Dos Jugadores
El primer día de Ron en la escuela fue confuso, era como en las parodias de películas donde no pasan ni siquiera pasaba el primer día y te ganabas un enemigo, o en este caso, enemiga. Aunque Ron no sabía cómo tomárselo, le agradeció por el sándwich pero le reclamó el hecho de que fue un brusco con una chica, ¿No que era la época donde la mujer no es delicada y esas cosas?.
— Y bien hijo... ¿Cómo estuvo tu primer día?- Dijo María.
— Extraño... Hoy una chica me pegó en el brazo y me agradeció por tirarle un sándwich en su cara- Dijo Ron.
— Ronnie... ¿Cómo puedes ser tan... Bruto?- Dijo Bebe.
— Lo siento, entré en pánico... le tiré la mitad de mi sandwich y después huí, para cuando terminaron las clases me dijo lo mismo que tú, Bebe. Me dijo que soy muy brusco pero me dió las gracias porque se comió el sándwich ya que no desayunó- Dijo Ron.
— Bueno, tu intención es buena pero tienes que dejar de ser tan agresivo, a veces esas conductas no te llevarán a nada, así que mañana te disculparás con esa niña- Dijo María.
— Si, eso no se le hace a una chica- Dijo Bebe.
— Tienen razón, tienen razón... Mañana me disculpo- Dijo Ron rendido ante la vergüenza.
Al día siguiente
Ron se había sentado en su banca, cercana a la de Linka, estaba avergonzado después de la charla de ayer con su familia, tenían razón, su comportamiento no lo iba a llevar a ningún lado, el primer paso es disculparse, sonaba impersonal pero Ron decidió escribir una pequeña nota que decía "Lo Siento" en marcador rojo.
Cuando tocó el recreo, Ron dejó el papelillo en el escritorio de la peliblanca, será todo lo rudo que quieras pero no muy bueno para hablar con mujeres.
— ¿Eh?, ¿Que es esto?- Dijo Linka dándose cuenta del papelillo un poco después. Lo abrió viendo que tenía escrito "Lo Siento". No le tomó mucho para pensar de quién sería el papel.
Ya para el segundo receso, Linka fue hasta el casillero de Ron, ella sabía que estaría ahí porque todos los niños van a sus casilleros después de clases, fue en ese momento cuando repitió el mismo movimiento de ayer.
— Hola- Dijo Linka detrás de su casillero.
— Hola- Dijo Ron.
— Leí el papel que me dejaste- Dijo Linka.
— Oh... Si... Eso- Dijo Ron nervioso.
— No eres muy bueno hablando con las chicas, ¿Verdad?- Dijo Linka.
— No tanto- Dijo Ron.
— Mira, no te preocupes, acepto tus disculpas, espero que para la próxima no seas tan agresivo- Dijo la peliblanca.
— Está bien- Dijo Ron.
— Creo que no nos presentamos bien, me llamo Linka Loud, un gusto- Dijo ella estirando su mano.
— Ron Santiago- Dijo él.
Era un buen primer paso para lograr conocerse, Linka logró apelar al lado más amable de Ron, tal vez podían ser buenos amigos, pero tampoco nos precipitemos mucho, Linka era una chica muy amable y siempre iba al lado más gentil de las personas y lo lograba.
Las clases nuevamente terminaban, los niños salían de la escuela rumbo a sus casas, el quinto grado tenía algo de tarea pero era para hacer más tarde, sin embargo, Linka tenía otros planes, tal vez una tarde de relajo sería bueno para ella. Así que fue al lugar más confiable de la ciudad para ella, al único arcade que conocía que estaba cerca de su casa.
Clydia fue a su casa por pedido de sus padres, hoy calculaban los impuestos, por lo cual Linka tenía que ir sola. Sus hermanos no estarían de acuerdo en que una chica de su edad estuviera sola, tal vez volvería a la tarde, tampoco como es que el vecindario fuera uno horrible. Entró al arcade con unos doce dólares con los que comprar fichas.
— Ahhh, bueno, creo que es momento de la reflexión, ese chico Ron realmente es agradable y me alegra que se haya disculpado, sin embargo no creo que cambie de un día para otro, el parece ser de los tipos duros como Lynn, sería muy difícil que cambie- Dijo Linka al espectador mientras jugaba al Street Fighter.
Sin darse cuenta, Ron entró al arcade, también quería relajarse, el tenía un total de 20 dólares en su bolsillo, recibió la cantidad adecuada de fichas. Entonces miró hacia arriba y vio a esa chica, Linka. Esa chica aparecía hasta en la sopa, Ron tenía un dilema, ignorarla o saludarla.
— (Creo que la dejaré en paz, está jugando al Street Fighter)- Dijo Ron pasando por detrás, pero sin querer chocó un par de cajas, llamando la atención de Linka.
— Oh, Ron, hola- Dijo Linka.
— Hola Linka- Dijo Ron.
— ¿Vienes a pasar el rato?- Dijo la peliblanca.
