"¿Por qué lees?"

La pregunta le sacó de la ensoñación con la que veía la página del libro en su celular. Consideró un momento su respuesta antes de que una versión simplificada de la misma saliera de sus labios.

"Por la misma razón que se escucha música."

Porque así era, se dijo mientras volvía a prestar atención a las palabras de un mundo diferente al suyo. Leía por la misma razón por la que alguien se pone los audífonos con la música a un nivel tan alto como sus oídos pueden soportar e incluso más allá de eso.

Para olvidar, al menos por un instante, todo.