Epílogo.
Jimin entró a paso lento a aquel departamento que se convertiría en su hogar a partir de ahora, no se tomó la molestia de examinar el lugar, no hacía falta, sabía que era probablemente el departamento más lujoso de todo Seúl, después de todo, Yoongi lo había escogido.
Yoongi...
Las imágenes se repetían en su cabeza como una película, el velorio, el entierro, la urna totalmente cerrada privando a cualquiera que quisiese ver el cuerpo del peliplata. Había sido tan deprimente y desgarrador como cualquier entierro, los chicos habían soltado unas cuantas lágrimas mientras Jimin no pudo contener los sollozos ni por un minuto, sintiendo que la corbata del traje lo asfixiaba y que su corazón se detenía por la presión tan grande en su pecho.
Jungkook había estado con él en todo momento, sosteniéndolo cuando sus piernas fallaban y abrazándolo cuando entraba en pánico al recordar que todo lo que estaba sucediendo era real.
Yoongi estaba muerto, lo había dejado solo, después de tantas veces que prometió que eso nunca pasaría.
Pero, por otro lado, los demás parecían más dolidos por él, qué por el difunto Yoongi, y eso no tenía mucho sentido para el ahora pelinegro Jimin. Jungkook entró detrás de él cargando sus maletas y luego las dejó en el brillante suelo de mármol pulido.
— ¿Vas a quedarte? —preguntó Jimin observando como el castaño se quitaba el saco y lo dejaba sobre el sofá.
—Sí, viviremos juntos de ahora en adelante. —Jungkook respondió con una pequeña sonrisa, y en otra ocasión Jimin se hubiese alegrado, pero ahora no podía sentir algo que no fuera ese dolor punzante en su pecho.
— ¿Y Taehyung?
—Vendrá a visitarnos de vez en cuando, al igual que el resto de los chicos. —Jungkook se dejó caer en el sofá, mirando a Jimin, quien parecía estar en bajo una gran nube gris.
Jimin asintió y comenzó a caminar hasta su habitación, pero se vio interrumpido por la voz de Jungkook, se dio la vuelta observando como el castaño rebuscaba en su saco, sacando un sobre de color vino de este.
—Yoongi escribió esto días antes de la boda para ti, Namjoon me pidió que te lo entregara. —El menor le tendió el sobre a Jimin y este dudó un poco antes de tomarlo.
Jimin arrastró sus pies a la habitación con la vista fija en el sobre, sintiendo como las lágrimas se agrupaban detrás de sus ojos tras los recuerdos del peliplata. Entró a su nueva habitación, observando todo perfectamente ordenado y con un agradable aroma, se sentó en la cama, con esa pregunta que no había abandonado su mente desde el momento en que supo que Yoongi había muerto.
"¿Y ahora qué haré?"
Su garganta ardía debido a lo mucho que había gritado y su rostro se sentía pegajoso debido al montón de lágrimas secas. Jimin acercó el sobre a su nariz, aspirando el aroma del peliplata impregnado en él y nuevas lagrimas se acumularon detrás de sus ojos.
Sostuvo el sobre frente a sus ojos, leyendo lo que ponía con letras doradas.
"De: Min Yoongi.
Para: Park Jimin.
Siempre juntos, nunca separados."
Jimin dudó mientras abría el sobre, sacando la hoja dentro de este con dedos temblorosos, las lágrimas resbalaron de sus ojos apenas leyó la primera línea y tuvo que tomar una gran bocanada de aire para mantener la calma.
"Jimin... Mi lindo y hermoso Jimin, mi mocoso de ojos alegres y sonrisa cálida... Me haces tan feliz qué no puedo evitar sentir qué en cualquier momento algo nos separará, lo bueno no dura para siempre, Jimin... Pero hemos roto todos los estereotipos. ¿Por qué no romper este también?
Te he fallado, Jimin, te he fallado tantas veces, cosas terribles te han sucedido gracias a mí y la culpa me consume. No soporto la idea de pensar que algún día cerrarás tus ojos involuntariamente como tantas veces lo has hecho, pero lo que más me asusta... es que cierres los ojos, y no los vuelvas a abrir. Esa parte oscura en mi cabeza me dice que puedo impedir eso de una manera sencilla, solo basta alejarme de ti, solo basta dejarte libre, porqué tú eres un ángel, Jimin... Desde el principio lo supe, eres un ángel y no puedes vivir encadenado a un demonio. Por eso tomé esta decisión. El día siguiente a nuestra noche de bodas, me iré lejos y te liberaré de mí y de todo esto. Los chicos seguirán viéndote, pero yo no estaré, desapareceré de tu vida, será como si nunca me hubieses conocido... No quiero qué llores, no quiero que te sientas mal, quiero que continúes tu vida, porque lo mereces, Jimin, mereces ser feliz, y conmigo nunca lo serás. Me enseñaste tantas cosas, me cambiaste tanto qué no me reconozco, ahora estoy llorando, te juro que esto me duele como no tienes una puta idea... Pero entendí que era lo mejor. Dije que sería capaz de hacer cualquier cosa por protegerte, Jimin... A veces debemos sacrificar algunas cosas para salvar otras, ¿recuerdas? puede que me vuelva loco, Jimin, que la miseria me consuma y termine matándome a mí mismo por tu ausencia, pero valdrá la pena, valdrá la pena si de ese modo tú estarás bien, así que por favor... no hagas que esto sea en vano, vive tu vida, Jimin. Sé feliz. Ahora, porque conmigo, nunca lo serás.
