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19

"Aguanta un poco más, pequeño, no creas que me he olvidado de ti... Aguanta un poco más, es que sin ti, se me hace difícil hasta respirar. Aguanta un poco más... Entre mis brazos pronto estarás."

. . .

La rabia, la irritación, y sobre todo, la desesperación era lo que se reflejaba en los ojos de Yoongi.

Jaló el cabello de chico lanzándolo bruscamente hacía delante, obligándolo a que se sentara sobre la cera y acto seguido sacó su arma apuntando con el cañón directamente a su frente, podía sentir el temblor en el cuerpo del menor, sin embargo, él no estaba vacilando, mantenía el arma firme en su mano y su dedo rozaba apenas el gatillo, esperando el momento exacto para disparar.

— ¿Crees que es divertido lo que está pasando, Vernon? —La voz de Yoongi sonó hostil. El chico frente a él tragó saliva, negando con la cabeza sin apartar la vista de su persona.

Yoongi estaba al borde de un ataque de ira, y las bromas constantes de Vernon habían logrado descolocarlo hasta el punto de querer volarle la cabeza de un tiro.

El resto de los otros chicos se mantenían detrás de Yoongi, susurrándole que se calmara y que bajara el arma, pero para Yoongi, esas palabras lucían demasiado lejanas.

El chico a sus pies se removió un poco, mirando a Yoongi con una cara de cachorro abandonado y claramente sorprendido por los actos tan impulsivos del mayor.

Baekhyun llegó al lugar, bajando del auto de Chanyeol y captando la atención de todos, caminó hasta el grupo enseguida con su ceño fruncido al ver a Yoongi apuntar al chico castaño.

— ¿Qué está pasando aquí? ¡Baja esa arma, Yoongi! Me pones nervioso —habló Baekhyun y Yoongi giró su vista hasta el rubio bajando su arma casi enseguida.

—Baekhyun. —Yoongi fijó toda su atención en el chico que lo miraba inexpresivo.

—Vaya, es la primera vez que pareces alegre de verme. —Baek rio y Yoongi tronó su cuello.

—No estoy para juegos, Byun. Vámonos de una vez y llévame hasta mi mocoso. —Baekhyun asintió serio y todos se prepararon enseguida, subiendo a las camionetas al mismo que Baekhyun regresaba al auto de Chanyeol.

Vernon se incorporó y corrió a una de las camionetas, subiendo al asiento de piloto y suspirando por haberse librado de Yoongi.

Yoongi se montó en el asiento de piloto tirando a Jungkook hacia el de copiloto tomándolo por sorpresa y haciendo que Taehyung tuviese que pasarse a los asientos de atrás.

—No tienes que ser tan agresivo. —Se quejó Jungkook masajeando su brazo debido al golpe que se había dado por el empujón de Yoongi.

—Si dejo que tú conduzcas llegaremos mañana —Yoongi encendió la camioneta y el radio antes de hablar a través del micrófono—. Arranca, Chanyeol.

El auto delante de la camioneta arrancó casi enseguida y Yoongi piso el acelerador aferrando sus manos al volante siguiendo el vehículo de Chanyeol. Jungkook y Taehyung se pegaron a sus asientos debido a la rapidez con la que el peliplata conducía, este movió la palanca de cambios con brusquedad haciendo que las llantas chillaran cuando giró en una curva.

— ¡¿Quieres matarnos?! —chilló Jungkook cuando su cabeza golpeó con la ventanilla.

Esta vez sí necesitamos un plan, Yoongi, el lugar está repleto de matones. —La voz de Baekhyun se escuchó a través de los parlantes y Yoongi puso a trabajar su mente enseguida, tratando de idear un plan.

Los autos y las camionetas pasaban como balas sobre el asfalto, atrayendo las miradas de las personas en las calles o que simplemente iban conduciendo tranquilamente a sus casas, Chanyeol iba al frente, seguido de Yoongi y el resto de los miembros de la mafia.

En otro lugar.

Park Yong contesto el teléfono casi con brusquedad, rodando los ojos debido a la insistencia con la que el aparato sonaba.

— ¡¿Qué mierda pasa, Trevor?! —El hombre escupió con rabia apenas contestó.

