13
Lo siento si digo que te necesito, pero no me importa no temo al amor, porque cuando no estoy contigo soy más débil ¿Es eso tan malo? ¿Es tan malo... qué tú me hagas fuerte?
Strong – One Direction.
. . .
Advertencia: Lemon Hosedan. (Hoseok x Edán) Si no les gusta, no lean y abstenerse a hacer malos comentarios.
. . .
Edán no podía estar más nervioso en el momento en que fue empujado dentro de la habitación por Hoseok, el pelirrojo cerró la puerta detrás de ellos y enseguida estampó al castaño contra la misma.
El más bajo examinó el rostro del contrario, sus ojos brillantes y oscuros, sin duda una mirada qué no veía hace mucho tiempo.
Hoseok se acercó besando sus labios con fiereza, el menor enrolló sus dedos en sus cabellos atrayéndolo más a su cuerpo mientras correspondía con la misma intensidad. Los labios de Hoseok viajaron al cuello del menor, enterrando sus dientes en la zona y lamiendo, haciendo que pequeños gemidos escaparan de la boca del rizado.
El menor empujó al pelirrojo hasta la cama, haciendo que cayera de espaldas para luego subirse a horcajadas sobre él.
— ¿Me extrañaste, Caballito? —preguntó con un tono inocente observándolo fijamente.
Hoseok examinó al menor, observando lo hermoso qué era, su piel ligeramente bronceada, el cabello castaño rizado cayendo revuelto por todo su rostro y sus rasgos finos y delicados, sin hablar de su pequeña figura, su cintura fina y sus caderas algo anchas, sin problema podría hacerse pasar por una chica.
Hoseok extrañaba al chico, esa faceta de él, su aroma embriagante y sus finos labios color cereza, su piel suave y sus mejillas sonrojadas debido a la excitación.
—Te demostraré lo mucho que te he extrañado. —Hoseok dio la vuelta al menor dejándolo debajo de él y enseguida se abalanzó a sus labios besándolo con insistencia.
Edán alzó las caderas por inercia cuando Hoseok acarició su cintura, el menor dirigió sus manos al borde de la camisa del pelirrojo ansioso por que sus pieles tuviesen más contacto.
Pronto la camisa del pelirrojo estuvo en el suelo al igual que la suya, los labios de Hoseok atraparon uno de sus pezones haciendo que tirara la cabeza hacia atrás gimiendo agudo, la lengua de Hoseok delineó sus botones saboreándolo con dedicación, y cuando estuvo seguro de que se volvería loco jaló al pelirrojo hasta sus labios nuevamente, besando su cuello al mismo tiempo que desabrochaba sus pantalones con agilidad, jadeando de manera entrecortada sintiendo como su temperatura se elevaba cada vez más.
Hoseok ayudó al pequeño terminando de sacarse los pantalones para luego inclinarse nuevamente sobre él, gimió cuando sintió la mano del contrario colarse dentro de su ropa interior y apretar su hinchada erección, Hoseok movió las caderas por instinto y Edán movió su mano masturbándolo al mismo tiempo que lo veía fijamente.
Lamió el pecho de Hoseok haciendo que todo su auto control que había tratado de mantener se fuera a la mierda, enseguida el pelirrojo desabrochó los pantalones del menor y los bajó de un tirón junto con su ropa interior, dejándolo totalmente expuesto.
Hoseok acarició sus piernas mientras lo besaba, Edán se retorcía pidiendo atención a sus partes sensibles, el mayor pareció captar la indirecta porque enseguida llevo una de sus dedos a su boca para humedecerlo. El rizado gimió cuando sintió el dedo del mayor acariciar su entrada, y seguidamente comenzó a hundirlo en él sacándole un suspiro ahogado.
—Tenía tanto tiempo sin hacer esto... —confesó Edán entre jadeos y Hoseok lo miro enseguida.
— ¿No te acostaste con nadie más en todo este tiempo? —El pelirrojo se mantuvo quieto, claramente sorprendido por la confesión.