Te amo cómo no tienes idea, y siempre seré tuyo, Jimin.
Atentamente, Min Yoongi."
Jimin tuvo que cubrir su boca para contener los sollozos que comenzaban a escapar incontrolablemente de sus labios, tembló de impotencia y sintió el sabor metálico en su boca debido a la sangre que salía de sus labios por haberlos mordido con tanta fuerza. Observó la segunda hoja dentro del sobre y pensó en ignorarla y arrojarla a la basura, no queriendo romper aún más su corazón, ante las palabras escritas por Yoongi, su mente estaba nublaba y no tenía idea de que sentir, tomó la segunda hoja, restregando sus ojos para apartar las lágrimas que no lo dejaban ver.
Jimin frunció el ceño, observando que esta carta no iba dirigida a él y justo cuando estaba por abrirla, Jungkook entró a la habitación con el teléfono pegado a la oreja arrancando la carta de las manos de Jimin al instante.
— ¿Qué...? —Jungkook revisó el escrito en la carta que decía claramente que era para él, justo como Namjoon había dicho.
— Está es para mí. —Jungkook sonrió, pensando en si consolar a Jimin ahora o ir a leer la carta, optó por la primera, guardando la hoja en su bolsillo antes de sentarse junto a él.
El pelinegro tenía la mirada perdida, sintiendo aún más cosas luego de haber leído aquella carta, Jungkook acarició uno de sus brazos e hizo que se recostara junto a él en la cama, abrazándolo y sintiendo como las lágrimas de Jimin resbalaban silenciosamente de sus ojos mojando su camisa, Jungkook acarició su cabello, queriendo borrar todos los sentimientos negativos que tenía en ese momento, pero sabía que eso era prácticamente imposible.
Jungkook no supo cuánto tiempo se mantuvieron en esa posición, el castaño sosteniendo a Jimin como si en cualquier momento pudiese romperse y Jimin sintiendo que incluso respirar le parecía demasiado en ese momento. La respiración del mayor se volvió calmada luego de varios minutos y Jungkook supo que se había quedado dormido.
El menor se puso de pie, saliendo nuevamente hasta la sala del departamento y tanteando sus bolsillos hasta sacar la hoja de papel que le había quitado a Jimin tiempo antes. Jungkook suspiró abriendo la carta que Yoongi había escrito para él. Agradeciendo al cielo que Jimin no lo hubiese hecho antes que él.
"Jungkook, si estás leyendo esto es porque todo ha pasado como lo he planeado hasta ahora, y de nuevo gracias por ayudarme con esto.
Jungkook, cuida de Jimin, no lo dejes solo, escúchalo y lo más importante, no permitas que deje de sentirse amado... Debes hacerle creer, que no volveré, que eso no es posible, porque no quiero que viva amarrado a pequeñas esperanzas.
El tiempo decidirá si volveremos a encontrarnos, pero Jimin no debe buscarme, por eso, debe estar totalmente convencido de que he muerto, lamento arrastrarlos a esto, pero es la única manera de mantenerlo a salvo.
No tendremos contacto en absoluto, no diré a donde voy ni dónde estoy, mientras menos información tengan, será mejor, probablemente cambie mi identidad, solo hablaré con Hoseok para avisarle si estoy bien o no, tengo el número de tu cuenta bancaria y estaré enviando dinero para que no les falte nada a ti ni a Jimin, si es posible, asegúrate de que Jimin retome sus estudios, qué retome su vida, Jungkook, de manera normal, como antes de que yo llegara a cagarla...
Recuerda, Jungkook. Jimin no puede saber qué estoy vivo. Jimin no puede saber qué tal vez, y solo tal vez, volveremos a estar juntos algún día."
Jungkook contuvo la respiración, girando su vista en todas las direcciones para asegurarse de que estaba totalmente solo, caminó a su habitación y abrió el armario, escondiendo la carta en lo más profundo del lugar, dónde Jimin no pudiese encontrarla.
En la otra habitación Jimin dormía plácidamente, y Jungkook empezaba a idear en su cabeza un plan para hacer que Jimin siguiese su vida luego de creer que Yoongi estaba muerto.
Pero había una duda en su cabeza. ¿Que Yoongi ya no estuviese significaría que todo estaría bien para Jimin? ¿Eso era lo único que hacía falta para asegurar el bienestar del pequeño?
¿Estás seguro de que todo estará bien?
Fin.
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