— Si, yo... no sabía que te gustaban este tipo de cosas, digo, no es por estereotiparte ni nada, pero no es muy común ver a chicas en lugares de este estilo- Dijo Ron algo nervioso.
— Jeje, tranquilo, yo tampoco sabía que venías a estos lugares- Dijo Linka.
— ¿Es broma?, En México los arcades son sagrados, especialmente los de SNK- Dijo Ron, haciendo que ambos soltaran una risa.
— ¿Quieres jugar Street Fighter?- Dijo la peliblanca.
— Claro, me pido al rubio mamadisimo- Dijo Ron refiriéndose al personaje de Ken.
— Yo voy con el Hadouken- Dijo Linka refiriéndose al personaje de Ryu
Ambos se echaron una partida en el juego de arcade, ella era muy buena y el tambien, ambos tenían su propio fanatismo por los videojuegos, tenían al menos algo en común para todo el lío que se formó al conocerse, lo cuál sería resumido en sándwiches y quemados. Una vez terminada la partida, la victoria fue para Ron en la primera ronda, luego Linka se puso las pilas y ganó la segunda, ya la tercera ronda estuvo más reñida, hasta que gracias a varios descuidos de Ron, perdió la partida.
— Gané- Dijo Linka en un tono superior.
— Tengo que admitirlo, juegas bien- Dijo Ron.
— ¿Quieres jugar Pacman?- Dijo Linka.
— Claro- Dijo Ron
Ambos fueron al juego electrónico del círculo más conocido de los videojuegos, dejando a Linka con una puntuación de 72.552 en su primera partida, Ron la superó con una puntuación de 99.998 puntos solo en su primera partida.
— Hey, juegas genial- Dijo Linka.
— Lo se, es la habilidad que adquirí cuando volvía del colegio en México- Dijo Ron.
— Oh, ¿Cómo es México?- Preguntó Linka.
— Lindo, pero en mi ciudad había mucha delincuencia, por eso nos mudamos- Dijo Ron perdiendo el ánimo por momentos.
Linka se dió cuenta de esto e intentó enmendarlo.
— Lamento revivir malos recuerdos- Dijo Linka apenada
— No te preocupes, ahora mi vida es aquí y haré lo posible para acostumbrarme- Dijo Ron, a lo que Linka sonrió.
— ¿Quieres jugar otra cosa?, ¿Que te parece Huezoz Rotoz?- Dijo Ron.
— Hecho, quiero jugar para romper el récord actual- Dijo Linka.
— ¿Cuál es?- Dijo el mexicano haciéndose el desentendido.
— Es de un tal RSC, que superó mi puntuación de 551.000 a 562.000, si algún día vuelve, voy a darle lo que se merece- Dijo Linka determinante.
Ron quedó petrificado, no sabía que ella era LLL, pensaba que solo era una puntuación genérica. La situación puesta era algo incómoda, siendo la primera vez en que algo podía con el.
— Oh... Bueno...- Dijo Ron nervioso.
— ¿Ocultas algo?- Dijo Linka con una mirada para hacer confesar a la gente
— No- Dijo Ron alargando nerviosamente la O y volteando sus ojos.
— Alargaste el no y volteaste tus ojos, ¿Que escondes?- Dijo Linka.
— Nada- Dijo Ron.
— ¿Seguro?- Dijo Linka.
— Si- Dijo Ron.
— ¿Seseseseseseguro?- Dijo Linka intentando hacerlo reir.
— Si- Dijo Ron.
— Eres RSC, ¿Verdad?- Dijo Linka.
— ¿Cómo lo supiste?- Dijo Ron.
— Conozco la funcionalidad de los hombres, no puedes mentirme porque tarde o temprano lo sabré- Dijo Linka con una sonrisa en su rostro.
— Oh bueno... ¿Y que me vas a dar?- Dijo Ron.
Poco después Linka levantó la mano, quizás se esperaba otro golpe como el de la otra vez, pero esta vez en la cara, pero en lugar de eso, en lugar de aquella reacción bastante esperable, Linka le extendió la mano en señal de felicitación.
— Bien hecho- Dijo Linka.
— Gracias- Dijo Ron estrechando su mano con la peliblanca.
— No te preocupes, soy una buena perdedora (no como mi hermano)- Dijo y pensó Linka
— Me doy cuenta, espero que para la próxima te esfuerces para que tú récord sea más difícil de vencer- Se burló Ron.
— Subestimas mi poder- Dijo Linka con una voz grave.
Después se pusieron a jugar el juego de motocicletas, Linka lograba trucos geniales que daban a lo máximo 600 puntos, de ahí en más eran trucos increíbles para los estándares del juego, pero Linka sólo logró llegar a los 499.880 puntos.
El turno de Ron fue incluso superior, utilizando su habilidad en los arcades, pulsaba los botones y movía la palanca como la peliblanca nunca había visto antes. Era bastante hábil y daba trucos bestiales, seguro que era como en esa película donde uno de los jugadores tiene los códigos escondidos en los lentes, pero apenas y llegó a acercarse a su récord con 559.760.
— Presumido- Dijo Linka.