—Nadie es como tú, Hobi... ¡Ahora comienza a atenderme si no quieres que me vaya a dormir con Namjoon! —Hoseok movió su dedo haciéndolo callar.
Edán mordió su labio inferior para callar los gemidos cuando un segundo dedo irrumpió en su entrada, Hoseok sentía lo estrecho que se encontraba el menor y no podía esperar para hundirse dentro de él.
Se sacó la ropa interior y Edán trato de que la decepción no se notará en su rostro cuando notó que buscaba un preservativo.
— ¿Aún sigues con Taehyung? —El menor luchó por no sonar tan desencantado como en realidad lo estaba.
Hoseok frunció el ceño, sin entender porque de repente el menor preguntaba aquello, Edán apretó sus labios viendo hacia donde se encontraban los preservativos y Hoseok captó enseguida sintiéndose ridículo. El mayor negó con la cabeza enseguida y volvió a acercarse al menor descartando la opción.
—No, Edán. Ya no estoy con Taehyung. —Hoseok se posicionó entre sus piernas y se inclinó besando su frente.
Edán volvió a sonreír en grande sintiendo como su corazón parecía querer explotar de la felicidad y enredó sus piernas en la cintura de Hoseok jalándolo un poco invitándole a hundirse en él.
Hoseok alineó su miembro en la entrada del menor, gimiendo al sentir como iba cediendo a medida que iba entrando en él, Edán cerró los ojos con fuerza y clavo sus uñas con fuerza en su espalda sintiendo como lo iba llenando poco a poco haciendo que contuviese la respiración.
Una vez que el mayor estuvo totalmente dentro de él esperó un momento a qué se adaptase mientras acariciaba su cabello y repartía pequeños besos por todo su rostro. Poco tiempo después Edán movió las caderas indicándole que estaba que estaba listo y enseguida el mayor comenzó a embestirlo suavemente, tratando de marcar un ritmo.
Edán gemía en la oreja de Hoseok haciéndolo gruñir cada vez que sus uñas se clavaban en su espalda o en sus brazos, el pelirrojo mantenía los ojos cerrados disfrutando la manera en que la entrada de Edán lo apretaba, succionándolo como si nunca quisiese que se separa de él. Aumentó la velocidad de sus embestidas mientras sujetaba sus caderas para mantenerlo quieto en su lugar.
Sus cuerpos estaban sudados y se movían al compás, sus gemidos inundaban la habitación y estaban seguros de que los demás podrían escucharlos, pero por les importaba ahora. Los cabellos del rizado se pegaban a su frente debido al sudor y sus labios se mantenían entreabiertos mientras soltaba pequeños jadeos.
Edán se retorció cuando sintió ese conocido cosquilleo en su entrepierna y Hoseok lo notó llevando su mano hasta el miembro su miembro para moverla de arriba abajo mientras miraba la forma en que este mordía su labio inferior para callar los gemidos.
—Córrete para mí, chocolatito... —El pelirrojo habló en dirección a Edán quien apretaba los ojos con fuerza sintiendo a Hoseok golpear contra su próstata.
—H-Hobi...
Gimió cuando el pelirrojo se acercó besando sus labios de forma desordenada sin dejar de masturbarlo al ritmo de sus embestidas y él simplemente ya no podía más.
—Tan bueno... —El mayor gimió en su oído cuando sintió las paredes del menor contraerse y su semen derramarse en su mano.
Hoseok se corrió en su interior, llenándolo por completo haciéndolo jadear al sentir su esencia tibia dentro de él después de mucho tiempo.
—Feliz cumpleaños número 20, Chocolatito. —Hoseok sonrió y Edán no pudo evitar copiar su acción.
—Mi cumpleaños es mañana.
—Te di el regalo por adelantado entonces. —Hoseok besó sus labios con dulzura.
—El mejor regalo por cuarto año consecutivo.
Hoseok asintió aun sonriendo sin dejar de verlo, pensando en cómo había crecido en todos esos años.
Yoongi despertó y enseguida miró a la pequeña persona enredada entre sus brazos, Jimin mantenía los ojos cerrados mientras abrazaba uno de sus brazos con firmeza. El mayor llevó sus labios a la coronilla del menor dejando un beso en el lugar. Acarició su nuca con su nariz, causándole pequeñas cosquillas haciendo que este se removiera.
Luego mordió su oreja haciendo que frunciera el ceño molesto mientras lo apartaba con su mano aún con los ojos cerrados.
—Despierta... eres muy tranquilo cuando duermes —susurró Yoongi en el oído del menor y este lloriqueó.
—Tengo sueñito, hyung —se quejó.
—Eres un bebé en las mañanas. —Yoongi río y lo tomó en sus brazos sentándose en la cama mientras lo acunaba como a un bebé.
Jimin se acurrucó al pecho del mayor volviendo a cerrar los ojos cuando lo sintió besando su nariz.
La habitación se encontraba iluminada por la luz que emitía la única ventana de la habitación, esta era bastante sencilla pero muy bonita a la vez, con ese mismo estilo barroco qué había en toda la casa.
— ¿Jimin? —El menor alzó su vista cuando captó su voz— ¿Te gustaría salir hoy?
— ¿A dónde? —Jimin tomó la mano del mayor jugando con sus dedos.
—A conocer Daegu —dijo Yoongi haciendo que sonriera de inmediato.
— ¿Pero la policía no nos está buscando? —Jimin se mostró confundido.
—Aquí no, Jiminnie. Aquí mandamos nosotros, al menos por ahora—explicó. Jimin asintió.
—Sabe que iría a cualquier lado con usted, hyung.
—Entonces ve a bañarte.
— ¿Por qué no se baña conmigo? —Una sonrisa lasciva adorno los labios de Yoongi y este asintió casi enseguida jalando a Jimin hasta el cuarto de baño que se encontraba en la habitación.
Jimin se desvistió mientras Yoongi ajustaba la temperatura del agua para luego desvestirse de igual manera.
—El sexo matutino reduce el estrés —habló Yoongi.
— ¿Tendremos sexo? —Jimin fingió sorpresa y se metió a la ducha dejando que el agua tibia mojara su cuerpo.
—Si fuera por mí tendríamos sexo todo el día, todos los días. Eres adictivo, pequeño. —Yoongi se metió a la ducha junto a él acorralándolo contra la pared posando un brazo a cada lado de su cabeza.
—Hm... A veces me pregunto si esto es amor, o química sexual —murmuró Jimin mirándolo intensamente.
—Esto es algo que no ha existido antes, Jiminnie. Esto es todo junto, es la química del amor, la pasión de nuestros cuerpos, la necesidad de permanecer juntos y de romperte cada vez que tenga la oportunidad. —Una vez que el pelinegro dejó de hablar, se tiró sobre sus labios, besándolo con fiereza.
El agua tibia caía sobre sus cuerpos desnudos y se mezclaba en su beso, Yoongi mordía los labios de Jimin y acariciaba el contorno de su cuerpo con las palmas abiertas, la suave piel del menor parecía derretirse en sus manos y sus cuerpos se pegaban restregándose entre sí buscándose de forma casi instintiva.
Yoongi echó el cabello de Jimin hacia atrás con su mano y este intensificó el beso metiendo su lengua en su boca invadiéndola cómo si fuese de su propiedad, sus lenguas se enredaron, Yoongi succionó el belfo de Jimin y lamió el agua que caía por su mandíbula, las manos de Jimin acariciaron el pecho de Yoongi sin quitarle la vista de encima, este se acercó besando sus clavículas, marcó su cuello con chupetones y luego mordió el lóbulo de su oreja haciéndolo gemir. Eran un desastre de jadeos y gemidos, las manos iban de aquí para allá al igual que sus bocas que parecían no querer parar hasta que saborearan cada milímetro del otro.
Sus miembros duros se rozaron haciéndolos temblar y pegarse más el uno al otro, Yoongi alzó una de las piernas del menor enredándola en su cadera y enseguida introdujo un dedo en su entrada para comenzar a moverlo con cierta necesidad.
—H-Hyung... —Jimin gimió al sentir como el mayor dilataba su apretada entrada de forma casi agresiva.
Llevó su mano a la hinchada erección del mayor y comenzó a masturbarlo al mismo tiempo que Yoongi metía un segundo dedo en su interior haciendo un movimiento de tijeras, curvando sus dedos y embistiéndolo cada tanto, su espalda se arqueó cuando Yoongi encontró aquel punto que lo hacía desfallecer y gimió alto cuando este comenzó a golpear con sus dedos bruscamente dentro de él.
Sus dedos salieron del interior de Jimin y este se puso de rodillas enseguida sintiendo cómo sus piernas temblaban, tomó la erección del mayor en su mano y la metió en su boca de una hasta que estuvo hasta la parte de atrás de su garganta.
Yoongi gruñó y empuñó su mano en su cabello para mantenerlo quieto. —Esa boca... ¡Eso! ¡Jiminnie!
Yoongi gimió cuando comenzó a meter y sacar el falo de su boca con rapidez, moviendo su cabeza bajo la mirada atenta del pelinegro quién estaba fascinado por la forma en que su erección se perdía entre los gruesos labios del menor. Hicieron contacto visual cuando Jimin se dedicaba a lamer toda su extensión y este podía asegurar que podía ver chispas en los ojos del mayor.
—Eres tan sucio, Jimin... y pensar qué hace unos minutos parecías un bebé. —El mencionado sonrió y besó el glande antes de comenzar a mover su lengua en círculos alrededor este.
Cuando Yoongi sintió que se volvería loco hizo que se pusiera de pie y lo giró bruscamente pegándolo a la pared de la ducha, el agua tibia los hacía sentir aún más calientes y ya comenzaba a arrugar sus pieles.
Jimin se inclinó un poco apoyándose en la pared mientras echaba las caderas hacía atrás al mismo tiempo que separaba un poco sus piernas, el pelinegro sujetó sus caderas y se alineó comenzando a penetrarlo lentamente.
—J-Jódame duro, hyung. —Jimin fijó su vista en Yoongi por encima de su hombro mientras relamía sus labios para después morderlos.
—Cómo ordene mi pequeño príncipe. —Y de una estocada se enterró en él haciendo que este echara la cabeza hacia atrás y separa más las piernas.
Yoongi salió y volvió a enterrarse de golpe tocando la próstata su próstata haciéndolo gemir alto, rápidamente las embestidas de Yoongi tomaron un ritmo duro y preciso, haciendo que jadeara y se apoyara con fuerza en la pared para no caer.
Yoongi clavó sus dedos en sus caderas y palmeó una de sus nalgas haciéndolo gemir.
—Te sientes tan bien... T-Tan mío —jadeó el mayor detrás de él volviendo a azotar una de sus nalgas esta vez con más fuerza, observando como la piel se enrojecía allí donde golpeaba.
Sus pieles hormigueaban debido al golpe constante del agua contra sus cuerpos, ambos se movían al compás, desesperados por conseguir su orgasmo, Yoongi embestía a Jimin con cada vez con más fuerza mientras tiraba de él obligándolo a encontrarse con cada choque.
Sentían como se perdían en su mundo cuando se pertenecían el uno al otro como en ese momento, dónde lo único que se escuchaban eran sus gemidos entrecortados y el sonido del choque de sus cuerpos.
Yoongi llevó una mano al miembro de Jimin y comenzó a masturbarlo con insistencia, sintiendo como su propio orgasmo se acercaba, el ritmo de las estocadas se volvió frenético y Jimin ya no se preocupaba por callar sus gemidos.
—M-Mierda sí... —gruñó Yoongi cuando sintió que estaba a punto de estallar.
— ¡Y-Yoongi! —gimió el menor cuando sintió el semen de Yoongi resbalar fuera de su entrada aún sin dejar de follarlo y su propio semen saliendo a chorros manchando su abdomen y la mano de Yoongi.
Yoongi lamió su mano limpiando los restos de semen que el agua aún no se había llevado y acarició la espalda de Jimin besando su hombro.
— ¿Otra vez? —preguntó el menor jadeando con una sonrisa.
Yoongi rio dándole la vuelta y alzándolo del suelo para que enredara las piernas en su cadera.
—Otra vez —respondió el mayor.
Luego de largos minutos salieron de la habitación, bañados y cambiados, bajaron las escaleras caminando por el gran lugar hasta llegar a la sala donde todos se encontraban desayunando.
— ¡Hasta que por fin aparecen! —gritó Seokjin cuando Jimin y Yoongi entraron aparecieron en el lugar—. Hoy es el cumpleaños de Edán, y le hice un pastel, así que llegaron justo a tiempo para cantar cumpleaños.
Jimin sonrió y se acercó a Edán abrazando al castaño. — ¡Feliz cumpleaños, ricitos!
—Muchas gracias, Chimmy. —El menor correspondió alegremente el abrazo de Jimin.
—Feliz cumpleaños, niño. —Yoongi habló y jaló a Jimin para sentarlo en su regazo.
—Gracias, abuelo.
Seokjin llegó con el pastel y enseguida lo puso en la mesilla que se encontraba en el centro, encendió las velitas y comenzó a contar para que todos comenzaron a cantar.
Edán mantenía sus manos entrelazadas y sonreía mientras todos le cantaban viendo a todos lados, una vez terminaron se inclinó hacia el pastel y sopló las velitas mientras los demás aplaudían para celebrar.
—Bien, bien, ahora voy a servir el pastel. —Seokjin comenzó a cortar el pastel con un cuchillo mientras Edán lo ayudaba a colocar los trozos en pequeños platos.
Comieron el pastel entre risas y bromas, al igual que una familia feliz. Y una familia nada convencional, pero feliz.
—Yoongi y Jimin son muy ruidosos, desde que pusieron mi habitación al lado de la de Yoongi casi no duermo, a veces debo irme a la habitación de Jimin que está del otro lado de la mía. —Jungkook habló de repente llevándose un pedazo de pastel a la boca y todos rieron.
—Tú y Taehyung también están en esa línea —dijo Yoongi comiendo el pastel que Jimin le ofrecía con su tenedor.
— ¡Si! Solo que como ahora TaeTae está herido, no pueden hacer nada. —Jimin habló riendo.
— ¡Eso es cierto! El otro día eran alrededor las doce de la noche y yo iba saliendo del baño cuando vi a Jungkook sacar a Taehyung de su habitación y llevarlo a la suya. —Está vez fue el turno de Seokjin para hablar quien hizo que todos estallaran en risas ante la anécdota.
Eran todos unos sinvergüenzas.
— ¿Porque nadie habla del concierto que hicieron Hoseok y Edán anoche? —Taehyung habló con una sonrisa burlona.
Las mejillas de Edán enrojecieron mientras trataba de esconderse debajo de la mesa y Hoseok río al igual que los demás.
Se quedaron bromeando y riendo por un largo rato, mientras comían pastel y bebían chocolate caliente para amortiguar el frío. Las horas pasaron rápidamente y Yoongi hizo que Jimin se levantara para luego él hacer lo mismo.
—Jimin y yo saldremos, no nos esperen despiertos —avisó el pelinegro. Todos asintieron.
—Tengan mucho cuidado, manténganse alertas —habló Namjoon despidiéndose de la pareja.
Ambos chicos salieron de la casa tomados de la mano y se subieron a una de las camionetas.
En la lejanía, un chico de cabellos largos de color negro los observaba desde el interior de un vehículo, examinando atentamente a la pareja, en especial, al pequeño de cabello castaño que sostenía la mano de su amado.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro