—¡Buenos días, señora Kim! ¿Cómo está Joon hoy?—saludó haciendo una reverencia ante su suegra.
La madre de Joon, una omega amable y preocupada por su hijo, salió del auto con una sonrisa cansada, sus ojos reflejando la preocupación subyacente.
—Buenos días, Felix. Joon ha tenido una noche difícil, así que te ruego que estés atento a sus necesidades hoy—exclamó la mujer con tono preocupado.
Felix asintió con seriedad, sintiendo el peso de la responsabilidad.
—Por supuesto, señora Kim. Haré todo lo posible para cuidar de él.
—Confío en ti, Felix. Pero recuerda, Joon necesita descansar y tomar sus medicamentos. No dudes en llamarme si surge algún problema. E inmediatamente llévalo a la enfermería.
Felix asintió, agradecido por el recordatorio y el apoyo de la madre de Joon.
—Gracias, señora Kim. Cuidaré bien de él, lo prometo.
Con cuidado, Felix se acercó al lado del pasajero del automóvil y ayudó a Joon a salir, asegurándose de no jalar accidentalmente la cánula nasal que le proporcionaba oxígeno. Con una sonrisa de gratitud, Joon tomó la mano de Felix mientras salía del automóvil.
—Hola bichito—saludó antes de besar la frente del omega—. ¿Estás bien, amor?—preguntó acariciando la mejilla del chico.
—Hola pollito. Sí, estoy bien, gracias por preguntar. Solo necesito un momento.
Felix se aseguró de tomar la maleta que contenía el tanque de oxígeno de Joon, manejándola con cuidado mientras evitaba cualquier movimiento brusco que pudiera perturbar a Joon. Luego, recogió la mochila de útiles escolares de Joon y la colocó sobre su hombro.
—Gracias, Felix. Sé que puedo confiar en ti para cuidar de Joon mientras estás en la escuela—dijo la señora Kim acercándose a la joven pareja, antes de acariciar el cabello de su hijo—. Ya me voy mi pequeño, te vendré a buscar a la salida.
—Sí mami, te esperaré—dijo el omega recibiendo un beso en su mejilla de parte de su progenitora.
—Adiós señora Kim.
Con un gesto de despedida, la madre de Joon se marchó, dejando a Felix y a Joon juntos en el estacionamiento.
Alfa y omega caminaron hacia el edificio escolar, compartiendo risas y conversaciones mientras se dirigían hacia el salón de clases.
—¿Qué piensas hacer después de clases hoy, Joonie?—preguntó el alfa notando a su omega aferrado a su brazo.
—Probablemente solo descanse un poco en casa—murmuró bajito deteniéndose, Felix también lo hizo para que su omega descansara—. Gracias por cuidarme, Lixxie.
—No tienes que agradecerme, Joon. Es lo que los novios hacen, ¿verdad?
—Verdad.
Con una sonrisa reconfortante, Felix y Joon continuaron su camino hacia el aula, a paso lento y cuidadoso.
Juntos entraron al aula. Los compañeros de clase saludaron a Joon con amabilidad mientras se abrían paso hacia sus asientos.
—¡Hola, Joon! ¿Cómo estás hoy?—preguntó Eunha, una chica muy amable.
—Hola, gracias. Me siento bien, ¡gracias por preguntar!—dijo el omega sonrojado.
Felix y Joon se sentaron juntos, con Felix asegurándose de que Joon estuviera cómodo antes de tomar asiento a su lado. Durante la clase, Felix tomó notas diligentemente, mientras ocasionalmente le lanzaba miradas preocupadas a Joon, asegurándose de que estuviera bien.
La hora del almuerzo llegó, y el alfa prefirió llevar a su novio a comer en el jardín antes de enfrentarlo a todo el bullicio de la cafetería.
Felix ayudó a Joon a sentarse en un banco a la sombra, asegurándose de que estuviera cómodo antes de sacar los bocadillos que había preparado. Mientras Joon tomaba aire con las cánulas nasales, Felix le ofreció una botella de agua y comenzaron a hablar sobre sus planes para el futuro.
—¿Has pensado más en qué quieres estudiar después de la escuela secundaria?
—Sí, he estado considerando estudiar arte. Me encanta dibujar y pintar, y creo que sería una buena manera de expresarme.
Felix asintió con entusiasmo, admirando la pasión de Joon por el arte.
—Serías un gran artista. Yo he considerado estudiar música, aunque la gastronómica también es una pasada pasión.
—En ambos serías muy bueno—habló Joon después de comer un poco de pollo. El omega empezó a respirar más rápido.