— Admítelo, soy el mejor- Dijo Ron.
— No, pero eres muy bueno. Oye, me tengo que ir, mi familia se preocupará- Dijo Linka.
— (Recuerda Ronnie, la mejor forma de acercarse a una chica es ser caballeroso)- Pensó Ron en lo que dijo Bebe sobre socializar, entonces se ofreció a algo que en su ciudad natal no haría.
— Oye, ¿Quieres que te acompañe a casa?- Dijo Ron en su faceta más amable.
— ¡NO!- Gritó Linka, exaltando a Ron.
Ella se dió cuenta de su reacción y se recompuso.
— Es decir, no gracias Ron, es lindo de tu parte pero... Es complicado- Dijo Linka intentando arreglar las cosas.
— De acuerdo, yo seguiré aquí jugando, Te veo mañana en la escuela- Dijo Ron.
— Claro, adiós- Dijo Linka.
Ella se alejó del arcade para irse a la casa, Linka se movía rápido antes de que sus padres le regañen, pero tampoco podía dejar de pensar en Ron, era quizás subestimarlo mucho decir que era brusco, es su personalidad y siempre ha estado a favor de que uno tiene que ser como es, osea, Luke era un ejemplo de ello. Linka sentía que podían ser buenos amigos, tal vez las salidas con el sean más frecuentes, claro, siempre y cuando sea de amigos y solo amigos... ¿Verdad?.
Mientras tanto en la casa Loud, Loni, Luke, Lane, Lynn y Lars estaban viendo la televisión, estaban en el canal Infinito pasando un episodio de 1000 maneras de morir, este trataba de una sexy profesora de yoga femenino, una excusa de los hermanos para ver buenos culos y tetas, ambos sonrieron y se acercaron a la tele para ver en primera plana todo ese deleite. Hasta que Linka entró.
— Hola chicos- Dijo Linka feliz.
— ¡LINKA!- Dijeron los hermanos para cambiar rápidamente al canal ESPN.
— Solo estábamos viendo el canal de deportes- Dijo Lynn y todos los hermanos sonrieron de oreja a oreja esperando que Linka no sospechara.
— Claro... ¿Donde está Loki?- Dijo Linka.
— En su cuarto con dilemas amorosos- Dijo Lane.
— ¿Y no lo van a ayudar con eso?- Dijo Linka molesto
— Pffff, eso es muy gay- Dijo Luke.
— Luke, tu eres gay- Dijo Linka.
— Bisexual, no confundas- Dijo Luke bebiendo de su lata de bebida.
— Como sea, iré a ver a Loki- Dijo la peliblanca.
Subió las escaleras hasta el cuarto de Loki, la puerta tenía un seguro superior al del Area 51 por lo cual es un suicidio NO tocar la puerta. Linka la tocó para ver qué pasaba con su hermano.
— ¡Linka!, ¿Cómo está mi peliblanca favorita en el universo?- Dijo el mayor abrazando a su hermana.
— Ok, demasiado cariño me aterra, ¿Que sucede?- Dijo Linka.
— Necesito tu ayuda- Dijo Loki.
— ¿Con la chica que te gusta?-Dijo Linka.
— Básicamente- Dijo Loki
— Espera un momento- Dijo Linka para después lanzar un chillido que paso las barreras del sonido y la luz, realmente estaba feliz por su hermano.
— ¿En qué quieres que te ayude?- Dijo Linka.
— ¿Cómo le hago para invitarla a salir sin sonar como un idiota?, Digo, quisiera invitarla pero soy pésimo para las palabras, puede que al invitarla a salir le diga las coordenadas del Pentágono- Dijo Loki.
— Primero que todo, eres un exagerado, segundo, ¡IIIIIII vas a invitarla a salir, que lindo! Dijo Linka.
— ¿Pero qué le digo?- Dijo Loki.
— Pregúntale si está libre mañana o el día que puedas y tienes el problema resuelto- Dijo Linka
— Ok, gracias hermanita- Dijo Loki.
— No hay porqué hermano- Dijo Linka
Casa Santiago
Ron apenas y había llegado a su casa, el arcade cerró temprano porque se averió el horno, pero en vez de ser recibido con un "hola", Bebe gritó y puso su cara en la almohada.
— ¿Que pasó?- Dijo Ron.
— ¡LOKI ME INVITÓ A SALIR MAÑANA!- Dijo Bebe emocionada.
— ¿Quién?- Dijo Ron.
— Un compañero del trabajo, el me gusta- Dijo Bebe.
— Wow, no pasaron ni 7 días- Dijo Ron aludiendo a lo rápido que se enamoró su hermana.
— Lo sé, ahora tengo que hablar sobre mi ropa de mañana- Dijo Bebe yendo a su habitación.
En un cuadro divisorio están nuestros dos protagonistas, se recostaron en sus camas y descansaron del día que tuvieron, aunque uno no podía dejar en la otra y viceversa, tal vez era el comienzo de una buena amistad a la par de que sería el comienzo de una maravillosa relación por parte de los mayores, si es que todo sale bien.
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