Los miembros de la mafia BS&T van para allá, señor. —Yong se mostró confundido ante las palabras del chico.

¿Cómo? ¿Cuántos son? —El silencio fue lo único que se escuchó del otro lado de la línea durante largos segundos.

Demasiados como para contarlos, y parece cada vez haber más.

¡Maldición! ¡No dejen que lleguen o al menos eliminen todos los que puedan! —Yong se levantó de su asiento caminando hasta Jeonghan.

Entendido, señor.

Yong apretó el teléfono con fuerza entre sus dedos cuando finalizó la llamada, observando a Jeonghan frente a Jimin, quien se encontraba sentado en una silla, totalmente limpio y con ropa nueva, su cabello nuevamente de un color rosado pastel, el hombre llamó al de cabello largo.

— ¿Qué ocurre? —El pelimorado frunció el ceño.

—Creo que tu tiempo de juego se ha acabado, ya saben que está aquí.

Jeonghan palideció sintiendo como la ira crecía en su interior y enseguida se volvió hacia Jimin, atestándole una bofetada con furia.

—No saldrás de aquí, al menos no vivo, maldito mocoso —escupió entre dientes. Jimin jadeó de dolor, sintiendo la sangre resbalar de su labio.

En otro lugar.

Yoongi pateaba el acelerador con brusquedad, girando el auto en distintas direcciones tratando de bloquear el paso a los autos desconocidos que se iban acercando.

Los refuerzos ya están llegando. —La voz de Hoseok se escuchó por el radio y Yoongi observó por el retrovisor como efectivamente más camionetas se hacían presentes.

Los desconocidos son los hombres de Yong, tendremos que volarlos a todos. — Está vez fue la voz de Edán la que se escuchó y Yoongi asintió a pesar de que no pudiese verlo.

—Taehyung, Fliyer 304, ahora. —Yoongi ordenó y Taehyung asintió enseguida, agachándose para tomar el bolso a sus pies y sacar una garrafa con un espeso líquido rojo.

—Todos avancen adelante —habló Yoongi a través del micrófono y enseguida todos los miembros que venían detrás aceleraron avanzando hasta el frente y haciendo que solo los enemigos quedarán atrás.

Yoongi frenó con brusquedad, haciendo que algunos de los enemigos también lo hicieran, luego pisó el acelerador sin soltar el freno, haciendo que las ruedas chillaran y gruesa nube de humo comenzará a formarse. Soltó el freno y la camioneta salió disparada, seguida de los enemigos mientras observaba como los demás miembros ya se habían alejado bastante.

—Ahora, TaeTae. —Yoongi apretó sus manos al volante haciendo que sus nudillos se tornaran blancos y Taehyung abrió la ventanilla, asomándose.

El pelibeige se cubrió cuando varios disparos comenzaron a dirigirse hacia la camioneta, la distancia que los separaba era considerable, y Taehyung sacó la garrafa quitando la tapa con su boca antes de lanzarla al suelo para luego comenzar a regar el líquido desde la ventanilla del vehículo.

Yoongi giró el volante en distintas direcciones haciendo que el líquido se regara por todo el asfalto, el peliplata aceleró aún más, dejando que la sonrisa asomara por sus labios, sus ojos brillando en anticipación. Los autos enemigos trataban de seguirles el paso, pero el humo que formaban las llantas les dificultaba la tarea.

—Tú turno, Jungkookie. —Yoongi observó a Jungkook y este asintió enseguida, tomando el franco tirador a sus pies y abrió la ventanilla para sentarse sobre esta.

El pelirrojo posó el franco tirador sobre el techo de la camioneta y apunto directo al tanque de gasolina de uno de los vehículos que venía más cerca, disparó haciendo un agujero por el cual se derramaba la gasolina del auto y luego volvió al auto indicándole a Yoongi que estaba listo.

Taehyung también se acomodó en su asiento cerrando la ventanilla cuando Yoongi aceleró.

—Uno... —contó Yoongi observando cómo los autos se acercaban al camino de líquido rojo que había dejado.

—Dos... ¡Tres! —Apenas la gasolina que salía del tanque de uno de los autos entró en contacto con el líquido rojo este ardió y cada auto que pisaba al menos un poco del líquido comenzó a estallar enseguida.

Yoongi río, moviendo la palanca mientras pisaba el acelerador dejando atrás la bola de humo y fuego que comenzaba a formarse.

¿Qué tal? —preguntó Hoseok a través del radio.

—Misión cumplida, vamos detrás de ustedes. —Enseguida llegaron junto a los demás autos, las calles eran inundadas por las camionetas y los autos negros blindados que se deslizaban con velocidad sobre la carretera.

Las farolas de la calle y de los autos eran lo único que iluminaba la fría noche y Yoongi se sintió nervioso al saber que estaba cerca de su pequeño, su cuerpo temblaba con anticipación y su pie presionaba con demasiada fuerza sobre el pedal, manteniendo sus ojos fijos en el auto de Chanyeol que los guiaba hasta el lugar donde estaba Jimin.

Chanyeol desvió el auto, entrando en un callejón y Yoongi hizo lo mismo siguiéndolo de cerca, los autos se movieron con brusquedad debido al mal estado en el que se encontraba la calle, la camioneta se sacudió cuando Yoongi paso sobre un bache lleno de agua, pasando con rapidez entre la oscuridad del callejón, las camionetas iban una detrás de otra para poder pasar por el angosto camino, el cual era demasiado largo.

Llegaron al otro lado, a la zona de las construcciones abandonadas de Busan, un lugar solitario pero peligroso, dónde las sombras se encontraban llenas de criminales y los edificios solo estaban abandonados por fuera. Yoongi sintió como el sudor rodaba por su frente, se sentía impaciente, el instinto le decía que estaba cada vez más cerca de Jimin y eso le hacía sentir vigorizado.

Las calles eran silenciosas, lo único que se oía era el zumbido de los autos pasar de forma rápida, alertando a las personas que vivían allí de que tenían intrusos, los cuales no estaban contentos, y estaban dispuestos a causar problemas.

Chanyeol frenó a un par de cuadras de una gran mansión "abandonada" y enseguida Yoongi también frenó y así todos fueron parando los vehículos quedando uno detrás del otro.

Chanyeol bajó del auto casi enseguida junto a Baekhyun y Yoongi hizo lo mismo seguido de Jungkook, Taehyung y los demás miembros.

— ¿Cuál es el plan? —cuestionó Chanyeol.

— ¿Cómo entraremos? —Yoongi cuestionó observando el lugar.

—Hay que entrar por el piso de arriba —respondió Baekhyun.

—Bien, hay dos planes, entramos de manera sigilosa y buscamos a Jimin, o, entramos a mi modo y comenzamos a matarlos a todos. —Yoongi explicó y Edán se paró a su lado chasqueando la lengua.

—Yo opino que entremos de manera sigilosa, y si todo se sale de control comenzamos a volarles las cabezas —habló Edán cargando una metralleta en sus brazos.

—De acuerdo —concordó Chanyeol asintiendo en dirección a los chicos.

Se dispusieron a caminar, pero Hoseok tomó el brazo de Edán haciendo que este parara y se girará a verlo un poco confundo, se acercó a Edán y besó sus labios, tomando al castaño por sorpresa, pero sin embargo no tardo en corresponder el beso del mayor, el pelinegro acarició su mejilla, sonriéndole durante algunos segundos.

—Ten cuidado ¿sí?, esto será muy peligroso. —Hoseok habló y Edán asintió con una sonrisa.

—Nada me pasará, Hobi. —El rizado habló y Hoseok asintió, tratando de ignorar el mal presentimiento en su pecho.

Caminaron detrás de los demás, hasta llegar al lugar abandonado el cual parecía una alusión de las sombras, el lugar lucía tranquilo, pero a través de las grietas de las ventanas podían verse los reflejos de la luz dentro de lugar.

Varios de los miembros subieron al techo, instalando una cuerda para que los demás pudiesen subir, Kai fue el primero en subir, poniéndose unos guantes antes de sacar un frasco de Linual y echarlo en uno de los vidrios de las ventanas, haciendo que este se derritiera enseguida, el moreno sacó un trapo especial y limpió el exceso de líquido para luego entrar por la ventana.

Todos subieron, entrando uno detrás del otro, y una vez que estuvieron dentro del lugar encendieron algunas linternas para iluminar el piso que se encontraba totalmente oscuro.

El lugar estaba vacío a excepción de algunas cajas y las escaleras que se encontraban al final del pasillo, aquel era el único piso deshabitado del lugar así que podían estar tranquilos. Cargaron las armas destrabando los seguros y caminando sigilosamente unos detrás de otros, comenzando a descender por las escaleras.

— ¿En qué piso están? —pregunto Yoongi quien iba adelante.

—En el tercero —respondió Hoseok mirando el dispositivo que sostenía en su mano.

Bajaron en silencio hasta llegar a las escaleras que daban al tercer piso, el lugar constaba de cinco pisos, desde el cuarto piso observaron como cambiaba el ambiente, mostrando un lugar totalmente moderno, con luces y paredes blancas, todo lucía como un gran laboratorio. Yoongi observó a todos detrás de él y asintió antes de comenzar a bajar las escaleras despacio, mirando a todos lados y apuntando con el rifle que llevaba en sus manos.

Fue en cuestión de segundos, cuando estuvieron a unos escalones del tercer piso que los sonidos de los seguros de armas siendo destrabados los sorprendieron y enseguida observaron al frente, viendo a los hombres que los apuntaban frente a la puerta que daba al interior del tercer piso.

Se quedaron estáticos, Yoongi mirando en todas las direcciones posibles.

—Creo que hasta aquí llegó el plan... —susurró Edán.

En otro lugar.

Jimin abrió los ojos con pesadez, sintiendo su cuerpo demasiado frágil y cansado, su ceño se frunció en confusión al escuchar el estruendo que venía de algún lugar, el sonido las armas siendo disparadas y las balas chocar con todo, sin mencionar los gritos y quejidos de varias personas.

Jimin observó el suelo debajo de sus pies y tembló, sus muñecas se encontraban rodeadas por unas gruesas cadenas que colgaban del techo haciendo que su cuerpo quedara suspendido en el aire a unos metros del suelo.

Esta era una habitación diferente la cual no había visitado antes, estaba totalmente vacía, las paredes eran blancas y lisas, el piso estaba cubierto de vidrios rotos, agujas y más objetos punzantes, el habitual vidrio que había en todas las habitaciones estaba frente a él, este era incluso más grande que todos los demás, pero no podía ver nada del otro lado, sin embargo, estaba seguro de que si lo podían ver a él.

Sus muñecas dolían debido a la presión que ejercían las cadenas y se observó a sí mismo, mirando la blanca camisa de seda que cubría su torso junto a los limpios pantalones negros, aparte de eso, estaba descalzo.

Sin duda no tenía idea de qué pensaba hacer Jeonghan, pero ya no le importaba, se sentía demasiado débil y sabía que no podría aguantar mucho más.

Suspiró, encogiéndose enseguida ante el dolor tajante que envolvía su cuerpo, el tan solo mover un músculo hacía que cada corte, cada golpe, cada mísero rasguño, doliera como el infierno.

Estaba cansando, física y mentalmente, se sentía hambriento y sediento, podía sentir como era cada día más liviano y aun así, era incapaz de mantenerse de pie.

Lo siento, Jungkookie... Te he fallado...

Las voces y los disparos comenzaron a oírse lejanas, indicándole que pronto volvería a caer inconsciente, porque ahora hasta mantenerse despierto era un esfuerzo que no podía hacer por mucho tiempo.

Sus ojos comenzaron a cerrarse y su cuerpo tembló un poco al escuchar aquella voz llamarle, sin embargo, estaba demasiado cansado y adolorido para poder captar de quién se trataba.

Una vez más, la voz llamo con desesperación y su cuerpo reaccionó, sintiendo corrientes eléctricas por todo su cuerpo, sintiendo como su corazón latía nuevamente y el aire volvía a sus pulmones, luchó por mantenerse despierto, pero no pudo, la oscuridad lo consumió.

¿Yoongi? ¿Eres tú?

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