Felix notó que Joon comenzaba a respirar con más dificultad y decidió cambiar el tema para evitar que se agitara.
—Oye, ¿has visto la última película de superhéroes que salió? ¡Fue increíble!—dijo dándole algo de agua al menor que bebió de forma lenta. Joon empezó a calmarse poco a poco y pronto pudo responder.
—No, todavía no la he visto. ¿Quieres ir al cine este fin de semana para verla juntos?
Felix asintió emocionado, antes de besar la mejilla de su novio.
—Y después puedo llevarte a cenar en un restaurante muy bonito que ha abierto recientemente, ¿te gustaría?—un asentimiento del omega fue lo que recibió.
Mientras seguían disfrutando de su almuerzo juntos, Felix se aseguró de mantener la conversación ligera y divertida, sabiendo que era importante para Joon evitar el estrés y la ansiedad que podían empeorar sus problemas respiratorios.
Después de unos minutos, el alfa notó que Joon se sentía más relajado y animado, y decidió dar un paseo por el patio para disfrutar del aire fresco y la naturaleza que los rodeaba. Joon se aferró al brazo de Felix mientras caminaban lentamente, disfrutando del momento de tranquilidad y conexión entre ellos.
El timbre sonó y Felix cubrió los oídos de su novio para que el repentino sonido fuerte no hiciera sentir incómodo al omega. Cuando el timbre por fin cesó, apartó lentamente sus manos de los oídos del Kim.
—Gracias alfa—murmuró con una sonrisa el más bajo.
—De nada, ven, vamos al salón de biología, es la última clase de hoy y podremos ir a tu casa.
—Está bien—ambos caminaron hacía el salón, Felix cuidando que no lastimaran a su novio.
Entraron al salón, justo antes de que el profesor entrara. Felix ayudó a Joon a sentarse, y puso la mochila del tanque de oxígeno a la derecha del omega.
Unas cuantas horas faltaban y se podrían ir.
El sol se ponía lentamente sobre el horizonte, tiñendo el cielo de tonos dorados y rosados mientras Felix esperaba afuera de la escuela junto a su novio. Joon parecía agotado después de un largo día de clases, su respiración un poco entrecortada mientras esperaba junto a su novio.
Ambos estaban sentados en una banca esperando el auto blanco de la madre del menor. Varios minutos pasaron, Joon con su cabeza apoyada en el hombro de su mayor.
La señora Kim, llegó en su auto y se estacionó frente a ambos, con una expresión preocupada la omega bajó del auto y se apresuró al ver a su hijo.
—Joon, cariño, ¿te sientes bien? Te ves algo cansado.
—Estoy bien, mamá. Solo un poco cansado.
—Vamos, cariño, te ayudaré a subir al auto—dijo Felix notando el temblor en las piernas del omega. Con cuidado, Felix sostuvo el brazo de Joon y lo ayudó a entrar en el asiento trasero del auto, asegurándose de que estuviera cómodo. Se inclinó hacia adelante y acomodó una almohada detrás de la cabeza de Joon, asegurándose de que estuviera apoyado de manera adecuada—. ¿Estás bien así, amor?
Joon asintió débilmente, una pequeña sonrisa curvando sus labios mientras agradecía el gesto de Felix. Con delicadeza, Felix tomó el oxígeno portátil de Joon y lo colocó en el asiento junto a él, asegurándose de que estuviera bien asegurado para que no se cayera durante el viaje.
—Voy a verificar las cánulas de oxígeno, asegurémonos de que estén bien puestas—con manos expertas, Felix examinó las cánulas de oxígeno, asegurándose de que estuvieran correctamente colocadas alrededor de las orejas de Joon y debidamente conectadas al tanque de oxígeno. Una vez satisfecho de que todo estuviera en orden, se sentó junto a Joon y le tomó la mano con ternura—. Listo, todo está listo. ¿Te sientes cómodo, cariño?"
—Sí—dijo el omeguita sonriendo.
—Felix, ¿te quedarás a cenar con nosotros esta noche? Tengo algo preparado en casa—dijo la señora Kim con una sonrisa. Era muy hermoso para ella ver como ese alfa se preocupaba tanto por su retoño. No podía pedir un mejo yerno.
—Sí señora Kim, le avisaré a mi madre pero no tendrá problemas, muchas gracias—dijo con una sonrisa agradecida y se acomodó en el auto junto a Joon mientras la señora Kim subía al auto, arrancaba el motor y se dirigían hacia su casa.
—Debes estar cansado de cargar todas las maletas. Lo siento, Felix—se disculpó el omega tomando la mano de su alfa.
—No te preocupes, Joon. Estoy bien. Solo quiero asegurarme de que estés cómodo.
El viaje transcurrió en relativo silencio, con Felix sosteniendo la mano de Joon con ternura mientras observaban el paisaje pasar por la ventana. A pesar del cansancio, el amor entre ellos irradiaba una calidez reconfortante en el interior del automóvil.
Al llegar a casa, Felix ayudó a Joon a bajar del auto y llevó las maletas al interior, sintiendo un profundo agradecimiento por formar parte de la familia de Joon y por tener la oportunidad de cuidar de él en cada paso del camino.
Una vez dentro, Felix se apresuró a cambiarse de ropa en el baño, sabiendo que tenía varias prendas en la casa de Joon debido a los frecuentes días que pasaba allí.
Mientras Felix se cambiaba, Joon se instaló en su habitación, conectando su tanque de oxígeno y colocándose las cánulas nasales nuevas para facilitar su respiración.
Con la situación bajo control, Felix bajó a la cocina y preparó un par de jugos naturales y una gran bolsa de palomitas de maíz, sabiendo que era la combinación perfecta para una tarde de películas reconfortante, eso siempre servía para pasar tiempo de calidad con su novio, y a la vez un momento de relajación.
Una vez que todo estuvo listo, Felix subió con cuidado las escaleras hacia la habitación de Joon, encontrándolo acurrucado en la cama, con una sonrisa débil en su rostro.
—¿Listo para nuestra tarde de películas, mi amor?
Joon asintió emocionado, y Felix se unió a él en la cama, envolviéndolo con ternura mientras comenzaban a ver "Barbie, una aventura de sirenas", la película favorita de Joon.
En una escena particularmente divertida, cuando el pez secuaz de Eris recibe un regaño, Joon suelta una risita contagiosa, haciendo que Felix sonría con cariño.
—Esa parte siempre te hace reír, ¿verdad?
Joon asiente con una sonrisa brillante, sus ojos brillando de alegría.
—¡Sí! Es tan gracioso ver la cara del pez cuando lo regaña Eris. Nunca me canso de ver esta película contigo.
Siguieron viendo la película, Felix abrazando a Joon contra su pecho, mientras compartían las palomitas de maíz.
Esos momentos llenaban de felicidad el corazón de Felix, y no le importaba si debía volver a ver las películas de Barbie una y otra vez, todo valía la pena al ver la sonrisa en el rostro de su amado.
—Gracias por quedarte conmigo, Felix, y soportar mi adición por Barbie.
—Siempre estaré aquí para ti, Joon. Sabes que te amo—dijo besando la mejilla del omega.
Durante meses, Felix había sido cuidadoso al besar a Joon, evitando los besos apasionados que podrían hacer que el omega se agitara y tuviera dificultades para respirar. En cambio, optaba por besos suaves y rápidos en los labios, tratando de mantener la calma y la tranquilidad.
Felix se inclinó para darle uno de esos besos suaves a Joon, pero el omega lo detuvo con una mano temblorosa.
—Felix, ¿podemos intentar algo diferente hoy?
Felix frunció el ceño ligeramente, preocupado por el bienestar de Joon, pero asintió con ternura.
—Claro, cariño. ¿Qué tienes en mente?
Joon miró a Felix con determinación en sus ojos, una chispa de curiosidad mezclada con su habitual ternura.
—Quiero intentar besarte con pasión, como lo hacen las parejas normales.
Felix sintió un nudo en la garganta, preocupado por cómo afectaría eso la respiración de Joon, pero también entendió la necesidad de su omega de sentir una conexión más profunda y apasionada.
—Está bien, Joon. Pero vamos a hacerlo con calma, ¿de acuerdo? Si en algún momento te sientes incómodo o tienes dificultades para respirar, lo detendremos.
Joon asintió con una sonrisa, agradecido por la comprensión y el apoyo de su alfa.
—Gracias, pollito, ahora intentémoslo.
Felix se acercó lentamente a Joon, sus labios encontrando los del omega en un beso suave pero lleno de ternura. Con el tiempo, el beso se intensificó, los corazones de ambos latiendo al unísono mientras exploraban esta nueva forma de conexión.
A medida que se separaban, Felix observó con alivio cómo Joon respiraba con normalidad, una sonrisa radiante en su rostro.
—¿Estás bien, cariño?—preguntó preocupado. En cambio Joon asintió emocionado.
—Sí, estoy bien. Eso fue maravilloso, Felix.
Felix acarició suavemente la mejilla de Joon, sintiendo una profunda gratitud por tener a alguien tan valiente y amoroso a su lado.
—Eres increíble, Joon. Siempre estaré aquí para ti, pase lo que pase.
Joon se acurrucó contra el pecho de Felix, sintiéndose seguro y amado en los brazos de su alfa.
—Lo sé, Felix. Y te amo también.
Siguieron dándose besos y caricias mientras seguían mirando Barbie. Las feromonas de Felix se mezclaban con las de fresas de Joon.
Un ambiente delicado, hermoso y lleno de amor.
El alfa acarició suavemente el cabello de Joon mientras conversaban sobre sus planes para la próxima semana, apenas la película terminó.
—¿El sábado vamos a cenar al nuevo restaurante que abrieron en el centro?"
—¡Me encantaría!—el Kim hizo un puchero—. ¿Pero no tenemos la cita con el médico ese día?"
—Tienes razón, olvidé completamente. Entonces, ¿qué te parece el domingo?
Antes de que Joon pudiera responder, la voz de la madre de Joon resonó desde la puerta de la habitación.
—Joon, cariño, es hora de tu tratamiento.
Joon suspiró con resignación, sabiendo que no podía evitar su rutina diaria de nebulizaciones y ejercicios de percusión para mantener sus problemas respiratorios bajo control.
—Está bien, mamá. Gracias por recordármelo.
Felix le dedicó una mirada llena de preocupación a Joon mientras se sentaba en la cama, dispuesto a ayudarlo en lo que necesitara.
—¿Quieres que te ayude con el chaleco percutor?
Joon vaciló por un momento, sintiendo la vergüenza que siempre lo invadía cuando tenía que hacer frente a su condición frente a Felix.
—No es necesario, puedo hacerlo solo.
Felix frunció el ceño suavemente, sabiendo que Joon era terco cuando se trataba de aceptar ayuda, pero también sabía que en el fondo anhelaba el apoyo de su pareja.
—Lo sé, pero déjame ayudarte. No me importa—replicó el Lee.
Con un suspiro resignado, Joon asintió y se puso el chaleco percutor, una prenda que utilizaba para ayudar a movilizar la flema en sus pulmones. Aunque se sentía incómodo haciéndolo frente a Felix, sabía que era importante para su salud.
Felix se sentó a su lado, rodeándolo con un brazo reconfortante. Con un suspiro resignado, Joon comenzó el proceso de usar su chaleco percutor, mientras Felix lo sostenía con delicadeza. A medida que las vibraciones del chaleco comenzaron a hacer efecto, Joon comenzó a toser y escupir flemas en un envase.
—Lo siento, Felix. Es tan desagradable esto—dijo con voz apagada, y ojitos llorosos.
Felix acarició suavemente la espalda de Joon, tratando de transmitirle seguridad y comprensión.
—No tienes que disculparte, amor. Estoy aquí para ayudarte en todo lo que necesites. Y no pienso en lo asqueroso sino en lo fuerte que estás siendo para soportarlo.
A pesar de su malestar, Joon se sintió reconfortado por las palabras de Felix. Sabía que podía confiar en él para estar a su lado en los momentos difíciles.
—Estoy aquí contigo, cariño. Lo estás haciendo muy bien—apoyó el Lee, besando el cuello de su novio.
Después de un rato, Joon finalmente terminó el tratamiento y se limpió la boca con un pañuelo. Aunque todavía se sentía un poco avergonzado, se dio cuenta de que tenía a alguien en su vida que lo amaba incondicionalmente, incluso en sus momentos más difíciles.
Felix le dedicó una sonrisa cálida a Joon y lo abrazó con ternura.
Joon sonrió débilmente, sintiendo el amor y el apoyo incondicional de su alfa mientras continuaba con su tratamiento. A pesar de las dificultades que enfrentaba, sabía que tenía a Felix a su lado, dispuesto a ayudarlo en cada paso del camino.
Felix se acercó a Joon y gentilmente lo ayudó a quitarse el chaleco, asegurándose de no causarle ninguna molestia adicional.
—Déjame ayudarte con eso, cariño. No quiero que te esfuerces demasiado.
Joon, agradecido por el gesto de su novio, le sonrió débilmente, sus ojos brillando con admiración y amor.
—Gracias. Eres tan atento.
Una vez que Joon estuvo libre del chaleco, Felix procedió con cuidado a deshacerse del envase con la flema, asegurándose de evitar cualquier contaminación. Con meticulosidad, desinfectó y limpió el área para garantizar la higiene y la salud de Joon.
—Es importante mantener todo limpio para evitar que te enfermes más, ¿de acuerdo?
Joon asintió con gratitud, observando con admiración cómo Felix se ocupaba de él con tanta dedicación y cuidado a pesar de su corta edad.
—Eres increíble, Felix.
Felix, sonrojado por el elogio de Joon, le devolvió la sonrisa con ternura antes de preparar el nebulizador para el tratamiento de Joon.
—Bueno, solo quiero asegurarme de que estés bien, Joon. Vamos a empezar con el nebulizador ahora—dijo el alfa preparando el medicamento—. Hoy empezarás el nuevo tratamiento que te envío el doctor. Ya me aprendí lo que debo hacer, ¿estás listo para tu nuevo tratamiento de nebulización?"
—Me siento un poco nervioso, pero confío en ti—dijo el Kim con una sonrisa.
—No te preocupes, cariño—Felix preparó el equipo de nebulización mientras explicaba cada paso a Joon—. Primero, vamos a llenar la cámara de nebulización con el medicamento recetado por el médico. Luego, conectaremos el tubo al compresor y encenderemos la máquina.
Joon asintió, prestando atención a las instrucciones de Felix.
—¿Cuánto tiempo dura el nuevo tratamiento?
—Normalmente, toma alrededor de 10 a 15 minutos. Durante ese tiempo, solo tienes que respirar normalmente a través de la boquilla y dejar que el medicamento haga su trabajo.
Con cuidado, Felix colocó la boquilla en la boca de Joon y encendió el compresor. Joon respiró profundamente, sintiendo el medicamento entrar en sus pulmones. Separó la boquilla y miró al alfa.
—Se siente extraño, pero no es incómodo.
—Eso es bueno. Solo relájate y deja que el medicamento haga su efecto. Estoy aquí contigo todo el tiempo.
Durante el tratamiento, Felix permaneció al lado de Joon, reconfortándolo con palabras de aliento y caricias suaves. Cuando el tratamiento finalmente terminó, Joon respiraba con más facilidad y se sentía agradecido por el apoyo y cuidado de su alfa.
Con una sonrisa reconfortante, Felix abrazó a Joon con ternura. La habitación se llenó de silencio.
Cuando terminaron Felix, limpió y empezó a acomodar todo el equipo.
—Joon, cariño, estoy aquí contigo. Siempre estaré aquí, pase lo que pase—dijo el mayor rompiendo el silencio, mientras le daba la espalda a su novio.
Joon, con una sonrisa débil pero reconfortante, se levantó y abrazó al alfa por la espalda. sus ojos llenos de amor y gratitud.
—Lo sé, Felix. Y yo siempre estaré contigo, incluso si... incluso si...
Las palabras de Joon se vieron interrumpidas por una tos violenta que sacudió su frágil cuerpo. Felix se giró y se inclinó hacia adelante, preocupado, acariciando suavemente el cabello de Joon mientras esperaba a que pasara el episodio.
—Shh, tranquilo, mi amor. Calma, inhala con calma.
Después de unos momentos, Joon recuperó lentamente el aliento, mirando a Felix con ojos llenos de amor y determinación.
—Felix, quiero que sepas que te amo más de lo que las palabras pueden expresar. Eres mi todo, mi razón para seguir adelante.
Las lágrimas comenzaron a emerger en los ojos de Felix mientras escuchaba las palabras de Joon, su corazón sintiendo una mezcla abrumadora de amor y tristeza ante la fragilidad de su amado omega.
—Y yo te amo, Joon. Eres mi luz en la oscuridad, mi razón para levantarme cada mañana. Prometo cuidarte, protegerte y amarte todos los días que nos queden juntos—respondió con la voz entrecortada por la emoción.
Con una determinación renovada, Felix y Joon se abrazaron con fuerza, compartiendo un momento de amor puro y sincero en medio de la incertidumbre que enfrentaban. Aunque el futuro era incierto y los desafíos eran muchos, en ese momento, en los brazos el uno del otro, encontraron consuelo y fortaleza para enfrentar lo que viniera.
En el silencio de la habitación, las palabras de amor y las promesas susurradas se convirtieron en un recordatorio eterno del vínculo inquebrantable que compartían Felix y Joon, una historia de amor que trascendería el tiempo y las adversidades.
Fin.
¿Qué les pareció
la historia?
Les gustó.
¿Cuál fue su parte
favorita?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro