Capítulo 1
Me faltaba poco para llegar al lugar acordado, no esperaba que Sam y su grupo estuvieran ahí, había tardado más de lo acordado, el trato era que se podían ir. Ellos me ayudaron lo suficiente.
No podía parar de pensar en miles de cosas, todo se repetía una y otra vez en mi cabeza, como una película.
Fue horrible, tantas cosas pasaron en solo unas semanas, cosas que me perseguirán por mucho tiempo. No podía asimilar que la élite me ayudó, porque si no hubiera sido por Beliel, no entendería muchas cosas. Estoy segura que fue por beneficio propio, pero él me dio información, cuando solo tenía que huir.
Por ese motivo, cumpliría mi promesa de no lastimarlos. Al igual que Ziara tenía mi lealtad, tenía una deuda con Gael.
Jamás creí que podía decir eso, en todo el tiempo que estuve en Shahar, siempre pensé que todos eran mis enemigos, cuando la realidad es que el único enemigo son los Silent. Ellos fueron los que trajeron el caos y la destrucción, despreciaron a su propia hija y lastimaron a todos esos pacientes.
Ziara tenía razón, no había buenos y malos, solo había intereses, cada uno se interesaba en sobrevivir y cuidar a los suyos.
En ese momento no lo veía con claridad, pero ahora lo entendía. Me voy a encargar de liberar a toda la gente que terminó a manos de esa despreciable familia.
Cuando llegué al lugar, me encontré con un bosque más grande y cabañas alejadas, el pueblo era bastante pequeño y no había nadie cerca.
Llegué al lugar acordado y pude ver a los chicos, esperando por mi.
Baja del auto, todos me analizaron expectantes a lo que tenía que decir, pero no había nada que decir.
Mis ojos se llenaron de lágrimas, quise hablar, pero mi voz no salía. Sentía que si hablaba me iba a derrumbar.
Sam se acercó a mí y me abrazó, su abrazó fue reconfortante y por primera vez después de mucho tiempo, me permití llorar. Llore tanto, que el tuvo que consolarme.
Estaba fuera, por fin lo había logrado, había escapado de ese horrible lugar, pero Zafira ya no estaba, ella que hizo de todo para que todos obtuvieran su libertad, no iba a poder disfrutar de estar fuera.
— Yo no lo vi. — Dije entre sollozos. — Él salió de la nada y nos disparó, Zafira me salvó.
— Shh Tranquila. — Dijo Sam sin soltarme, me abrazaba como si estuviera a punto de romperme, quizás eso era la que pasaba.
— ¿Y Ziara? — Preguntó Aradia.
— Ella se fue por su lado. — Respondí mientras me separaba de Sam, tenía que recuperar la compostura.
— ¿Y lograste escapar? ¿Sola?
La pregunta de Aradia me tomó por sorpresa.
— ¿Qué estás insinuando? — Pregunté.
— Nada. — Respondió seria.— Solo que me parece raro, que Zafira haya muerto y Ziara desaparecido.
Sam se mantuvo firme junto a mí, con una mirada enojada hacía Aradia.
— Ziara no desapareció, se fue por decisión propia. — Contesté enojada. — Yo sobreviví gracias a Zafira y mis poderes.
Quizá no sabía del todo como funcionaba, pero tenia claro que si me enojaba podía incendiar todo lo que quisiera, y en este momento quería hacerlo con Aradia.
— Claro, se me olvidaba lo de tus poderes.— Dijo Aradia cruzándose de brazos.
— No creo que sea bueno que te olvides de esas cosas, después de todo si están fuera, es gracias a mi. — Hablé en un tono serio mientras la enfrentaba. — Si pude lograr hacer todo ese plan, sin recordar ni poderes. Imagínate, lo que puedo lograr con mis poderes y recuerdos.
No quería ponerme en un plan odiosa, sabía que ellos fueron una gran parte para que pudiera estar libre, pero eso no significa que voy a dejar que ellos me tratarán como si fuera la mala, o que dudarán de mí.
Ella se tensó, me miraba como si quisiera golpearme pero no sé atrevía, claramente no le agrado lo que dije, porque la amenacé. No iba a dejar que nadie intentará lastimarme, ya no estaba tan pérdida como antes. Sabía que era poderosa, además contaba con un equipo que me era leal, no necesitaba a nadie más.
— Nadie está obligado a seguirme.— Hable.— El que está conmigo es porque quiere, el que no, espero tenga mucha suerte por su lado.
Nadie dijo nada, Aradia se subió al auto enojada, sin decir una palabra.
— Está un poco nerviosa por la situación, no le hagas caso. — Dijo Nahama. — No vamos a irnos a ningún lado, no solo por gratitud, sino por lo leal que fuiste con nosotros. Te debemos mucho.
— Opino lo mismo que ella. — Dijo Zaril. — Aunque también me quedó porque tengo miedo, y me vas proteger de los malos. ¿Por qué eso es lo que vas a hacer no? Por favor no nos dejes morir.
La mala mirada de Sam, me hizo reír, Zaril era alguien demasiado sincero, no me molestaba que lo fuera, prefería que me dijeran la verdad antes que mentiras, sabía que me seguían más por miedo que por otra cosa, pero estaba bien por mi.
— Nadie va a lastimarlos. — Dije segura. — Una vez lleguemos al lugar acordado ya serán libres y no necesitarán mi protección.
Zaril se acerco y me abrazo muy fuerte, diciendo una y otra vez, lo increíble que era. Nahama me decía lo agradecida que estaba por ser tan generosa con ellos
En cuanto Sam, se marchó sin decir una palabra, entendía un poco su actitud, lo que no entendía es porque Aradia estaba tan molesta.
Ella no era la persona mas amigable, pero antes era más amable, no sabía que le había hecho cambiar de actitud, pero no me agradaba. Puse mi vida en riesgo para que todos saliéramos de ese lugar, no esperaba que fuera mi amiga, pero sí un poco más de gratitud.
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